jueves, 29 de noviembre de 2018

El truco de los gorros en Shadows of Mystara

Aquí solía empezar la fiesta.

Es raro que hable de un truco para un videojuego del que nunca he hablado aquí antes. Por ponernos en antecedentes, el Dungeons&Dragons: Shadows of Mystara, secuela del Dungeons&Dragons: Tower of Doom, era una popular máquina recreativa de finales de los 90 que, basada en el popular juego de rol nos permitía ir con los personajes repartiendo estopa y saqueando, en un universo completamente D&D.

El básico permitía elegir entre guerrero, clérigo, enano y elfa, mientra que esta secuela introducía dos personajes nuevos: la ladrona y el mago, que son quienes protagonizan este truco que descubrí por casualidad.

Para ello el primer paso era que uno de los jugadores seleccionara el mago y otro la ladrona (eran necesarios dos jugadores), y que en la pantalla de elegir el nombre tuvieran cuidado con qué poner. Según el nombre que escogieras empezabas con un objeto inicial u otro, y se supone que te daban bonificaciones. Yo solía poner "Gash  " (dos espacios), pues era importante que tanto mago como ladrona empezaran con gorro. El clásico picudo él, la capucha ella. A título de curiosidad, por cierto, los nombres "oficiales" de dichos personajes son Syous  el mago y Moriah la ladrona.

¿Y por qué era tan importante empezar con sombrero? Lo primero por un tema de distinción y clase, claro. Pero además había otro motivo.

Una mecánica nueva que introducía este juego con respecto a su antecesor era la de robar objetos. Si Moriah cargaba contra un enemigo podía robarle monedas, armas, pociones, joyas... y a veces gorros. 

Podría pensarse que insisto mucho con los gorros, pero tiene su por qué, y es que estos personajes tenían por costumbre tener una única cabeza, de modo que si un enemigo dejaba caer el gorro y te lo ponías, soltabas el tuyo. Y ahí estaba la clave, pues eso facilitaba que el mago se pusiera el gorro de la ladrona, y que la ladrona se pusiera el gorro del mago.

¿Y qué pasaba entonces? Pues tengo una buena noticia para ellos: tanto el mago con un gorro de ladrona como la ladrona con el gorro de mago tenían vida infinita, y eran prácticamente inmortales. No importa cuántos golpes te cayeran, la vida nunca bajaba a cero. Solo cosas como la petrificación, y alguna más que no recuerdo, podían ya matarte. Incluso el aliento directo de un dragón rojo nos tumbaba, para ver cómo un segundo después nos levantábamos tan campantes.  

Claro, cuando pagabas 25 pesetas por cada partida jugada, encontrar la manera de que una partida se extendiera hasta el final era todo un chollo, ya que el juego era largo, y no era solo la sensación de victoria partiendo el lomo a todo un dragón, sino la de haber encontrado la forma de burlar al sistema. Por eso, cada vez que empezaba la partida, corríamos hasta el primer sitio con gorros robables, que creo recordar que era el dirigible de los elfos oscuros de la foto, para una vez con la cabeza a buen recaudo, suspirar aliviados.

Hay quien descubre la penicilina, los rayos-x o la radiactividad, yo descubrí esto. No creo que me sirva para ganar nunca un premio Nobel, pero que me quiten lo bailado.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Superlópez

La gran superproducción.

Tenía algo de miedo a esta película, pues el proyecto era complicado de llevar a pantalla y además confieso que no me convencía mucho Dani Rovira para el papel (sí Alexandra Jiménez, que había nacido para ser Luisa Lanas y no se me ocurría una opción mejor), pero por otra parte tenía fe ciega en Javier Ruiz Caldera, que tan buen resultado dio en Anacleto (realmente me han gustado todas sus películas, ahora que lo pienso), aunque la esperanza podía al miedo.

Y el poco miedo que pudiera haber se disipa viendo la película, que es muy divertida, muy dinámica y respeta muy bien el espíritu de los cómics de Jan, con un montón de detallitos y mucho respeto, con sus licencias, a la obra de la que bebe, pero que además funciona muy bien al margen del cómic, como mera parodia de las películas de Superman.

Tal vez no me ha convencido mucho el personaje de Jaime, que era un poco Julián López (tiene su coña que se apellide así) haciendo lo de siempre, posiblemente porque dista mucho de la imagen que tengo de él en los cómics, si bien reconozco que es un secundario gracioso, y que da bastante juego. También dan mucho juego los padres adoptivos del protagonista.

La historia es completamente nueva y no está basada en ningún cómic en particular, inventando para la ocasión un par de elementos importantes, pero lo cierto es que encaja muy bien, y da pie a muchos momentos muy Superlópez.

Por último debo destacar cierta aparición en la escena que cierra la película, que me han dado ganas de aplaudir y desear que hagan una secuela de esto pero ya.

Escena post-créditos hay, por cierto, aunque no me ha parecido especialmente brilante.

martes, 27 de noviembre de 2018

Preventa de Vampiro 5ª

Normal y Deluxe.

