domingo, 10 de noviembre de 2024
Fin de semana warhammero
domingo, 9 de octubre de 2022
Fin de semana con cartas, basket y tiroteos
viernes, 17 de octubre de 2014
Londres, día 3
domingo, 2 de octubre de 2011
Despedida en Zaragoza
Como toda buena despedida, aquello implicaba secuestro y disfraz. Y como Fran, el casadero, es bastante friki de Star Wars, fue debidamente vestido de princesa Leia, y nosotros nos vestimos de Han Solo. Y la actividad elegida fue irnos a pegar tiros a un laseródromo, donde pudimos dispararnos alegremente unos a otros (y donde yo, ejem, pulvericé las puntuaciones) Luego, como suele ser habitual, fiesta y alcohol, hasta altas horas de la mañana. Los detalles quedan en nuestra memoria y en la de la cámara digital. Mención especial para un rico chupito llamado "veneno", el cual obviamente llevaba canela.
Por lo demás, también hubo tiempo para cenas y comidas diversas, así como para dispararnos en el mundo virtual del cíber que teníamos a nuestra completa y gratuita disposición.
domingo, 6 de septiembre de 2009
Laser Weekend
El viernes, lo dicho, el exilio mientras me barnizaban, y de plan tranquilito... hasta las 6 de la mañana, con lo que la mañana del sábado perdida durmiendo.
A la tarde, una de tiroteo láser, con la gente que se ve (ja!) en la foto, en el Lasergune, donde volví a demostrar que no sería un gran francotirador, y que si me cobraran por disparo, me iba a salir un poco caro el tema. Luego, cenita con pizzas, y al Azzurro a fichar, que hacía mucho que no iba.
Hoy, nada por la mañana, y a la tarde partidita de rol. El resto de los huecos del fin de semana, con capítulos de "Cómo conocí a vuestra madre", divertida serie que ya será comentada a su debido momento. Y bueno, deseando yaz que llegue esta nueva semana, que vengan los carpinteros, y a mediados de semana vea cómo queda el salón de mi casa. Pero de momento, a seguir esperando.
lunes, 21 de julio de 2008
Un largo fin de semana
Este fin de semana ha sido largo debido a que el viernes tenía día libre, día que aproveché para quedarme en casa toda la mañana y tarde, y hacer algo de limpieza, y bueno, ver algún que otro capitulillo de Perdidos (puedo dejarlo cuando quiera) y a la noche recibir la visita de los amigos que vinieron a emborracharse a la cocina y luego irse de fiesta, trámite al que no les acompañé, ya que la pereza pudo conmigo, y como ya dije, me apetecía quedarme todo el día en casa.
El sábado fue algo más dinámico, ya que por la tarde nos fuimos al puerto deportivo de Getxo a pasar la ídem, y hacer el tipo de cosas que la gente normal haría, como tomar un helado y sentarse a la terraza a charlar, aunque como buenos frikis, también haciendo el tipo de cosas no tan convencionales como jugar al "Sí, señor oscuro", o al Coloreto (un juego de cartas simple pero divertido), con visita al salón recreativo donde vi una curiosa máquina arcade de... Mario Kart.
A la noche tocaba Santurtzi, localidad donde se celebraban las fiestas y donde estuve un rato con la cuadrilla Arbolantxil, de la que me desmarqué pronto, dado que teníamos kedada de la Piña de Basket, donde estuvimos brindando en honor a nuestro Pollo Olímpico, Marko Banic, que se clasificó, tras derrotar a Alemania, para jugar con la selección de Croacia los J.J.O.O. de China. Estuvimos hasta cosa de las 5 de la mañana, aunque logré mantener, a diferencia del fin de semana pasado, la sobriedad.
El domingo otra reunión, una comida con La Cuadrilla (los amigos del instituto, que hace mucho que no salimos todos juntos y nos vemos de ciento en viento, pero no por eso dejaré de considerarlos siempre mi cuadrilla), un opíparo festín, donde nos pusimos hasta las patas de comer.
Por la tarde me pasé por Kingdom, la tienda de Sarriko, donde tenían tarde de juegos, y aproveché para ver a la gente habitual de este tipo de eventos y echar alguna partidilla de algo, hasta que llegaron las 20:00, hora a la que había quedado para tomar algo con la gente del Quasar, y nos fuimos al irlandés de Deusto, donde ponen unos destornilladores muy recomendables (no soy muy de destornilladores, pero los de ahí están cojonudos) de donde salí con la mandíbula desencajada de tanto reir y, para qué negarlo, algo mareado. Pero la culpa no es mía, yo estaba inocentemente sentado a la mesa y me ponían destornilladores delante, yo no quería...
