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lunes, 16 de junio de 2025

Cosecha de Secret Flashback

Las había visto todas, pero no me acordaba de casi nada.

Como no tengo nada mejor que contar hoy, va una de cine. Hace unas semanas hablé de Secret Flashback, la iniciativa de Cinesa por la que uno de cada dos lunes ponen una película en VO, normalmente clasicazos del cine, ya con una cierta solera.

No ha sido hoy el caso, que la película que tocaba, Gone Girl (Perdida), no es en absoluto una mala película, pero me chirriaba un poco con el concepto que tengo de película viejuna. Que a ver, moderna tampoco es, pues ya tiene sus 11 añitos, pero viendo el resto de las que me ha tocado ver, creo que se puede entender mi planteamiento.

En orden de visionado, las que me han ido tocando han sido:

-Rocky (1976)
-Cazafantasmas (1984)
-Pretty Woman (1990)
-Moulin Rouge (2001)

Y con la de hoy, de 2014, se da la curiosa circunstancia de que todavía no he repetido década. ¿Dentro de dos semanas me pondrán una de los años 60 o de los actuales 20? Lo sabremos si me cuadra y voy.

jueves, 22 de mayo de 2025

Peores y mejores finales de TV

Este final ya tuvo su propia entrada, así que lo dejaré aparte.

Las series de televisión son uno de los grandes medios de entretenimiento desde que se inventó la televisión, y más cortas o más largas todas tienen algo en común: se terminan (a menos que sean canceladas antes, claro). Entre estos finales los hay mejores y los hay peores. Algunos son una joya y otros... no.

Por eso hoy voy a indicar los que para mí son los seis mejores y los cinco peores finales de serie de televisión, en una clasificación tan personal como arbitraria y que estoy seguro de que diferirá con lo que opine dentro de unos años (sobre todo porque irán saliendo series con bueno y malos finales). Lógicamente habrá spoilers, pero son casi todas series lo suficientemente antiguas para que quien las haya querido ver, su tiempo ha tenido.

Empiezo con los malos, dejando lógicamente fuera las series que por cancelación nunca se terminaron.

Dexter: Esta serie debería haber terminado al cerrar la cuarta temporada, con un final que la habría hecho merecedora de aparecer en la otra lista. En su lugar, decidieron irla estirando más y más, en una pendiente cuesta abajo que desembocó en una octava temporada y un final atroz, en el que Dexter Morgan finge su propia muerte y se mete a leñador. Sé que años después sacaron una continuación, pero no me he atrevido a verla.
Battlestar Galactica: Otra gran serie que alcanzó picos altísimos pero fue perdiendo fuelle, hasta un último arco en el que ya nada tenía sentido y acababa con esa escena inintelegible de Gaius Baltar y Starbuck siendo ¿ángeles? en el mundo moderno. En fin, mejor fingir que esa escena nunca existió.
Cómo conocí a vuestra madre: Le tego muchísimo cariño a esta serie, y he de decir que en su momento tampoco me horripiló especialmente. Pero objetivamente hay que admitir que es un final ridículo, en el que el intento de sorprender al espectador quitaba todo el sentido a la propia serie.
Oz: Otro ejemplo de estirar el chicle hasta niveles absurdos. Las tramas en la penitenciaría de Oswald se fueron volviendo cada vez más y más rocambolescas y las muertes más sin venir a cuento, hasta el punto en el que ni siquiera el propio alcaide se libraría, ni en su propio despacho, de ser apuñalado porque sí. Por suerte llegaba en un momento en el que ya como espectador te daba todo igual.
Years and years: Esta serie no es tan conocida como las otras, pero es una joya que me cautivó, ya que transmitía muchísimo con poco y era una mirada al futuro más cercano y sombrío, con un grado de verosimilitud bastante aceptable. Pero pecó de no saber cómo terminar y nos daba un final atropellado e irreal, que no encajaba nada bien con el tono del resto de la serie.
Los Serrano: Con su "todo era un sueño de Resines" este final se ha convertido ya en un meme por derecho propio, y aunque para esas alturas ya me había descolgado de la serie, me sigue pareciendo un verdadero insulto al espectador, tanto por planteamiento como por ejecución. 

Ahora vamos con los finales buenos:

Six feet under: EL final. Si una serie tiene un final perfecto es este. Con la música de Sia y lo que va pasando, que hila perfectamente con la serie en sí y se centra, como no podía ser de otra manera, en su protagonista, que es la muerte. Es una serie con sus altibajos y sus momentos valle, pero solo por ver ese final merece tragársela entera.
Ted Lasso: "Llorar bonito" es un término íntimamente ligado a este final. La verdad es que no innova particularmente, ya que es el típico final que te va mostrando lo que le ocurre a cada personaje al terminar la historia principal. Pero es tal el cariño que les has cogido a todos y es tan bonita la composición de escenas con Father&Son de Cat Steven que te dejará a lágrima viva y con el corazón calentito.
Los Soprano: Esta será muy controvertida, ya que según a quién preguntes es una maravilla o un insulto. A mí me pareció una verdadera genialidad y debo reconocer que piqué como un pardillo cuando
The Shield: La cacerola que llevaba muchos capítulos a presión acaba estallando, y de qué manera. Un final duro y crudo para todos sus protagonistas, a los que las consecuencias de sus acciones les acaban reventando en la cara.
The Wire: No puedo decir que este final innove mucho, y utiliza la misma fórmula que Six feet under o Ted Lasso (pero sin ser tan emotiva, claro), para dejarnos ver que la vida sigue en Baltimore y todo cambia para seguir exactamente igual. Poético y redondo.
David el gnomo: Puede que con Six feet under y Ted Lasso llorara, pero el final de David el gnomo fue responsable de traumatizar a toda mi generación. Me resulta imposible no tener una bolita e la garganta al recordar esadespedida de David y Lisa de sus seres queridos, y en especial del zorro Swift (no lloro, me sudan los ojos), y ya terminar de deshacerme cuando se convierten en árboles con una sonrisa. Slitzweitz! 

martes, 14 de enero de 2025

Decepciones lúdicas

Nop confundir con "decepticones lúdicos".

Los juegos, ya sean digitales o analógicos, son una fuente de diversión, y no es ningún secreto que entre mis hobbies se cuentan los videojuegos, los juegos de rol y los juegos de mesa (que no solo compro sino que a veces hasta juego). Los suelo coger con ilusión y abrir una caja, quitar el plástico a un libro o instalar un juego es algo que se suele hacer con ilusión, pero lamentablementa hay veces en las que el producto adquirido no se ajusta a lo esperado y nos llevamos un chasco.

Por eso hoy, sin un orden determinado, paso a hacer un top 10 de decepciones lúdicas.

Tainted Grail: Puede que no sea la decepción más gorda pero sí la primera que me vino a la cabeza al pensar en esta lista. Recuerdo que tenía una pinta estupenda y lo cogimos con muchísimas ganas, para luego descbrir con horror que era peor que mediocre.

Zelda: Breath of the wild: Lo compré con muchísimas ganas, pues no en vano A Link to the past es uno de mis videojuegos favoritos y lo intenté con ganas, pero no pude. No diré que sea mal juego, pero decididamente no era para mí. Cada vez que me ponía a ello me aburría como una ostra, así que lo acabé regalando.

The Bureau: Tenía reciente los modernos X-Com, que me habían encantado y me lancé a por este, que tenía una pinta maravillosa. Lo cogí pensando que iba a ser lo mismo pero en los años 50 y me llevé un chasco cuando vi que en realidad era un shooter. De la misma lo desinstalé y lo devolví a Steam.

L.A. Noire: Era de Rockstar, autores de la saga GTA y Red Dead Redemption, así que tenía puntos para gustarme, pero a pesar de que iba concienciado a que no iba a ser un simple "GTA en los años 50", su propuesta lúdica no me convenció nada de nada y tras darle un par de tardes se volvió a la caja, de la que ya nunca volvió a salir.