Mi cartera no gana para sobresaltos, pues vuelvo de viaje y me encuentro con la noticia de que sale hoy la preventa del juego de rol Vampiro: la Mascarada en su 5ª edición. Y claro, es un juego que aunque no juego mucho, durante mucho tiempo fue mi gran favorito, de modo que es bastante probable que lo acabe comprando para hacer bonito en la balda.

El precio, eso sí, no es bajo: 49,99€ la edición normal y 99,99€ la de lujo. Habrá que ver hasta dónde llega mi frikismo, pues he oído hablar tanto de esta edición que me muerde la curiosidad.

Podría decir que no me la voy a comprar, pero, a quién pretendo engañar?

lunes, 26 de noviembre de 2018

Escapada londinense (iii)

Indistinguible del original.

Recién aterrizado en casa, con la maleta ya vacía y antes de caer extenuado, relato el tercer y último día de esta excursión por Reino Unido. 

Por la mañana, aunque nos ha costado levantarnos, por fin nos hemos puesto en marcha y hemos ido a imbuirnos de cultura en el Brittish Museum, con piezas egipcias, romanas, griegas, mesopotámicas, polinesias... lo que viene siendo el Brittish, vaya.

De ahí al frikerío, con la preceptiva visita a la tienda Forbidden Planet, pero soy buen chico y consigo sobrevivir sin comprar nada.

Siguiente parada: Covent Garden. Nos damos un paseo por la zona, hacemos algunas fotos y cogemos ya el camino hacia King´s Cross, buscando por el camino sitios para comer. Al final comemos un fish&chips en un pub donde los camareros son muy majetes (a diferencia del primero en el que lo hemos intentado, de donde nos hemos ido hartos de que no nos hicieran ni caso) y tras recoger las maletas nos metemos en el tren destino Gatwick.

El resto, poca historia. Control de accesos, esperar al embarque, el vuelo, el autobús y por fin en Bilbao. Ha cundido.

domingo, 25 de noviembre de 2018

Escapada londinense (ii)

Con el tío Darwin.

Seguimos en la City. Hoy la cosa ha ido primero de museos, visitando el de historia natural y luego el de ciencia, pero sin dedicarles tampoco demasiado tiempo (que cada uno de ellos tiene para días).

De ahí a Camden, donde hemos hecho un alto para comer y luego ver los puestos, hasta la hora de la merienda, que hemos ido a una tienda de cereales muy vintage, con detalles de decoración muy curiosos. 

Cereal Killer

Terminado Camden, a Hyde Park, donde estaba Winter Wonderland, una feria con atracciones de gran extensión, que nos ha llevado un rato recorrer, y en la que hemos hecho un alto para tomar unos vinos calientes especiados.

Al cerrar Wonderland, como ya era una hora prudente, hemos cogido el camino a casa y tras un buen paseo ya estamos otra vez ahí. 

sábado, 24 de noviembre de 2018

Escapada londinense (i)

¿Colega, dónde está mi noria?

La foto nos puede dar una pista de dónde he pasado hoy el día. Una broma que se nos fue un poco de las manos nos hizo organizar un viaje a Londres, y aquí estoy.

Salimos ayer sobre las 18:30 de Bilbao, y una vez aterrizados nos fuimos a King's Cross a cenar y luego al apartamento. 

Hoy ha sido día de mucho andar. Primero el mero hacia la Torre de Londres, de ahí al Tower Bridge y ahí ha empezado el paseo, que nos ha llevado hasta el parlamento (con el Big Ben lleno de andamios), Westminster y el Palacio de Buckingham.

De ahí a Trafalgar, Leicester (con saqueo de M&Ms) y el lSoho, donde se nos ha unido el expatriado Rubén. Tras tomar algo y ponernos al día hemos ido a Hamleys en alegre compañía. Hemleys es una enorme tienes e juguetes de cinco pisos, con algunas cosas muy chulas pero otras que son un poco una mierda, sobre todo en la sección de juegos de mesa.


¿Era esto necesario?

Ya tocaba cenar, y nos hemos ido a un taiwanés de China Town. De ahí, y tras despedirnos de Rubén, nos hemos vuelto dando un largo paseo hasta el apartamento. 

Mañana más.

viernes, 23 de noviembre de 2018

La verdad sobre el Black Friday

Impactante, ¿verdad?

Es fascinante cómo los humanos tendemos a repetir nuestros errores y banalizar sucesos trágicos de la historia, lo que nos hace convertir en festivo algo con un origen tan siniestro, que yo no conocía pero que he sabido gracias a este meme que he visto en Internet, cuyo origen creo que es un estudio del departamento de Historia de la prestigiosa My Balls to the Wind University (universidad de mis cojones al viento).

Porque no, el texto que acompaña a la foto no solo no es real, sino que es una gilipollez que me he inventado sobre la marcha (la idea la vi hace un tiempo y me hizo gracia, pero el texto es mío), y me alarma pensar que si esto lo subo a Internet, o lo difundo por grupos de Whatsapp, habría quien, sin cuestionarse las cosas, se lo creería. 

Esa es la historia que sí que se repite siempre, e incide en lo paradójico de que la sociedad de la información sea a la vez un poco sociedad de la desinformación. 

