Vacas de invierno: literal.
Tras una semana que, pese a ser corta, ha sido dura (estábamos solo media oficina pero venía más gente de lo normal y era una locura) por fin puedo decir que doy por cerrado el año, y es que hasta el 8 de enero no me toca volver a la oficina, de modo que cuando vuelva a trabajar ya serán los años 20.
Ahora, a disfrutar haciendo nada, que también mola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario