No vi el partido, pero disfruté su resultado con el móvil.
El viernes, con las neuronas aún hechas puré tras la semana de trabajo, que cerraba el año, me fui a la lonja, donde pude probar el Paladines del reino del Oeste y luego por la noche el Aqua Sphere, ambos juegos de mesa estilo eurogame, bastante sesudos, donde quedo segundo en ambos casos, y en el caso del Aquasphere por una diferencia muy pequeñita.
El sábado por la mañana una vuelta por el Casco Viejo, con la consecuente ingesta de pizza y helado (a falta de comilona navideña...) para luego ir a la lonja por la tarde y probar el Saqueadores del reino del Norte (quedo segundo... por UN punto), a los Autos Locos (¡donde gano con Mafio y sus pandilleros!), Welcome to Perfect Home (derrota sin paliativos), Incómodos Invitados (más perdido que Anacleto en el desierto) y, por último, un prototipo de vikingos con su creador, donde los dados conspiran para no dejarme jugar.
Domingo por la mañana salgo a dar una vuelta y acabo comiendo en un italiano con Borja y Sappia (Remember Interraíl!) y por la tarde, pues más lonja. Jugamos una partida de Scythe, donde me resarzo de las derrotas del resto del fin de semana, y aunque es mi primera partida, gano con autoridad.
Y bueno, eso ha sido todo.
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