10.687 frikis no pueden estar equivocados, y es que el aclamado Puerto Rico es el número 1 del ranking de la prestigiosa página de internet http://www.boardgamegeek.com/ (la cual recomiendo si no la conocéis), encabezando una lista de juegos de tablero que si no tiene todos los juegos de tablero existentes se acerca bastante.
Gobernador
Lo Primero que llama la atención de este juego es que los jugadores pueden elegir varias profesiones y éstas son variables en cada turno, con lo que se logra que cada partida sea distinta a la anterior.
Son 8 las profesiones elegibles:
Alcalde (Mayor)
Colono (Settler)
Constructor (Constructor)
Artesano (Craftsman)
Mercader (Trader)
Capitán (Captain)
Prospector (Prospector)
El otro Prospector
El número de profesiones varía en función de los jugadores, así pues, el 2º prospector se quita para 4 jugadores y a 3 se juega sin prospectores. -¿Y qué hacen los prospectores?- pregunta el alumno de la 3ª fila. Calma, todo a su tiempo.
Por rondas, los jugadores se van turnando la carta del Gobernador, cuyo privilegio es ser el primero en elegir la profesión, dado que cada una tiene sus propios privilegios, habitualmente uno genérico y otro específico, verbigracia, el constructor permite que todos los jugadores construyan un edificio, pero el constructor obtiene un bonito descuento.
Así pues, por orden del turno cada jugador coge una profesión y se resuelve, y cuando todos han elegido una profesión, las que no hayan sido elegidas por nadie reciben un subsidio de desempleo, por así decirlo, que es un dinero que recibirá el siguiente en elegir dicha profesión.
Gobernador
Lo Primero que llama la atención de este juego es que los jugadores pueden elegir varias profesiones y éstas son variables en cada turno, con lo que se logra que cada partida sea distinta a la anterior.
Son 8 las profesiones elegibles:
Alcalde (Mayor)
Colono (Settler)
Constructor (Constructor)
Artesano (Craftsman)
Mercader (Trader)
Capitán (Captain)
Prospector (Prospector)
El otro Prospector
El número de profesiones varía en función de los jugadores, así pues, el 2º prospector se quita para 4 jugadores y a 3 se juega sin prospectores. -¿Y qué hacen los prospectores?- pregunta el alumno de la 3ª fila. Calma, todo a su tiempo.
Por rondas, los jugadores se van turnando la carta del Gobernador, cuyo privilegio es ser el primero en elegir la profesión, dado que cada una tiene sus propios privilegios, habitualmente uno genérico y otro específico, verbigracia, el constructor permite que todos los jugadores construyan un edificio, pero el constructor obtiene un bonito descuento.
Así pues, por orden del turno cada jugador coge una profesión y se resuelve, y cuando todos han elegido una profesión, las que no hayan sido elegidas por nadie reciben un subsidio de desempleo, por así decirlo, que es un dinero que recibirá el siguiente en elegir dicha profesión.
Profesiones
Alcalde
Los trabajadores, llamados de forma políticamente correcta “recursos humanos” o de forma menos correcta “esclavos”, son esas fichitas marrones que decoran la caja, y son el eje fundamental del juego. Ningún edificio ni plantación funciona sin trabajadores y además la partida se acaba cuando se terminan los trabajadores.
Hay una ficha, el barco, que es la que trae los “recursos humanos” desde el otro lado del mar, y cada turno, cuando sale el alcalde, los trabajadores del barco se reparten entre los jugadores, y el que ha elegido el alcalde obtiene un trabajador adicional (debe de ser uno que ha llegado nadando) En ese momento los jugadores distribuyen a gusto los trabajadores.
Colono
Elemento muy importante son las plantaciones, que generan los cinco tipos de recursos; maíz, índigo, azúcar, tabaco y café. El colono es la profesión que permite que cada jugador escoja una plantación y la coloque en las extensas llanuras de su territorio.
Es importante señalar que excepto el maíz, que se puede producir por sí mismo (siempre que haya un trabajador asociado a la plantación), las plantaciones necesitan un edificio asociado para poder producir (calma, más adelante explico esto)
El privilegio del colono, por si lo preguntáis, es que en vez de plantación de recursos puede elegir una cantera, que sirve para construir edificios más baratos, e incluso gratis.
Constructor
Llegamos al constructor, que permite, como es obvio que los jugadores levanten edificios, que son imprescindibles a la hora de ganar la partida. Los edificios tienen un precio, que es el número de monedas que hay que pagar, un valor de puntos de victoria por construirlos y huecos para trabajadores.
Un edificio, como ya he dicho, tienen que tener un trabajador para hacer efecto, ya que si no, es como si no estuviera construido, aunque al acabar la partida otorgará puntos de victoria tenga trabajador o no.
Excepción a esto son los edificios grandotes, edificios que ocupan el doble de casillas y que dan muchos puntos de victoria, pero sólo si están activados, ya que técnicamente su “poder” es el de dar puntos de victoria.
Es aconsejable ser juicioso a la hora de construir edificios, ya que no sólo cuestan dinero son que son limitados, y si no construyes un edificio puede que otro lo haga en tu lugar, y además los espacios de los que dispones para edificar son limitados, y en cuanto un jugador se queda sin sitio se acaba la partida.
Artesano
Otro elemento fundamental (y van) del juego son los recursos, los cuales se consiguen cuando se cumplen dos requisitos; a) tener la plantación correspondiente activada y b) tener el edificio adecuado, también activado. Es decir, de nada te sirve tener 7 plantaciones de tabaco si luego no tienes una planta para manufacturarlo, y de la misma manera, tener una tostadora de café no te será muy útil sin plantación cafetera. La excepción, como creo haber comentado antes, es el maíz, para el que no hace falta edificio.
Cuando sale el artesano, todos los jugadores producen recursos, por por orden, y es importante señalar que son limitados y que si en la banca no queda azúcar, por mucho que tengas 3 plantaciones de azúcar con sus 3 plantas, te quedas sin él. Además, si una vez todos han cogido sus recursos, todavía quedan, el artesano coge un recurso adicional de una de las que haya producido.
En esta fase es importante mencionar la Fábrica, que te da dinero por construir variedad de recursos.
Mercader
En esta fase los jugadores pueden vender sus recursos al precio establecido (maíz=0, Índigo=1, Azúcar=2, Tabaco=3, Café=4), de tal manera que el mercader los vende por 1 más (así adquiere algo de sentido vender maíz) y los que tengan los edificios de mercado pequeño y/o mercado grande pueden vender por +1 y +2 respectivamente (y acumulativamente, de forma que si el que es mercader tiene ambos mercados puede sacarse 8 por un café)
Ahora bien, el mercado es bastante reducido y sólo tiene espacio para 4 recursos, acabándose la fase en cuanto se llena, y además no puede haber más de un recurso de cada tipo, con excepción del feliz poseedor de una Oficina, que puede vender recursos repetidos.
Capitán
Es razonable que te preguntes para qué sirven los recursos además de para venderlos, y el Capitán puede responder a esta pregunta.
Además del barco que trae los trabajadores a Puerto Rico hay otros 3 barcos atracados, cuya capacidad varía en función del número de jugadores, que sirven para llevar mercancías a la metrópoli.
Por orden, los jugadores eligen un tipo de recursos que tengan y los meten en un barco, ganando un punto de victoria por cada mercancía embarcada (de forma que el Capitán gana uno adicional en su primer envío, y quien tenga un Puerto gana uno más con cada envío que realice), con los siguientes puntos a tener en cuenta; un barco no puede tener más de un tipo de mercancías, dos barcos no pueden tener el mismo tipo de mercancías y cuando un barco está lleno no se puede embarcar más mercancía de ese tipo.
La parte divertida consiste en que es obligatorio embarcar, y en que al final de la fase cada jugador tiene que descartarse de todos los recursos que le hayan sobrado menos uno (se le han caducado, se entiende), y aquí vienen a colación los Almacenes, que te permiten guardar mercancías sin tener que tirarlas y el Embarcadero, que te da un barco de capacidad ilimitada y que sólo tú puedes usar.
Prospector
La utilidad del prospector es bien simple, él gana 1 moneda y los demás nada, así que como es una profesión bastante simple, aprovecharé el párrafo para explicar aquellas cosas que no caben en otros.
