El temido colesterol, a raya.
Ir al médico no suele gustar, es un hecho. Sobre todo no gusta porque sabemos que nos puede tocar escuchar cosas feas, y por eso cuando a uno le toca la revisión rutinaria, pues hay una cierta reticencia, por el miedo a que nos digan cosas que no queremos oír.
Por contra, cuando vamos y las noticias son buenas, nos invade una sensación de alegría y tranquilidad, que por suerte es mi caso. Hoy he tenido revisión médica rutinaria del trabajo y todo bien. Pruebas físicas bien, vista y oído bien, analítica bien (sorprendentemente, me dan los resultados de una persona que comiera sano, lo que confieso que no siempre es el caso), así que todo en orden y hasta la siguiente.
De la salud mental no me han dicho nada, por suerte.
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