viernes, 13 de diciembre de 2019

Crónica de las #Rolea2019 (2)

Si esto lo imprimo, voy al Prado y doy el cambiazo, pasarían días antes de que nadie se diera cuenta.

Sábado

Por un fallo en la web, que me impide ver el 75% de las actividades, acabo por no apuntarme a nada por la mañana, cosa que aprovecho para descansar y dar una vuelta por el pueblo, así como para ultimar algunos detalles de mis partidas, que ese día me tocaba dirigir dos partidas. 

Por la tarde nos lanzamos a dirigir un nuevo pase de Numerus Clausus, el vivo oficial de 2084, y aquí las sensaciones son encontradas. En general el resultado es bueno y el pase sale bien, pero tampoco podemos ser ajenos a la autocrítica y somos conscientes de que a esta partida, que tiene ya 11 años, se le ven un poco las costuras, y hay cosas que de hacer hoy habrían sido distintas. Pero como con eso ya contábamos de antemano, pues contento.

Promoción de 2084.

Por la noche me tocaba otra vez ponrme el mono de dirigir, pues las meninas volvían al CEULAJ con Pínteme usted esas meninas. La partida acaba siendo muy cortita pero igualmente hilarante, con algunos jugadores a los que, por la risa, había ratos en los que les costaba respirar, y otros que acabaron literalmente por los suelos. 

Luego al Pepe´s, claro, que hay que respetar las tradiciones. Pero como al día siguiente tocaba dirigir, procuré no emborracharme demasiado y estar a las 4 ya en la cama.

Domingo

Hay veces en TdN y Rolea en las que me toca dirigir mesa y me pregunto "¿por qué me meto en estos embolados?", y era un poco el caso de Calabazas podridas en la manzana podrida, la partida que llevaba de Sombras Urbanas, un juego que me gusta pero al que no tengo claro si le he cogido el punto, pues solo lo había dirigido una vez con anterioridad. Pero la partida sale bien, con jugadores que cooperan mucho, y la sensación de que poco a poco le voy cogiendo el punto a esto del PbtA.

Por la tarde una de humor cósmico con La llamada de Cthulhu, una descacharrante reunión de primigenios que conducía a la locura y en la que los disfraces fueron lo más. Muy reseñable el momento en el que el jugador que hacía de Cthulhu fue a hacer un cameo a otro vivo y un miembro del Team Rocket le lanzó una Pokebola.

Dejaré que la imagen hable por sí sola, que es maravillosa.

Pérdida de 1d20/1d100 de Cordura.

Por último, para cerrar las jornadas me apunto a Lo que somos en la oscuridad, de FATE, pero entre el cansancio acumulado y el error de movernos a la zona de los sofás, me estaba quedando dormido, por lo que el propio director de juego me manda a la cama, y aunque mi idea era ir, descansar media hora y volver a estar activo, esa media hora se acaba convirtiendo en 8, y me despierto ya a la hora de desayunar y abandonar el recinto.

Al menos eso me sirvió para ser persona cuando llegué a Bilbao, a diferencia de otras veces.

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