jueves, 31 de marzo de 2022

Camera Café: La película

Uno de tantos homenajes cinéfilos.

Lo primero que pensé cuando vi que iban a hacer una película de Cámera Café fue "¿por qué?", y lo pensé muchas veces mientras la veía. ¿Una película de una serie que solo tiene skecthes cortos, casi una tira cómica en pantalla,  y es de hace más de 15 años? ¿Ahora? ¿Por qué estoy yendo a verla?

Lo último ya no tenía remedio y estaba en el cine, así que tocaba verla. La serie la tenía muy olvidada, porque además del tiempo transcurrido, me gustaba pero no es que la siguiera, sino que cuando ponía la tele y estaba la veía, así que me acordaba entre poco y nada de los personajes. Por suerte esto lo tienen en cuenta y hacen una dinámica y eficaz presentación, que en seguida nos pone en situación.

La película... es difícil de clasificar. Empieza como una comedia bastante normalita, tirando incluso a cutre, y con algunos momentos un tanto casposos, de humor facilón que me estaba pareciendo bastante poco graciosa, aunque de cuándo en cuándo alternava algún gag que sí me hacía reír. Pero a medida que avanza la película va abandonando su traje de comedia convencional, para lanzarse a los brazos del surrealismo más psicodélico y chanante (adjetivo que no es baladí, si tenemos en cuenta que dirige Ernesto Sevilla y el guión es de Raúl Cimas). Además de eso, destaco que es una película repleta de guiños y homenajes visuales a grandes clásicos del cine, con cameos delirantes y bien colocados que me sacaron el aplauso y sobre todo una música muy bien elegida, con canciones que aún estoy tarareando.

Entonces, ¿me ha gustado? Vale, sí, pero no es para todo el mundo, ojo. es un estilo muy peculiar. No es para todo el mundo. Empieza como una comedieta convencional, cutrecilla pese a tener un par de golpes geniales y se acaba metiendo en una vorágine surrealista que si no te hacen gracia las mamarrachadas de La hora Chanante es muy difícil que no te parezca una mierda. 

miércoles, 30 de marzo de 2022

Llegó el Caballero Luna

¡En el nombre de Honshu, te castigaré!

Hoy llega un nuevo producto del UCM, la serie del Caballero Luna, un personaje que sin ser de los más conocidos de Marvel, siempre me ha llamado la atención por su diseño, y alguna cosa suya que leí hace años me gustó bastante. Además, el actor protagonista, Oscar Isaac, siempre me ha gustado bastante y es perfecto para el papel, ya que se desenvuelve muy bien tanto en roles de tipo duro como cuando tiene que hacer de pringado, lo que dado el personaje que tiene que interpretar aquí, le va como anillo al dedo. 

Emitido el primer capítulo, me gusta el enfoque que le están dando, con un punto oscuro y misterioso pero mucha acción y su punto de humor, lo que hace que no deje de ser divertida e interesante ni un solo momento. 

Seguiremos la serie con atención. 

martes, 29 de marzo de 2022

A la Final Four de la BCL

Y en mi asiento habitual.

No es que el Bilbao Basket se haya clasificado para la final (ya podría ser, ya), sino que el 6 y 8 de mayo se jugará en Miribilla la Final Four de la Basketball Champions League, y por ver algo de baloncesto exótico me he animado y he comprado el pase para ver los 4 partidos. De entre Tenerife, Unicaja, Manresa, Cluj Napoca, Hapoel Holon, Strasbourg, Tofas y Ludwisburg saldrán los 4 contendientes al título, a los que podré ver en Bilbao. Y con la tranquilidad de poder disfrutar del juego, sin que me preocupe el resultado. 

lunes, 28 de marzo de 2022

¿Qué puedo hacer si no encuentro mi teléfono móvil?

Está conmigo, en la oficina.

Perder el teléfono móvil, ya sea porque nos lo hemos dejado en algún sitio o porque nos lo han robado, puede ser una faena muy gorda, y no solo porque es una herramienta que se ha vuelto imprescindible hoy en día, sino porque quien tenga acceso a nuestro teléfono tiene también acceso a muchísima información sobre nosotros. 

Si el teléfono es Android, esta página nos permite, siempre que usemos el Chrome y estemos conectados con la misma sesión de usuario que el teléfono, saber dónde está (o dónde estaba la última vez que estaba conectado a la red) nuestro teléfono, y en caso de sospecha de robo, nos permite bloquearlo o incluso borrarlo del todo. Esto le fue muy útil a una compañera de trabajo, cuando un día en la oficina se dio cuenta de que no tenía el teléfono, miró y vio que salía que la última conexión constaba en un sitio en el que ella no había estado ese día, lo que le permitió saber que se lo habían robado. Mal consuelo, pero mejor saberlo, y si simplemente se lo hubiera dejado en casa, también lo habría sabido.

Además de para eso, también sirve para hacer que suene el teléfono, algo que resulta muy útil cuando, como en mi caso, alguien tiene la mala costumbre de dejarlo tirado por cualquier esquina de la casa y ya no tiene un teléfono fijo para llamarse.

Importante: para que esto funcione hay quew tener previamente activada la localización en el móvil. 

Espero que os sea de utilidad si no encontráis el teléfono. Por si el enlace no funciona bien, la página es esta: https://www.google.com/android/find

domingo, 27 de marzo de 2022

Fin de semana de 47 horas

Cosecha del sábado.

