Viene de aquí.
Nuestro objetivo esta vez, era una de las oficinas de Gestión de Recursos, y no dejaba de tener su gracia que fuera aquella en la que trabajaba Tammy. La causa necesitaba recursos; comida, agua, medicinas, y no eran fáciles de conseguir. Así que el plan era el siguiente; uno colocaría un par de artefactos explosivos en puntos estratégicos del edificio, y los demás entrarían, y rápidamente cogerían lo estrictamente necesario. Ni una cosa más. Éramos rebeldes, no bandidos. Era avituallamiento, no saqueo.
Nuestro objetivo esta vez, era una de las oficinas de Gestión de Recursos, y no dejaba de tener su gracia que fuera aquella en la que trabajaba Tammy. La causa necesitaba recursos; comida, agua, medicinas, y no eran fáciles de conseguir. Así que el plan era el siguiente; uno colocaría un par de artefactos explosivos en puntos estratégicos del edificio, y los demás entrarían, y rápidamente cogerían lo estrictamente necesario. Ni una cosa más. Éramos rebeldes, no bandidos. Era avituallamiento, no saqueo.
Me ofrecí como voluntario para la tarea de los explosivos. Conocía algo del edificio de alguna vez que había ido a ver a Tammy, y además, necesitaba demostrarme a mí mismo que podía hacerlo. Necesitaba sentirme vivo. Así que Jack me dio las indicaciones precisas. "Para detonar la bomba tienes que presionar exactamente 3 veces el botón rojo del temporizador, y aléjate porque explotará en 5 minutos, y si no lo ves claro es mejor que no corras riesgos innecesarios. A veces es mejor posponer la misión y volver vivo a casa para intentarlo otro día, que morir en el intento. Bastantes riesgos corremos como para cargar con más innecesarios. Recuerda, Randy, nadie te pide que seas un héroe".
Héroe... qué extraña sonaba esa palabra fuera del contexto de las Naciones Unidas, donde héroes éramos todos, todos los que día a día nos levantábamos para trabajar, los que renunciábamos a pequeñas libertades en aras a un futuro mejor, los que nos dedicábamos en cuerpo y alma para una Terraformación que sirviera a las generaciones venideras. Pero dicho por Jack, la palabra héroe adquiría otra dimensión.
El edificio que contenía las oficinas de Gestión de Recursos y el almacén se alzaba en medio de la plaza. Había estado más veces, pero nunca me pareció tan ominoso. Era una hora punta, y cientos de personas discurrían por la calle. Era mejor así, el anonimato era nuestra mejor arma, y además, habiendo faltado un par de días a la fábrica, y no habiendo aparecido por casa, no es de extrañar que los Cascos Azules me estuvieran buscando.
Me acerqué a uno de los puntos, una de las salidas de ventilación menos vigiladas, y dejé allí mi explosivo "regalo". Apreté por tres veces el botón, y me dirigí rápidamente hacia el otro punto, un panel de comunicaciones.
Para mi sorpresa vi que había un guardia, ataviado con su máscara azul, y equipado con su porra eléctrica. Pero no había tiempo para andar con dubitaciones, así que rápidamente pulsé 3 veces el botón y lancé contra el objetivo, confiando en que el guardia se fijara más en mí que en el paquete, para correr hacia el siguiente y vital objetivo; la puerta principal.
Un seco "boom" me indicó que la primera carga había explosionado, y sonreí, mientras corría más que nunca antes en mi vida hacia la puerta principal, aferrándome a la bomba que llevaba.
Pero no contaba con que el Casco Azul me había visto. No recuerdo muy exactamente sus palabras al darme el alto, pero sé que no me quedé a escucharlas, y corrí. Corrí tanto como pude, y cuando estaba cerca de mi objetivo presioné ansiosamente el botón. Puede que fuera más de 3 veces, mierda, Jack me dijo 3, ni dos ni 4, y no estaba aseguro de haberlo hecho bien. ¡Contar hasta 3 no es tan fácil cuando te persigue alguien armado, joder!
Estaba casi en la puerta, cuando la bomba empezó a pitar. Instintivamente la lancé contra el casco azul que me perseguía, y me lancé al suelo. La deflagración le voló la cabeza, al igual que se llevó por delante a 3 personas más que pasaban por ahí. Mártires de la causa.
El caos estaba sembrado, y aunque no había logrado dejar las bombas exactamente en su sitio, parece que el objetivo de causar confusión estaba cumplido, y así lo supe cuando vi la furgoneta de Jack correr hacia el colegio. Pero lo vi mientras una descarga eléctrica me dejaba inconsciente.
Capítulo 7
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