sábado, 8 de noviembre de 2025

Los domingos

¿Heroína o víctima?

¿Qué es lo que pasa cuando una chica de 17 años decide que quiere ser monja? ¿Es realmente una decisión libre o es producto de un condicionamiento de años? ¿Cómo afecta eso a su familia y su entorno más directo? ¿Hasta dónde puedes llegar cuando crees que un ser querido va a tirar su vida por un precipicio? 

Todas esas preguntas son temas que aparecen en esta película de Alauda Ruiz de Azua, que se mete en un tema tan peliagudo como es la religión y lo hace saliendo bastante airosa, ya que consigue plasmar una historia bastante respestuosa en todas las direcciones, mostrando a personajes que son sencillamente seres humanos teniendo actuaciones humanas. Así, es fácil entender y empatizar con todos ellos, incluso con los que tienen maneras de pensar radicalmente distintas a las nuestras.

Debo decir que en este tema no soy imparcial. Abiertamente ateo y bastante poco amigo de las instituciones religiosas, tampoco me ciego al hecho de que para muchas personas sus creencias son religiosas y que dentro de los límites que marcan la ley y los Derechos Humanos, cada uno con su vida puede hacer lo que considere que le va a hacer feliz. Sin que eso haga que me gusten, claro. Por eso mientras la veía me sentía plenamente identificado con el personaje de la tía, maravillosamente interpretado por Patricia López Arnaiz, que intenta contra viento y marea evitar que su sobrina tire su vida pero a la vez respetar su voluntad y evitar que su propia vida se vaya al garete. Por eso para mí a ratos era prácticamente una película de terror, con cosas que entiendo perfectamente que para otros pueda ser algo hermoso.

Me gusta mucho cómo maneja la película los diálogos, las discusiones y las reacciones de personas que se ven sobrepasadas y no saben cómo actuar. Igualmente me ha gustado ese final que si me lo preguntáis a mí es demoledor, pero no exento de una gran belleza, con esa versión coral de Aitormena, pues es una canción que para mí tiene un valor emocional muy fuerte.

No hay comentarios: