El secreto del orfebre

Amor a través del tiempo.

Juan Pablo (Mario Casas) es un orfebre de Barcelona que en 1999 vuelve al pueblo de su juventud, donde tuvo un precioso amor de verano en 1976 con Celia (Michelle Jenner), una mujer mucho mayor que él y a la que nunca pudo olvidar, y que a su vez nunca pudo olvidar un amor que tuvo cuando ella era más joven.

Pero cuando vuelve a ese pueblo se da cuenta de que ha viajado nada menos que a 1953 y allí conoce a Celia cuando solo es una chavalilla (Zoe Bonafonte), e irremediablemente volverá a surgir el amor, descubriendo Juan Pablo que él era aquel hombre al que Celia nunca pudo olvidar. Una rueda de amor imposible en el que ambos parecen condenados a no poderse encontrar jamás.

La película es sobre todo muy bonita, con una Celia de la que es imposible no enamorarse (en ninguna de sus modalidades) y que cuida muy bien la estética de la época, aderezada con una hermosa sintonía de piano que hace que el conjunto resulte muy agradable.

Pero ahora viene la parte mala, y es que podría haber sido una película redonda pero el final resulta excesivamente abrupto, planteando un epilógo que podría haber hecho que la película fuera redonda y que se queda a medio contar. Eso no hace que el resto me guste menos pero sí me hizo salir del cine con la sensación de un cierto vacío, de historia incompleta. 

Supongo que podríamos entender que es una manera de hacernos sentir como sus protagonistas, que nunca pudieron ver sus historias completas o que simplemente el libro en el que se basa (una novela muy cortita) da para lo que da y no se quisieron meter a inventar cosas nuevas.

Pero echando en falta lo que no pude ver, lo que sí vi me gustó bastante.

Primer round victorioso contra los turcos

 Ahora a ganar o perder por 11 o menos.

Alegría contenida tras la victoria del Bilbao Basket en el partido de ida de los cuartos de final la FIBA Europe Cup, pues la semana que viene toca ir a Turquía y las cosas no van a ser tan fáciles como hoy.

Ha empezado muy bien la cosa, con amplias ventajas desde el principio, llegando a ir 17 arriba contra un Tofas Bursa que ha llegado tarde al partido. Luego ellos se han ido entonando y la dinámica de todo el partido ha sido casi igual. Empezábamos el cuarto con una ventaja holgada, se nos pegaban al culo y se borraban ellos solos, retomando Bilbao Basket la ventaja, que pegaba bandazos entre el +15 y el +4. Al final un +12 que es defendible de cara a la vuelta (pero ojo, que allí se espera encerrona terrible).

Aunque para terrible el arbitraje, con decisiones inexplicables y a destiempo, con las que muchas veces esperaban a ver si la bola entraba o no para pitar falta o a veces que se les veía con la mirada perdida, sin saber dónde ha ido la bola. Pero claro, el nivel de los árbitros es el que corresponde al nivel de la competición, así que sabemos lo que hay. Cuando arbitran mal en un partido de la fase de grupos contra el equipo rumano de turno nos da igual, pues esos partidos tanto da ganarlos por 20 que por 30, pero aquí ya escuece más,

Pero bueno, se ha ganado con cierta holgura a un Tofas que pese a no haberlo demostrado hoy en la pista, sobre el papel era el favorito. Veremos dentro de 7 días.

The Monkey

El moñeco diabólico.

Hoy día hay cine de terror de absolutamente todo (incluyendo Winnie the Pooh o la de próxima aparición Popeye) y ahora le toca el turno al mono de los platillos, que por no sé qué tema de derechos aquí cambia de instrumento musical y tiene un tambor.

Con una pinta de cutre que echaba para atrás, The Monkey es una película de "terror" que da más risa que miedo, pero hay que concederle que es consciente de ello y ni siquiera trata de tomarse en serio a sí misma, teniendo claro que el argumento es mostrar un recital de muertes a cuál más ridículas.

¿La premisa? Un mono de juguete está maldito y si alguien le da cuerda la gente empieza a morir a su alrededor, de la forma más ridícula y sangrienta posible, así hasta llevarnos a un final que ya es de abierto cachondeo.

Entretiene y a ratos hace reír. No se le puede pedir otra cosa.

historiasmujeres.tours

 Bilbaínas de pro.

Ayer mencioné que había tenido un plan cultural, y es esta visita guiada por Bilbao, descubriendo la historia de las mujeres que fueron importantes en la historia de la villa  que, para no variar, fueron completamente invisibilizadas e ignoradas.

