Bizcocho verde al limón (es verde por dentro)
No es esta mi primera incursión en el dulce mundo del bizcocho, y ya hace un tiempo que perpetré mi bizcocho de chocolate modelo "cabalgata de reyes", de delicioso sabor pero terrible aspecto. Más tarde apañé una colorida tarta de yogur y galleta, "fantasía azul con sombrero de fresa", que llevé a la oficina para deleite de los compañeros.
Idéntico motivo me lleva ahora a hacer este bizcocho, que a diferencia del anterior, sí ha obtenido consistencia sólida, y aunque es un bizcocho bastante ramplón (no tiene nada en especial, es simplemente un bizcocho) podríamos considerarlo mi opera prima. La pena es que, pese a haberme acordado de untar el envase de horneado con mantequilla, eso no ha impedido que una esquinita se quede pegada, estropeando así un poco el aspecto. Pero bueno, tiene forma de bizcocho y sabe a bizcocho, que es lo que cuenta (aunque tal vez el sabor se vea afectado por haber usado aceite de oliva en vez de aceite de girasol, que no tenía).
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