lunes, 1 de octubre de 2018

El mes sin bebidas con gas

Por motivos evidentes, la parte más fácil fue la de no beber cerveza.

Aquí hablaba de mi desafío autoimpuesto de estar un mes sin probar bebidas con gas, tras una decisión que tomé simplemente porque me apetecía ponerme a prueba a mí mismo, y ayer terminó septiembre, con lo que he sido capaz de estar un mes entero sin bebidas espumosas en general y Coca-Cola en particular. 

Es verdad que en momentos puntuales notaba que me apetecía, pero en general me ha supuesto mucho menos esfuerzo del que pensaba, a pesar de que acostumbraba a beber grandes cantidades de ese líquido negro (cerca de tres cuartos de litro al día).

Ante la pregunta de si he notado algo en el nivel físico, pues la verdad es que no. No me noto menos hinchado y tampoco he perdido una gran cantidad de peso (un kilo menos que hace un mes, pero tampoco es algo especialmente significativo). Donde sí que lo he notado es en el bolsillo, que al final latita a latita se iba el dinerito.

Cumplido pues el mes del #msbcg, ahora la pregunta es: ¿cuál es la siguiente cota? Me he planteado como opción no beberla entre semana, pero también es verdad que me conozco y sé que probablemente me costaría menos esfuerzo no tomar bebidas con gas en absoluto que beber con moderación, pero hasta el viernes tengo tiempo para decidirme.

Lo de la cerveza, ya que me lo preguntan mucho, la respuesta es que nunca bebo cerveza, pues no me gusta nada de nada y tiene un sabor que me desagrada muchísimo, en cualquiera de sus modalidades. Las puede haber que me horroricen menos, pero no hay ninguna que me guste. Así que  técnicamente, no. No he "dejado de beber" cerveza.

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