El meme completo, por cierto, debería ser así:

¡No os creáis todas las mierdas que veáis por Internet!

jueves, 22 de noviembre de 2018

Winter is Rolling II

El cutrecartel perpetrado por mí.

Una de spam para hablar de las jornadas de juegos de rol y de mesa que organizaremos el sábado 15 de diciembre en el local, que tendrán por temática el invierno y el frío. Todavía no sé si llevaré partida, pero estoy barajando la posibilidad de dirigir el primer capítulo de El rastro de Tsatthoggua, que va de una expedición a Groenlandia. Y allí otra cosa no, pero frío un rato.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Chorizos habituales

¿Quién da la vez?

Aquí copio una reflexión del compañero abogado que firma con el pseudónimo de Letrado Extraño (más conocido en Twitter como @subnorbook) sobre ladronzuelos habituales, que creo que es muy interesante.

Mira, voy a aprovechar que está el viejete echando la siesta y me aburro para explicar un cuñadismo penal clásico, que es la ineficacia de la ley a la hora de tratar la delincuencia habitual leve. 

Hablamos generalmente de carteristas y ladrones al descuido. "Entran por una puerta y salen por otra", " no se castiga", "no hay seguridad", etc. 

¿A que habéis oído esto? 

Pues las cosas están mas pensadas de lo que parece y vamos a demostrarlo con una comparativa entre el delito de hurto y el robo. Podréis estar de acuerdo o no, pero como mínimo da que pensar. 

Partimos de un supuesto de realidad cotidiana, los ladrones existen, siempre existirán y su numero y actividad depende mas de factores socioeconómicos y de marginalidad que penales. Pretender que el Código Penal va a solucionarlos es una estupidez que no se le escapa a ningún legislador serio (ni juez). Visto así, ¿qué pretende entonces el Código Penal? 

Mantenernos todo lo a salvo que puede. Veréis cómo. 

Aquí hablamos de dos delitos, el hurto: simplemente llevarte algo que no es tuyo ni tienes derecho a tener (para diferenciarlo de la apropiación indebida, estafa y otras figuras) y el robo, que es cuando para llevártelo lo haces con violencia, intimidación o fuerza en las cosas. El 1° se regula en los Arts. 234 a 236 y el otro en los Arts. 237 a 242. 

El hurto tiene en si una pena bastante suave, 6 a 18 meses si lo robado vale mas de 400 euros (valor actual) y una multa si es menos. Ni entras en la cárcel cuando no tienes antecedentes, ni se te mete prisión preventiva. De ahí lo de "entran por una puerta y salen por otra", es un delito leve y el CP no busca machacar al delincuente casual o pasajero. En los delitos leves se castiga la habitualidad o las circunstancias chungas, que es donde entra el Art. 235 si el hurto se hace a personas muy necesitadas, se roban grandes cantidades, bienes protegidos o se forma parte de una banda criminal, la cosa es mas seria, te caen de uno a tres años. 

Lo mismo sucede si eres un habitual y ya tienes otras condenas ya por lo mismo. La probabilidad de que entres en la trena ya es mucho mas alta, si tienes antecedentes es seguro. Si el hurto es en casa habitada, aunque no estén, la pena es en su mitad superior, mas que nada porque es una practica que tiene mucho riesgo de desembocar en violencia si se encuentra a alguien. 

¿Y que ocurriría si eso pasa? Que se convierte en robo y eso es mucho mas serio. Por robo con fuerza (forzar puertas, entrar por ventanas romper cosas...) ya son 2 a 5 años y mas si ocurre alguna de las circunstancias del Art. 235. Cuando hay violencia o intimidación (un atraco, vaya) ya nos hemos subido de base a 3 a 5 años. Ahí entras en la cárcel si o si y la probabilidad de comerte preventiva es alta, sobre todo si además de robar has hecho daño a alguien, que te comes además ese otro delito.

Otro tanto sucede con los antecedentes penales, para un delito con una pena superior a 3 años, te comes antecedentes 5, si es una pena entre 12 meses y 3 años solo 2 y por algo de pena leve (el hurto desnudo) solo 6 meses. Esto es algo que vas arrastrando y que hace que entres en la trena siempre, en cada delito. Esto lo sabe todo delincuente habitual, lo mismo que saben que si afanas regularmente, que te acaben pillando, no una sino muchas veces es una certeza. 

¿Qué mensaje les envía el Código Penal? 

-si has robado una vez: bueno, tirón de orejas. 
-si robas habitualmente: prepárate para ir a la trena habitualmente. 
-si usas violencia o haces daño a las personas: TE VAS A CAGAR Y LO VAS A ARRASTRAR MUCHO TIEMPO. 
-Y tarde o temprano sabes que vas a pasar por caja, tu verás lo que haces, pero yo que tu mantenía un perfil bajo. 

¿Va quedando clara la idea? Por eso un carterista profesional, un ladrón al descuido o de casas, huye inmediatamente si se cree descubierto o se entrega sin resistencia si es acorralado. Es mejor pasar unos meses en la trena (si ya tiene antecedentes) y que el juez te mira con mas o menos simpatía, como "cliente habitual", que no años y arrastrar mucho tiempo unos antecedentes que hacen que el fiscal y el juez te miren fatal. No son raros los juicios por delito leve a algún delincuente habitual en que juez y hasta fiscal (normalmente con cara palo) sonríen al verle y van de "Pepe/Mari, que has hecho esta vez? Que milonga toca contar hoy?" 

Esas sonrisas desaparecen si hay violencia. También ayuda mucho que esos delincuentes a veces son unos personajes de lo mas entrañable. Yo me saludo con varios sin olvidar el "a mí no, tronco, que igual luego me quieres pedir algo".

martes, 20 de noviembre de 2018

Overlord

Regenschirm präsentiert.

No me va a ser posible hacer una crítica de esta película sin hacer spoilers, aunque es verdad que el cartel ya nos da una posta de por dónde pueden ir los tiros. Sin embargo, como yo me planté en el cine sin tener demasiada idea de qué me iba a encontrar y me habría gustado llevarme la sorpresa, voy a hacer el intento, de manera que cuando vaya a empezar a descorrer la cortina avisaré.

Escenario: la segunda guerra mundial. 5 de junio de 1944.
Objetivo: Volar una torre de control alemana instalada en un campanario francés para que el desembarco de Normandía pueda llevarse a cabo.
Misión: Lanzarse en paracaídas tras las líneas enemigas y sobrevivir a la previsible ensalada de tiros para reunirse con otros compañeros.

Así explicado parece la típica película bélica, aunque ya desde el principio nos deja entrever que va a tener un toque algo más de cine de acción a cascoporro, con reglas muy Hollywood y aire de videojuego, lo que se acrecenta con algunas escenas que parecen una demo del Call of Duty de turno y algunas escenas un tanto macarras.

Acción, mucha, y muy duvertida. Solo por eso ya vale la pena como película palomitera. Protagonistas molones, malos muy malos y peripecias imposibles. Pero no va de eso la película, y ahora vienen los spoilers. Si alguien tiene interés en verla que pare aquí.

¿Cómo definiría la película de un modo sencillo? Veamos, pues esto va de que Salvar al Soldado Ryan se encuentra con Resident Evil y se acaba convirtiendo en Malditos Bastardos.

Ya desde los primeros compases, una vez superado el aterrizaje inicial, la película en seguida nos empieza a dar alguna pista de que es del género de terror, y que algo está pasando. Algo que pronto nos vamos a dar cuenta, pues los nazis han instalado un siniestro laboratorio, donde experimentan con los cadáveres y eso hará que la antena que han venido a derribar los soldados sea el menor de sus problemas, al mismo tiempo que multiplica el efecto videojuego de la película.

No es la mejor película del mundo, claro, pero sí es bastante original y sobre todo muy divertida, con diálogos entretenidos, un malo que mola y sobre todo mucha, mucha acción. Una sorpresa muy agradable y un soplo de aire fresco. Se me ha hecho corta.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody

Freddie Mercury, reencarnado.

No vengo a hablar de la canción, de la que ya hablé aquí (y profané aquí), sino de la soberbia película a la que da nombre, una biopic en la que Rami Malek se transforma en el emblemático cantante, en una de las mejores actuaciones que recuerde haber visto en mucho tiempo, haciendo que a ratos creyera estar viendo al propio Mercury.

Y es que la caracterización es uno de los puntos de la película que merecen el aplauso, ya que no solo Freddie Mercury está brillantemente conseguido, sino que el resto de componentes del grupo están logradísimos, hasta el punto de que a veces parecería que son ellos. May, Taylor y Deacon difícilmente podrían haber estado mejor plasmados.

Por la parte que le toca a la historia es verdad que se toma sus licencias, algunas de ellas gordísimas y metidas de patas en el anacronismo, posiblemente deliberado en pos de ofrecer una mayor carga dramática (en la película Freddie Mercury ya sabe que ha contraído el VIH cuando actúa en Wembley en 1985, mientras que si no me equivoco, no lo supo hasta 1987,por ejemplo), así como blanquea algunos aspectos sórdidos y por otros pasa un tanto de puntillas. 

Dejando eso a un lado, sin embargo, como película funciona muy, pero que muy bien, y consigue que llevemos dos horas y estemos deseando que dure más. Es extremadamente amena, pero también tiene sus momentos en los que las lágrimas pueden escaparse, y escenas como en la que confiesa su sexualidad a Mary, con Love of my life de fondo, o la despedida de su familia alcanzan un nivel de emotividad muy elevado, que alcanza el éxtasis con la escena climática de la película, ese concierto en Wembley como última etapa de un viaje que disfrutas tanto que estás deseando que nunca llegue a su final.

Por último, tras los créditos es verdad que no se esconde ninguna escena, pero la acertada selección musical que los acompaña hace que no nos queramos levantar de la butaca.

Y después de esta película afirmo que todo lo que no sea el Oscar para Rami Malek será un ultraje.

domingo, 18 de noviembre de 2018

El regreso de los domingos alegres a Miribilla

Los jugadores celebrando la victoria, algo que ya no estaba acostumbrado a ver.

