Artículo que salía hoy en el periódico, hablando sobre las #omicron2016.
Nuevamente hablaré del fin de semana, cosa que es habitual los domingos a esta hora, que para eso tengo el blog a modo de diario. Y este fin de semana post-jornadas empezaba con una de cine, "El Renacido", que ya comenté ayer y ayer sábado destacaba el partido contra el Fuenlabrada que jugó el Bilbao Basket en Miribilla, ganando con solvencia ante un rival de buen nivel en un partido que empezó feo (bonito en lo deportivo, pero feo en cuanto a nuestros intereses en el marcador, quiero decir) pero se puso de cara y tuvo además el regreso de Marko Todorovic a Bilbao.
Tras el partido, y después de que yo viera mi nombre en la cancha, nos fuimos a cenar los del grupo del basket, con un par de fichajes de los aficionados del Fuenlabrada, y nos fuimos a ponernos quicos al Foster´s. Tras la cena, un par de copichuelas y a casa.
No llegué especialmente tarde, serían las dos, pero no conseguía pegar ojo. Así que tras unas cuántas vueltas en la cama, me levanté y me fui a la cocina... a hacer masa para galletas. Dejé la masa hecha, la introduje en la nevera y me volví a la cama.
Es de esperar que la mañana la he dedicado a terminar de hacer las galletas, una especie de galletas Oreo caseras, con una receta que bajé de Internet. ¿El motivo? Que hoy había otra edición del club del libro, poco numerosa y con poco movimiento de libros por mi parte. Devolvía "Seda", un libro muy ligerito y fácil de leer y "Tomates verdes fritos", también muy agradable y bonito. Me traía "Azazel", que no me había dado tiempo a leer y por variar un poco, un libro con cuentos de Beatrix Potter.
Tras el libro, y aprovechando que ya los días son más largos, una de terracita y cañas y a casa, que mañana hay que madrugar.
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