No confundir con esta otra Civil War.
¿Qué pasaría si a Estados Unidos se le acaban los países que bombardear y se tiene que bombardear a sí mismo? En ese escenario se desarrolla Civil War, mostrándonos las andanzas de un grupo de periodistas de guerra, tratando de cubrir el frente, en primera línea de batalla y jugándose la vida mientras recorren un país en llamas.
La película me supuso una decepción relativa, no por falta de calidad, sino porque no era exactamente lo que esperaba ver. Pensé que ahondaría más en el contexto político de la guerra que da nombre a la película, pero de ella no se dan más que sucintas pinceladas y lo que nos cuenta no es la guerra, que se convierte en un mero decorado, sino las vivencias de los protagonistas, y los desoladores efectos que tiene la guerra en las personas. Ocurre en Estados Unidos, como podría ocurrir en Siria, Somalia o Palestina.
Pero como digo, la decepción era relativa, pues si bien no me encontré con lo que había ido a ver, sí me encontré con una película muy solvente, que ofrece momentos narrativamente muy poderosos y cuenta con escenas que me hicieron permanecer pegado a la butaca, y no sin sobresaltos. Mención especial a cierta escena en la que aparece Jesse Plemmons (prácticamente volviendo a ser el despreciable Todd Alquist de Breaking Bad), que es sin duda la escena más tensa de toda la película. Además, no es el todo cierto que da igual que la película fuera en Estados Unidos o en [inserte país africano del que nunca se acuerden los medios], pues precisamente al ser en Occidente, nos hace más fácil ver un poco más desde dentro, lo que es que el país en el que vives se vaya a la mierda, tu bienestar y tu seguridad se vayan por el retrete. No tanto como un "te podría pasar a ti " (lo que daría para debate sobre la doctrina del shock), sino como un "mira, esto es lo que le pasa a la gente cuando su país entra en guerra".
Con unos apartados técnicos muy logrados, tal vez se le pueda echar en cara que el final quede un tanto forzado, pero tampoco me llegó a chirriar, y no desmerece en absoluto el producto. Además, el final del final, valga la redundancia (lo de la foto de los soldados, que luego acompaña a los créditos), es un perfecto relato de lo que probablemente sí pasaría.
No es lo que compré, pero me la quedo.
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