Entre los edificios que no han sido mencionados están la Cabaña de Construcción, que te permite coger Canteras sin ser el Colono, la Hacienda, que te permite coger las plantaciones de 2 en 2 o los edificios grandes, que te dan puntos de victoria según el número de trabajadores que tengas (Fortaleza), de los puntos de victoria que hayas logrado por embarcar (Aduana), de los edificios que tengas construidos (Ayuntamiento), de las plantaciones que tengas (Residencia) o de las Plantas de que dispongas (Cofradía)
En conclusión, Puerto Rico es un gran juego, siempre que te gusten este tipo de juegos, si lo que te va es forjar imperios, machacar tropas enemigas o arrasar el territorio del oponente es posible que Puerto Rico no sea tu juego, pero aún así deberías probarlo, y luego opinar. El único punto negro, que lo tiene, es que a veces da la impresión de ser un solitario contrarreloj a varios jugadores, en que cada jugador hace su juego y gana el que lo haya hecho, mejor, siendo la interacción entre jugadores casi nula. No obstante, es un gran juego que merece estar tan arriba en todos los Rankings. No es el mejor, pero sin duda sí uno de los mejores.
Autor: Andreas Seyfarth
Editorial: Rio Grande Games
Jugadores: 3 a 5
Reseña en Boardgamegeek
Este artículo también disponible aquí.
Los trabajadores, llamados de forma políticamente correcta “recursos humanos” o de forma menos correcta “esclavos”, son esas fichitas marrones que decoran la caja, y son el eje fundamental del juego. Ningún edificio ni plantación funciona sin trabajadores y además la partida se acaba cuando se terminan los trabajadores.
Hay una ficha, el barco, que es la que trae los “recursos humanos” desde el otro lado del mar, y cada turno, cuando sale el alcalde, los trabajadores del barco se reparten entre los jugadores, y el que ha elegido el alcalde obtiene un trabajador adicional (debe de ser uno que ha llegado nadando) En ese momento los jugadores distribuyen a gusto los trabajadores.
Colono
Elemento muy importante son las plantaciones, que generan los cinco tipos de recursos; maíz, índigo, azúcar, tabaco y café. El colono es la profesión que permite que cada jugador escoja una plantación y la coloque en las extensas llanuras de su territorio.
Es importante señalar que excepto el maíz, que se puede producir por sí mismo (siempre que haya un trabajador asociado a la plantación), las plantaciones necesitan un edificio asociado para poder producir (calma, más adelante explico esto)
El privilegio del colono, por si lo preguntáis, es que en vez de plantación de recursos puede elegir una cantera, que sirve para construir edificios más baratos, e incluso gratis.
Constructor
Llegamos al constructor, que permite, como es obvio que los jugadores levanten edificios, que son imprescindibles a la hora de ganar la partida. Los edificios tienen un precio, que es el número de monedas que hay que pagar, un valor de puntos de victoria por construirlos y huecos para trabajadores.
Un edificio, como ya he dicho, tienen que tener un trabajador para hacer efecto, ya que si no, es como si no estuviera construido, aunque al acabar la partida otorgará puntos de victoria tenga trabajador o no.
Excepción a esto son los edificios grandotes, edificios que ocupan el doble de casillas y que dan muchos puntos de victoria, pero sólo si están activados, ya que técnicamente su “poder” es el de dar puntos de victoria.
Es aconsejable ser juicioso a la hora de construir edificios, ya que no sólo cuestan dinero son que son limitados, y si no construyes un edificio puede que otro lo haga en tu lugar, y además los espacios de los que dispones para edificar son limitados, y en cuanto un jugador se queda sin sitio se acaba la partida.
Artesano
Otro elemento fundamental (y van) del juego son los recursos, los cuales se consiguen cuando se cumplen dos requisitos; a) tener la plantación correspondiente activada y b) tener el edificio adecuado, también activado. Es decir, de nada te sirve tener 7 plantaciones de tabaco si luego no tienes una planta para manufacturarlo, y de la misma manera, tener una tostadora de café no te será muy útil sin plantación cafetera. La excepción, como creo haber comentado antes, es el maíz, para el que no hace falta edificio.
Cuando sale el artesano, todos los jugadores producen recursos, por por orden, y es importante señalar que son limitados y que si en la banca no queda azúcar, por mucho que tengas 3 plantaciones de azúcar con sus 3 plantas, te quedas sin él. Además, si una vez todos han cogido sus recursos, todavía quedan, el artesano coge un recurso adicional de una de las que haya producido.
En esta fase es importante mencionar la Fábrica, que te da dinero por construir variedad de recursos.