Desde el 18 de marzo. Esa fue la última vez que salí contento de Miribilla, pues aunque sí he visto alguna victoria entre medias, no fue en domingo y aunque ha habido alguna victoria en domingo, yo no estaba. De hecho, llevaba creo que desde abril sin subir a ver un partido.

Y aunque se ha ganado, mentiría si dijera que ha sido un partido tranquilo. Se ha ganado al Palma, sí, pero ha costado entrar en el partido, pues tras el intercambio inicial de canastas ellos se han ido adelantando hasta conseguir ventajas de hasta 12 puntos (me suena un 18-30), pero por suerte la sangría se ha parado un poco y al descanso hemos ido solo 7 abajo, lo que viendo el percal era algo casi positivo.

Tras el descanso, por suerte, la historia ha sido otra. 5 minutos de intercambio de golpes y al Palma se le han acabado las pilas. Entonces el -7 ha pasado a ser un +7 y la dinámica parecía presagiar un final de partido muy plácido. De hecho, el último cuarto ha sido de rodillo, y cuando quedaban 5 minutos para terminar el partido, la ventaja era de 14 puntos para Bilbao.

Sin embargo, se han alineado los astros, y con un 0-10 en un par de minutos, el Palma ha vuelto a meterse en el partido, y los nervios sobrevolaban Miribilla. La moneda, no obstante, ha salido cara, la mano no ha temblado en la lotería de los tiros libres y la victoria ha llegado en forma de 77-71, aunque es cierto que tras haber ido 14 arriba, termina sabiendo a poco.

sábado, 17 de noviembre de 2018

Big Mouth

Missy, Andrew, Nick, Jessi y Jay.

Llega un momento en el que la infancia se queda atrás y el cuerpo comienza a experimentar cambios, acompañados de alteraciones en el comportamiento: la temida pubertad, en la que las hormonas empiezan a desbaratarlo todo. Y sobre ese momento nos quiere hablar Nick Kroll, en esta serie de humor adulto que es, por lo que dice, un guiño a su propia adolescencia. 

Big Mouth es una serie muy divertida, pero con un estilo muy peculiar, pues combina momentos verdaderamente emotivos y sobre todo entrañables con reflexiones verdaderamente inteligentes... y soeces chistes de caca de caca (a veces literal), pero me quedo con las cosas buenas, que son muchas. Me hacen especial gracia los personajes de los  carismáticos monstruos de las hormonas, que de una forma francamente divertida explican muy bien ciertas cosas del tránsito de la infancia a la adolescencia, con momentos de quitarse el sombrero en los que no miento, la calidad es muy alta. Además, tiene personajes como Missy a los que es imposible no querer. Claro que luego tiene cosas como la historia de amor de Jay con su almohada, o el entrenador Steve que... en fin, el entrenador Steve. 

Bien, la serie es, ¿cómo diría yo? Como si hubieran metido en una batidora cachos de Inside Out, The Good Place y South Park, a ver qué sale. 

Pues lo que sale es Big Mouth, y he de decir que me ha gustado mucho.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Infiltrado en el Kkklan

El título original era ciertamente intraducible.


-Mamá, quiero ser nazi.
-Hijo, tú además de negro, gilipollas.

Seguro que todos hemos oído este chiste un motón de veces, pero  Ron Stallworth, primer policía negro de Colorado Springs, llevó el chiste a la realidad y consiguió infiltrarse en el Ku Klux Klan para ayudar a desmantelarlo desde dentro. 

¿Pero cómo lo hizo para hacerse pasar por uno de esos majaderos racistas? Pues esto es lo que nos cuenta la película, pues Ron aportaba su nombre y su voz al teléfono pero era su compañero Chuck (en la película Flip) quien acudía a las reuniones. Rocambolesco pero cierto.

Y el resultado es una soberbia película que maneja muy bien los tonos, dejando que nos relajemos con un ambiente a veces amable, otras directamente cómodo, encaminado hacia un final casi de cuento de hadas, para despertarnos de un sopapo y mostrarnos que el discurso que manejaba el KKK en los 70 es, por desgracia, demasiado actual, y que el problema del odio está muy vigente, tal y como demuestra en su duro pero necesario alegato final.

Se hace, tal vez, algo pesada la parte de la relación amorosa de Ron, aunque resulta necesaria para dar peso a algunas escenas importantes, y no llega en modo alguno a empañar el resultado final.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Día andarín

En un momento del camino.

Cuando me fui a la cama la pulsera marcaba nada menos que 32039 pasos (26,6 kilómetros), y es que ayer fue un día de mucho andar. Me liaron para una excursión, y a las 8:45 estaba cogiendo el tren con dirección a Muskiz. Ahí cogimos el autobús a Pobeña y tras tomar una ronda, nos liamos a andar, dirección a Castro Urdiales por el camino de Santiago. 

Las dos primeras horas, por el camino de la costa, fueron muy fáciles, con la energía intacta y todo llano. La complicación vendría pasado Ontón, con Baltezana y su trecho de subir, subir y subir. Afortunadamente, tras pasar el desvío a Talledo venía lo fácil, con la vía verde que alternaba entre llanos y bajadas suaves hasta Sámano, pero con una parada para el bocadillo a la altura de Otañes. Una vez en Sámano ya solo quedaba andar un poco más hasta Castro, donde nos tomamos una en la zona del Cotolino, luego seguimos caminando hasta la catedral y hacemos otra pausa para tomar algo antes de coger el autobús de vuelta a Bilbao. 

