viernes, 10 de diciembre de 2021

El amor en su lugar

Habría sido más adecuado "El amor en su sitio", por aquello del doble sentido.

Fui a ver esta película por una recomendación que me hicieron, sin saber de ella más que el título y debo decir que me ha encantado, que es una de las películas más bonitas que he visto en mucho tiempo.

Situada en el gueto de Varsovia, nos cuenta la historia de un grupo de actores profesionales que están representando una obra, cuando a una de las actrices le surge la oportunidad de abandonar el gueto y sobrevivir, pero para ello tiene que tomar una decisión muy difícil. Y la decisión debe tomarla, además, mientras representa la hora de teatro, pues como decía Freddie Mercury, la función debe continuar.

La película juega con la narrativa y nos cuenta lo que está pasando tanto cuando nos cuenta la historia que sucede entre bambalinas como cuando los personajes, que a su vez son actores, representan la pieza teatral que da nombre a la película, que ya de por sí es bastante interesante, y que además sirve de vehículo para seguirnos avanzando en la trama principal, con un ritmo propio y escenas musicales muy emotivas. Esa doble capa, cimentada sobre la solidez de las interpretaciones (del trabajo de Clara Rugaard no puedo decir nada que no sea positivo), es uno de los aspectos en los que reside la brillantez de la película. 

También es brillante por cuanto que consigue trasladarnos a la historia y convertirnos en uno de los espectadores que están viendo la obra en directo, y a ello ayudan algunas escenas de gran tensión, casi palpable, que nos mantienen agarrados a la butaca, conteniendo la respiración, casi como si estuviéramos ahí. Sintiendo el miedo, pero sin necesidad de recurrir a lo gráfico.

Además de la comunión con los personajes, con los que la película nos invita a reír, a temer, y por supuesto a llorar con su maravillosa, y desgarradora, historia de amor, la película también nos habla de la necesidad del ser humano de salir adelante, y de la necesidad de intentar mantener la dignidad y una apariencia de normalidad cuando todo está en contra, porque, citando la película, "¿Si nos quitan esto, qué nos queda?". 

Una joyita, una película preciosa que me tocó la patata y que no merecería pasar desapercibida.

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