El RDR2 ha tenido gran protagonismo.
Un fin de semana sin demasiada cosa, pero como no se me ocurre gran cosa que contar, pues ahí que voy con mi bitácora de fin de semana.
El viernes, comer y un poco de consola, pegando tiros en el salvaje Oeste, de la mano del Red Redemption 2, antes de dar una vuelta por ahí con mi señora novia y luego a la lonja, sin mucho éxito (no había nadie que no estuviera ya en partida) y vuelta para casa.
El sábado por la mañana me quedo en casa y por la tarde baloncesto (ayer hablaba de ello). Por cierto, en el descanso fui víctima del Whamaggeddon, pues la megafonía adornó la lluvia de peluches con Last Christmas (¡estaba tan cerca de sobrevivir!) y luego a la lonja, a jugar a juegos de mesa. Concretamente una partida de Civilization, que gano con los egipcios.
Domingo por la mañana, algo de consola y dar una vuelta por el Arenal, cosa que la lluvia impide un poco y por la tarde rol, para retomar después de dos meses de parón la campaña de Warhammer. Finalmente, aprovechando la visita del amigo Technoviking, tengo a bien enseñarle mi flamante casa, y con unas cañas en el sofá y algo de tertulia rolera, cerramos el fin de semana.
Ahora semana rara, en la que trabajo lunes. jueves y viernes, y luego 11 días de vacaciones.
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