La Broma macabra: Pasamos de los videojuegos al rol, para esta campaña de mi idolatrado Alex de la Iglesia para La llamada de Cthulhu. La empecé a leer con bastantes ganas, pero el planteamiento que ofrecía era muy distinto al que a mí me gusta, así que ni la he dirigido ni tiene pinta de que vaya a hacerlo. Esto obviamente no cambia mi opinión sobre Álex como director, pero sí que me da la sensación de que tenemos concepciones muy diferentes del rol. 

Lupus in tabula: Uno de tantos trasuntos de Hombres Lobo de Castronegro, de este juego solo recuerdo dos cosas. Una es que me lo habían puesto por las nubes y otra que cuando lo probé en las CLN de Valladolid sufrí las 4 horas de aburrimiento más atroz que recuerde en unas jornadas de rol.

Pasión de las pasiones: Sorprenderá mucho ver este nombre aquí, y más sorprenderá si digo que es un juego que me encanta dirigir y una maravilla de propuesta. ¿Entonces por qué en esta lista? Yo descubrí Pasión de las pasiones con la versión ashcan (una especie de demo) que sacaron en su día, y me gustó tanto que cuando anunciaron el manual entero me metí de cabeza a la preventa. Pero cuando llegó el manual definitivo vi que no incluía cosas que necesitaba (como arquetipos nuevos) y sí que tiraba por vías que me parece que le pegaban como a un cristo dos pistolas y utilizaba un lenguaje "inclusivo" que el autor es muy libre de usar, pero que a mí me resulta incomodísimo. Lo único que salvo es la baraja de PNJs que traía, porque lo que es el manual, al cajón que se fue. Tal vez algún día me anime y lo reseñe.

Heroes of Might&Magic VI: Solía ser muy fan de la saga Heroes of Might&Magic y el V es uno al que metí muchísimas horas, pero cuando salió el VI me dieron ganas de tirar el ordenador por la ventana. No solo obligaba a instalar el launcher de Ubisoft, que a veces hacía que tardara más en arrancar el juego que uno de Spectrum, sino que cuando por fin podía entrar veía que metían un montón de cambios a peor, la dificultad estaba mal medida y no lograba divertirme ni un poco.

Dark corners of the Earth: Soy un admirador de la obra de HP Lovecraft, y cuando vi este juego en seguida me llamó la atención su estética y lo bien que adaptaba la esencia de La sombra sobre Innsmouth. ¿El problema? No era divertido.

Postal III: Esta sí fue de las gordas. Postal era un juego muy gamberro al que en su día le di bastante caña y su secuela Postal II parecía hecha para mí. Por eso cogí este juego con muchísima ilusión y disfruté como un enano... durante cinco minutos, hasta que me tuve que resignar y admitir que había tirado dinero. No puedo ser muy detallado en la crítica, pues no lo he vuelto a tocar y la solo es un mal recuerdo en mi cabeza.

Bonus track - Edge Days: No sabía si meter esto en la lista, puesto que ya fui con la sospecha de que no me iba a hacer mucha gracia, pero no se puede negar que si te sacas entrada para dos días del evento y al segundo, teniéndolo pagado, no vas, pues un poco de decepción igual sí ha habido.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Reseñas de juegos

Este no, que nunca lo tuve.

Podría decir que esta entrada es innecesaria, dado que el blog tiene una etiqueta para reseñas. Pero en ella suelo mezclar, sin orden ni concierto, juegos, videojuegos y series (las películas, por motivos arbitrarios, las meto en la categoría "cine" y me quedo tan ancho). Además, innecesarias son todas, así que procedo a recopilar, por orden alfabético, los juegos de mesa que he reseñado hasta ahora en el blog.

7 Pecados

Absolutas idioteces

Ark Nova

¡Aventureros al tren! Legacy Leyendas del Oeste

Azul

Bohnanza

Break the code

Buzz it!

Caos en el Viejo Mundo

Carcassonne

Caylus

Charterstone

Clank!

Código Secreto

Colonos de Catán

Coup

Crónicas

Dead of Winter

Dixit

Dog!

