El que no llora no mama.
Puse incluso la pertinente reclamación en Consumo, de la que ya me había olvidado hasta que esta semana me llamaron de ahí para decirme que, recibida la reclamación, habían hablado con Ikea y que, tal y como prometieron, me ofrecen devolverme la parte correspondiente a las labores de montaje.
No está mal, oigan. Ahora a ver si no me dan mucha guerra para darme la pasta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario