Así se quedó el gallo de Portugal.
A veces los hoteles salen mejor y otras veces no tanto. En este caso, parece que no hemos ido a atinar muy bien, y hay un par de cosas del hotel (Hotel Mundial, Lisboa) que tocan un poco las narices. Ya la habitación no es especialmente grande, no es que sea algo muy grave, pero de un **** se espera algo mejor. Además, la cadena de la cisterna se salía cada dos por tres, y lo peor, que el aire acondicionado solo daba frío.
En sí mismo esto no es algo que me moleste en demasía, pero ya que uno paga el precio completo, está bien recibir el servicio completo, así que ayer al salir por la mañana, dimos el aviso de que no funcionaba, y nos dijeron que se encargaban. A las 11 de la noche, cuando volvemos, comprobamos que no lo han arreglado, y que solo sale aire frío. Llamamos y viene el técnico, que aparenta mover un par de tornillos, dice que ya está y se pira. "Ya está", intuimos que debe de ser una manera de decir en portugués "adiós, pringaos", porque el aire sigue frío.
Llamo a recepción, audiblemente enfadado, para señalar el hecho, y me explican que el operario ha cerrado el conducto de aire frío y ha abierto el de caliente (cojonudo, ¿y si me da por poner frío?) y que espere 15 minutos, a que se purgue el aire frío y empiece a salir caliente. Esperamos no 15 sino 20 minutos, y el aire sigue frío (hacía más frío en el cuarto que en el pasillo), y vuelvo a llamar. Finalmente, nos ofrecen cambiar de habitación.
Pero no nos dan una mejor, que sería lo suyo por las molestias, sino otra que tiene algunas cosas mejores, y otras peores (la cama más cómoda, pero en vez de ser de 1,50 es de 1,35), aunque con aire en condiciones, eso sí. Pero la molestia de tener que andar cambiando el equipaje a las 12 y pico de la noche.
Igual es que hemos tenido mala suerte, pero desde luego es un hotel que, pese a su inmejorable ubicación, no recomendaría a nadie. Porque encima la wifi la cobran aparte... ¬¬
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