Nos deja para siempre el mago de Vic.
Un día gris, muy gris. El día de la despedida de Raül López ha tomado el rumbo más cruel, en un partido del que el resfriado galopante me ha impedido disfrutar en condiciones (he ido, pero la cabeza la tenía a otras cosas) el final ha sido cruel. Ha pasado lo de muchas veces: íbamos ganando, a falta de 9 minutos 15 puntos arriba, y hemos perdido, por un triple imposible en la bocina (y una larga ristra de errores que han hecho que el partido se torciera de forma horrible), imposibilitando el pase a Playoff.
Pero lo que más he ha enfadado ha sido la nefasta idea de no sé quién, de no esperar a que terminara el partido para hacer el homenaje, sino hacerlo con el partido en juego, consiguiendo así que los jugadores se descentraran, perdieran el Norte y se fueran el partido, y por ende la temporada, a la porra. Pocas veces me he ido más apesadumbrado de Miribilla.
En el lado positivo, ayer fue día de frikear, con jornadas de juegos de mesa en la lonja, con Love Letter, Groo y una partida de Juego de Tronos que se prolongó mucho más de lo que me hubiera gustado. Y del viernes, pues también tocó frikear, con sesión de rol de Star Wars.
Y eso ha sido todo un poco, que hoy no tengo ganas de seguir escribiendo.
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