Y bueno, eso es cuanto ha dado de sí el fin de semana.
viernes, 20 de junio de 2008
Unreal Tournament
Ayer tuvimos el revival de Unreal; juntarnos en un cíber para jugar a este juego, al que dábamos bastante caña hace años (el juego es del 99, pero es uno de los mejores juegos multijugador de pegar tiros que se haya hecho) así que nos reunimos unos cuántos de aquel grupo (que incluso llegamos a competir en el torneo nacional de 2002) y a dispararnos.
Obviamente, el revival lo era en todos los sentidos, así que, aunque quedamos a las 19:00, siempre pasa algo para que no se pueda empezar a tiempo (como en los viejos ídems) y esta vez era que... los ordenadores del cíber no tenían el juego instalado. Pero es más, en el cíber ni siquiera tenían ese juego, con lo que además de instalarlo hubo que ir a buscar una copia. Suerte que uno de los presentes vivía cerca.
Total, que hasta las 20:30 no empezamos a jugar, pero aparte de eso (y de que algunos ordenadores no tenían sonido) la cosa fue bien, y fue un gustazo rememorar aquellas tardes en Terminal Bilbao, disparándonos con alegría, aunque era duro comprobar que tenía los reflejos totalmente atrofiados y una puntería lamentable, sobre todo en las primeras rondas. (Aunque al menos comprobé que no había perdido el callo al jugar en Facing Worlds (¡la mejor jodida pantalla del juego!) y mi equipo ganó (como siempre :P)
- Martillo neumático: Arma de cuerpo a cuerpo. No gasta munición pero no es fácil usarla para matar. Con algo de callo se puede usar para pegar grandes saltos, pero nunca llegué a usar bien esa técnica.
- Pistola: La básica, una pistola que hace poco daño. Con el botón secundario se dispara más rápido pero se pierde precisión. Se pueden tener dos.
- Telefrag: Uno de los juguetes de este juego. Es un disco que sirve para teletransportarse. Lo tiras y te transportas al sitio donde cae el disco. Es útil para ir más rápido y llegar a lugares inaccesibles, pero también tiene sus usos bélicos, ya que si te teleportas al interior de la barriga de un oponente, su salud suele resentirse.
- Cañón Flak: Arma de poco alcance pero mucha pupa. Lanza proyectiles de dispersión, y un impacto directo de esta cosa, cuando menos escuece.
- Rayo verde: El disparo principal lanza bolas de energía, y el secundario es un rayo verde que se mantiene si se tiene el gatillo apretado. Útil para perseguir a alguien, pero hace poco daño y consume mucha munición.
- Rifle de pulsos: El disparo principal es un rayo azul, y el secundario una bola de energía. Y si el disparo impacta en la bola... ¡boom! (lo que habitualmente se llamaba combo).
- Lanzamocos: Un tubo que lanza mocos radioactivos, que se quedan pegados al suelo y el que los pisa explota. Divertido para dejar trampas en puertas. (Menos divertido para el que la abre).
- Rifle de Francotirador: Un clásico en este tipo de juegos, y el arma favorita de los quinceañeros y/o novatos.
- Minipistola: Esta terible traducción de minigun no deja de ser una ametralladora estilo gatling con forma de tubería e ideal para escenarios al aire libre.
- Lanzacohetes: Una de las mejores armas del juego. Permite almacenar hasta 6 minimisiles y lanzarlos, hacia delante o dejándolos caer. Especialmente práctica para espacios cerrados.
- Redentor: El JUGUETE. Un potente misil teledirigido que explota y arrasa con todo lo que pilla por el camino, con un área expansiva bastante considerable.
domingo, 11 de mayo de 2008
Comida piñera
Hoy hemos celebrado la primera comida oficial de la Piña Marko Banic, acompañada, como no podía ser de otra forma de baloncesto, o para ser exactos, de mini-basket, jugando en unas canastas en las que la altura del aro era poco más de 2 metros y en las que era fácil encestar, y por supuesto, machacar.
Hemos comenzado con un concurso piñero de mates, donde me he podido lucir con mis "mate berrido", "mate del ñu del Serengeti" y "mate a dos balones", y en el que al menos he conseguido no quedar último.
Tras el concurso hemos jugado un partidillo en el que me he permitido el lujo de imponer mi superior altura y dedicarme a hacer el Gasol, poniendo tapones y machacando el aro de forma inmisericorde.
