Basada, inspirada más bien, en el relato de Phillip K. Dick "Equipo de ajuste" (pincha aquí para leerlo) Destino Oculto nos cuenta la historia del prometedor político David Norris, que un buen día conoce a una misteriosa chica, de la que se enamora al instante y que cambia su destino para siempre.
¿Destino? ¿Las cosas suceden porque sí, porque las buscamos, o porque hay algún motivo para ello?
Precisamente esa es la premisa de Destino Oculto. Cuando David no pierde el autobús que debía perder, se encuentra con una persona que no debía encontrarse y eso desemboca en una serie de acontecimientos, y David descubre que hay una verdad más allá de lo que pensaba conocer. Descubre que el destino está marcado, y que el precio de enfrentarse a él es elevado.
Pero hombre inconformista, decide hacerlo a toda costa, y los agentes de ajuste, esos enigmáticos hombres con sombrero, intentarán evitarlo sin éxito. Solo un inesperado aliado, obedeciendo, quién sabe, a fines superiores, le ayudará en su causa. Pero David tendrá que tomar decisiones difíciles.
La película se deja ver, y aunque su fidelidad al relato no es excesiva (también es verdad que 23 páginas no dan para mucho), podría decirse que han cogido la idea y la han desarrollado un poco más. Parte para rellenar, parte porque hay cosas del relato que no habrían quedado bien en cine. Así, choca pero es un acierto que el perro parlante del relato sea sustituido por un ser humano en la película, y el final resulta bastante más adecuado y climático.
Y por cierto, yo también quiero un sombrero.
¿Destino? ¿Las cosas suceden porque sí, porque las buscamos, o porque hay algún motivo para ello?
Precisamente esa es la premisa de Destino Oculto. Cuando David no pierde el autobús que debía perder, se encuentra con una persona que no debía encontrarse y eso desemboca en una serie de acontecimientos, y David descubre que hay una verdad más allá de lo que pensaba conocer. Descubre que el destino está marcado, y que el precio de enfrentarse a él es elevado.
Pero hombre inconformista, decide hacerlo a toda costa, y los agentes de ajuste, esos enigmáticos hombres con sombrero, intentarán evitarlo sin éxito. Solo un inesperado aliado, obedeciendo, quién sabe, a fines superiores, le ayudará en su causa. Pero David tendrá que tomar decisiones difíciles.
La película se deja ver, y aunque su fidelidad al relato no es excesiva (también es verdad que 23 páginas no dan para mucho), podría decirse que han cogido la idea y la han desarrollado un poco más. Parte para rellenar, parte porque hay cosas del relato que no habrían quedado bien en cine. Así, choca pero es un acierto que el perro parlante del relato sea sustituido por un ser humano en la película, y el final resulta bastante más adecuado y climático.
Y por cierto, yo también quiero un sombrero.
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