sábado, 17 de enero de 2009

Günther

Hola, hola, racarracarrá.

Si hablo de Mats Söderlund, a más de uno le sonará a chino. Pero si decimos que este es el nombre real del cantante-showman sueco (que no alemán) conocido como Günther, ya empieza a ser más familiar.

De Günther puedo decir que mola. Diría que es indescriptible, pero no es cierto, hay docenas de palabras para definirlo, y de ellas, la más apropiada para definirle sería la de "chuloplaya" si no fuera porque la palabra que mejor define a Gunther es... Günther.

Su estilo musical, tan de discoteca de los 90, su look, con sus gafas de sol, su bigotito ridículo, su taparrabos en escenas playeras, y las dos despampanantes señoritas que le acompañan en sus actuaciones, mezclando Andrés Pajares con David Hasselhoff, pero aún más hortera, con un inconfundible acento germánico, esas letras que son pura poesía "you touch my tralala", "mama mía, gimme a sangria", "melona, banana", "tutti frutti summer love", que capturan al público.

Y lo mejor de todo es que mezcla todos esos elementos, de por sí horripilantes, y el cocktail es fascinante. Es como ver en el telediario las noticias truculentas. Sabes que es horrible, pero no puedes dejar de mirar, y resulta tan jodidamente caricaturesco, que el resultado es genial. El Latin Lover germánico. Porque Gunther es irresistible, Günther es lo más.

Tiene, por supuesto, página propia, Günthernet, y hasta existe una página web en la que se puede pedir que Günther honre Bilbao con su presencia.

Y ahora, dejemos que sus vídeos hablen por sí mismos:







¡Yo de mayor quiero ser como Günther!

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