Reza Shirazi, el protagonista.
Es inevitable ver este juego y no acordarse inmediatamente del fabuloso The Walking Dead, ya que comparte una cierta similitud gráfica y el estilo de aventura gráfica de Telltale, en el que las decisiones que tomamos determinan (teóricamente) el devenir de la trama.
Su argumento recuerda también mucho al excelente cómic Persepolis, pues toca precisamente el tema de la revolución iraní contra el Sha de Persia (lo habéis adivinado, en 1979) y nos la muestra desde el punto de vista de un estudiante iraní que regresa a su país después de sus estudios por Europa.
Si lo valoramos como juego, la verdad es que no tiene nada reseñable. Es muy cortito y durante casi todo el juego se limita a ir viendo las cinemáticas una tras otra, sin que la interacción sea muy grande. Hay que ir sacando muchas fotos, eso sí, pero no es que tenga demasiado misterio. Tiene, sin que eso sea necesariamente negativo, más de película que de juego, que depende mucho del interés que se tenga en el tema que trata.
¿The walking qué?
Lo más destacado del juego es que permite ver más o menos desde dentro ese periodo de la historia, ya que nos ofrece un montón de pildoritas de información sobre qué fue y qué supuso el derrocamiento del régimen persa (tema que, por cierto, también se tocaba en la maravillosa Argo). Para quien sea un tema que no le llame especialmente la atención, no es un juego que le recomendaría, salvo como pasarratos, y desde luego, para quien busque grandes dificultades o puzzles de compleja resolución... que ni se acerque a este juego.
No me ha disgustado, pero no deja de ser un "quiero ser Telltale y no llego".
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