jueves, 12 de abril de 2012

Del trabajo a casa en bicicleta

El arma del crimen.

Más de una vez he presumido aquí de la suerte que tengo de poder ir al trabajo andando, pues soy bastante poco amigo de tener que depender de autobuses/trenes, y no digamos ya de conducir. Y como mi lugar de trabajo está a un escaso kilómetro de mi casa, pues a patita.

Pero hoy he hecho una excepción, pues recientemente han instalado al lado de mi oficina un puesto de recogida de bicicletas municipales, de las que tengo el carné, y dado que hay otra cerca de donde vivo, pues me he animado a hacer el experimento.

Obviamente, lo que es el desplazamiento ha sido mucho más rápido, pero si contamos el ir al puesto de recogida, introducir la tarjeta, luego devolver la bicicleta y tal, pues el cálculo da que he tardado exactamente lo mismo en llegar a casa que si hubiera ido andando. Debo decir que pensé que siendo una distancia tan corta tardaría bastante más que a pie.

Añado también que la ligera pendiente que tiene la calle Autonomía en dirección a mi casa, tiene toda la pinta de hacer que sea más cómodo ir que volver sobre dos ruedas.

Naturalmente, no es mi intención hacer de esto una costumbre, pero por variar un día, ha tenido su gracia.

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