Dominion

Draftosaurus

Dune

El dilema del Rey

El espía que se perdió

El jardín de Alicia

El señor de los anillos

El señor de los anillos LCG

Enciclopedia

Exploradores del mundo perdido

Galactica

Genial

Guillotine

Hanabi

Heat

Hellgame

Hive

Hollywood: el juego de cartas

Hombres-Lobo de Castronegro

Jungle Speed

King of Tokyo

Kremlin

La casa de papel

Lacrimosa

La guerra del anillo

La furia de Dracula (2ª ed)

Las ruinas perdidas de Arnak

Los impostores

Los inseparables

Love letter

Mall of horror

Manoeuvre

Marvel Champions

Merienda jurásica

Millions of dollars

Modern art

¡No, gracias!

Not alone

Optimus

Pandemic

Pandemic: Temporada 0

Pandemic: Temporada 1

Pandemic: Temporada 2

Pelusas

¡Pingüinos!

Plenus

Proteus

Puerto Rico

Qwixx

Reinos Rodados

San Petersburgo

Secret Hitler

¡Sí, Señor Oscuro!

Skull&Roses

Smash Up

Sons of anarchy

Star Wars: Rebellion

Tainted Grail

Terraforming Mars

¡Tiburón!

T.I.M.E. Stories 

T.I.M.E. Stories Revolution

Time´s up!

The Game

The Island

Trío

Viajes por la Tierra Media

Wingspan

Winner´s Circle

lunes, 18 de septiembre de 2023

Mi top-16 de vivos jugados

El rol en vivo ha evolucionado mucho desde esto.

En más de 20 años que llevo jugando a rol en vivo he jugado mucho, con partidas mejores y partidas peores, pero hoy me voy a lanzar a decir cuáles creo que son las dieciseis partidas que más me han gustado o que más he disfrutado. Este tipo de listas acaban siendo siempre injustas, pero es algo sobre lo que me apetecía escribir hoy, aunque me ha costado mucho hacerla. De hecho, en principio quería hacer un top-10, pero ante la incapacidad de dejar fuera lo que considero auténticas joyas, he terminado ampliando a 16 (que en realidad son alguno más, pero he hecho una pequeña trampa).

Previa a la lista, debo compartir una reflexión sobre qué elementos hacen que disfrutemos más o menos de una partida de rol en vivo. Obviamente, que la partida esté mejor o peor planteada hace mucho, pero el momento en el que nos pille, que el personaje que se nos asigne nos encaje más o menos o que tengamos más o menos química rolera las personas con las que jugamos es algo que también hace muchísimo, y no todo está siempre en manos de quien crea y dirige la partida, de modo que si esta lista ya iba a ser treméndamente subjetiva, esto hace que lo sea aún más.

Y estos son, en orden puramente alfabético:

15 minutos de gloria: En las ya lejanas jornadas TdN de 2006 jugué esta oscura partida, obra de Miguel Talha, en la que nos metíamos en la piel de la banda de rock Rape Fiend y el turbio mundillo que la rodeaba. No sé si me gustaría esta partida de jugarla hoy, pero lo cierto es que en su momento la disfruté muchísimo, y durante mucho tiempo ocupó el galardón de mejor partida de rol en vivo jugada por mí, y sirvió de inspiración para algunas de mis partidas futuras.
Cómo conocí a vuestra madre: Obra de Isa Navarro y Sergio Priscus, TdN 2011. Puede que el vivo en sí no fuera gran cosa, pero se dieron las circunstancias ideales para que yo la pudiera disfrutar muchísimo, sintiéndome como si de verdad fuera Ted Mosby y teniendo momentos muy especiales, románticos y de pura comedia. 
La familia Aguilar: En las jornadas Rolea 2016, Miguel Ángel Talha nos traía esta adaptación de La familia Andersson, un drama familiar con oscuros secretos y una mecánica muy original de compartir personajes. Ese día estoy bastante sembrado y consigo hacer una de mis mejores actuaciones, lo que hace que guarde muy buen recuerdo. En cierto modo, me sirvió de inspiración para 7 años y un día.
La tormenta imperfecta: En realidad este vivo (obra de Rosendo Chas) lo he jugado dos veces; una en TdN 2006, que fue un poco desastre, y otra en TdN 2010, que salió a pedir de boca. Los jugadores conseguimos crear una labor muy coral y generar, así como vivir una historia que exudaba Stephen King por los cuatro costados.
Los no recordados: De Chemo Inés y Mariano García, TdN 2015. Esta partida que empezaba como una reunión costumbrista de amigos, giraba hacia la ciencia ficción distópica, y su genialidad residía en que el primer acto, a modo de prólogo, permitía conectar muchísimo mejor con los personajes y sus relaciones. 
Maldita Lisiada: De Sara Zamudio, TdN 2018. Cuando una comedia hace que te cueste respirar a causa de la risa, sabes que algo ha hecho bien. Esta parodia de los culebrones latinoamericanos es, sin lugar a dudas lo mejor que he jugado en el género de comedia, y por eso merece estar aquí.
Midnight Krewe: Berto Toledo, Fancon 2023. El más reciente de esta lista, y tal vez el culpable de que me haya animado a hacer este ranking. De él me gustó que me permitiera evolucionar como pocos al personaje. Tampoco puedo decir de él mucho sin hacer spoilers, más que la ambientación me recordaba poderosamente a un híbrido entre Riverdale e It, con un buen chorro de Mardi Gras.
Miedo rojo: Juan Sixto y Pablo Sixto, TdN 2012. Una crítica a la caza de brujas anticomunista de los años 50 en la que nos metemos en la piel de cineastas obligados a declarar ante la comisión de actividades antiamericanas, y sufrimos la frustración de un proceso bananero e injusto pero disfrutamos enormemente como jugadores.
Misión Icarus: Diego Martínez y Nora Ortega, Amaigabeko Lurraldea 2008. De clara inspiración en 2001, Odisea en el espacio, en esta partida éramos astronautas sometidos a una situación muy tensa y decisiones muy difíciles, con un trasfondo de debate filosófico verdaderamente fascinante. Una partida con una calidad descomunal.
Old man reaver: Álvaro Flores y Willy Etxebarria, TdN 2018. Esta partida, ambientada en el universo de Firefly, consiguió hacerme sentir de verdad como un líder que iniciaba una revolución. Pelos de punta recordando el funeral de un PNJ, mientras cantábamos "You can´t take the sky from me" o el grito al unísono de "¡Nunca nos quitarán el cielo!", convertida para siempre en grito de libertad.
Padre: TdN 2016, Esperanza Montero, Notonlylarp. Una historia cotidiana, con personajes y problemas muy mundanos, con los que es tremendamente fácil conectar. Por si no lo he comentado, adoro el costumbrismo contemporáneo en el rol en vivo, y esta partida es un buen exponente. En ella soy el cuñado de un empresario moribundo, y en la partida descubro que no solo él maltrataba a su mujer, sino que su hijo, mi sobrino, maltrata a la suya. Una historia muy humana. 
París, la noche más larga: Antonio Sanz, Telaranya, CLN Granada 2002. En realidad, bajo este paraguas, entrarían muchas de las partidas que creó Antonio (como Telaranya de mentiras, Lusitania, Chicago Blues...), que en su momento eran sin lugar a dudas lo mejor que había en rol en vivo. Fue el maestro que me enseñó que había otra forma de hacer rol en vivo, y ninguna de mis partidas existiría de no haber sido por su influencia. Son partidas que seguramente si las jugara hoy por primera vez no me parecerían gran cosa, no lo voy a negar, pues mi forma de ver el rol en vivo ha ido cambiando mucho desde entonces. Pero su importancia, y lo mucho que las disfruté en su día, hacen que sin duda merezcan aparecer aquí.
Pecados de la carne: TdN 2008, Manuel Sueiro y Rosendo Chas. Si tuviera que quedarme con una sola, puede que fuera esta. Fue vivir una película de terror desde dentro, en una historia al más puro estilo La matanza de Texas o Las colinas tienen ojos, cuyo legado, la infame familia White, se convirtió en canónica en el juego de rol Cultos Innombrables. 
Showbusiness: Rosendo Chas, TdN 2011. Una gamberrada que se burla de todas las teorías de conspiración, convirtiendo la reunión de líderes mundiales y guionistas de la realidad (literal) en una delirante competición de ver quién soltaba la burrada más gorda. Fue una inspiración más que directa para mi vivo La llamada de Cthulhu.
This war of mine: Rolea 2019, Piero Sagi, Valle y Carlos Cueto. Traslación casi directa del videojuego a rol en vivo, esta partida tiene el honor de ser la única vez que he llorado jugando a rol, con un final tremendamente emotivo y un desarrollo de personajes brutal.