Esta madrugada era el cambio de hora, lo que significa una hora menos de fin de semana, pero también que anochecerá una hora más tarde, lo que a mí personalmente me da la vida. Pero además de eso tenemos que el viernes fui a la lonja, donde jugué una partida de Reinos Rodados y luego fui a ver, previa cena, The Batman. 

El sábado por la mañana me fui a dar una vuelta y por la tarde una nueva sesión del club del libro, donde devuelvo El relicario, Intemperie, Spiderwomen y el infumable Mercury. De vuelta me traía Exonáufraga, Nocturna, De la ceniza Volverás y El aliento de los Dioses para leer y Erebos, Historia de España contada para escépticos (para cuñaos, diría yo) y Libros Sangrientos. Como tributo llevo Los que ignoran, de Roberto Alhambra.

Hoy domingo, dedico la mañana a vaguear y la tarde hago pira al baloncesto (y a juzgar por el resultado, menos mal) para una nueva entrega de La gran campaña de Pendragon.

El domingo que viene ya será abril. 

sábado, 26 de marzo de 2022

The Batman

¡Aprende, Nolan!

Nueva entrega con reinicio de saga para un personaje sobre el que sobran las presentaciones, de modo que me voy a ir directo a dar mi opinión.

Me ha gustado, pero también es cierto que prefería ir con las expectativas bajas, pues los antecentes no eran como para echar cohetes (si exceptuamos Gotham, que para mi gusto y hasta el momento es la mejor adaptación a la pantalla del universo Batman... aunque no salga Batman), y aquí consigue captar muy bien, sobre todo en lo visual, el aire de los cómics. La puesta en escena inicial me cautivó, y fue lo que consiguió engancharme a la película. Los apartados visuales y sonoros muy bien, y las caracterizaciones de los personajes en general bien (geniales ese Pingüino y sobre todo ese James Gordon, que parecía escapado de una viñeta), aunque aquí me rompe el conjunto por completo el villano, siendo para mí Enigma lo peor de la película, pues más que al estrafalario Edward Nygma yo veía a Jiggsaw envuelto en bolsas de basura. Gana algo cuando sale sin el traje, aunque la sombra de Cory Michael Smith es demasiado alargada. Tampoco me ha terminado de convencer Robert Pattinson como Bruce Wayne, y no porque lo haga mal, sino porque lejos de ser ese impostado playboy fiestero, era básicamente... Barman sin careta. Manda narices que el mejor Bruce Wayne hasta la fecha siga siendo el George Clooney de la infame Batman y Robin, oiga.

Otra pega que le veo es que se excede con la duración, dando la sensación de que quiere contar demasiadas cosas a la vez, cuando habría quedado mejor y más compacta centrándose en alguno de los hilos argumentales, y hay escenas de acción que, si bien son muy entretenidas (la persecución de coches, por ejemplo), no habría pasado absolutamente nada por recortarlas en un par de minutitos.

No sin antes advertir de que NO hay escena postcréditos, decir que poniendo pros y contras en una balanza, salgo contento del cine. Así sí.

jueves, 24 de marzo de 2022

Terminado Charterstone

Situación final del tablero.

Hace casi un año empezábamos la campaña de este legacy de colocación de trabajadores y hoy, por fin, hemos podido terminar. No he ganado, y no solo no he estado ni cerca de ganar (he quedado anteúltimo) , sino que no gané ni una sola de las partidas sueltas, pero aún así me ha gustado mucho y es un juego que recomiendo bastante (además, nos dio gloriosos momentos, como el caso del meeple perdido), a pesar de que tiene sus errores, algunos de ellos muy gordos.

El juego, que está muy bien, pese a sus mecánicas depende mucho del azar, ya que al ser las reglas cambiantes, podemos apostar por una estrategia y que nos salga rana, y como esto no lo sabremos hasta que suceda, terminamos dependiendo de haber tenido la suerte de que saliera bien el tiro a ciegas. Además, cada color tiene sus cartas de personaje y edificio, siendo algunas francamente mejores que otras (una de las facciones puede hacer un combo para obtener un número literalmente infinito de puntos de victoria). 

Otra pega es que el entreturno, dada su mecánica, puede llegar a hacerse un poco tedioso algunas veces, y se puede hacer un poco frustrante ver que tu chiringuito es tan rematadamente desastroso que llega tu turno y no puedes hacer absolutamente nada de provecho, mientras ves que el resto de rivales sacan puntos de victoria de ocho en ocho. Sin embargo, el juego tiene virtudes y mecánicas que hacen que compense. 

miércoles, 23 de marzo de 2022

Filtraciones siniestras

¡En Holanda ya lo tienen!

La inminente expansión de Marvel Champions, cuya fecha de lanzamiento se hace de rogar (debería haber salido, pero luego la anunciaron para el 1 de abril, luego la pasaron a finales de mayo y finalmente al 8 de abril) ya ha llegado a algunos sitios, lo que significa que el contenido de la mayoría de las cartas ya se puede ver en algunas páginas, como por ejemplo Hall of Heroes. Y claro, uno que no es de piedra se debate entre leerlas todas o aguantar, para dejarse sorprender, siendo lo que pasa que al final las acabas picoteando todas, aunque sea para ver los dibujos y quiénes son los villanos. Sin embargo, entre que tengo mala memoria y no las he estudiado a fondo, las mecánicas me sorprenderán igual.