Mi cuerpo ya estaba lo suficientemente machacado, ya que, por si el baloncesto normal no fuera lo suficientememente cansado, la versión mini lo es más, ya que los aros eran duros de narices, y hemos acabado con las muñecas destrozadas y lo de colgarme del aro y soportar mi peso con los bazos tampoco ayudada. Bueno, pues por si eso fuera poco, luego me he ido al Quasar a echar un divertido tiroteo láser, con lo que he sudado más que un cubito de hielo en un microondas.
Todo ello, claro está, después de haber dormido solo 4 horas.
Me muero...
viernes, 4 de abril de 2008
Deathmatch
A diferencia del juego convencional en el que tienes una base para atacar y otra para defender, en este modo no tienes un respiro, todos los demás son tus enemigos y pasas en instantes de cazador a cazado.
En la segunda partida decidimos dar otro giro de tuerca y modificar un par de reglas más; en primer lugar quitando el disparo reflejo (en el juego estándar tienes un disparo de gracia cada vez que te impactan) y segunda, reducir el tiempo sin disparar desde que te impactan, de 6 a 3 segundos.
Resultado, una frenética persecución de todos contra todos, sin parar de repartir y recibir disparos, correteando por los pasillos y sin un minuto de descanso, demostrando esto que a pocos jugadores el Quasar también puede ser divertido.
Y todo esto sin poder olvidar, claro está, el momento gamberro del encargado de la música, que entre canciones de películas de acción nos coló la de Benny Hill, y que instintivamente hizo que Juncohueco y yo empezáramos a perseguirnos mutuamente alrededor de una columna, aguantando, a duras penas, la risa.
lunes, 17 de marzo de 2008
Comida y tiroteo

El domingo a la mañana me desperté a una hora prudencial, me fui al baño, y me vi sorprendido por el timbre, que sonaba insistente, y cuando me asomé a contemplar la mirilla, recordé que Baldrick había organizado para ese día una comida con la cuadrilla de Arbolantxa, y tocando el timbre estaba la primera remesa de invitados. (En este caso invitadas) Mientras tanto, el organizador del evento dormía feliz en sus aposentos.
Fue llegando más gente, al final nos juntamos 9, y la comida consistió en una fondue con carnes diversas (pero sin queso) y tras la comida, el salón se convirtió en un improvisado piso-patera, que aprovechó la sobremesa viendo películas.
Yo, por mi parte, tenía otros planes, así que me dirigí al Quasar Bidarte, donde tenía tiroteo láser, actividad de la que tenía ya bastante mono, y aunque he perdido gran parte de mi "toque", estuvo bien rememorar esos frenéticos tiroteos de pasillo, atacando y defendiendo bases, ejerciendo de gran patito de feria.
Especialmente en la segunda parte, en la que jugamos en la modalidad "sin escudo", que quita esa regla que te da una protección, que impiode que te puedan disparar 2 veces seguidas antes de 3 segundos. Quitando ese escudo... ¡masacre!
Para finalizar, unas cañas en el irlandés, y una instructiva charla para rememorar la era arcaica de los videojuegos, y los cambios introducidos por las telecomunicaciones en la vida moderna.
sábado, 16 de junio de 2007
Tiroteo laser
Te dan un peto de un color y un arma, con la que tienes que disparar a tus enemigos con el haz de luz que emite tu arma, y son válidos los disparos que den a los sensores ubicados tanto en el peto como en la propia arma, y hay que tener cuidado, pues también existe el fuego amigo.
Cuando recibes un impacto tu peto empieza a vibrar y tu arma te comunica que has recibido un disparo, y durante los siguientes 6 segundos no puedes disparar, aunque tienes una invulerabilidad que te protege durante los 3 primeros, así y todo, cualquier persona con nociones básicas de aritmética se dará cuenta de que recibido un disparo lo mejor es poner los pies en polvorosa, so riesgo de convertirse en un patito de feria.
El juego admite diversas variantes, y la que ayer jugábamos era la de capturar la base enemiga, en la que en alguna parte de la laberíntica estructura había dos bases de cada color, siendo el objetivo disparar a unos nodos ubicados en la base enemiga.
El escenario en sí es bastante apropiado, con montones de recovecos, pasillos y ventanucos por los que disparas y ser disparado, lugares elevados desde los que abrir fuego, y sobre todo oscuridad y humo, para dar más ambiente.
El precio, 6€ por media hora es bastante razonable, y la descarga de adrenalina bastante impresionante, acabamos todos empapados en sudor, y es una opción bastante viable para cumpleaños, cenas de empresa, despedidas de soltero o similares.
Mención aparte para un trato exquisito y amable por parte de los organizadores.
La ubicación es en el Centro Bidarte, Deusto, junto a la salida del metro, donde antes estaba el Tutti Food.