Mercader
En esta fase los jugadores pueden vender sus recursos al precio establecido (maíz=0, Índigo=1, Azúcar=2, Tabaco=3, Café=4), de tal manera que el mercader los vende por 1 más (así adquiere algo de sentido vender maíz) y los que tengan los edificios de mercado pequeño y/o mercado grande pueden vender por +1 y +2 respectivamente (y acumulativamente, de forma que si el que es mercader tiene ambos mercados puede sacarse 8 por un café)
Ahora bien, el mercado es bastante reducido y sólo tiene espacio para 4 recursos, acabándose la fase en cuanto se llena, y además no puede haber más de un recurso de cada tipo, con excepción del feliz poseedor de una Oficina, que puede vender recursos repetidos.
Capitán
Es razonable que te preguntes para qué sirven los recursos además de para venderlos, y el Capitán puede responder a esta pregunta.
Además del barco que trae los trabajadores a Puerto Rico hay otros 3 barcos atracados, cuya capacidad varía en función del número de jugadores, que sirven para llevar mercancías a la metrópoli.
Por orden, los jugadores eligen un tipo de recursos que tengan y los meten en un barco, ganando un punto de victoria por cada mercancía embarcada (de forma que el Capitán gana uno adicional en su primer envío, y quien tenga un Puerto gana uno más con cada envío que realice), con los siguientes puntos a tener en cuenta; un barco no puede tener más de un tipo de mercancías, dos barcos no pueden tener el mismo tipo de mercancías y cuando un barco está lleno no se puede embarcar más mercancía de ese tipo.
La parte divertida consiste en que es obligatorio embarcar, y en que al final de la fase cada jugador tiene que descartarse de todos los recursos que le hayan sobrado menos uno (se le han caducado, se entiende), y aquí vienen a colación los Almacenes, que te permiten guardar mercancías sin tener que tirarlas y el Embarcadero, que te da un barco de capacidad ilimitada y que sólo tú puedes usar.
Prospector
La utilidad del prospector es bien simple, él gana 1 moneda y los demás nada, así que como es una profesión bastante simple, aprovecharé el párrafo para explicar aquellas cosas que no caben en otros.
Entre los edificios que no han sido mencionados están la Cabaña de Construcción, que te permite coger Canteras sin ser el Colono, la Hacienda, que te permite coger las plantaciones de 2 en 2 o los edificios grandes, que te dan puntos de victoria según el número de trabajadores que tengas (Fortaleza), de los puntos de victoria que hayas logrado por embarcar (Aduana), de los edificios que tengas construidos (Ayuntamiento), de las plantaciones que tengas (Residencia) o de las Plantas de que dispongas (Cofradía)
En conclusión, Puerto Rico es un gran juego, siempre que te gusten este tipo de juegos, si lo que te va es forjar imperios, machacar tropas enemigas o arrasar el territorio del oponente es posible que Puerto Rico no sea tu juego, pero aún así deberías probarlo, y luego opinar. El único punto negro, que lo tiene, es que a veces da la impresión de ser un solitario contrarreloj a varios jugadores, en que cada jugador hace su juego y gana el que lo haya hecho, mejor, siendo la interacción entre jugadores casi nula. No obstante, es un gran juego que merece estar tan arriba en todos los Rankings. No es el mejor, pero sin duda sí uno de los mejores.
Autor: Andreas Seyfarth
Editorial: Rio Grande Games
Jugadores: 3 a 5
Reseña en Boardgamegeek
Este artículo también disponible aquí.
3 comentarios:
Siempre he pensado que en la BGG se vota más la popularidad que el juego. No digo con esto que el Puerto Rico sea malo, pero creo que Caylus es mucho mejor. Y me gustaría ver la opinión de esas chopocientasmil personas dentro de 10 años, a ver si PR sigue siendo tan bien valorado... que hay juegos que envejecen muy mal y yo cada vez leo más opiniones diciendo que las matemáticas perfectas del PR apestan ;-)
¿Matemáticas perfectas del PR?
Me gustaría saber qué opinan del Goa XD (que, por cierto, me gusta bastante)
Sobre el Caylus... pues creo que me gusta más el Puerto Rico. Creo, pero lo cierto es que el Puerto Rico lo tengo más quemado.
Y junto a eso si algo me gusta del Puerto Rico es su casi no azarosidad salvo, claro está, en las plantaciones. Aunque para juegazo de información perfecta, EMHO, el Antike.
En cuanto a mi juego favorito ni idea, pero últimamente me han pegado muy fuerte el Twilight Struggle y el Here I Stand.
... juegos de hacer graneros y plantaciones ... los odio ... que aburrimiento ...
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