Sin duda habrá partidas excelentes que me habré dejado fuera, pero en algún punto tenía que poner la raya. Naturalmente, si me dejo algún autor fuera ya lo siento, y si tengo constancia de algún error, lo corregiré tan pronto me sea posible.

Puede que algún avezado lector se percate de que entre mis mejores partidas no hay ninguna que haya dirigido yo. Es verdad, hay partidas que he disfruado muchísimo dirigiendo, pero no todo en este blog va a ser hablar de mí, y además así, tengo la excusa para hacer otro día un ranking distinto.

miércoles, 1 de febrero de 2023

Top canciones UCM

Sin duda esta sería la mejor escena musical del UCM, pero no es a lo que me refiero hoy.

No es ningún secreto que me gustan mucho las películas y series de Marvel, y hoy me apetecía hablar de su música, pues a lo largo de las distintas bandas sonoras han ido saliendo algunas muy buenas que, unidas a la escena que acompañan, hacen que tengan su toque memorable, y por eso, aunque soy muy malo haciendo rankings, voy a intentar hacer uno.

Para esta lista voy a utilizar solo canciones que no son propias del UCM, sino que son temas que ya estaban de antes, lo que excluye temas como Portals, de Avengers Endgame, el leitmotiv de Spiderman No Way Home y genialidades como It was Agatha all along o Rogers: The Musical. 

Sin más dilación, a ello voy. 

10. Back in black (ACDC) - Ironman  

Me parecía correcto empezar el ranking con la misma canción con la que empezaba a rodar el UCM. Un despreocupdo Tony Stark debutando a bordo de un trasnsporte militar, para dar pie a una película de la que, honestamente, no esperaba mucho, pero que me encantó y que fue el pilar de carga sobre lo que se sostuvo todo lo que vendría después.

9. Hooked on a feeling (Blue Suede) - Guardianes de la galaxia Vol. 1  

No será esta la única aparición de las aventuras de Starlord y sus amigos, que se presentaban en el trailer con este pegadizo tema, que nos dejaba claro cuál iba a ser el tono dinámico y desenfadado de la película cuando nos mostraba a los personajes en la escena de la cárcel.

8- Smells like teen spirit (Malia J) - Black Widow  

Black Widow no es de las películas más redondas de Marvel, es verdad, pero entre sus virtudes está ese impactante comienzo en el que una jovencísima Natasha Romanoff es separada de su familia y entregada a las garras de la habitación roja, en unos impecables títulos de crédito iniciales.

7 Come and get your love (Ratbone) - Guardianes de la galaxia vol. 1  

Chris Pratt es gilipollas, es verdad. Pero es innegable que Peter Quill rebosa carisma por los cuatro costados, y lo demostraba en esta escena de presentación de Guardianes de la Galaxia, donde nos dejaba ver cómo habría sido el hijo de Han Solo con Indiana Jones.

 6 Inmigrant song (Led Zeppelin) - Thor Ragnarok  

Thor Ragnarok es la película que reinventó a Thor, y la escena del asgardiano partiendo la cara a todo un Surtur a ritmo de Rock&Roll era una carta de presentación ideal para este casi reinicio del personaje. No está entre mis películas favoritas, pero esa escena es muy cañera.