Se nota que hoy no tenía nada mejor que contar, ¿verdad?

martes, 22 de marzo de 2022

Código Emperador

Sale Luis Tosar, con eso me basta.

Empieza de forma un poco atropellada y casi hasta confusa, haciéndonos sentir como si hubiéramos cogido la película ya empezada. Un poco como lo que pasa con esta crítica.

Luego ya nos vamos enterando de qué va la feria: Luis Tosar es Juan, un arreglador del CNI, que se dedica a hacer de todo un poco, y aquí concretamente se está dedicando a sacar trapos sucios a un político aparentemente inmaculado, al tiempo que tiene que desarticular un peligroso atentado terrorista y lidiar con los problemas de su vida personal.

Lo interesante de esta película, sin embargo, no es tanto la historia que cuenta, sino el trasfondo que nos pinta, donde las cloacas del poder hacen y deshacen a su antojo, aderezando con las demoledoras frases que de vez en cuándo nos suelta el personaje interpretado por Miguel Rellán. Cuenta también con escenas muy interesantes (genial la resolución de lo que pasa con la estrella del fútbol) y la aparición en pantalla de Budapest y, sobre todo, Bilbao. Aunque lo de comprar droga a plena luz del día en la pasarela Pedro Arrupe se me hace un poco raro, eso sí.

lunes, 21 de marzo de 2022

El origen de Indautxu

Incluso anterior a esta foto.

Hace ya un tiempo recopilé los orígenes de los nombres de las calles en las que había vivido, pero no había sido capaz de encontrar la que más años de mi vida he habitado (desde los 15 hasta los casi 30), que es la calle que da nombre al emblemático barrio de Indautxu. 

Pero hoy, al terminar mi jornada laboral, y aprovechando que es literalmente en el mismo edificio, me he dado un paseo por la biblioteca foral, y al pasar por la sección de estudios vascos, mis ojos se han posado en el diccionario general vasco de Michelena, y por pura curiosidad me he ido a la I.

Y allí he encontrado lo que tanto tiempo había buscado:


Dejando la carretera, íbamos por la senda para llegar antes a Zenarruza.

Tiene su cierta lógica, dado que lo que hoy es el centro de Bilbao, en su día era una zona campestre, apartada de lo que era Bilbao, en la que solo habría caminos y árboles. Así que, resuelto un enigma que llevaba años queriendo resolver, hoy me voy a la cama sabiendo una cosa más. 

domingo, 20 de marzo de 2022

Último finde de invierno

La fabada dominical.

A un día de estrenar la primavera, paso a la sección clásica de los domingos y empiezo, como casi siempre, el viernes. Una tarde de estar por casa sin hacer nada (algo que a veces apetece) y luego a la lonja, a jugar a Draftosaurus (victoria), Not Alone (victoria), Coup (gané alguna), Código Secreto (victoria), Vast (derrota) y Doomlings (victoria). Entre pitos y flautas, me dieron las 4 de la mañana.

El sábado por la mañana tampoco hice gran cosa, más allá de dar un paseo, siendo la tarde más productiva. Primero una carrera de Fórmula Dé, donde casi se escapa la victoria de mi equipo pero conseguimos amarrarla y luego cena grupal en casa de un amigo, seguido por salir a tomar unas copichuelas por Indautxu.

El domingo también día social, con una ligera fabada, seguida de una partida de Mansiones de la locura, en la que perdemos, de forma cruel, en el último turno.

Y eso ha sido más o menos todo.

sábado, 19 de marzo de 2022

Las ruinas perdidas de Arnak

 
 ¡Coge tu látigo y tu sombrero!

Mezclando con bastante acierto mecánicas de colocación de trabajadores, con un factor de construcción de mazos (que si bien es importante, no es tan marcado como en otros juegos del estilo), Las ruinas perdidas de Arnak nos pone en la piel de arqueólogos que, al más puro estilo Indiana Jones, explorarán lugares recónditos, recuperarán e investigarán reliquias de tiempos olvidados y se enfrentarán a terribles bestias sobrenaturales para conseguir el mayor número posible de puntos de victoria.

 
Despliegue para 4 jugadores.

Para jugar a esto vamos a necesitar una mesa grande, ya que el tablero abulta lo suyo, y además necesitamos espacio para que cada jugador almacene sus elementos y también para poner los recursos que iremos ganando. Lo primero que hay que hacer es dar a cada jugador los componentes que ulitizará durante la partida. A saber: una baraja de 6 cartas (2 de financiación, que pueden gastarse para ganar dinero, 2 de Exploración, que pueden gastarse para ganar brújulas y 2 de miedo, que dan puntos negativos al final de la partida), un tablero personal, dos peones, un marcador de lupa y uno de cuaderno, todos ellos de su color. Se colocan las cartas para el mercado (al principio un artefacto y 5 comunes, con la ficha de vara lunar para separar ambos tipos) y se ponen las losetas de ídolo y los recursos donde correspondan. Cada jugador pondrá su lupa y su cuaderno en la casilla de salida del marcador de investigación, robarán 5 cartas de su baraja (o sea, todas menos una) y a jugar.

