jueves, 6 de agosto de 2020

Voces

¿Va disfrazado de Chucky? 

Toca empezar recordando que dentro del cine de terror, el subgénero "casa encantada" está lejos de ser mi favorito, lo que no juega mucho a su favor, pues esta película va de un matromonio se traslada con su hijo a la casa que acaban de comprar en mitad de la nada, que está hecha un cisco y además el niño oye voces. Además, la casa tiene una molesta plaga de moscas que dan mucho asquito, se meten en las orejas de la gente y provocan la muerte.

Las voces todo el santo día dando la matraca y finalmente, una desgracia familiar, hace que toque recurrir a los servicios de un experto en cacofonías, que va a la casa a ver qué pasa y si se puede desentrañar y resolver el enigma. Aviso a navegantes, lo voy a destripar.

Se descubre que la casa fue un antiguo juzgado en el que la Santa Inquisición torturaba y juzgaba brujas (no tengo muy claro que se hayan documentado bien sobre el Santo Oficio para esta pelicula), y una de ellas que no se terminó de morir, ve con malos ojos que haya gente instalada en su casa, por lo que se dedica a hacerles todo tipo de perrerías.

Estos ingredientes dan de sí para una película muy genérica de "presencia sobrenatural en la casa", con mucho susto basado en la oscuridad, los cambios bruscos de ruido, la bruja que aparece en los fotogramas pares...  nada del otro mundo, la verdad. A ratos incluso un poco aburrida.

Pero ahora toca hablar en su defensa, y así como hay películas que se desarrollan muy bien y el final es una mierda, aquí pasa un poco lo contrario, que el desarrollo es flojo pero el final es una bofetada demoledora, muy bien hilada y que consigue de forma impactante darle un buen cierre, que hace que haya merecido la pena recorrer el camino para llegar hasta ahí.

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