jueves, 31 de octubre de 2019

Resident Evil 2 (remake)

Leon y Claire contra Umbrella.

Odio este juego, no lo disfruto nada. Está demasiado bien hecho y da mucho miedo.

Ahora en serio, hay que quitarse el sombrero ante esta maravilla de Capcom, que no se limita a fusilar el Resident Evil 2 y ponerle gráficos bonitos, sino que introduce bastantes cambios como para decir que es un juego nuevo y a la vez siendo lo suficientemente respetuoso con el original como para llamarse remake. Consiguen un juego disfrutable (y sobre todo sufrible) tanto para quien no haya jugado la versión de 1998 como para quien sí, y además actualiza algunas cosas, solucionando cuestiones que resultaban un poco ridículas.

El aspecto técnico es impecable, con un sonido inquietante y unos gráficos que crean una atmósfera de verdadera película de terror, jugando muy bien con las luces, que hace que a veces llegues a tener miedo hasta de tu propia sombra. Los sustos y la tensión vienen bien servidos. Especialmente logradas las expresiones de los personajes, muy humanos.

Sigue habiendo puzzles, aunque debo reconocer que no tengo paciencia para ellos y en la medida posible tiré de guía (no me apetecía patearme media comisaría buscando contraseñas para unos candados a los que, en la vida real, les habría aplicado una bala) y la historia es, con algún matiz, la que ya conocemos. La dificultad, teniendo en cuenta que lo jugué en el modo más fácil de todos (como hago siempre), me pareció bien ajustada, sobre todo al principio, cuando cada bala es un valioso tesoro, y la jugabilidad es lo suficientemente buena como para que no dé pereza volver a empezar el juego una vez terminado. Porque claro, esto va de pasarse el juego con Leon y con Claire, dos veces cada uno si se quiere ver la historia completa. Y luego los extras, que es otro cantar.

La verdad es que me ha parecido un verdadero juegazo y un regalo para los fans de la saga (regalo si obviamos el dinero que tuve que pagar para llevármelo de la tienda, claro), que lejos de ser "la misma mierda pero en bonito" nos ofrece una experiencia de juego completamente nueva. 

Algo me dice que no tardaremos en ver versiones remasterizadas de otros clásicos de la saga.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Noche de bodas (Ready or not)

Habría sido mejor el viaje a Cancún.

Simpática y sorprendente, por lo gamberro, película de terror. No esperaba gran cosa de ella, más allá de un slasher genérico y me he encontrado con algo mucho más entretenido y divertido de lo esperado, con un sentido del humor muy particular.

Nos cuenta la historia de Grace y Alex, una pareja de recién casados celebrando su noche de bodas en la mansión de la familia de Alex, los Le Domas; una familia muy peculiar, que tiene una curiosa tradición cada vez que uno de sus miembros se casa. El recién llegado a la familia debe jugar a un juego... y los demás le dan caza con intención de darle muerte.

El previsible show de persecuciones, sustos y sangre se ve adornado con momentos francamente divertidos y golpes que no me esperaba, con personajes que sin dejar de ser clichés funcionan muy bien y una música elegida con bastante acierto. 

Me ha gustado, pues creo que la propuesta que hace funciona muy bien.

martes, 29 de octubre de 2019

Fecha para el F5

Ahí está la información.

Queda poco más de un mes para el evento rolero más esperado del invierno (doblemente esperado tras la cancelación del año pasado), las jornadas Rolea de Mollina, y hoy han anunciado la fecha de inscripciones. El sábado para los veteranos (es decir, inscritos el año pasado) y el domingo para los novatos, y me tocará ir a la segunda tanda, pues aunque he ido todos los años, este año voy con amigos de Bilbao, y como ellos no han ido nunca, toca ir a segunda fase. Esperemos que los dioses del F5 sean propicios.

lunes, 28 de octubre de 2019

Minivacas

No tan literal.

Por si algún despistado no se ha dado cuenta hoy es lunes, pero un lunes que escuece menos, pues tiene elementos de viernes, ya que mañana empiezan mis breves vacaciones de tres días y que sumado el festivo hace que hasta dentro de 6 días no me toque volver. Tenía días sin gastar, y como en algún sitio tenía que meterlos, elegí "última semana de octubre".

Hoy ha sido también un día en el que he vuelto a pasar por mi antigua oficina de Nicolás Alkorta, y es que se jubilaba Elias, un gran compañero de trabajo que durante estos años ha sido maestro, consejero y amigo, por quien me alegro un montón, pues la jubilación, cuando va acompañada de salud, es una bendición. 

Por ese lado, ha sido agradable volver a ver a viejos compañeros y a gente que no veía en mucho tiempo y me apetecía ver. Y los que no me apetecía ver, pues les he ignorado, ellos a mí también y tan amigos. 

domingo, 27 de octubre de 2019

Fin de semana con Oktoberfest y más cosas

Realmente mi jarra era de Coca-Cola.

Al ser varias cosas de las que hablar (¡como esa nueva victoria de Bilbao Basket!) haré la típica entrada de fin de semana. La verdad es que casi podría empezarla el jueves, pues el viernes no tenía que trabajar, pero por seguir las tradiciones voy con el viernes por la tarde, que empieza con rol. 

Empezamos una nueva campaña, en la Tierra Media, una ucronía en la que la historia del Señor de los anillos cambia mucho y la compañía del anillo (que hace la ruta del Oeste) se compone de Merry, Pippin, Faramir, Saruman, Balin y Beravor. Con Fate acelerado, muy divertida.  Por la noche sigo por la lonja y juego, con estrepitosa derrota, una partida de Star Wars Rebellion, no sin antes darme el gustazo de convertir a Lando Carlissian en jedi.

El sábado por la mañana se me va un poco en nada y por la tarde mis planes de ir al cine se truncan cuando a medio camino me doy cuenta de que me he dejado la lavadora puesta y tengo que volver, así que vuelvo a casa, cuelgo la ropa y le doy un poco de caña al remake del Resident Evil 2 (demasiado bien hecho, da mucho miedo).

Por la tarde-noche a la carpa de Zorrozaurre, donde está montado el Oktoberfest. Lo que viene siendo sentarse en una mesa con cerveza y comida alemana, mientras una orquesta toca música (y cada dos por tres, el Ein Prosit).