Por orden, cada jugador irá haciendo una de estas acciones:

-Excavar en un yacimiento: Colocar trabajador en una casilla ya explorada. Al principio solo podrá ir a las casillas iniciales, pero a medida que la partida avance, irán aumentando las posibilidades. Para poder colocar un trabajador en una casilla, hay que descartar cartas con los correspondientes iconos de vehículo (a pie, barco, coche o avión), y no se puede ir a casillas ocupadas. Cuando colocas un trabajador, ganas el beneficio de esa casilla.
-Descubrir un nuevo yacimiento: La mayoría de casillas del mapa empiezan inexploradas, y para poder ir, además de descartar iconos de vehículo hay que gastar brújulas. Una vez una casilla se explora, queda a disposición de todos los jugadores (siempre que esté libre, claro), y ser el primero en llegar tiene una cosa buena (ganas una loseta de ídolo) y una peligrosa: robas un guardián, que es un monstruo al que tienes que enfrentar. 
-Comprar carta: Puedes comprar una carta del mercado, pagando su coste en dinero o brújulas, según si es un objeto mundano o un artefacto. Los mundanos se colocan debajo del mazo (con lo que es bastante posible que lo tengas en tu siguiente turno) y los artefactos se activan gratis al comprarlos, pero se van a descartes (volverán cuando se cicle el mazo). Además de sus efectos, y esto es importante, las cartas que componen nuestro mazo nos darán puntos de victoria al final de la partida.
-Derrotar a un guardián: En esencia no difiere mucho de comprar cartas, ya que los guardianes tienen un coste en recursos, que si lo pagamos nos quedamos con su carta (5 puntos al final de la partida, más un efecto beneficioso que se puede usar una vez), pero si terminamos el turno con un trabajador en la misma casilla de un guardián no derrotad, obtendremos una carta de miedo.
-Jugar una carta: Esto se explica solo, pues hay cartas que para jugarlas hay que gastar acción. Los objetos mundanos se usan sin más, pero los artefactos, exceptuando la activación gratuita del turno en el que los adquirimos, requieren gastar una ficha de inscripción (un tipo de recurso) para usar su efecto.
-Investigar: Esta acción es la clave del juego, y en realidad todas las demás acciones las hacemos para ganar recursos con los que poder hacer esta. Al lado derecho del tablero hay un marcador por el que, pagando lo que corresponda, podemos hacer esta acción y subir en el marcador nuestro marcador de lupa o el de libro (el que queramos, pero con la restricción de que nuestro libro nunca puede adelantar a nuestra lupa), y a medida que avancemos aquí, además de los puntos de victoria que nos otorgará a fin de partida, iremos ganando recompensas. No solo eso, sino que si conseguimos que la lupa llegue arriba del todo, nos habilitará un mercado especial, en el que podemos comprar unas tablillas, que nos darán una cantidad enorme de puntos. Y por si eso fuera poco aliciente para meterse en la carrera de la investigación, los más rápidos tienen premio, y el primer jugador en llegar a cada nuvel (o casi), tendrá una loseta con una recompensa sorpresa.
-Pasar: No haces nada y tu turno termina. El juego continúa hasta que todos hayan pasado.

¡Arqueólogos a la carrera!

Además de estas acciones, los jugadores pueden, en su turno, hacer cualquier número de acciones gratuitas, que son las marcadas con un icono de rayo, tales como convertir una carta de exploración o financiación en brújula o moneda respectivamente, usar y girar una loseta de ayudante (las que se ven en la parte de abajo de la foto del tablero de investigación, se ganan como recompensa de ésta), usar las fichas de ídolo para ganar recompensas, gastar la recompensa de un guardián derrotado o usar algunas cartas que cuentan con el icono. 

Como decíamos arriba, la ronda dura hasta que todos los jugadores han pasado. En ese momento, se hacen varias cosas:

-Se enderezan los ayudantes girados
-Se eliminan las cartas de mercado adyacentes a la vara lunar, esta se mueve un espacio a la derecha y se rellenan los huecos (con lo que cada vez habrá más artefactos y menos objetos mundanos)
-Los trabajadores vuelven a la reserva
-Cada jugador roba hasta tener cinco cartas

Se jugarán 5 rondas, y al final de la quinta, se cuentan los puntos de victoria. El que tenga más, gana.

Conclusión: Más sencillo de entender que de explicar, Las ruinas perdidas de Arnak es un juego que se vuelve muy dinámico y ágil en cuanto se le pilla la mecánica, lo que no suele costar demasiado, y se puede jugar perfectamente en poco más de una hora. Puede tener mecánicas que al principio descoloquen un poco a los más acostumbrados a juegos de construcción de mazos, pues aquí el ciclado es mucho más corto y no todas las cartas que ganamos van, como suele ser habitual, a descartes, pero no cuesta demasiado hacerse. Tal vez la pega que le veo es que prima demasiado ir a saco a por la investigación, por encima de otras estrategias, y como no intentes tirar por ahí estás perdido, y sí puede hacer que a la larga las partidas se terminen haciendo demasiado parecidas. Pero en general la valoración que le hago es francamente positiva.

jueves, 17 de marzo de 2022

Trailer Ms. Marvel

¡Compro!

Kamala Khan es una de las superheroínas más carismáticas de la nueva hornada de héroes de Marvel y, por fin, en junio verá la luz su serie, que llevaba anunciada muchísimo tiempo pero ha tenido que esperar todo este tiempo por culpa de los retrasos provocados por el puñetero Covid.