De ahí me fui a casa, me duché y me morí.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Escapada a Barcelona: segunda parte

En el tour de Sandemans.

Hecho el paréntesis, vuelvo a narrar, antes de que se me olvide, mi viaje a la conocida como Ciudad Condal. Ahora me voy al domingo, que fue sin duda un día de mucho andar. 

Por la mañana cogimos el metro a Plaza Catalunya y nos encaminamos por el paseo de Gracia y seguimos callejeando hasta que llegamos a uno de los puntos más emblemáticos de Barcelona: la Sagrada Familia. Seguimos andando y llegamos nuevamente al barrio gótico. Comemos en una agradable placita (una lasaña que estaba más caliente que rica, la verdad) y continuamos con la siguiente etapa: la visita guiada por el Raval, "La Barcelona prohibida". Ahí el guía nos cuenta interesantes historias de los suburbios barceloneses, con especial énfasis en la leyenda de Enriqueta Martí, la "Vampira del Raval" (personaje al que descubrí gracias a la serie El Ministerio del Tiempo) y cuando termina andamos un poco más, hacia el monumento a Colón, el Maremagnum y ya por fin vuelta al metro. Cuando llegamos a casa la pulsera contabilizaba unos 20 kilómetros caminados ese día. No está mal.

El lunes me toca día de estar a mi aire, pues mi señora novia trabaja. Pero también es un día de bastante movimiento, pues a primera hora tengo que bajar a Bellvitge a hacer un envío, luego me meto en un autobús que no es (no es que no me llevara a mi destino, sino que no estaba cubierto por mi abono) y me bajo en la siguiente parada, cerca del metro. De ahí voy al Gótico de nuevo, a comprar un regalo para "alguien " (guiño, guiño) y luego a Arco del Triunfo para tomar un café con Ramón, un conocido de TdN al que hacía años que no veía en persona (bendito Facebook que permite mantener un cierto contacto) y estamos un rato de interesante debate rolero (de verdad, da gusto oír expresarse a este hombre).

De ahí me voy a comer algo rápido, pues a las 14:00 tenía el tour de la foto, el gratuito de Sandemans por Barcelona (soy muy fan, por si no se nota) y tras un par de horas me voy a Hospitalet a dejar algo en casa y vuelvo al centro. Ahí quedo con otros dos amigos (la magia de las jornadas, que acabas conociendo a mucha gente) y más tarde se nos une mi señora novia. Finalmente viene el ex-bilbaíno Joan, que tras un rato de agradable charla es el que nos acaba acercando a casa.

El martes poca historia: madrugón, me despido de mi señora novia en el metro cuando ella se va al trabajo y yo al aeropuerto, cola de acceso, bendecir el suplemento de volar en primera fila por entrar al avión sin hacer cola, viaje cómodo y bajarme el primero. 

Y como eran las 11:30, me voy a trabajar, gastando así solo medio día de vacaciones.

martes, 13 de noviembre de 2018

Se nos fue Stan Lee

¿Volverá en Avengers 4, verdad? 

Hoy tocaba hablar de mi vuelta de Barcelona, pero lo dejaré para mañana, pues tengo algo más importante de lo que hablar, y es la muerte de uno de los autores más influyentes del S. XX y parte del XXI, el padre de Marvel, Stan Lee.

Toda palabra que escribiera en un panegírico sería insuficiente para este genio moderno, que deja un hueco imborrable, pero que hizo del mundo un sitio un poco mejor, enseñándonos a soñar con sus viñetas a ser como Spiderman, como Daredevil, como Coloso... y muy larga sería la lista de cómics que me han acompañado literalmente desde la infancia.

Hoy es un día triste porque se ha ido Stan, pero nuestro deber es sonreír pensando en todo el universo que nos regaló.

Excelsior!

domingo, 11 de noviembre de 2018

Actualizando el parte desde Barcelona

El suplemento para ir en primera fila, los 18€ mejor invertidos de mi vida.

Aunque con el móvil es más incómodo, para que no se me acumule el trabajo voy a ir contando cosas de mi escalada a Barcelona (curiosamente esto es parecido a mis entradas de contar el fin de semana... en domingo).

El jueves, tras un cómodo vuelo, llegue al aeropuerto del Prat sobre las 16, y ahí comí e hice un poco de tiempo. Luego me acerque al centro, donde quedé con unos amigos (Xavi y Andrea) para tomar algo y luego se nos unió mi señora novia. De ahí ya nos fuimos a Hospitalet, donde se aloja y tras ver un poco de tele, a dormir.

El viernes, como ella trabajaba, aprovecho para hacet la compra y luego voy al centrocent a otros amigos (Kevin y José Lomo), ver tiendas frikis y comer. Después voy a Hospitalet nuevamente, donde mi señora novia ya ha terminado la jornada laboral.