Domingo por la mañana una victoria más sufrida de lo que parece contra Fuenlabrada, en la que Bilbao Basket juega muy mal pero ellos peor, y por la tarde una nueva entrega de la campaña de Warhammer, que se va acercando a su fin.

viernes, 25 de octubre de 2019

Por qué el nuevo trailer de Star Wars suena tan épico

Se dice poco, pero Jaime Altonazo es un genio.

Acaba de salir el tráiler de la nueva película de Star Wars, que iré a ver de cabeza, y ha conseguido dejarme ya el hype, con ganas e ilusión de ver la película. ¿Y por qué? En este vídeo explican muy bien la "trampa".

Muy bien explicado, como de costumbre. ¿Y sabéis qué? Que conmigo les funciona, y cada vez que escucho el nuevo trailer disfruto como un gorrino mientras me salta la lagrimilla que me lleva de nuevo a sentirme como si tuviera 10 años. 

¡Benditas sean esas trampas! Porque yo a las películas de Star Wars les pido exactamente eso, que me vuelvan a hacer sentir como un niño y que me entretengan mientras pego botecitos en la butaca del cine y grito mentalmente "¡piu, piu!". 

El tráiler de El resurgir de la fuerza consiguió exactamente eso, y aunque desde un punto de vista cinematográfico es una película a la que podría poner una y mil pegas, conmigo consiguió esa magia. Ir al cine, dejarme llevar y disfrutar con la ilusión infantil. 

Hace 20 años me pasó lo mismo con La amenaza fantasma, y deseo que me pase lo mismo con El ascenso de Skywalker. 

No quiero un plato de gourmet, quiero mi colacao calentito con galletas.

jueves, 24 de octubre de 2019

El unboxing de Franco

Lo más adecuado habría sido guardarlo ahí.

Tarde y mal. Así llega la exhumación del dictador Franco, ese individuo que tuvo un país secuestrado durante casi 40 años y cuyas facturas aún estamos pagando. Encima hay que aguantar que se le hagan honores y cucamonas, como si fuera una personalidad y no un vulgar delincuente. Porque, no se nos olvide, eso es lo que era.

Sacar a Franco del Valle me habría valido si hubiera ido acompañada de la retirada de todos sus títulos, la revocación retroactiva de sus rangos militares y una declaración institucional diciendo lo que fue: un terrorista. Esto es solo mover la mierda de una papelera a otra.

A ver, está bien por ver rabiar a los fascistas de turno, que ven cómo su amado líder tiene que mover su blanco culo de donde estaba, pero me temo que no es suficiente. Y ojo, que no es un tema de revanchismo, sino simplemente de llamar a las cosas por su nombre, y ya que el muy malnacido se salió con la suya en vida, al menos que no se lleve también el cómodo olvido.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Malaka

Y el personaje más importante, que es la propia Málaga.

No empezó con muy buen pie esta serie, con aquella nefasta idea de estrenarse con un doble capítulo que terminaba casi a la 1 de la madrugada de un lunes. De hecho, eso podía haber hecho que no la siguiera viendo, pero me animé a ver el segundo capítulo en Internet y seguí con ella, cosa de la que me alegro.

Terminada esta temporada de Malaka (diría primera, pero no sé si tendrá continuidad), puedo decir que es una buena serie (y otro motivo para ser fan de Javier Olivares). La definición facilona, aunque no muy desacertada, es decir que es la True Detective española, y es que tiene muchos elementos de aquella serie y que aquí funcionan muy bien.

Fantásticamente ambientada en Málaga (si me he de fiar de lo que leo, han cuidado mucho el habla local y los actores son malagueños), nos plantea varios frentes; un asesinato, una nueva droga que aparece en la ciudad y los propios conflictos personales de los protagonistas, cuyas vidas están llenas de fantasmas.

Para desarrollar esas tramas, Malaka nos crea todo un ecosistema mostrando la cara oscura de la ciudad, con las bandas criminales (tanto de navaja y gorrilla como de traje y corbata) y va tejiendo una red que atrapa al espectador, dejando caer las pistas de lo que está pasando en realidad, hasta llegar a un final bastante acertado y un genial capítulo 7, el anteúltimo, que me pareció el mejor tanto en concepto como en ejecución.

Las actuaciones, muy naturales, consiguen terminar de completar esa atmósfera, y ahí hay que destacar a Salva Reina, muy alejado de sus habituales papeles cómicos, Vicente Romero, que crea un detective Romero tan genial como sorprendente o Laura Baena, con la imponente "Tota".

Una serie de calidad, y de las pocas que tiene el mérito de haber conseguido que yo me ponga delante de la tele a una hora concreta para ver algo cuando lo emiten. Espero que haya segunda temporada, que si atinan bien puede funcionar. 

martes, 22 de octubre de 2019

Zombieland: Mata y remata

La familia matazombis vuelve a la carga.

Esta secuela de la tronchante Bienvenidos a Zombieland tenía el listón muy alto, pues su predecesora era francamente divertida y han tenido tiempo de sobra (10 años, nada menos) para preparar algo digno.

Y lo consigue, holgadamente, pues Zombieland: Mata y Remata es una desenfrenada película llena de humor, acción y muchos zombis en forma de Road Movie llena de autorreferencias y que sigue con el estilo que hizo triunfar a la semana, rompiendo mucho la cuarta pared y con esos maravillosos incisos "matazombis de la semana", algunos de los cuales me hicieron romper en carcajadas.

Algunos de los personajes nuevos funcionan bastante bien (Madison, ese chiste de rubias andante, tiene momentos geniales) y la verdad es que creo que aquí todavía hay material para estirar un poco la franquicia, y si se animan a lanzar una tercera entrega de Zombieland (¿habrá que esperar hasta 2029?) ahí estaré para verla.

Genial también la escena postcréditos. Muy en la línea del resto. 

lunes, 21 de octubre de 2019

El asesino de los caprichos

Parece que sí, pero no.

La presencia de Maribel Verdú y Aura Garrido, que son lo mejor de la película, suele ser una garantía y lo que durante gran parte del metraje levanta la película, pero aunque hacen lo que pueden, milagros los justos, y bastante que logran salvar los muebles.