 5- End of the world (Skeeter Davids) Eternals  

Amada por unos, odiada por otros (a mí me gustó), Eternals es una película de superhéroes bastante diferente, una de cuyas virtudes era la belleza visual que tenía su fotografía, obra de su directora Chloe Zhao, y la canción empleada para el trailer me parece que encajaba muy bien con esa belleza, consiguiendo ser muy evocadora y también pegadiza. Me transmitía paz espiritual y ganas de ver la película.

4. Surrender (Cheap Trick) - Guardianes de la galaxia Vol.2  

Ya avisé de que los Guardianes de la Galaxia aparecerían más por aquí, y esta vez con una canción que adornaba un epílogo con la divertida escena de Kraglin intentando tomar el testigo de Yondu, de manera un tanto desastrosa, pero con una canción con mucho ritmo y que nos dejaba una sonrisa en los labios.

 3. Lift me up (Rihanna) Black Panther: Wakanda forever   

De todo sale algo bueno, y aunque Wakanda Forever no me entusiasmó, he de decir que la parte del homenaje a Chadwick Boseman me pareció muy bonita, y esa escena final con Suri honrando la memoria de su hermano, con este tema de fondo, me tocó un poco la patatita, así que al ranking que va.

 2. Father and Son (Cat Stevens) - Guardianes de la galaxia Vol. 2  

Y si de tocar patatitas y honrar a muertos se trata, no podía quedarse fuera el funeral de Yondu, uno de los secundarios más carismáticos de la saga espacial, que pasaba de villano a antihéroe y cerraba su ciclo de redención con un sacrificio heróico y un homenaje por todo lo alto, que casi sacaba la lagrimilla.

 1. Daydream Believer (The Monkees) - Wandavision

Que Wandavision me parece una de las mejores cosas que ha parido Marvel es algo que sabe cualquiera que me haya escuchado durante más de cinco minutos, y este puesto no podía ir a otro sitio que al final del capítulo en el que se desvela todo el pastel, dejándome con ganas del siguiente capítulo y convirtiendo una serie que ya me estaba gustando mucho en una leyenda que se me incrustó para siempre en el corazón, dejando de paso esta canción perpetuamente instalada en mis tímpanos.

Menciones de honor

Normalmente cuando hago este tipo de rankings suelo tener dos o tres posiciones muy claras y el resto varían en función del momento en el que los hago, y por eso voy a mencionar algunos temas que perfectamente podrían haber aparecido, como It´s been a long long time (Harry James), la canción del baile con el que Steve Rogers y su querida Peggy Carter cerraban Avengers endgame, y que daba pie a unos títulos de crédito que podría ver una y mil veces; Blinding Lights (The Weeknd), del trailer de Miss Marvel, serie que no fue del gusto de mucha gente pero que a mí no me disgustó; Sweet child of mine (Guns and Roses), con el arreglo para sonar más épico en el trailer de Thor Love and Thunder, Just a girl (No doubt), con la Capitana Marvel pateando culos en los 90 o, en general, la banda sonora completa de las dos entregas de Guardianes de la galaxia que, siendo sinceros, podría haber rellenado por sí sola un ranking de estas características.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Mis consolas

Me salté A y C

Este montaje, que recopila las diversas generaciones de consolas, me sirve como excusa para hacer un listado de las que he ido teniendo, que son unas cuántas.

Dejando de lado las consolas portátiles de pantalla de cristal líquido que tanto furor creaban en los patios de los colegios en tiempos de la EGB, la primera consola que recuerdo en casa fue la Philips Videopac G7000, a la que llamábamos simplemente "la Philips". Aunque ahora los gráficos nos recordarían a los primeros juegos para teléfono móvil, en su día me parecía la leche, y recuerdo lo evocadoras que eran esas carátulas que, por supuesto, nada tenían que ver con el contenido del juego.

Luego pasaron muchos años sin consolas en casa, siendo lo de jugar a cosas con píxels competencia del Spectrum y el Commodore Amiga, al que jugaba a escondidas cuando mi padre no estaba en casa (si me lees, papi, se siente: el crimen ya ha prescrito). Por mucho que di la lata, nunca conseguí que me compraran la Nintendo NES, pero mi insistencia terminó por dar sus frutos y sí logré hacerme con la Super Nintendo, una consola a la que saqué chispas y probablemente a la que más cariño tengo de todas.