Para la tarde-noche más eventos sociales con gente, cena en el mexicano, unas cervezas (en mi caso un Cacaolat) y a casa.

Ya nos plantamos en el sábado, y dedicamos la mañana a pasear por el Born y el Barrio Gótico, aunque las manifestaciones que nos topamos y los despliegues policiales nos hacen dar mucha vuelta. Para comer nos retiramos a casa, y aunque no somos en el momento conscientes de ello, tenemos una pelea al lado en el metro de Urquinaona.

Después de comer y echar la siesta, nos vamos a las librerías, donde me hago con una buena edición de "Las torres del olvido" y por último, tras cenar, nos vamos al cine a ver la maravillosa "Infiltrado en el KKKlan". 

jueves, 8 de noviembre de 2018

Escapada a Barcelona

Por segunda vez este año.

Otro fin de semana que estoy fuera (van a ser unos cuántos), y es que dentro de 2 horas debería estar montado en un avión rumbo al aeropuerto del Prat, pues mi señora novia está por motivos de trabajo en Barcelona, y ahí que voy yo de visita hasta el martes.

Por rellenar un poco la entrada, aprovechando que el vuelo no estaba demasiado caro, esta vez me he dado el lujo de pagar los 18€ de elegir asiento para volar en primera fila, lo que midiendo más de 1,90 es algo casi necesario y más cuando, como es el caso, se viaja con Vueling.

Y para la vuelta lo mismo.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Mis partidas para #Rolea2018

El lugar al que van los roleros buenos.

Queda menos de un mes para las jornadas Rolea, las TdN de invierno, y aunque todavía resuenan los ecos del EntreRevs, es hora de afinar las partidas que llevaré, que se pueden intuir en la foto.

El mejor lugar: Partida de rol en vivo basada en la serie The Good Place que llevé a Ómicron y TdN.

Hombres-Lobo de Castronegro: Partida de rol en vivo basada en el juego de cartas homónimo y que repesco del baúl, pues lo llevé a TdN 2008 y Arkadia 2007.

Retorno a Skatorice: Partida de rol, de Cultos Innombrables, que llevé a TdN de este año, y a la que aún tengo que dar alguna vuelta.

Sombras Urbanas: Volveré a dirigir este juego de rol que probé por primera vez en Halloween y me maravilló.

¿Y quién sabe si me calentaré y llevaré algo más?

martes, 6 de noviembre de 2018

Slay the Spire

El Blindado se dispone a matar.

Hay juegos que no tienen gran cosa pero enganchan de mala manera, y es el caso de Slay the Spire, un juego roguelike (juegos en los que el mapeado no es fijo, sino que se va generando a cada nueva partida) de construcción de barajas, que consigue con gran simpleza causar una gran adicción.

Nos pone en la piel de uno de los tres héroes; el Blindado, un guerrero que aguanta mucho daño y da hostias como panes; la Silenciosa, una maga con poderosos conjuros y combinaciones de cartas muy potentes y el Defectuoso, un autómata que gana su poder gracias a las esferas que le acompañan.

La mecánica es simple: vamos avanzando por una torre y en cada uno de los pisos hay un tesoro, un enemigo o un reto aleatorio. Los combates es cuando tenemos que poner las cartas en juego, y en cada turno tenemos 3 puntos de energía para usar cartas de ataque, defensa o habilidad especial, mientras que vemos la acción que va a realizar el enemigo (es horrible saber que te va a dar la hostia del siglo y no tener cartas defensivas).

Ejemplo de batalla.

A medida que vayamos avanzando, iremos consiguiendo cartas para mejorar el mazo (o mejorando las que ya tenemos) y artefactos que nos darán capacidades especiales, así como dinero para gastar en la tienda. Pero cuidado, pues entre pelea y pelea no se recupera la vida salvo en salas especiales y podemos encontrarnos con que después de una épica victoria ya no tenemos nada que hacer ni contra el enemigo más débil. Estos, por cierto, pueden ser normales o de elite, con una gran diferencia entre unos y otros, tanto en peligrosidad como en recompensa. Y es verdad que muchas veces podemos eludir a los bichos gordos, pero a costa de no obtener las reliquias que más adelante nos permitan enfrentarnos a...

Los jefes de final de fase. Hay tres fases, y al final de cada una de ellas nos vendrá un jefe, a veces MUY difícil, pero también con gran recompensa. La cosa buena es que aquí ya podemos ir a degüello, pues son los únicos monstruos que nos recuperan toda la vida al matarlos. 

Elige qué quieres que te mate.

El juego se desarrolla a través de tres fases, y cuando matamos al tercer jefe pasamos a la secuencia final, con un final un tanto brusco. Así, sin florituras, y sabiendo que el pedazo de combo que hemos montado para llegar hasta ahí se perderá como lágrimas en la lluvia. Pero entonces solo queremos empezar otra partida nueva, para seguir matando y desbloqueando cosas.

Una cosa que tiene es que está todavía en desarrollo, con lo que puede que vayan sacando nuevos personajes, objetos y enemigos, así como modos de juego a sumar a los que hay ahora: modo "historia"; modo reto, en el que juegas con una combinación de reglas y poderes predefinidos y modo libre, donde te montas tu propia partida y a jugar.

