No confundir con esta otra.
Llega sin hacer mucho ruido la secuela de una película, Los Croods, que pasó un poco sin pena ni gloria, o al menos ese es el recuerdo que tengo (aunque justo hoy he descubierto que tiene serie de dibujos animados). Simpática y divertida, pero no genial.
En esta segunda parte, abren un poco más el horizonte del mundo de los Croods, optando por un cliché clásico de "el grupo llega a un sitio que parece maravilloso, pero luego se va viendo que las cosas no son tan idílicas como parecen", un jardín del Edén bastante literal, que cuenta hasta con su propia fruta prohibida. Ahí irán pasando cosas que amenazarán con separar a la unidísima familia, pero al final todos juntos saldrán adelante, que de eso van este tipo de comedias familiares.
Empieza un poco floja, con una insípida sucesión de trompazos y carreras, e incluso llega a tener momentos de aburrir un poco, pero va de menos a más, y cuando por fin se molesta en mostrar sus cartas y empezar la verdadera historia, es cuando se pone interesante, con un final muy dinámico, pero con espacio para lo emotivo. Entre las cosas simpáticas destaco los encantadores aracnolobos y reconozco que me he reído con el lenguaje de los puñomonos.
Al igual que la primera, un digno pasarratos.
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