Esta película nos plantea un interesante thriller sobre un asesino en serie que basa sus asesinatos en los crímenes de Goya, y alternando la investigación del caso con la vida personal de los protagonistas y sus constantes roces, que son lo mejor, logra ir disimulando la inconsistencia de la trama, hasta que llega un momento en el que el humo se termina por disipar y los espejos quedan a la vista, quedando un final completamente atropellado, anticlimático y un epílogo que termina por resultar un pegote, tras una resolución del caso de las de "La película se va terminando. Venga, pues el malo es este porque sí".

domingo, 20 de octubre de 2019

¡Una de croquetas!

No ha habido que lamentar bajas civiles.

No soy muy de cocinar, pero hoy era el cumpleaños de alguien muy especial, y como regalo me apetecía agasajarle con un experimento culinario, así que me puse manos a la obra y busqué la receta de algo que nunca antes había cocinado: croquetas.

La receta rezaba:

-1 cucharada sopera de aceite de oliva
-2 cucharadas soperas de harina
-1/4 de litro de leche entera
-1 huevo
-100 gramos de pan rallado
-Nuez moscada
-Sal

Lo primero era hacer la bechamel. Esto es fácil, que ya había hecho (igual llevaba 15 años sin hacer una bechamel, pero eso es otra historia). Para quien no sepa, es fácil: harina, aceite y leche a la sartén, remover y calentar. Aquí, siguiendo las instrucciones de la receta, antes de echar la leche doré un poquito la harina con el aceite.

Hecha la bechamel, tocaba echar sal y nuez moscada (que le da un toque muy rico), junto con el ingrediente. Como eran mis primeritas croquetas me fui a lo básico y eché jamón. En un primero momento pensé que había echado demasiado jamón, pero me saltó el corrector gramatical del Word; "demasiado jamón" es gramaticalmente incorrecto.

Hecha la masa, a la nevera con ellas, que además tocaba ir a Getxo a por cómics.

Hoy era la segunda parte: por la mañana dar forma a las croquetas y empanarlas (para dummies: mojar en huevo y embadurnar en pan rallado, hasta que queden completamente rodeadas). Importante hacer pausa para comer (cocinar las croquetas con hambre habría tenido consecuencias desastrosas y el regalo de un tupperware vacío) y luego freírlas.

Las croquetas antes de la sartén (no me acordé de hacerles foto luego).

Mucho aceite, casi la sartén hasta arriba y calentar durante un buen tiempo hasta que el aceite esté muy caliente. Para comprobar si iba alcanzando la temperatura adecuada aprovechaba para de vez en cuándo echar los restillos de huevo empanado que sobraban de hacer la masa. Puede haber quien prefiera otros métodos de comprobación de temperatura ólea, como introducir partes del cuerpo en la sartén, pero a priori es algo que desaconsejo.

Introducidas las croquetas en el aceite, el tiempo justo para que hagan su cosplay de Anakin en Mustafar y cojan un color dorado, toca sacarlas, dejarlas en papel de cocina para que absorban el aceite, y una vez se han enfriado, quedan listas para su consumo.

Es algo que lleva rato, pero es bien sencillo de hacer.

sábado, 19 de octubre de 2019

Salón del cómic: cosecha

  
Se han venido hoy conmigo a casa.

Un evento clásico de estas fechas y al que suelo ir más o menos todos los años es el salón del cómic de Getxo, este año con una carpa muy menguada (ya sucedió el año pasado) y siempre acabo volviendo con algo para casa.

Esta vez tenemos lo que se ve en la foto, el recién publicado Vergüenza y Olvido (sobre la guerra hispano-filipina) y un par de esenciales de Daredevil que estaban a precio de risa.

En el caso de Daredevil era algo más difícil, pero con Vergüenza y Olvido he aprovechado que estaban los autores en el stand para que me dedicaran el ejemplar, y el resultado solo puedo catalogarlo como espectacular.

Con cosas así, merece la pena hacer cola.

También hemos aprovechado que venía David Rubín a firmar ejemplares, para que dedicara un par de cómics a mi señora novia, y la verdad es que este hombre es siempre encantador y más majo que las pesetas, por lo que da gusto ir a sus sesiones de firmas. 

jueves, 17 de octubre de 2019

Mientras dure la guerra

Karra Elejalde, genial como Unamuno.

Amenabar es un director que estaba en mi Olimpo de cineastas, pero tenía un problema: cada película suya me gustaba menos que las anteriores, llegando hasta Regresión, que sin ser horrible me resultó incluso mediocre (peor desde la perspectiva que en el momento), pero aquí consigue romper esa tendencia y nos pone una película muy disfrutable en la que la dirección de actores brilla a un nivel altísimo, alcanzando casi las cotas de Mar Adentro en ese sentido, con los personajes que saltan de los libros de historia para irse a la película. 

Miguel de Unamuno, el bilbaíno más universal, es un personaje que ya de por sí tiene un atractivo especial, pues no en vano estudié en el instituto que lleva su nombre y además tenía raíces en Bergara (como mi señora madre), y el tema de la guerra civil, ese periodo oscuro de nuestra historia, siempre resulta llamativo.

Aquí nos trasladan a 1936, los inicios del conflicto y se centra en las figuras de Franco y Unamuno, magistralmente caracterizados junto con un también soberbio Millán Astray, que es la tercera pata del banco (¡chistes de cojos, el último grito en humor ingenioso!). En el caso de Karra Elejalde, incluso a pesar de que su inconfundible voz le delata, costaba creerse que fuera Karra y no un señor distinto imitando su voz. Airbag fue su salto a la fama y con 8 apellidos vascos consiguió el éxito, pero este Unamuno es, sin lugar a dudas, el papel de su vida. 

De esta película me gusta mucho que consigue demostrar que humanizar no significa dulcificar (Franco era un hijo de puta y un fanático, pero un ser humano. Un ser humano terrible y un terrorista, pero humano), y nos cuenta la historia de una forma tan verosímil que asusta. Y asusta sobre todo porque el discurso del fascismo es, por desgracia, muy actual, y pocas son las diferencias (nulas, de hecho) entre el discurso falangista y el de ciertos partidos que se autodenominan de "extrema necesidad".

Como también es de plena vigencia el maravilloso discurso final de Unamuno, en una escena que creo que podría ver repetida en bucle una y otra vez. ¿De verdad vamos a tener que esperar a febrero para que le den el Goya a mejor actor a Karra Elejalde por su Unamuno? ¿No se lo pueden ir dando ya?

miércoles, 16 de octubre de 2019

Una de chinches (continuación)

La zona rodeada de brillo es barniz comido.