Debo reconocer que a priori no me convencía mucho la elección de Iman Vellani para el papel, pero es tal el nivel de acierto de Marvel en este aspecto, que si la han elegido será por algo, de modo que tengo plena confianza en que lo hará bien. De momento el trailer me ha gustado bastante y estoy seguro de que la serie no me va a decepcionar. 

miércoles, 16 de marzo de 2022

Malnazidos

¡La espera valió la pena!

Es de sobra conocido (aunque también completamente infundado) el tópico de que el cine español "siempre es sobre la guerra civil", y el género zombi es algo que no es ajeno al cine nacional (ahí tenemos obras de arte como REC·), pero lo que no es tan habitual es mezclar ambos conceptos, cosa que aquí hace con maestría Javier Ruiz Caldera (algún día hará una película que no me guste, pero todavía no se ha dado el caso), creando esta divertidísima película de acción, repleta de personajes carismáticos y grandes escenas, en la que no quda espacio para el aburrimiento. 

Nos cuenta la historia de Jan, un no muy disciplinado capitán del ejército franquista que tiene que llevar a cabo una misión suicida, y cuando es capturado por un grupo de soldados del ejército rival, sus diferencias tienen que quedar apartadas cuando se revela la terroible verdad: la zona es un campo de pruebas que el ejército nazi está utilizando para hacer experimentos con zombis, y entonces comienza una carrera por la supervivencia en la que los hasta entonces enemigos tendrán que aprender a cooperar para sobrevivir. 

Tenía muchas ganas de ver esta película, que se ha hecho esperar demasiado (es de 2020), pero no me ha decepcionado nada de nada. Es más, salgo encantado.

martes, 15 de marzo de 2022

El Gatokupa

Agazapado y al acecho.

Una de las anécdotas más simpáticas del fin de semana en Madrid la protagoniza el felino que habitaba el apartamento en el que me alojé. 

Me habían avisado ya de que había un gato en el balcón, así que como soy alérgico, tenía que tener cuidado. Pero para airear un poco el cuarto, abría las ventanas. No de par en par, pero sí un poco, lo justo para que no pudiera colarse el felino.

Pero como es de esperar, no se pueden poner puertas al campo ni límites a un gato, y cuando estaba echando una mediosiesta y jugando a la Switch, vi cómo atraído por el ruido de la consola, y con todo el morro del mundo, el gato intentaba colarse, sin cortarse ni un pelo. 

¿Tiene usted un momento para hablar de nuestra señora Bastet?

Vale, la historia en sí no es gran cosa, y menos así contada. Pero como el gato era muy bonito y simpático, aproveché para para tomar pruebas y dejar constancia gráfica de sus fechorías.

Atraído por el ruido de la consola. 

Sorprendido en uno de sus intentos.

Finalmente se salió con la suya.

lunes, 14 de marzo de 2022

De vuelta en Bilbao

Disfrutando de una buena cena el sábado. 

El jueves partí hacia tierra madrileñas y hoy he vuelto. A las 8 de la mañana sonaba el despertador, y como me alojaban cerca del metro, con conexión directa hacia la estación de autobuses, a las 9:00 estaba sin problemas subido en el aurtobús de vuelta a Bilbao. 

Lo mejor de este viaje es que, además del evento en sí, que era la excusa, he podido estar con mucha de mi gente de jornadas, y con una agenta más prieta que la de un ministro, cada uno de los días he tenido con quien cenar (para comer no, pero porque como tenía turnos de tarde, comía en el propio recinto). El jueves cené con Eugenio, Luna y Jose en el VIPS (refill power!), el sábado con Isil, Isra y Jorge Arredondo en el Foster´s (se ve un patrón de dieta saludable ahí), el sábado con la gente de la foto, otra vez en el VIP´s (pero era un VIP´s distinto) y el domingo con Eugenio, Luna (y consorte), Dela, Edu, Miguel y la aparición estelar del amigo Sappia. Esta vez en un Tony Roma´s (me va a costar mucho gimnasio bajar este fin de semana).

A ellos habría que sumar la gente con la que coincidí en la feria en sí, pero si me pongo a pasar lista seguro que me dejo alguno, y estaría feo.

De modo que me traigo el recuerdo de haberme rencontrado con gente maravillosa a la que llevaba mucho tiempo sin ver y echaba de menos. Han faltado algunos, pero ya habrá más escapadas. 

domingo, 13 de marzo de 2022

Así fue Interocio

Atacado por la mascota.

Hoy ha terminado el evento que me ha traído a Madrid: Interocio, una feria de juegos de mesa, a la que vine en calidad de colaborador, pues tenía claro que quería ayudar a los organizadores, que son quienes todos los años se encargan de mis queridas TdN. Es por eso que en cuanto surgió la oportunidad de echar un cable, no lo dude. 

Sin embargo, eso no me ha impedido disfrutar algo del evento, que si bien no soy el público objetivo (estaba sobre todo orientado al ocio familiar), no por eso dejaba de haber algunas actividades interesantes y caras conocidas del mundillo, a la mayoría de los cuales llevaba más de dos años sin ver.

He podido descubrir algunos juegos interesantes, como It's a wonderful world, No Reply, Below o  Tintura, así como la micro escape room que ofrecía Devir. 