De forma sencilla y gratuita (sin tener que bajarse nada ni darse de alta en ningún sitio) esta visita nos propone irnos moviendo por diferentes puntos de la ciudad y en cada uno nos cuenta, con texto o vídeo una pildora de la historia de Bilbao, con datos verdaderamente interesantes, y al final de cada una lanza una pregunta, que si la acertamos nos da puntos (especialmente indicado para la gente más competitiva).

La ruta dura más o menos hora y media y lo bueno es que como no hay que reservar nada se puede hacer a cualquier hora del día (como si te da por hacerla a las 3 de la mañana). Y no solo eso, si por lo que sea tienes que parar, puedes continuar en otro momento. A nosotros nos pasó, que como se nos etaba acabando la batería del móvil, pudimos parar fácilmente para usar otro móvil y continuar donde lo habíamos dejado.

Una propuesta interesante, indicada tanto para quienes no conocen Bilbao como para los que somos de aquí y queremos verlo desde una perspectiva distinta. Estas visitas, por cierto, también están disponibles en otras ciudades.

Victorioso y carnavalesco fin de semana

Rubén Domínguez se disfrazó de francotirador, para apuntillar al Girona.

Lo del carnaval es un decir, porque en realidad ni me disfracé ni nada, pero lo de victorioso es más cierto, pues además del baloncesto toca hablar de que el viernes por la tarde jugué, con sendas victorias a Golem (aunque aquí me quito mérito, pues era la primera partida para todos menos para mí y eso es una ventaja muy gorda) 7 wonders (aquí sí tiene algo más de mérito, que llevaba mucho sin jugar y lo hice con bastante claridad) y Código Secreto, donde hay que decir que la suerte jugó un papel importante.

El sábado sí que fue un poco carnavalesco, pues aunque yo no me disfracé mi señora novia sí, y salí un rato con ella y sus amigas a una sesión de pintxopote. Para la hora de comer me retiré a casa y por la tarde improvisada sesión de rol, en una peculiar ambientación mitad distopía retrofuturista mitad Superlópez (literal). Por la noche cine, con Amenaza en el aire, ya comentada.

Domingo por la mañana, cita clave en Miribilla. Había miedo, no por el rival sino porque perder implicaba meterse en serios problemas clasificatorios. Afortunadamente Girona ha sido un rival muy flojo y pese a una engañosa igualdad en el marcador a mí en todo momento me ha dado la impresión de que Bilbao Basket era muy superior y ni cuando se han puesto 4 puntos arriba he temido por la victoria. Por eso me ha sorprendido poco que se haya ganado y recuperado el average, pues este Girona me ha parecido muy flojo.

Luego a comer al Udon y paseo turístico-cultural con mi señora novia por Bilbao, visto de una forma diferente, de la que mañana hablaré.

Amenaza en el aire

Wahlberg haciendo lo mismo de siempre... ¿o no?

No tenía esta película en el rádar (badum, chas), pero a falta de nada mejor que hacer me metí a verla. También porque tenía pinta de ser una película de acción en aeronave, subgénero que me encanta, y efectivamente es eso. Aunque no es la típica película de avión secuestrado sino que tira hacai el thriller. Y quitando algunas cosas que son un poco ridículas lo hace bastante bien.

Esto va de una agente de los Marshall que tiene que escoltar a un detenido (el contable de la mafia que va a testificar contra su jefe) de la Alaska profunda a Anchorage, acompañados por el piloto (Mark Wahlberg), pero algo pasa (viene spoiler) al descubrirse que este es en realidad un sicario. Primero lo descubre el detenido, pero como está incomunicado no puede hacérselo saber a la marshall, y eso da para algunas escenas muy tensas, que además a mí me han pillado de sorpresa (ventajas de no haber visto el tráiler). Cuando salta la liebre y el conflicto queda abierto la cosa sigue estando bastante interesante, aunque es verdad que la tensión depende demasiado de que los protagonistas tomen un par de decisiones estúpidas (a ver, cariños míos, si reducís al malo no lo dejéis sin vigilar) pero que gracias a ella tenemos una amenaza latente, lo que unida al ligero inconveniente de que ninguno de ellos sabe pilotar (bueno, el piloto, pero lo de que los quiera matar no ayuda), tenemos una película bastante solvente, en la que queremos en todo momento saber por dónde va a tirar.

Tiene esos detalles de las idioteces de los personajes, que a veces me sacaban un poco de la película y algún diálogo un poco ridículo, pero en general la película cumple y pese a ser bastante previsible en su segunda mitad a mí me ha funcionado.