Había empezado a contar por aquí mi nada divertida odisea con los chinches, que por suerte se solucionó. Y se solucionó gracias a que contraté a una empresa de desinfecciones, pero eso también tuvo su lado malo.

La primera vez que hablé con ellos fue cuando recibí la visita de la empleada a quien expuse el problema y me explicó el procedimiento (gasearlos como si no hubiera mañana, varias veces) y los precios. Firmé, porque en ese momento habría firmado hasta la entrega de mi primogénito nonato a Amazon, y concerté la primera visita. 

Moví los muebles y busqué alojamiento en el exilio para el día del gaseo, pues había que pasar 24 horas fuera de casa para evitar morir envenenado.

Vinieron, fumigaron y cuando volví, pensando que la pesadilla había terminado, volví a ver uno de esos incómodos visitantes. Sudores fríos, cabreo (dentro de que sabía, pues me habían advertido de ello, que podía pasar) y vuelta a llamar. "Oigan, que sigue habiendo chinches".

Volvieron a fumigar, con otra noche fuera y resto del ritual. Y cuando volví, me encontré con unas manchas indelebles en el parquet... y que seguía habiendo chinches. Llamé otra vez, para dar parte del suelo... y de los chinches. 

Mandaron un operario supuestamente a arreglar, pero lo único que dejó fue una nota diciendo que no había podido arreglarlo. La fiesta viene cuando (por Whatsapp, tóquese usted los pies) me intentaron reclamar el pago de sus servicios. Antes de haberme solucionado el problema. 

No lo cuento, lo muestro.


Primer acercamiento. Con una "exquisita" ortografía (¿mayúsculas y tildes para qué?), e ignorando mi "hola, sigue habiendo chinches y además me habéis jodido el suelo" me piden que les pague un trabajo aún sin realizar.


Aquí obvia el problema principal, me explica lo que ya sé y pasa a la bordería condescendiente.


Tras mi respuesta puede verse que hay un lapso de tres meses. Lo que sucedió fue que vinieron una tercera vez, y aunque parece que terminaron de matar los chinches (aún me pareció ver alguno moribundo, pero creo que eso fue producto de mi paranoia), también terminaron de matar el suelo. Les llamé de inmediato y lo único que supe es que mandaron a un operario, que se limitó a mirar el suelo y decir que estaba el barniz quemado.

De la empresa nunca más se supo, hasta que meses después y haciendo la mejor performance que he visto jamás de persona sueca, me escriben en esos términos para pedir dinero.


Y, como se ve, un par de meses después, como quien no quiere la cosa, volvieron a escribir exactamente el mismo mensaje y por el mismo medio, quedándose ahí la conversación tras mi respuesta. Desconozco si volvieron a insistir por Whatsapp porque bloqueé el número. No me parecía nada serio.

Volvieron a la carga algún tiempo después, por correo (pero ordinario, que certificado cuesta dinero), instándome a que pagara, bajo amenaza de llevarme a la vía judicial. Estupendo, yo encantado. Si hubieran interpuesto esa demanda que, oh sorpresa, jamás llegaron a interponer (supongo que no sabían dónde vivía, o algo) les habría aportado la factura del suelo en una bonita reconvención (el "y y tú más" del Derecho Procesal) y a ver quién reía más.

Pero eso no sucedió, no volví a saber nada más de ellos y al final, pues con el dinero que me ahorré de la desinfección arreglé el suelo y aquí paz y después gloria.

martes, 15 de octubre de 2019

Armariado

Mi cuarto ya no parece un decorado de Cuéntame.

La casa casi reformada y mudado desde agosto, pero aún quedaba un detalle por terminar, que era poner las puertas del armario. El mueble en sí no lo he cambiado, es el mismo armario semiempotrado que me vino con el piso, pero sí las puertas, que eran viejas, desgastadas y con una estética que no me gustaba mucho. Así que me fui a una tienda de armarios a medida, contraté las puertas y hoy por fin, con un poco de tardanza, me las han puesto. El resultado, no sé si la foto dice mucho, es bastante bueno.

La instalación ha sido un poco de odisea (tanto que me ha obligado a gastarme un día de vacaciones), pues me dijeron que a las 8:30 venían. Yo pensé que sería venir, montar y marchar, y que a lo sumo para las 10 ya estaba en el trabajo.

Pues no. El operario ha venido, ha traído las cosas, se ha ido a aparcar (lo que en mi barrio no es tarea fácil) y ha empezado a serrar, pues las puertas iban a medida, pero el resto de piezas y embellecedores no. 

Para más inri se le ha roto la máquina que usaba y ha tenido que llamar al compañero, para que se la trajera desde Castro, lo que ha hecho que a las 14 todavía estuviera aquello sin terminar. Y podía cogerme la mañana con horas pero no la tarde, y a las 15:30 tenía que estar en la oficina sí o sí. Así que por fin sobre las 14:15 ha terminado el montaje, he quedado con él para después de trabajar, he comido a la carrera y me he ido al esprint a la oficina.

Pero el armario ha quedado genial, que es lo que importa.

lunes, 14 de octubre de 2019

Una de chinches

Una de las peores plagas que se puede tener en casa.

Que nadie se alarme: NO TENGO CHINCHES EN CASA.

Pero los tuve en el pasado. No en mi casa actual, sino en una anterior, y son una experiencia horrible de la que no hablé en su momento porque, francamente, no me apetecía. Pero hoy en el trabajo ha salido el tema de conversación y me ha venido todo aquello a la cabeza, así que aquí viene la batallita.

De esto haría algo más de tres años. Llevaba una racha de insomnio, en la que me despertaba a las 4-5 de la madrugada con ataques de ansiedad, y también por aquella época, aunque no lo relacioné, me salían de vez en cuándo picaduras en los dedos, como siguiendo la línea de la vena.

Así estuve un tiempo que no sabría determinar (debió de ser entre Semana Santa y junio, por las Ómicron de 2016 o el viaje a Amsterdam) y un día haciendo el cuarto vi algo que correteaba entre las sábanas. Le di caza y llevé el cadáver a una droguería que tenía enfrente de casa, especializada en plagas. 

La autopsia fue clara en su pronóstico: eso era un chinche. Me dio un bote de insecticida bastante potente con el que proceder a gasear el dormitorio. Lo hice, apliqué el producto, cerré puertas y ventanas y... se abrió la caja de Pandora.

