-¿Cuál es su queso favorito, Sherlock?
-El emmental, querido Watson.
Hay dos formas de ver esta película. Una es salir indignado del cine, al grito de "¿qué han hecho con Sherlock Holmes?" y pensar que Sir Arthur Conan Doyle se retorcería en su tumba si la viera, o la otra, que es ver que estamos ante una divertidísima película de aventuras, digna secuela, sin pretenderlo, de la genial "El secreto de la pirámide" y que ofrece al espectador lo que le promete, resultando además, bastante más fiel al espíritu del personaje de lo que pudiera parecer.
Se puede decir, sin equivocarse demasiado, que esta película no es fiel a las novelas, pero seamos serios: el propio Sherlock Holmes era bastante poco fiel a sí mismo, y Doyle lo reinventaba constantemente al ritmo de sus necesidades económicas. Y francamente, si Doyle resucitara y viera la película se retorcería, sí, pero de placer. Primero por los beneficios económicos, claro, y segundo, porque creo sinceramente que esto se parece bastante al Sherlock que él hubiera concebido de vivir en el Siglo XXI.
Me gusta porque sobre todo mantiene la esencia primigenia del personaje; su espíritu analítico, su capacidad de extraer ingentes cantidades de información de hasta el más mínimo detalle, compartiendo con el lector (en este caso espectador) sus razonamientos. Con las salvedades, claro, de las diferencias del lenguaje literario y el cinematográfico.
Respeta también el que es el pilar más importante del detective de Baker Street 221 bis, sin el cual no se entiende este personaje, que es el Dr. Watson. Está claro, no se parece a ningún Watson que hubiéramos visto hasta ahora. Al menos yo nunca me imaginé al doctor repartiendo mamporros. Pero no es el hecho de que sepa pelear o no lo que le define (y siendo ex-militar, lo suyo es que sepa) sino que es el complemento perfecto. El pilar de cordura y confianza de Holmes, su imprescindible Sancho Panza.
Se nota también la mano de Guy Ritchie (Snatch, Lock&Stock, Rockanrolla) que introduce con audacia elementos muy dispares en la coctelera, y el resultado es sorprendentemente grato. La película es divertida, está bien hecha, y respeta la esencia.
En cuanto al personaje de Holmes, pues tal y como está concebido, y al igual que pasara con Ironman, pues solamente podía ser interpretado por Robert Downey Jr, quien nos regala nuevamente una excelente interpretación de sí mismo, y no desentona Jude Law, aportando el contrapunto de sobriedad al toque canallesco de Downey.
Y como premio, una ilusionante y nada disimulada puerta abierta para la secuela.
Se puede decir, sin equivocarse demasiado, que esta película no es fiel a las novelas, pero seamos serios: el propio Sherlock Holmes era bastante poco fiel a sí mismo, y Doyle lo reinventaba constantemente al ritmo de sus necesidades económicas. Y francamente, si Doyle resucitara y viera la película se retorcería, sí, pero de placer. Primero por los beneficios económicos, claro, y segundo, porque creo sinceramente que esto se parece bastante al Sherlock que él hubiera concebido de vivir en el Siglo XXI.
Me gusta porque sobre todo mantiene la esencia primigenia del personaje; su espíritu analítico, su capacidad de extraer ingentes cantidades de información de hasta el más mínimo detalle, compartiendo con el lector (en este caso espectador) sus razonamientos. Con las salvedades, claro, de las diferencias del lenguaje literario y el cinematográfico.
Respeta también el que es el pilar más importante del detective de Baker Street 221 bis, sin el cual no se entiende este personaje, que es el Dr. Watson. Está claro, no se parece a ningún Watson que hubiéramos visto hasta ahora. Al menos yo nunca me imaginé al doctor repartiendo mamporros. Pero no es el hecho de que sepa pelear o no lo que le define (y siendo ex-militar, lo suyo es que sepa) sino que es el complemento perfecto. El pilar de cordura y confianza de Holmes, su imprescindible Sancho Panza.
Se nota también la mano de Guy Ritchie (Snatch, Lock&Stock, Rockanrolla) que introduce con audacia elementos muy dispares en la coctelera, y el resultado es sorprendentemente grato. La película es divertida, está bien hecha, y respeta la esencia.
En cuanto al personaje de Holmes, pues tal y como está concebido, y al igual que pasara con Ironman, pues solamente podía ser interpretado por Robert Downey Jr, quien nos regala nuevamente una excelente interpretación de sí mismo, y no desentona Jude Law, aportando el contrapunto de sobriedad al toque canallesco de Downey.
Y como premio, una ilusionante y nada disimulada puerta abierta para la secuela.
3 comentarios:
Sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo.
Añadiría que Mark Strong (Septimus en Stardust) está estupendo como villano odioso y temible.
Pues a mí también me gustó mucho, y además me parece muy fiel. Holmes sí repartía mamporros y sí se pegaba carreras, y hacía cosas como tirarse toda la noche tirado en una cuneta espiando. Como he leído nosedónde, es menos fiel a las adaptaciones que hemos visto durante años que a los propios relatos. Pero como la gente ha visto más de lo primero que leído de lo segundo, pues claro, luego pasa lo que pasa XD
Por cierto, y al margen de la película, NO SOPORTO AL PUTO MORIARTY. Lo siento, cada vez que hablo de Holmes tengo que decirlo: es una mierda de apaño que el autor se sacó de la manga en media página sin venir a cuento, un "hasta los cojones de tó, así que va y... y... ¡pues lo mata uno muy malo que había y que era tan listo que nadie lo sabía! ¡Hala!"
Estoy de acuerdo con casi todo lo que ha dicho Jokin y con todo lo que ha dicho Lanarch :)
Yo fui al cine a ver una buena película de Guy Ritchie y salí ricamente sorprendido de haber visto una buena película de Sherlock Holmes.
Vale, es cierto que Robert Downey Jr no da precisamente el tipo que uno esperaría de Sherlock Holmes (¿esos pelos en un caballero victoriano? cuando iba de cocaína vale, pero de forma normal...) y también es cierto que el excelente tirador y algo tonto Watson de las novelas (nunca hace una deducción correcta) aquí falla siempre que dispara, mete ostias como panes y rivaliza a veces en deducciones con Sherlock.
Pero, a la vez, son muchas las cosas que sí que están bien reflejadas. Irene Adler es justo como imaginaba a ese personaje (que sólo sale en un relato, igual que Moriarty). La señora Hudson -la casera- y Mary Morstan (mujer de Watson) están perfectas, pero el que me sorprendió más fue Lestrade, que me pareció muy fiel a los libros.
No es sólo en los secundarios, en la película hay unos cuantos guiños y unos cuantos comportamientos de los personajes que tienen sentido. El coqueteo de la película con el steampunk y lo sobrenatural no sólo tiene reflejo en el gusto sobrenatural de Conan Doyle sino también en unos cuantos relatos (como El sabueso de los Baskerville) que hacían lo mismo...
Junto a eso se ve el toque de Guy Ritchie, claro está... y ese estilo tan desenfandado o hasta cómico de las peleas no acaba de encajar con el espíritu holmesiano, pero la película me parece mucho más fiel que otras adaptaciones más clásicas (salvo la genial "La vida secreta de Sherlock Holmes").
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