domingo, 8 de abril de 2012

Rúnicos 2012: regreso y balance

Jokin Jones, en busca de las jornadas perdidas.

Recién llegado a casa, y antes de derrumbarme sobre la cama, hago una breve exposición de lo que fueron las jornadas. Como siempre, y este año incluso más, unas jornadas fabulosas, repletas de diversión y buen rollo.

Por seguir un orden, obedeceré al sentido común usando el cronológico y comenzaré por el jueves, con el viaje en tren primero y en autobús después, que nos llevaría al recinto. Por la mañana encuentros, saludos y coger sitio. Sitio y fuerzas, que ya por la tarde había que hacer cosas. Pero antes a comer, a la tradicional visita al Telepizza. Después, doble sesión de rol en vivo. Primero dirijo Casablanca y luego juego Golgotha (un ReV de ambiente carcelario). Y a eso de las dos de la mañana, salimos "tranquilamente" a tomarnos "una y a la cama".

Obviamente eso no fue así, y la de la foto es la primera de tantas que nos tomamos.

El viernes por la mañana, aún perjudicado por la divertidísima diesta del día anterior, tocaba fotocall, así que me enfundé mi disfraz de arqueólogo molón y me fui a hacer fotos. Por la tarde nuevamente a dirigir un vivo (Pulp Fiction) y por la noche a jugar otro (Arkham Asylum, donde doy vida al Dr. Hugo Strange). Después, nueva visita al Stick (el bar de los Rúnicos), donde esta vez sí soy capaz de tomar una tranquilamente y volver a una hora razonable.

Esta simpática perrita era una de las estrellas del Fotocall.

Ya el sábado, por la mañana echo una victoriosa partida al Símbolo Arcano, un spinoff del Arkham Horror, y después de comer, aprovecho para echar unas partidas con unos amigos de Pamplona. Concretamente al Fórmula De, en la que gracias a la inestimable colaboración de los dados logro una victoria aplastante. Y para no perder las costumbres, nueva sesión doble de rol en vivo, primero "Barro en las botas", donde soy un sufrido soldado de trinchera en la primera guerra mundial, y luego uno de Blade Runner donde soy un íntegro Blade Runner que debe enfrentarse a la corrupción política y a los replicantes. Y ya, lo que viene siendo salir de fiesta, pues no. Que estaba ya a las 4, cuando acabó la segunda partida, que me caía del sueño.

Kicker-Punch!

Y el domingo, que es hoy. Pues dormir, o al menos intentarlo, y luego la ceremonia de clausura. Despedidas, abrazos y sobre todo ganas de volver el año que viene. De regreso, en tren hasta San Sebastián y luego cómodamente a Bilbao en un autobús de clase Supra.

La parte mala, que las jornadas se me han pasado volando. La buena, que si el año que viene vuelve a haber Encuentros Rúnicos, ahí estaré. Aunque truene.

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