Aquello despertó a un montón de chinches, que tuvieron a bien salir de sus madrigueras esa noche. No recuerdo del todo bien el curso de los acontecimientos, pero sí la repugnante sensación de volver a despertar a las 5 de la madrugada, encender la luz y ver a uno de esos asquerosos bichos corriendo por la almohada.

A la mañana siguiente llamé sin dilación a una empresa de desinfección. También tiré muchísima ropa y muebles (el cabecero de mimbre era una auténtica granja de huevos y heces de chinche), y la ropa que no tiré la tuve que llevar a lavar a la lavandería con agua muy caliente. Compré también una funda para el colchón, de modo que no pudieran esconderse ahí y adquirí el hábito de seguir gaseando todos los días. Entendí el porqué de la expresión de "morir como chinches".

En plena fiebre del Pokemon Go, yo me dedicaba a cazar otro tipo de bichos.

Todas las mañanas me dedicaba a cazar 3-4 chinches que se paseaban por el techo y las molduras de las paredes. Algunos recién alimentados eran como gotitas de sangre con patas, más o menos del tamaño de un grano de arroz.

Era insostenible, y afortunadamente me moví rápido a la hora de llamar a la empresa de desinfecciones. Pero eso tuvo también unas consecuencias negativas, de las que ya hablaré en otro momento. Sin embargo, para tranquilidad del público que me lee, aquello de los chinches ya pasó, y aunque fue una auténtica pesadilla y no se la deseo a nadie, es algo que forma del pasado. Aunque es verdad que durante muchas semanas sentía escalofríos cada vez que me despertaba de madrugada y sentía la más mínima cosquilla.

domingo, 13 de octubre de 2019

Finde con roleo revival

El retorno de Oninga Rask.

El viernes poca cosa, la verdad. En casa sesteando, luego a hacer la compra y a a lonja un rato, aunque me retiré pronto, pues no había plan.

Más movido fue el sábado, que por la mañana tenía otra reunión para planificar las actuaciones de improvisación teatral y por la tarde partida de Dungeon World. La partida fue bastante especial, ya que al hacerme el personaje decidí hacerme a la clériga Oninga, que fue el primer personaje que tuve cuando empecé a jugar a rol allá por 1990, con 12 años. La verdad es que fue muy bonito y la partida bastante épica, con momentos emotivos.

Por la noche seguimos en la lonja, jugando al Clank! y otros juegos.

Domingo por la mañana he ido al gimnasio a sudar un poco, que luego ha sido una de comer pizza y por la tarde partida de rol (he hecho pira al basket y no he podido ver la victoria ante el Baskonia), continuando con la campaña de Warhammer, que poco a poco se va acercando a su final.

viernes, 11 de octubre de 2019

Cocina Ca$era

El que no llora no mama.

Ya hablé por aquí de las vueltas que tuve que dar para que Ikea se dignara a montarme la cocina, que hasta tuve que ir allí a exigirles, tras dos plantones, que me la pusieran de una vez.

Puse incluso la pertinente reclamación en Consumo, de la que ya me había olvidado hasta que esta semana me llamaron de ahí para decirme que, recibida la reclamación, habían hablado con Ikea y que, tal y como prometieron, me ofrecen devolverme la parte correspondiente a las labores de montaje.

No está mal, oigan. Ahora a ver si no me dan mucha guerra para darme la pasta.

jueves, 10 de octubre de 2019

Utilidad rolera: tabla de porcentajes enfrentados

Pinchando se ve más grande. 

Aunque es un sistema que a mí no me gusta nada, no son pocos los juegos de rol que usan el dado de 100 para obtener porcentajes (obtienes aleatoriamente un número entre 1 y 100, y si es igual o inferior que tu habilidad, consigues lo que quieres), y como soy muy amigo de reducir tiradas, me puse a calcular las probabilidades que hay cuando se enfrentan dos habilidades. Esto está sobre todo pensado para las escenas de combate en las que se usa la habilidad activa del defensor, para que en vez de tirar una vez para atacar y otra para evitar el ataque, se resuma todo en una. 

Así, si un personaje con 60% en golpear ataca a uno con 40% en esquivar, basta con mirar la tabla para saber que las probabilidades de que el ataque sea exitoso son de un 36%. Si es una pelea muy larga, se puede reducir bastante.

Obviamente esto no tiene por qué funcionar para todos los jugadores, ya que los hay que prefieren hacer tiradas para todo, o los que prefieren andar con mil modificadores. Pero si se quiere agilizar el tema, ahí queda la opción.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Romantizando la pobreza

Para el CM de El País, un hipster.

El panfleto periodístico llamado El País tiene, al menos en su versión digital, la mala manía de banalizar con la pobreza, usando a veces usando términos molones para hacer que cosas de pobres parezcan que son modas chachis, llegando a insultar a la inteligencia. No daré ejemplos reales, que no quiero darles visitas, de modo que usaré los míos propios, imitando su estilo, recopilando estas que puse en un hilo de Twitter.

Llega el UNDERBRIDGING, la moda de dormir debajo de un puente que arrasa entre los millenials. 

El CHURCHING, una nueva forma de gastronomía que arrasa entre los jóvenes, que se van a degustar la deliciosa gastronomía que ofrecen las parroquias locales. La DUMB SOUP es su plato estrella. 

Si usas el cajero automático para sacar dinero es porque posiblemente estés un poco desfasado. Ahora lo que se lleva es dormir en ellos, con el ATM-SLEEPING

Olvídate de llevar a tus hijos a aburridas barbacoas, que son algo del siglo pasado y únete a la moda del BARBECHING, dándoles de comer un día sí y otro no. 

El KIDNEY-SHARING, una forma altruista e ingeniosa de sacar un dinerillo extra que viene de Tailandia: vende uno de tus riñones y adiós a las deudas. 

Cada vez más empresarios se suman a la sensual moda del WHIPPING para motivar a sus trabajadores. La sombra de Christian Grey es alargada. 

Ellos son jóvenes, proactivos y llenos de energía. Los JUNIOR JOBS, la fórmula mágica que está erradicando el desempleo infantil en muchas partes del mundo y que las grandes empresas no quieren que conozcas. 

El SANFERNANDING, la nueva moda de ir caminando a todas partes que causa furor entre los jóvenes. Ahorro y sostenibilidad ambiental, todo en uno.