Ha habido muchos ratos muertos, es verdad, y durante gran parte del tiempo estaba haciendo otras cosas y no jugando (pero sabía a qué venía, de modo que no lo puedo poner como si fuera algo negativo), pero el balance ha sido positivo, ya que me ha permitido reencontrarme con muchísima gente, me ha permitido vivir algo más parecido a la normalidad prepandemia y, sobre todo, me ha permitido aportar un pequeño granito de arena a este gran evento. 

viernes, 11 de marzo de 2022

Transmitiendo desde Madrid

 

Reencuentro con amigos tedeneros.

Hago un alto en el camino para dar señales de vida desde la capital de España, donde este fin de semana se celebra la Feria Interocio, evento al que he venido en calidad de colaborador. Del evento en si hablaré cuando termine, de momento me centro en mi día a día.

El jueves salí de trabajar y comí algo rápido, antes de montar en el autobús (un Supra, cuyas prestaciones han empeorado muchísimo) y una vez en Madrid, metro al apartamento donde me alojo. Luego aprovecho para quedar y cenar con gente de las TdN, a los que no había visto en dos años (cosas de la pandemia). 

Hoy viernes, me levanto y aunque no tengo turno hasta las 16, me acerco al recinto ferial, y cuando estoy a mitad de camino, en mitad de ninguna parte, me escriben para decirme que por una visita del jefe del Estado a un evento que se celebra en el pabellón de al lado, no se puede acceder hasta las 13:00.

Me toca hacer tiempo, para lo que busco el bar más cercano. Me entretengo con un Colacao y el periódico y por fin consigo entrar. Pero como hasta las 16 no empieza a llegar el público y no hay nada que hacer, me vuelvo a al habitación, juego un rato a la switch, como y a las 15:30 estoy ahí de nuevo.

Ayudo con el montaje, un poco en el puesto de información (o sea, lo que hago entre semana), saludo a algunos conocidos que voy viendo y se pasa la tarde.

Para cenar, con otros amigos de las TdN y nuevamente retirada.

jueves, 10 de marzo de 2022

Tick, Tick... Boom!

 Spiderpiano.

Biopic musical, basado en la vida del compositor teatral Jonathan Larson, quien, a punto de cumplir los 30 se encuentra con la crisis existencial de querer buscar su gran obra, al tiempo que ve que la juventud se le escapa y su vida no es la que esperaba que iba a ser (lo que viene siendo la crisis de los 30, vaya).

Confieso que es una película que no habría llamado mi atención de no ser porque el protagonista está nominado a mejor actor en los Oscars, y confieso también que creo que no me habría perdido nada si no la hubiera visto. Los números musicales y las canciones (parte muy importante de la película) me han gustado bastante, algunas mucho, pero la película en general se me ha hecho un poco aburrida, y no llegaba a conectar con la historia que me estaba contando.

Supongo que si la hubiera visto hace 10-15 años me habría gustado más. 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Obi-Wan Trailer

Me parece fatal que sea el 25 y no el 4 de mayo.

Disney+ sigue exprimiendo la gallina de los huevos midiclorianos y nos lanza el trailer de una serie que ya había anunciado hace tiempo, la protagonizada por uno de los personajes más icónicos, Gandalf, digo, Dumbledore, digo, Obi Wan Kenobi. 

El trailer ha llamado bastante mi atención, pero es cierto que hace trampa, ya que la canción estratégicamente colocada (Duel of Fates) en seguida, le hace a uno venirse arriba. Peor bueno, también es verdad que Star Wars me gusta más cuando es épica y llena de cosas jedis que cuando se va a algo más terrenal, de modo que a priori llama mi atención más que el Mandaloriano o El libro de Boba Fett (la cual tengo a medio ver).

Ya veremos en mayo. 

lunes, 7 de marzo de 2022

Cómo volví a conocer a vuestra madre

Nos volvemos a ver.

Pronto se cumplirán 8 años del final de esta serie, casi tantos como los que estuvo en antena, y hará un par de semanas, aprovechando que estaba en Disney+, me dio por ver otra vez el primer capítulo. Le siguió el segundo, luego el tercero... y por la tontería estoy ya por la mitad de la 3ª temporada, y como es una serie a la que tengo muchísimo cariño,  a pesar de que algunos chistes no han envejecido del todo bien (las sensibilidades sociales hoy son distintas a las de hace 10 años), la sigo disfrutando tanto como entonces y todo apunta que me la volveré a ver entera, aun sabiendo que tuvo sus bajones gordos y su cierre no fue como me habría gustado. 

Es un placer ese retorno al hogar y volver a ver a Ted, Ronin, Marshall, Lilly y Barney haciendo de las suyas.

domingo, 6 de marzo de 2022

Escapada Zaragozil

El reparto de este capítulo. 


Recién llegado a casa, después de haber pasado el fin de semana (como puede deducirse del título) en Zaragoza. Concretamente en casa de nuestro amigo Iñigo, anfitrión de muchas tardes cuando vivía en Bilbao y anfitrión de estas kedadas cuando vamos a visitarle a Zaragoza.

El plan comienza el viernes, con el amigo Solid recogiéndonos en Bilbao con el coche. Llegamos allí a eso de las 8 de la tarde y hacemos lo de siempre: ir al supermercado a comprar... demasiada comida. Luego unas pizzas, unas partidas al Dune Traición y a dormir.

El sábado por la mañana desayunamos y vamos al Cíber, donde probamos el Project Winter, un divertido juego de roles ocultos y obvia inspiración en La Cosa, de Carpenter. 

