jueves, 31 de marzo de 2022
Camera Café: La película
miércoles, 30 de marzo de 2022
Llegó el Caballero Luna
martes, 29 de marzo de 2022
A la Final Four de la BCL
lunes, 28 de marzo de 2022
¿Qué puedo hacer si no encuentro mi teléfono móvil?
domingo, 27 de marzo de 2022
Fin de semana de 47 horas
sábado, 26 de marzo de 2022
The Batman
jueves, 24 de marzo de 2022
Terminado Charterstone
miércoles, 23 de marzo de 2022
Filtraciones siniestras
martes, 22 de marzo de 2022
Código Emperador
lunes, 21 de marzo de 2022
El origen de Indautxu
domingo, 20 de marzo de 2022
Último finde de invierno
sábado, 19 de marzo de 2022
Las ruinas perdidas de Arnak
jueves, 17 de marzo de 2022
Trailer Ms. Marvel
miércoles, 16 de marzo de 2022
Malnazidos
martes, 15 de marzo de 2022
El Gatokupa
lunes, 14 de marzo de 2022
De vuelta en Bilbao
domingo, 13 de marzo de 2022
Así fue Interocio
viernes, 11 de marzo de 2022
Transmitiendo desde Madrid
Hago un alto en el camino para dar señales de vida desde la capital de España, donde este fin de semana se celebra la Feria Interocio, evento al que he venido en calidad de colaborador. Del evento en si hablaré cuando termine, de momento me centro en mi día a día.
El jueves salí de trabajar y comí algo rápido, antes de montar en el autobús (un Supra, cuyas prestaciones han empeorado muchísimo) y una vez en Madrid, metro al apartamento donde me alojo. Luego aprovecho para quedar y cenar con gente de las TdN, a los que no había visto en dos años (cosas de la pandemia).
Hoy viernes, me levanto y aunque no tengo turno hasta las 16, me acerco al recinto ferial, y cuando estoy a mitad de camino, en mitad de ninguna parte, me escriben para decirme que por una visita del jefe del Estado a un evento que se celebra en el pabellón de al lado, no se puede acceder hasta las 13:00.
Me toca hacer tiempo, para lo que busco el bar más cercano. Me entretengo con un Colacao y el periódico y por fin consigo entrar. Pero como hasta las 16 no empieza a llegar el público y no hay nada que hacer, me vuelvo a al habitación, juego un rato a la switch, como y a las 15:30 estoy ahí de nuevo.
Ayudo con el montaje, un poco en el puesto de información (o sea, lo que hago entre semana), saludo a algunos conocidos que voy viendo y se pasa la tarde.
Para cenar, con otros amigos de las TdN y nuevamente retirada.
jueves, 10 de marzo de 2022
Tick, Tick... Boom!
miércoles, 9 de marzo de 2022
Obi-Wan Trailer
martes, 8 de marzo de 2022
lunes, 7 de marzo de 2022
Cómo volví a conocer a vuestra madre
domingo, 6 de marzo de 2022
Escapada Zaragozil
jueves, 3 de marzo de 2022
Licorice Pizza
Tengo sensaciones encontradas con esta película. Me ha gustado, sí. Y si analizo sus elementos técnicos (actuación, fotografía, música, ritmo...) me sale que todo bien, pero hay una cosa, de la que hablaré al final, que no me rompe la película, aunque me chirría un poco.
Podríamos decir que es la clásica historia de chico conoce a chica, se enamora de ella y por el camino pasan cosas. Porque básicamente es eso, una sucesión de eventos, sin que haya un hilo definido, más allá de la relación que se forma entre Gary y Alana, y que es su vida y sus anécdotas en la California de 1973. Personajes bien definidos, con los que en seguida te encariñas y una película, en general muy vital y positiva, con algún momento un poco valle pero que nunca llega a aburrir. Los actores están genial (Alana Haim enamora a la cámara en cada fotograma que sale), y la recreación de esa época es maravillosa, un regalo para ojos y oídos. Incluso los títulos de crédito son una joyita.
Entonces, si todo tan bien, ¿qué es lo que no me ha gustado de ella? Lógicamente la respuesta a la pregunta es un spoiler que revela la última escena, por lo que quien no quiera que le cuente el final, haría bien en dejar de leer.
La cuestión que me arquea la ceja es, ¿de verdad hacía falta que terminaran juntos? Me habría gustado más que hubiera terminado simplemente como una sana relación de amistad, en vez de romantizar lo que terminaría siendo, por varias razones, una relación más tóxica que el plutonio caducado. Y eso sin contar que ella tiene 25 años y él 15. ¿Me ha gustado la película? Sí, pero, y este es mi pero.