Sheriff en excedencia busca bancos que atracar.
Siete años después llega la secuela de esta película, una película de atracos bastante olvidable y de la que solo recordaba sus aspectos más ridículos, que no eran pocos. Pero como es de prever, no me acordaba ni de trama ni de personajes ni de nada, por lo que si bien es una película lo bastante autocontenida como para entenderse sin recordar o sin siquiera haber visto la anterior, sí que puede haber cosas que me parezca que no tenían sentido por este motivo.
De lo que no tiene la culpa lo de ser una secuela es de que sea tan aburrida. Con personajes a los que no les encontraba ningún interés, un atraco que no aportaba nada nuevo, una trama que a veces costaba seguir (en parte porque me costaba mantener la atención) y lo único salvable es la escena de persecución+tiroteo en los Alpes, que está entrenida pero resuelven con un rocambolesco Deus ex machina (casualidad, en el mismo punto en el que un disparo de los malos hace que se estrelle el coche de los buenos hay aliados a pie y con armas). Para más añadidura, la película es como uno de esos invitados pelmas que no saben cuándo se tienen que ir y persiste en alargarse mucho más de lo necesario (suponiendo que algo en esta película sea necesario) y un epílogo sin demasiado sentido que tampoco le suma nada.
En definitiva, que si ya la anterior era flojilla esta se me ha hecho directamente infumable.
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