Paradójicamente no me ha parecido tan mala influencia.
Un tropo bastante explotado en el cine romántico es el de chaval malote y de extrarradio que se enamora de niña bien y ambos tienen una historia de amor más o menos clandestino. En este caso ellos son Reese, la hija de un millonario y Eros, un joven al que el padre de Reese saca de la cárcel para que vaya a hacer de guardaespaldas de su hija.
Con personajes guapos a rabiar y mucho dinero y glamour, esto bien podría haber sido una trama de la serie Elite, tanto por las partes más o menos creíbles (una minoría) como por las de llevarse las manos a la cabeza, sobre todo con ese final atropellado, como sacado de la manga, que casi parece obedecer a un "hay que terminar la película y buscarle algún giro loco de guion".
Tampoco voy a decir nada malo en ese aspecto, pues la película da lo que promete y es lo que parece que va a ser. Lo que sí me parece positivo es que, dentro del contexto de este tipo de películas, la relación amorosa es bastante sana y respetuosa, sin normalizar cosas que rozan el abuso, cosa que sí pasa en otras (sí, Grease y sobre todo Tres metros sobre el cielo, os miro a vosotras), con un personaje que para ser malote resulta bastante buenazo y considerado. Tendrá sus pegas, claro, pero si lo medimos en su contexto, ojalá más influencias como esta y menos como las otras.
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