Slay the Spire es un juego realmente simple, con una curva de aprendizaje muy rápida y un factor vicio extremadamente poderoso. Lo empiezas, y para cuando te quieres dar cuenta ya llevas dos horas... venga, otro combate más, click.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Crónica de EntreRevs

Extraños en la noche.

Lo que prometía ayer, hablar del evento, lo hago ahora.

Empezaré por las instalaciones, con un complejo perdido en mitad de la nada pero con muchísimas aulas y lleno de posibilidades, que permitía hacer muchas partidas. Eso es un plus. No así las habitaciones, que eran bastante cutrecillas, con colchones demasiado blandos y finos y unos baños que no tenían nada de jabón y cuyas duchas tenían dos temperaturas posibles: Han Solo en carbonita o cocedero de langostas, y dos posiciones: apagado o disolver manifestaciones con chorro a presión.

La comida, pues tampoco era lo mejor del mundo pero era aceptable, y el personal del comedor era encantador y tremendamente flexible, así que un diez para ellos.

Yendo a las actividades, como no participé en todas me voy a limitar a reseñar aquellas en las que yo participé, empezando por la que yo lleve, pues fue la primera. Volví a dirigir el vivo "Extraños en la noche", al que tengo muchísimo cariño, y fue un pase muy loco en el que me lo pasé tremendamente bien, aunque me quedo con la cosa de que fuimos demasiado ruidosos y fastidiamos la partida a los de la partida de la sala de al lado, lo que me hace sentir muy mal. Berto, Estefanía: si leéis esto, nuevamente mil disculpas.

Vamos al sábado por la mañana, que tiene mucho de socializar al sol, aunque hay tiempo para acudir a alguna charla, como "Tu foco es la experiencia", sobre cómo usar el ReV para potenciar experiencias concretas.

Después de comer vamos a "Roles en vivo por escenas", brillantemente expuesto pese a no ser un subtipo que me entusiasme y "Diseño de vivos", donde tengo la suerte de poder participar bastante. Luego la fabulosa charla-taller "Psicología del agresor" y por la noche el descacharrante vivo "Aquí no hay quien sobreviva", una comedia postapocalíptica que se convierte en un gallinero tal vez demasiado ruidoso.

Y por la noche... ¡fiesta!

El domingo por la mañana queda para descansar al sol, despedidas y recogida. Como el año pasado, o aún mejor, un evento que se va haciendo imprescindible, pues nos sirve de nexo de unión a quienes amamos este hobby nos permite vernos las caras. El año que viene tengo claro que volveré.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Retorno de EntreRevs

El vivo que jugué.

Como he llegado hace poco y estoy cansado no me voy a detener a escribir una profunda crónica del evento que este fin de semana me ha llevado a Collado Villalba, sino que omitiré la parte del evento en sí (ya me meto con ella mañana) y hablaré de la ida y la venida.

El viernes cogimos el autobús de las 15:10, pero no para ir a Collado sino a Vitoria, donde nos esperaba el amigo Ignacio para ir en el coche compartido. Tras 4 horas de viaje, con mucha charla, mucha rotonda y acabar donde Jesucristo perdió el móvil, para llegar al recinto que estaba en medio de la nada.

Ahí nos acreditamos y alojamos... y paso al domingo.

El domingo a las 16:00, después de devolver la llave y la correspondiente tanda de despedidas, nos vamos ya en el coche y el sitio da bastante menos miedo con la luz del día. Venimos charlando animadamente de rol y todo un poco hasta que a eso de las 20:00 llegamos a Vitoria, justo a tiempo de ver marchar el autobús. Pero nada de lo que alarmarse, que a las 20:30 hay otro, que cogemos sin problemas.

Y tras unos 50 minutos más, llegamos a Bilbao, subo a casa, tiro la ropa a la lavadora y por fin puedo morir. Me ha encantado el evento, quiero más. Sobre todo por la gente tan maravillosa que he podido ver.

viernes, 2 de noviembre de 2018

A EntreRevs

Me encanta el mono mecanógrafo.

Entrada breve, que en un ratín cojo el autobús, pues me voy a EntreRevs, el congreso de rol en vivo que el año pasado me gustó bastante y este mi idea es repetir. No será en Alicante, sino en Collado Villalba, por lo que intuyo que hará frío. Pero lo mejor, que veré a mucha gente a la que me apetece ver.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Movember 2018

Para concienciar contra males como el cáncer de próstata o los ataques de tigre de Bengala.

Noviembre es el mes del bigote. ¿Y por qué? Desde hace unos años, la fundación Movember pone en práctica este mes la iniciativa de dejarse bigote para visibilizar y concienciar contra los problemas de salud típicamente masculinos (cáncer de próstata o de testículo, entre otros), así como para recaudar fondos destinados a su investigación. Y como me parece una iniciativa simpática y además me sirve de excusa para cambiar de look, ahí que me he unido. 


Y por si acaso alguien se anima a donar a la causa (¡prometo quitarme el bigote si se llega a 100€!), se puede hacer aquí: https://es.movember.com/mospace/13757672