Hoy, a falta de nada mejor que decir, dedico una breve entrada a Mark Parisi, uno de los historietistas de la actualidad que más gracia me hacen. Con un estilo de dibujo muy simpático y conceptos muy divertidos, habtiualmente sobre perros y gatos, logra sacarme siempre la sonrisa. Aquí su cuenta de Instagram, donde se pueden ver sus creaciones.
El título es mentira, ya que la liga empieza mañana y si contamos como oficial el partido de ayer habría que contar el de ida el martes en Lituania. Pero sí es el partido que sirvió de presentación en Miribilla de los nuevos jugdores, en un partido en el que no hubo color. El rival, el Neptunas Klaipeda, era demasiado flojo y en ningún momento llegaron a asustar (si acaso en el primer cuarto pillaron un poco despistados a los nuevos).
Así pues, pocas conclusiones se pueden sacar de ayer pero me gustaron los bases, creo que con Frey y Pantzar tenemos el puesto bien cubierto. Kullamae parece asentado en el puesto, y Dragic parece que no ha venido a pasearse. Rubén Domínguez demostró en los minutos finales que puede aportar cosillas. Más flojo estuvo Abdur-Rahkman (me sale llamarlo Abderramán y así se va a quedar). Rabaseda sin anotar ya no es noticia y por dentro muy bien Hlinason, siendo nuestro nuevo Weis. Jones y Sylla todavía los tengo que ver un poco más para sacar conclusiones y De Ridder, aunque a veces algo acelerado, parece que puede dar alegrías. Y Taboada, bueno, está para lo que está y metió una canasta que ya es más de lo que se le pide. Faltaría por ver a Gielo, que ayer no pudo jugar.
La verdadera prueba de fuego será mañana contra Breogan.
Ayer terminé una de las series que más me han gustado en mucho tiempo. Ted Lasso nos cuenta la historia de su protagonista homónimo, un entrenador de fútbol que aterriza en el Richmond, un club de medio pelo de la liga inglesa. Lasso no tiene ni idea de fútbol y así lo reconoce, pero con su calidad humana y su sentido del humor consigue hacerse con todo el mundo y convertir el vestuario en una piña.
Con una enorme dosis de buenrollismo y humor, Ted Lasso es una serie reconfortante y emotiva, con una colección de personajes entrañables, que además evolucionan a medida que avanza la serie y unas relaciones fascinantes entre ellos. Porque Ted Lasso no es una serie sobre fútbol, el fútbol está ahí pero solo es el trasfondo. Ted Lasso es una serie sobre personas, sobre dinámicas de grupo, sentimiento de pertenencia, desarraigo, compañerismo... Muy bien construida e ideal para terminar cada capítulo con el corazón calentito y un final tan bonito que no pude contener las lágrimas.
Después de ver esta serie es imposible no terminar siendo un acérrimo fan del AFC Richmond y te guste el fútbol o no (a mí no me gusta), celebrarás sus goles y sus victorias como si fuera tu equipo de toda la vida. Palabrita del niño Jokin.
Para terminar, el habitual y merecido homenaje southaparkero.
¿Que no sé de qué escribir? Casco un multiseriando. Y que nadie se me queje, que tampoco es un recurso del que abuse tanto (la última era de hace dos años). Estas son las series que podría decir que estoy siguiendo actualmente.
Agatha all along: Recién empezada, siendo de Marvel era una apuesta segura. Me gustó mucho el primer episodio, que no se olvidaba de que esto es un spinoff de Wandavision. Sin embargo hay que tener claro que es una propuesta totalmente distinta.
Ted Lasso: La que más me gusta y la más próxima a terminar (me quedan dos episodios). Las andanzas de un entrenador de fútbol en una serie en la que el fútbol es la excusa para contar historias de unos personajes a los que es imposible no cogerles cariño. Corazón calentito.
The Blacklist: Terminada Riverdale necesitaba una serie de no pensar y ver en el gimnasio mientras hago cardio. Solo le pido entretenimiento.
Los anillos de poder: La controvertida serie de la que la hablé aquí. No me parece una gran serie pero tampoco la chapuz apocalíptica de la que hablan algunos.
From: Acaba de empezar la tercera temporada y todavía no me he puesto con ella, pero en cuanto tenga un rato lo haré, que las dos primeras me gustaron.
Modern Family: No tenía muy claro si ponerla o no, pero mal no me va a hacer. Sitcom de picoteo, de cuando no tengo nada mejor que ver.
