Cuando Wanda Maximoff se fue a The good place.
A veces pasa (a mí a menudo) que vas al cine a ver lo primero que pillas porque ese día no tienes nada mejor que hacer y te acabas encontrando con ua joyita. Ese es el caso de Eternity, una comedia romántica que ha sido capaz de sacarme tanto carcajadas como lagrimillas.
La premisa es sencilla: Joan se muere y en el más allá se reencuentra con Larry, su marido con el que ha estado 65 años casada. Pero también con Luke, su primer marido al que también quiso muchísimo y que murió cuando ambos eran muy jóvenes.
Así, Joan deberá eltomar la difícil decisión de elegir con quién de los dos pasa la eternidad, además de decidir en qué eternidad quiere hacerlo. Y aquí viene la genialidad de la película, pues el más allá está lleno de eternidades temáticas y este limbo en el que se encuentran es una suerte de feria de eternidades, con sus stands y todo, y eso da pie a un montón de chistes y situaciones divertidas que particularmente me hicieron reír bastante.
La parte romántica de la película también me gustó mucho, pues los personajes son todos encantadores y está protagonizado por mi queridísima Elizabeth Olsen, de la que resulta físicamente imposible no enamorarse. Además, la historia y su resolución me gustaron bastante, y si bien es cierto que tiene algún momento hacia el final en el que parece atrancarse un poco, sí consigue no ser todo lo previsible que suelen ser las películas del género.
Para cerrar, no es en vano la alusíón a The Good Place del pie de foto, pues el tono y la visión que ofrece del más allá es tan similar que casi podríamos pensar que esta película es un spinoff involuntario de la serie.
Lo confieso: me ha entusiasmado.
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