¡No me da la gana!
Hace tiempo desinstalé la aplicación de Facebook para el móvil, no porque no la usara sino porque era un sumidero de batería y porque no servía para ver los mensajes privados, obligando a instalar otra aplicación específica para ello. Y como la versión web (uso el Chrome) funcionaba igual de bien, pues me pasé a ella.
Pero ahora, de un tiempo a esta parte, incluso con la versión web de Facebook, te pide que instales esa dichosa aplicación para ver los mensajes.
¿Por narices?
Sin embargo, había encontrado un truco para eludir esto, y digo había porque la implacable Ley de Murphy ha provocado que me dejara de funcionar mientras estaba escribiendo esta entrada, lo que me ha obligado a reformular todo y a dejar sin validez todos los pantallazos que había ido sacando, pues el botón de cerrar, clave para todo esto, que es el que remarcaba en la foto, ya no aparece, así que mi gozo en un pozo.
En cuanto termine de escribir la entrada y dé a publicar, volveré a mirar el móvil, y como haya vuelto a aparecer el botón de cerrar (que no creo) me dará la risa.
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