Sony, en su línea, rebusca en el fondo del cajón de las licencias y vuelve a sacar una película de un enemigo de Spiderman en la que no aparece Spiderman. El resultado, para sorpresa de nadie, es un absoluto desastre, con un argumento ridículo, personajes lamentables (ay el Rhino, ese Rhino...), diálogos de vergüenza ajena y una historia en general aburrida. Todo ello, naturalmente, haciendo gala de una nula fidelidad al cómic (Kraven, el gran cazador, que lo único que caza en toda la película es un salmón).
Aclarado eso, hay que decir en su defensa que las escenas de acción están muy entretenidas. Las partes que no son de acción, y en especial todo lo relativo al soporífero flashback de origen de Kraven, son de infumables para abajo, pero cuando el protagonista se pone a pegar saltitos y repartir sopapos la cosa gana muchos enteros. Solo por eso ya es mejor que otros patinazos de la factoría como Venom, Morbius o Madame Web.
No esperaba nada de ella, de modo que no hay espacio a la decepción, y al menos tenía escenas entretenidas. No llega para el cinco pero al menos da para un insuficiente alto. Todo un logro siendo una película Marvel de Sony.
No hay comentarios:
Publicar un comentario