El dios del mar.
¿Ha dado DC con la tecla? Podría ser, pues aquí parece que siguen con el camino que marcó Wonder Woman y se olvidan de querer hacer cosas pretenciosas y oscuras para hacer lo que mejor funciona con el cine de superhérores: cine de aventuras con humor y mucha acción.
Aquí nos cuentan la génesis del superhéroe acuático por excelencia (con permiso de Namor), hijo de dos mundos; tierra y mar, y sus aventuras hasta convertirse en rey, adornadas con muchas escenas de pelea, vistosas batallas, persecuciones y el indiscutible atractivo físico tanto de Jason Momoa como de Amber Heard, de la que se agradece que no se limite a ser el interés romántico del héroe, sino que también reparta estopa y frases divertidas.
No es una película perfecta, claro, pero sin duda es la que tiene que marcar el camino y la que podría enderezar un poco el desafortunado universo cinematográfico de DC.
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