La patrulla con Pacino, uno de los mejores fichajes de la temporada.
Ayer terminaba la segunda temporada de la que, para mi gusto, es la mejor serie de la historia de la televisión española y me deja con un maremagnum de emociones. Mezcla la euforia por lo espectacular del episodio, un gran episodio a la altura de una gran serie con la pena porque se termine la temporada, la incertidumbre de saber si volverá la serie y la pena aún más grande por pensar que tal vez, pueda haber sido el último.
He seguido la serie desde el principio, siendo el único programa que he visto en directo en televisión en años, sin faltar ni una sola vez a la cita semanal. No sé muy bien por qué la empecé, ya que no soy nada dado a seguir la programación televisiva, pues hace mucho que me pasé al mundo de la descarga y el streaming (y no piensen solo en el pirateo, señores de la SGAE, que también existe Netflix), pero de alguna manera captó mi atención y... amor a primera vista. Había visto un capítulo y ya era un "ministérico más".
Esta segunda temporada ha tenido algún capítulo algo más flojo (que no malo), eso es verdad, pero el nivel ha ido subiendo hacia un final apoteósico, a diferencia del año pasado, en que se fue desinflando un poquito hacia el desenlace. Y es que hay muy pocas cosas que no me gusten de esta serie, que es divertida como pocas, con sus toques de fantasía, sus personajes memorables, su dosis de Historia y sobre todo mucho humor. Recuerdo las carcajadas que me arrancó el capítulo centrado en hacer chistes de funcionarios.
No sabemos si volverá, la esperanza es lo último que se pierde, pero si dentro de un año vuelve el Ministerio, le estaremos esperando con los brazos abiertos. Y si no, habremos asistido a la serie que marcó un antes y un después en la ficción española.
Pero espero que #sayonaraMdT se quede solamente en #hastalavistaMdT
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