Puede que la imagen no capte del todo lo molesta que era la luz.
Soy alguien que va mucho al cine, y cuando digo mucho no lo digo a la ligera, pues no son pocos los años en los que he ido más de 70 veces. Pero algo que hasta hoy nunca había hecho era marcharme de la sala antes de terminar la proyección (alguna vez he tenido que salir para ir al baño, pero eso no cuenta, que luego volvía). Por mala que fuera la película, siempre me quedaba hasta el final. Pero hoy no ha podido ser.
¿Tan mala era la película? No ha sido por eso, el motivo es otro.
Siguiendo el ritual de siempre, entro al cine, busco la sala, ocupo mi asiento y me dispongo a contemplar el vendaval de anuncios y trailers que siempre tiene a bien poner Cinesa, durante 10-15 minutos. Pero terminan los anuncios, empieza la película y... un momento, aquí algo falla. ¡No han apagado las luces de la sala!
Bueno, a veces pasa que se despistan un poco y las apagan cuando pasan un par de minutos. No debería pasar, pero equivocarse es humano y no nos vamos a morir por eso. Asomo la cabeza al pasillo, por si hay algún empleado del cine, y no veo a nadie. Me siento y, con la luz encendida, pasan los minutos. 5, 10, 15... la luz encendida. Intento hacerme a ello (al fin y al cabo, es como ver una película en casa por la tarde, ¿no?), pero no hay manera. Lo intento, pero cuando la película lleva media hora y me doy cuenta de que estoy pensando más en la puñetera luz que en la película en sí (Free Guy, por si alguien se lo pregunta), así que por primera vez desde que tengo uso de razón, me levanto y me voy de la sala. Comunico lo sucedido a los empleados del cine, quienes de forma amable y diligente se disculpan, me explican que ha sido un fallo del sistema automático de luces y que aunque suelen mandar a alguien a comprobar que no pase, andaban escasos de personal y no han podido. Lo más importante, me reembolsan sin poner ninguna pega el importe de la entrada.
Así que, otra vez será, Free Guy.
2 comentarios:
Pues lo cierto es que fallos de esos todos hemos tenido... pero habitualmente te devuelven la pasta sin complicaciones. A mi me pasó en Avatar, cuando ya estaba resignado a sufrir los dies minutos finales que hacía media hora que toda la sala había adivinado, se cortó la proyección... se reanudó tras una parada de 15 minutos. Ventaja: la vi gratis, que ya es más de lo que se merecía.
Gastaste tiempo de tu vida, que ya es más que lo que merecía Avatar. :D
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