Sin ataduras de alquileres ni hipotecas, y sin las limitaciones a las que les atan cuatro paredes y un techo, ellos prefieren practicar el STREET LIVING: su casa es el mundo. 

¿Quién quiere líos de papeleos bancarios? El STREET LENDING, una forma proactiva de obtener financiación, pidiendo dinero a la gente que pasa por la calle.

Además de las que puse yo, algunos internautas se animaron a dejar sus propios ejemplos, mirando en el hilo se pueden ver (y añadir).

Las de verdad, por cierto, no son menos ridículas.

martes, 8 de octubre de 2019

Llega Nahui Olin

Llega junto con su pantalla.

Además de ser el seudónimo de la artista mexicana Carmen Mondragón, Nahui Olin es el quinto sol según la mitología precolombina de México (diría azteca, pero me arriesgaría a caer en imprecisión terminológica) y el título del nuevo juego de rol del maestro Ricard Ibáñez, decano del rol en España, autor del glorioso Aquelarre y un tipo grande, tanto en lo metafórico como en lo físico, cuya cultura y simpatía hacen que me alegre de tener la suerte de conocerle en persona (aunque siempre me mate en las partidas de rol, pero ese ya es otro cantar).

Hecha la pelota a Ricard (aunque en verdad digo que el halago es sincero y que me ilusiona tener este libro entre mis manos), he de decir que es pronto para juzgar el libro, pues apenas he podido hojearlo un poco y he echado la vista a poco más que las reglas (son demasiado "vieja escuela" para mi gusto, pero no me pilla de sorpresa). El arte y la maquetación son espectaculares, y el estilo de escritura, como de costumbre, ágil y ameno. Espero con ansia llegar a la parte de ambientación histórica, que a buen seguro será como disfrutar de una buena enciclopedia.

¿Y de qué va Nahui Olin? Podría decirse que es la continuación espiritual de Aquelarre, ya que aquel nos lleva a la España de mediados del S. XIV, con sus demonios y su brujería, mientras que aquí el reloj salta un par de siglos y nos lleva al descubrimiento y conquista de América. Pero por lo que he ido viendo, las diferencias son suficientes como para que Nahui Olin tenga entidad propia, y ya las reglas son muy diferentes a las de Aquelarre. Comparte que usa el sistema de porcentajes (no podía ser perfecto), pero simplifica algunos aspectos, como la gestión de habilidades, y abstrae algunos conceptos, introduciendo también algo parecido a puntos de drama y en general, abriéndose tímidamente a moderneces de juegos de rol más actuales.

La magia y el bestiario (aquí no puedo hacer un análisis demasiado profundo, que sin haberlo leído sería muy de cuñado) también resultan bastante distintas, aunque solo sea porque, obviamente, bebe de fuentes distintas. Aquí no parece que vayamos a ver sicarios de Agaliarepth, males de ojo o demonios de Surgaat cazando agentes de la Fraterntias Vera Lucis.

Escribiría más pero me lo estaría inventando, así que ahora a leer, y si disfruto este libro un 1% de lo que disfruté leyendo una y otra vez Aquelarre, la compra habrá merecido la pena.

lunes, 7 de octubre de 2019

Arriba el telón 9.0

Empieza la magia.

Vuelven los lunes de Muzzik. Tras un año en semibarbecho en el que empecé el curso más tarde, en diciembre, este sí lo haré entero, y la verdad es que me vino muy bien el descanso. Hoy ha sido el primero de unos cuántos lunes en los que después de trabajar iré a hacer un poco el gamba sobre el escenario, en aras a actuar en público en junio.

Hoy día de presentaciones, ver caras nuevas y echar de menos algunas ausencias, ha dado comienzo mi noveno curso teatral (¡toma ya!).

domingo, 6 de octubre de 2019

Primer fin de semana de octubre, con boda, juegos y otras cosas

Mi simpático personaje del Root.

Volvemos a la fórmula clásica de reseñar el fin de semana como entrada para la noche del domingo, y volvemos a empezar con el viernes.

Diría que después de trabajar y comer me eché la siesta, pero los vecinos de arriba, con electrolatino a tope y la ventana que da al patio abierta no estaban muy por la labor, así que me veo el primer capítulo de la nueva temporada de Big Mouth (esta serie es cada vez más grande). Luego me voy un rato a la lonja, antes de ir al informal bodorrio de Joni y María, que es sobre todo una kedada con picoteo y música. Muy a gusto y además tengo la suerte de coincidir con un compañero de la universidad al que no había vuelto a ver desde entonces.

El sábado por la mañana lo dedico a quedar con el fontanero, para cosas de casa y la lonja. La tarde una de cine, viendo Joker y luego en casa a sufrir con la apretada derrota del Bilbao Basket en Santiago (¡dos prórrogas!). Por la noche voy a la lonja, donde juego (y pierdo) sendas partidas de Root y Clank! antes de irme a casa a dormir. 

El domingo por la mañana me levanto también pronto, lo que aprovecho para ponerme al día con (Des)encanto y seguir viendo Vis a Vis, pero también para quedar con los compañeros de las improvisaciones teatrales, que estamos planeando algo para mediados de noviembre.

Por la tarde nuevamente a la lonja, a jugar (y otra vez perder) al Sunken Cities y por último al gimnasio, a corretear un poco y sudar lo comido el viernes. 

sábado, 5 de octubre de 2019

Joker

 A veces lo traigo gordo, a veces lo traigo fino.

Para evitar disgustos, decidí que me tomaría esta película como algo completamente ajeno al Joker de los cómics de DC, pues la estética me habría sacado completamente de la película. Por eso, fui a verla como una película que se llama Joker como podría haberse llamado Fofito. Sencillamente la historia de un payaso que se vuelve loco y la lía petarda.

Es verdad que tiene más cosas del cómic de las que me había imaginado, pero no me convence nada que por una parte rompan la estética icónica del personaje del cómic y por otra que se carguen el misticismo de la identidad y el origen del príncipe payaso. Pero claro, hacer una película sobre el origen del personaje sin contar nada del origen del personaje era encajar demasiados bolillos, de modo que no quedaba sino inventarse cosas.