Después de comer, nos echamos unas partidillas al Soviet Kitchen, antes de ponermos con el plato gordo del menú lúdico, que es una épica partida de Mansiones de la Locura, que se prolonga hasta después de la cena y en la que ganamos, no sin sufrimiento.

El domingo por la mañana una de cíber, donde probamos el Serious Sam 3 (que confieso que no es santo de mi devoción), comemos y de nuevo volvemos a Bilbao, donde nos espera la lluvia.

Obviamente, y entre medias, muchas risas y batallitas, que es lo propio de este tipo de kedadas. 

jueves, 3 de marzo de 2022

Licorice Pizza

El cartel me sedujo.

Tengo sensaciones encontradas con esta película. Me ha gustado, sí. Y si analizo sus elementos técnicos (actuación, fotografía, música, ritmo...) me sale que todo bien, pero hay una cosa, de la que hablaré al final, que no me rompe la película, aunque me chirría un poco. 

Podríamos decir que es la clásica historia de chico conoce a chica, se enamora de ella y por el camino pasan cosas. Porque básicamente es eso, una sucesión de eventos, sin que haya un hilo definido, más allá de la relación que se forma entre Gary y Alana, y que es su vida y sus anécdotas en la California de 1973. Personajes bien definidos, con los que en seguida te encariñas y una película, en general muy vital y positiva, con algún momento un poco valle pero que nunca llega a aburrir. Los actores están genial (Alana Haim enamora a la cámara en cada fotograma que sale), y la recreación de esa época es maravillosa, un regalo para ojos y oídos. Incluso los títulos de crédito son una joyita.

Entonces, si todo tan bien, ¿qué es lo que no me ha gustado de ella? Lógicamente la respuesta a la pregunta es un spoiler que revela la última escena, por lo que quien no quiera que le cuente el final, haría bien en dejar de leer.

La cuestión que me arquea la ceja es, ¿de verdad hacía falta que terminaran juntos? Me habría gustado más que hubiera terminado simplemente como una sana relación de amistad, en vez de romantizar lo que terminaría siendo, por varias razones, una relación más tóxica que el plutonio caducado. Y eso sin contar que ella tiene 25 años y él 15. ¿Me ha gustado la película? Sí, pero, y este es mi pero.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Tainted Grail: La caída de Avalon



¡Por fin le echamos el cierre!

Hace poco más de un año comenzamos la campaña de este juego que, si bien tenía muy buena pinta, se ha convertido por derecho propio en la decepción lúdica del año y uno de los peores juegos con campaña cooperativa que he tenido oportunidad de jugar. Tanto es así, que la idea de abandonarlo a medias llevaba ya tiempo rondando (de hecho, tuvimos un parón de meses porque siempre que nos juntábamos siempre preferíamos jugar a otra cosa), pero apretamos el culo y, aunque pasándonos las infumables reglas por el forro, solo avanzando en la historia, aguantamos hasta el final. Y hemos respirado con alivio cuando el libro nos anunciaba el final de la campaña.

¿Por qué me ha parecido tan malo?

No puedo dar una sola respuesta a esto. No al menos sin explicar vagamente el juego.

La ambientación nos transporta a una especie de Inglaterra postartúrica, en la que un mal conocido como "rareza" se ha adueñado de la isla, poblándola de monstruos, y los personajes (que al principio parecen diferentes y con capacidades únicas pero acaban siendo clónícos) son los habitantes de una aldea, que se embarcan en la búsqueda de sus mentores, para averiguar un enigma. En su misión irán desubriendo lugares de la isla, conociendo a gente y enfrentándose a sus desafíos. Pero no pueden ir a cualquier sitio, ya que la isla es una trampa mortal, a causa de la niebla, y solo pueden vivir si se auspician al amparo de los menhires, unos monolitos de poder mágico ya extinto, que se pueden reactivar con gran esfuerzo, pero por tiempo limitado.

Para plasmar esto, el "tablero" del juego se compone de una baraja de cartas que, desplegadas, van formando un mapa, de modo que cuando accedemos a una región, podemos habilitar las adyacentes, siempre que estén también adyacentes a un menhir. El problema es que activar los menhires no solo es costoso, sino que es por tiempo muy limitado, y además solo puede haber tres a la vez. Esto, en términos de juego, significa que es un coñaaaaaazo, ya que hay que tirarse la mitad del tiempo consiguiendo recursos para avanzar un poquito antes de que se apaguen los menhires, que duran 3-4 turnos nada más. Y eso las primeras veces, cuando los personajes son débiles y todo parece una carrera por la supervivencia (pues cada turno vienen eventos que pueden ser perjudiciales), tiene su gracia, pero cuando lo has hecho ya diez veces y conseguir recursos es algo rutinario, se vuelve algo tremendamente tedioso, hasta el punto de que el juego mejoró mucho cuando decidimos ignorar esa regla (y es una de las reglas angulares de su mecánica). 

Esas figuras tan bucólicas son los menhires. 

