No, no he estado ni cerca de los Pirineos. De hecho no he salido de Bilbao y el punto más elevado en el que he estado ha sido Miribilla, pero luego explico el porqué del título (que obviamente es una chorrada).
El viernes poco que contar: curro, comer, siesta, gimnasio y cine para ver Zootropolis 2, que ya reseñé. El sábado por la mañana un paseo hasta la tienda de juegos de San Inazio, donde caen el Sagrada Legacy y la expansión del Misty Valley. Por la tarde pensaba ir al cine pero cambio el plan por una tarde de juegos, con Covenant, Tras los pasos de Darwin y The game. Luego a casa, donde ceno y dejo instalándose el Assassin´s Creed Origins (que esta semana me terminé el Syndicate y supongo que en algún momento lo tendré que reseñar).
Domingo por la mañana pruebo un poco el juego (iba sobre aviso, pero me arquea mucho la ceja tanto cambio con respecto al resto de la saga) y subo a Miribilla para la primera parada pirenaica del día: un disputado partido contra Lleida, mucho más sufrido de lo que podría sugerir el resultado. Un final muy plácido pero 37 minutos de tener el culo apretado.
Luego un paseo por el Arenal y la tarde en casa haciendo un poco de nada y al cine a ver Frontera, ambientada precisamente en los Pirineos, de la que seguramente hable mañana. Finalmente un breve paseo y a casa, pero con la felicidad de saber que mañana no toca trabajar.
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