Tiene momentos que me han gustado mucho, muy de Joker (la resolución de la escena de la entrevista, por ejemplo), y la verdad es que me gusta el papel de Joaquin Phoenix, aunque a ratos se notaba demasiado que quería emular las Taxi Driver y El Cabo del Miedo de su compañero de reparto Robert De Niro, pero en general muy bien, jugando con lo gestos, los andares, las miradas y esa insoportable risa. Era irritante, pero es lo que toca.

Sin embargo, pese a esos puntos positivos y la labor de Phoenix, la película se me ha hecho en general bastante insípida, con algunos momentos incluso aburridos, y no me ha parecido, ni por asomo, esa gran película de la que nos hablaban. El desenlace, con la conversión final de Arthur en el Joker bien, pero el nudo de la película, puf... Del montón y gracias. 

jueves, 3 de octubre de 2019

Mis 10+1 campañas de rol

No sale en Xataka, pero también escribo yo.

Hace poco salía en la web Xataka un artículo con el que tuve el honor de colaborar, en el que se hablaba de las campañas de rol más famosas de la historia. Y como por temas de espacio (y despistes míos) no están todas las que yo habría puesto, aquí hago una lista de las campañas roleras que por uno u otro motivo han significado algo para mí.

Las máscaras de Nyarlathotep (La llamada de Cthulhu)

Por varios factores podría decir que esta es para mí LA campaña. Recuerdo como si fuera ayer cuando con 14 años hojeaba fascinado el libro en la sección de librería de El Corte Inglés, con aquellos mapas y recortes de periódico, que me hacían ver que estaba ante algo grande. Me pude quitar una espina cuando por fin conseguí dirigir la campaña entera tras varios intentos, y algún día quiero volverla a dirigir.

Cazadores de leyendas (NosoloD20)

Tuve la suerte de poder formar parte del testeo de esta campaña, obra del genial Ismael D. Sacaluga, que capta todo el sabor pulp de las películas de Indiana Jones y nos lleva por todo el mundo cazando tesoros y aporreando nazis. Disfruté muchísimo convirtiendo las partidas que dirigía en auténticas películas de aventuras. Aunque existe una versión para Hitos, cuando la dirigí yo el sistema no existía, por lo que tirábamos de d20, con mezcla de Mutants&Masterminds. Aunque a decir verdad, el sistema era lo de menos, fue todo siempre muy narrativo y dinámico. Esta campaña también tuvo su espacio en los comienzos de este blog

Estrellas anónimas (Autojugable - sistema propio)

Cambiamos por completo de tercio para irnos a la que creo que es la campaña de más calidad de todas las que he jugado o dirigido. Una investigación policíaca en el mundo del cine snuff es el telón de fondo de esta genialidad de José Lomo y Jonathan Delgado ante la que me quito el sombrero, pues desde la primera vez que la leí, disfrutándola tanto como si estuviera ante una buena novela negra, supe que quería dirigirla.

La guerra invisible (Hitos)

Esta campaña, obra de Juan Sixto, no ha sido publicada, pero es una de las primeras campañas que se hicieron con el sistema Hitos, que se estaba creando (el honor de ser la primera corresponde a La mirada del Centinela, que nació como campaña, aunque ahí solo jugué un par de sesiones como invitado). Con una estructura muy de serie de televisión, los personajes eran gente normal en un mundo cercanamente distópico que se veían implicados en una trama que les venía demasiado grande, tan grande como la propia campaña, que a veces funcionaba tan bien por sí misma que podríamos haberla jugado aunque no hubiera venido el director de juego. 

Magice rerum daemonii est (Aquelarre) 

Publicada en el fabuloso suplemento de Aquelarre "Rerum demoni", tengo un muy buen grato recuerdo de esta campaña, que me transporta a aquellas noches de juventud en Santa Pola, cuando nos juntábamos a jugar a rol. Para el anecdotario queda la cara que se le quedó al señor que teníamos al lado en la playa al escuchar a unos quinceañeros berreando "¡Joder ayer en el Aquelarre, mira que regalarle el alma al diablo!".

Las crónicas de Transilvania (Vampiro: Edad oscura)

Esta bien podría estar aquí dos veces, pues dos fueron las veces que la jugué. Una en la extinta tienda de rol Bilbo Bolson, donde la jugué con el que durante mucho tiempo fue mi alter ego en las redes, Enrico Giovanni, príncipe de Alba Iulia, y otra años más tarde en el viejo club de rol, donde la jugué con el fanático religioso Mitru Vaclav, del clan Toreador. Aun con todos sus defectos (es excesivamente lineal, fuerza demasiado los eventos y se deja muchas épocas interesantes en el tintero), es una campaña muy disfrutable y explota con bastante acierto una de las mejores posibilidades que brinda el juego, que es empezar con un personaje en la Edad Media e irlo evolucionando hasta llegar al S. XXI. Dije, por cierto, que la jugué dos veces, pero técnicamente serían tres, si contamos el cameo que hice en la sesión rol en vivo que se jugó como parte de otra campaña. Un poco en esa línea, aunque no les dedicaría apartado propio, estarían las Crónicas Giovanni, que pese a un espectacular primer libro me parecen inferiores y tampoco llegué a terminar. 

La alianza de Evergreenwood (Ars Magica)

Creada y dirigida por Diego Martínez. Realmente ni la campaña ni la alianza se llamaban así. La campaña no tenía nombre (nos referíamos a ella como Ars Magica Z, por el exagerado nivel de poder que alcanzaron los personajes) y nunca llegamos a consensuar un nombre para la alianza. Pero en honor a la insistencia de Nora por llamarla así, casi 20 años después tiro la toalla y acepto el nombre. Esta campaña abierta duró muchísimo tiempo, y jugamos un montón, pues era la típica de "no tenemos nada que hacer, seguimos con la campaña". Por esta alianza pasaron muchos jugadores y personajes distintos (si me pongo a contar igual llego a 10), pero los que más jugamos, y de facto el reparto principal fuimos Nora como Kyrylys de Merinita, Íñigo como Izrael de Tytalus y yo como Bernard Bjornaer. La verdad es que podría rellenar todo un blog solo con anécdotas de esta campaña, pero por no saturar me quedaré con una, y es que el apodo con el que mucha gente conoce a Diego, "Kulebril", viene precisamente de un lapsus que tuvo en esta campaña, cuando para referirse a una criatura con aspecto de serpiente dijo "en la cueva veis una gran criatura de aspecto culebril, que... "