A lo largo de la campaña, como decía arriba, iremos explorando las diferentes localizaciones (en teoría el grupo se puede separar, pero está demasiado orientado a ir todos juntitos como si el grupo fuera uno solo). En ellas, además de las acciones propias que tengan, podemos hacer la acción de explorar, con la que acudiremos al diario de exploración, que es literalmente un librojuego y nos irá dando las diversas opciones, con sus correspondientes consecuencias, y a medida que vayamos haciendo cosas ganaremos o perderemos recursos (comida, experiencia, riqueza, reputación o magia), descubriremos información u obtendremos estados, que los marcaremos en una hoja y afectarán a lo que vaya pasando (ejemplo inventado: si vamos a un pueblo y nos da la opción de matar al alcalde, marcaremos el estado "un tirano derrocado", de manera que la próxima vez que al explorar en algún sitio nos pregunta si tenemos "un tirano derrocado", lo que pase variará en función de lo que hayamos hecho). Esta idea, que sobre el papel parece brillante, en la práctica funciona bastante mal, porque a veces es ridículamente lineal (demasiadas veces para avanzar en la historia es necesario probar todo con todo, a lo aventura gráfica) y no son pocas las ocasiones en las que se generan situaciones ridículas. 

Sin embargo la historia es, de largo, lo menos malo del juego. No es para echar cohetes (pese a que hay quien la pone por las nubes), pero más o menos cumple. Lo malo es la parte mecánica, y si ya la gestión de recursos es aburrida y aporta poco, vamos a la peor parte del juego, que son los encuentros.

El juego nos presenta dos tipos de encuentros: combate y diplomacia, que son sus matices son lo mismo. Una especie de puzzle en el que tenemos que ir encadenando cartas (cada una con sus efectos y conexiones), hasta conseguir terminar el desafío. Además, a medida que vayamos ganando experiencia, podremos comprar cartas mejores (eso dice el manual, habrá que creerlo) para reemplazar las iniciales y mejorar el personaje. Esto, junto con las habilidades que compremos y los objetos que nos encontremos, nos harán ser cada vez más poderosos. Nuevamente una idea que sobre el papel parecía buena y en la práctica era infumable. El factor construcción de mazos, así como la dificultad de los encuentros, brillaba por su ausencia. Llegaba un momento en el que ni nos molestábamos en resolver los combates, porque era ridículo (y sí, leímos y releímos las reglas varias veces, no lo estábamos haciendo mal), y tampoco veíamos un aliciente en molestarnos en adquirir cartas nuevas. 

Mención especial requiere, por cierto, el tema del Libro de los Secretos, que es una monumental cagada de diseño. Como ya mencioné antes, el diario de exploración es un librojuego, pero al final tiene un apéndice, que es el libro de los secretos, y por motivos que se me escapan, algunos de los epígrafes no están en el diario, sino que están en el libro de los secretos (hacer que el juego fuera cómodo no lo contemplaron). Pero lo peor no es eso, no. Había veces en las que podía decirnos "si haces tal cosa ve al epígrafe "7" o "ve al epígrafe 235 del libro de los secretos", pero otras veces, sin venir mucho a cuento, les debió de parecer que era una idea muy divertida no poner el número, sino unos dibujos de unas calaveras tal que así:

Ahí pone "ve al 158".

"¡Oh, qué guay, un puzzle!", podría pensar uno, ¿verdad? Pues no, error. No hay tal puzzle. Esos dibujos significan simplemente "coge la moneda numerada y ponla ahí para encontrar el número, que te lo podríamos haber puesto directamente, ahorrándote unos segundos de tu vida y evitando el riesgo de que te equivoques de párrafo y eches a perder la historia" y hacían... exactamente eso. De verdad, cada vez que salía uno de esos, mis ganas de ir a Polonia y abofetear a los diseñadores del juego aumentaban.

Por decir algo bonito, puedo decir que el diseño de los componentes estaba bien y algunas ilustraciones eran vistosas. Pero todo lo demás, jugabilidad, balance de dificultad, reglas, coherencia narrativa, personajes... un total y absoluto desastre. En su defensa diré que la mecáncia de guardado de partida era cómoda, pero la putada es que luego había que volver a sacarlo de la caja y jugarlo.

En fin, un patinazo en toda regla que no soy capaz de entender cómo es que está teniendo unas críticas tan positivas. Supongo, a juzgar por muchos comentarios que he leído, que nuestro error fue jugarlo a cuatro jugadores, y que es uno que funciona mucho mejor a dos o en solitario. Peor desde luego, seguro que no iba a ser.  

martes, 1 de marzo de 2022

Bricomanía en casa paterna

Mismo glamour que Henry Cavill montando un PC.

Sin nada mejor que contar, diré que hoy a la salida del trabajo he pasado por casa de mi padre, ya que me ha pedido que le echara una mano, pues tenía que montar un armarito con espejo (el de la foto), pues es de estas cosas que uno solo es pesado, pero entre dos se hace en un periquete.

Así que ahí hemos ido, y nos hemos puesto en ello. Es curioso, porque así como para otras cosas es literalmente lo contrario, yo en estas cosas suelo ser metódico, seguir las instrucciones a rajatabla, mientras que mi padre iba hacia delante de modo caótico. Eso, pese a que las instrucciones se saltaban algún paso (siempre se dejan ese paso, lo que obliga a dar un salto de fe), hemos podido montar el mueble, con razonables garantías de que no se va a venir abajo en cuanto la perra cargue contra él (cosa que, conociendo a la perra, ya habrá pasado). 

Trabajo hecho, y la verdad es que lo de montar muebles es una de las chapuzas domésticas que más me suelen gustar.