En realidad me llegó ayer pero no me acordé de hacer la entrada (no pasaría nada si no le dedico una pero ya es la costumbre, como es costumbre hacer la foto en ese sitio). Nueva entrega de Marvel Champions, con uno de los personajes más carismáticos, el "elfo" Kurt Wagner, que se teletransporta hacia mi colección y que intentaré probar en cuanto tenga ocasión.
Fantastisch!
Podría decir que esta entrada es innecesaria, dado que el blog tiene una etiqueta para reseñas. Pero en ella suelo mezclar, sin orden ni concierto, juegos, videojuegos y series (las películas, por motivos arbitrarios, las meto en la categoría "cine" y me quedo tan ancho). Además, innecesarias son todas, así que procedo a recopilar, por orden alfabético, los juegos de mesa que he reseñado hasta ahora en el blog.
¡Aventureros al tren! Legacy Leyendas del Oeste
Exploradores del mundo perdido
Mañana ya toca currar, seguramente debutando en mi nueva mesa, pero hoy es el turno de la crónica del fin de semana.
El viernes me fui a comer al centro comercial de Barakaldo, luego me vi la película El 47, volví a Bilbao dando un paseo, para cenar con mi señora novia y luego partida de La Cosa, donde ganan los humanos y yo por desgracia no estoy entre ellos.
El sábado por la mañana voy a la lonja, pero no a jugar sino a recolocar cosas y hacer espacio para la obra que empezamos la semana que viene. Por la tarde voy de nuevo, y tampoco a jugar como tal, sino a merendar, la que teníamos nuestra kedada gastronómica de socios y candidatos. Por la noche ya sí jugamos, al Tres Tristes Tigres, a uno que no recuerdo, en el que uno de los jugadores es un fantasma y tiene que dar pistas crípticas al resto de jugadores para que adivinen cómo murió. Luego unas cuántas a El espía que se perdió y, para cerrar, una al Enciclopedia, que gano con autoridad pero sin mérito, ya que eran todos novatos.
Hoy domingo poco desatacable. Gimnasio por la mañana y el resto del día haciendo el Homer Simpson en el sofá, con algo de Youtube y algo de Firewatch. Eso ha sido todo.
Este juego es ridículamente sencillo de explicar, aún más fácil de entender pero adictivo a más no poder. De 3 a 6 jugadores, ofrece una mecánica con la que es difícil jugar una sola partida.
El juego consta de 36 cartas, con tres copias de cada número del 1 al 12 y al empezar se reparten entre los jugadores. Este número varía en función del número de estos. Con 3 jugadores cada uno coge 9, con 4 cada uno coge 7, con 5 cada uno coge 6 y con 6 cada uno coge 5. El resto de cartas se quedan boca abajo en la mesa. Una vez repartidas las cartas, cada jugador ordena de menor a mayor las cartas que le han tocado, las de la mesa se quedan así, sin que nadie las mire.
Los turnos son muy sencillos. El jugador al que le toca puede elegir entre mostrar (dándole la vuelta) una carta de la mesa o mostrar la carta más alta o más baja de cualquier jugador (se puede elegir a sí mismo), que se queda boca arriba. Una vez hecho eso, lo hace con una segunda carta (puede ser de la mesa o de cualquier jugador, no importa de dónde haya salido la primera). Si las dos cartas son distintas pierde su turno y las carta mostradas se vuelven a su posición inicial (boca abajo en la mesa o la mano del jugador). Si ambas cartas son iguales, se repite el procedimiento. Si es diferente las cartas vuelven a su posición y termina el turno, pero si las tres son iguales el jugador reclama el trío y termina su turno. El juego termina cuando un jugador reclama tres tríos o el trío de sietes (que por estar en medio es más dificil).
Importante: no sirve tener tres cartas iguales en la mano, solo se puntúa cuando se muestran, para lo que tienen que ser las más altas o las más bajas. Por ejemplo, si mi mano es 1-4-4-4-6-11, no podré ir sacando los cuatros hasta que antes alguien haya hecho el trío de unos (o los de seises y onces).
Hay una ligera variante, que las instrucciones llaman "modo picante", por el que no se gana con tres tríos, sino haciendo combinaciones concretas de tríos, que se marcan en las propias cartas. Obsérvese cómo en la ilustración de ariba se ve el 4 y cómo dentro tiene un pequeño 3. Eso quiere decir que si alguien hace el trío de treses y el de cuatros, también gana. Naturalmente, el triple 7 sigue siendo ganador en esta combinación.
Y así de simple es este juego, pero cada partida suele ir seguida de un "¡echemos otra!".