El enemigo interior (Warhammer)

Tengo una extraña relación con esta campaña. Por una parte, son tres (casi llegó a haber una cuarte) las veces que la he empezado (dos, casi tres, con Werner Murrman y la actual con el caballero Hansel "Cercenador" Töpfler) pero nunca las he terminado. La primera vez me dieron el personaje y jamás empezamos. La segunda, solo llegamos a jugar algunas sesiones. La tercera, que parecía la buena, jugamos hasta avanzado el segundo libro (de cinco) pero el director de juego se aburrió de dirigir, y cuando más interesante estaba, la canceló. Esta vez, que estamos ya en el quinto libro (llevamos desde 2016 con ella) parece que por fin será la buena. Y digo que tengo una extraña relación con ella porque a pesar de que le debo grandes momentos, creo que es una campaña que ha envejecido muy mal, y que no hace justicia a la fama que tiene. Pero como disfruto mucho de la compañía del resto de jugadores y del buen hacer del director, prefiero quedarme con lo positivo y por eso la pongo aquí. Además, no todos los días puede uno salvar el Viejo Mundo, ¿no?

Hankelarre (Aquelarre)

No podía tener otro nombre que el que usábamos en el grupo de Whatsapp para referirnos a esta campaña, cuyo nombre es un juego de palabras entre el título del juego y el apodo del DJ, el señor Hank Scorpio (dicen las malas lenguas que se llama David, pero eso no se lo cree nadie). De esa campaña, y de mi personaje, ya hablé en esta entrada, y además cabe decir que esa campaña fue más o menos llevada a rol en vivo, en colaboración con un tal Ricard Ibáñez, del que puede los fans del juego hayan oído hablar alguna vez.

Kingmaker (Pathfinder)

Curiosamente hoy tengo otra sesión, y hace poco escribí sobre esta campaña, que estamos jugando actualmente. Poco puedo añadir, la verdad. Por resumir, y copiando lo que escribí, Kingmaker es una épica campaña para el juego de rol Pathfinder que tiene un importante componente de sandbox (ir explorando libremente el mapa, a ver qué te encuentras) y el aliciente de ir, literalmente, construyendo un reino desde cero. Cuenta con el honor de haberme reconciliado con el género del mazmorreo.

Bonus track: El maizal (Nosolod20)

Tengo un especial cariño a esta campaña corta de Frank Guerra y Manuel J. Sueiro, pues aparte de gustarme mucho y haberme divertido mucho dirigiéndola, me permitió aportar mi granito de arena al haber creado las fichas de los personajes que vienen en el libro, de modo que lo siento un poco como mío. Esta campaña, de la que también hablé en este blog, es una investigación, a lo Expediente X, de unos asesinatos en una comunidad rural de la California profunda, con un enigma que va absorbiendo a los jugadores, y que con un poco de maña por parte del director se puede convertir en una experiencia memorable.

Me sabe mal dejar fuera campañas como la de Vampiro: Edad Oscura sin nombre (que tuvo hasta dibujo propio) o la de Hombre-Lobo, ambas de la misma directora. También tengo buen recuerdo de Dreams Come True, una campaña de Cultos Innombrables que se quedó en el limbo, o de la campaña de DC Adventures que nos dirigió para Mutants&Masterminds Pablo Sixto (donde tuve primero al traficante de armas Ibn Rayiq y después a las dos versiones del Teniente Rainbow, dos enfoques muy diferentes del mismo personaje gracias a la genialidad de hacer el reinicio de la saga). 

Siendo un juego que odio, también guardo un bonito recuerdo de la campaña de La leyenda de los cinco anillos que jugué en Pamplona (por la compañía, más que nada), pero si la cosa va de odiar, creo que debería mencionar la campaña que más odié dirigir, y que no eché de menos cuando se canceló, que era el Retorno al templo del mal elemental, culpable de que se me quitaran las ganas de volver a dirigir, y durante mucho tiempo a jugar, Dungeons&Dragons (aunque nos dio al gran Capitán Saleb™).

¿Y en el futuro? Pues quién sabe. Espero que haya campañas que vayan haciéndose con un hueco en el ranking, pues significará que me lo he pasado muy bien leyendo, jugando o dirigiendo. De momento, tengo grandes esperanzas puestas en la campaña de El rastro de Cthulhu Mentiras eternas.

miércoles, 2 de octubre de 2019

Padre no hay más que uno

Hijos, alguno más. 

Salgo gratamente sorprendido después de ver la nueva película de Santiago Segura, de la que tengo que decir que no me llamaba absolutamente nada, pues además de versar sobre un tema que no me dice nada, tenía un tufillo cutre que me echaba un poco para atrás.

Pero me he encontrado en parte con lo que esperaba, pero mejor. Es lo que parece, una comedia ligera y familiar, con clichés y un final previsiblemente emotivo, ensalzando lo bonita que es la familia y tal (da lo que promete), pero es también una película bastante inteligente, que juega a sorprender al espectador, sabiendo muy bien lo que espera, y clavando salidas muy elegantes cuando parece que se va a ir a lo fácil. Juega también muy bien, intuyo, con esas criaturas de pesadilla que son los grupos de Whatsapp de padres de alumnos, que en la película protagonizan algunos momentos geniales.

¿El argumento? El espectador puede resolver panel solo viendo el tráiler, y sabe cómo va a acabar la película antes de que empiece, pero lo soprendente no está en el destino sino en el paisaje, y aunque no lo esperaba, he salido contendo con una película fresca, divertida y sobre todo bastante ingeniosa.

martes, 1 de octubre de 2019

Vuelven las tardes

Pronto volveré a salir del trabajo de noche (algunos días).

Todo lo bueno se acaba, y mi maravilloso horario de verano (junio a septiembre) no es la excepción. He vivido muy bien trabajando solo seis horas al día, pero desde hoy y durante los siguientes 8 meses me toca la rutina de hacer tres tardes por semana.

La verdad es que tampoco me voy a quejar, pues aunque es peor este horario que el de verano (Capitán Obvio al rescate), sigue estando muy bien, y lo que me escocía con el horario que tenía en el trabajo anterior no era tanto lo de hacer una tarde a la semana, sino lo de salir hora y cuarto más tarde todos los días. Aquí la diferencia es que de lunes a miércoles luego me toca volver, pero lo que es salir para comer, salgo a la misma hora.