Me duró muchísimos años, hasta que apareció su sucesora, la Playstation. Otra a la que saqué chispas y con la que pirateé todo lo pirateable. Sin que me supusiera tanto esfuerzo económico, pues ya estaba trabajando, me hice años más tarde con una Playstation 2 o, mejor dicho, "los accesorios para jguar al GTA III", que me flipó cuando lo probé (ya de antes había disfrutado mucho con los primeros Grand Theft Auto). También por aquella época, creo que de segunda mano, me hice con una Gameboy Advance, que sin darle tanta tralla también usé bastante, sobre todo en los desplazamientos.

La siguiente compra, muy cercana en el tiempo al nacimiento de este blog, fue una Nintendo DS, que compré para hacerme compañía en los viajes al nuevo trabajo en Vitoria. Muy utilizada y además duplicada, pues cuando se me perdió, mis amigos tuvieron a bien regalarme otra.

La que tocó a continuación, la Nintendo Wii, realmente no la tuve nunca en propiedad, sino que era de mi compañero de piso. Pero dado que estaba en el salón y no me ponía pegas para usarla, también me eché mis partidillas. Otra que tampoco fue enteramente mía, pero cuya custodia me quedé cuando disolvimos la convivencia fue la Xbox 360, que también me dio muchas horas de entretenimiento y alegría, hasta bastantes años más tarde.

Llega el turno de una que no está en la foto, pues era un emulador más que una consola, pero sería injusto no hablar de la  Dingoo A320, pues me sirvió para rememorar muchos de los clásicos de la era de la Super Nintendo. Algo parecido podría decirse de la Raspberry Pi que compré unos cuántos años más tarde. Y por último, la que actualmente ocupa un espacio de honor en mi salón, la Xbox One X

Mención especial para la adquisición más reciente, regalo de mi señora novia. 

Habrá que ver cuál es la próxima. ¿Se llevará Microsoft el gato al agua? ¿Volveré a la senda de Sony con la Playstation V? ¿Me podrá el picorcillo de hacerme con una Nintendo Switch?

sábado, 13 de junio de 2020

Curriculum rolvitae (3)

No lo mencioné, pero mis primerísimas experiencias con el rol en vivo se deben a este juego.

Continuando con la recopilación que inicié aquí y continué aquí, me doy cuenta de que mi volumen de producción de roles en vivo se ha reducido muchísimo en los últimos años, seguramente debido en gran parte a que cuando voy a jornadas dirijo más rol de mesa que antes. Sin embargo, he tratado de obligarme a escribir al menos una partida de rol en vivo al año, para aumentar mi "vivografía".

En 2016, además de El monasterio de San Ricardo que ya había mencionado en la entrada anterior, dirigí, coescrito Luis Barbero, El que camina con el viento, un vivo de Cultos Innombrables que habíamos ideado el año anterior. 

En 2017, basado en la película cuasihomónima de Netflix, escribo 7 años y un día (el de las cartitas) con vistas a las TdN, y para las Rolea hago, con Jorge Arredondo, Tiempo de Copas, un vivo de mi querida serie El ministerio del tiempo.

2018 es el turno de El mejor lugar, la partida inspirada en la maravillosa serie The Good Place, que estreno en las Omicron de ese año y llevo también a TdN. Ese mismo año empiezo a escribir, con vistas a las Rolea, Pínteme usted esas Meninas, pero la cancelación del evento hace que parelice el proyecto, para volver a retomarlo con más ganas en 2019 y ahí ya sí, dirigirlo.

Llega 2020 y me vienen varias ideas a la cabeza, todas aún inconclusas. Pero la cancelación de las Omicron, las Umbras y sobre todo las TdN me sumen en un desánimo creativo del que sin duda saldré, pero hacen que de momento este año no haya podido estrenar nada. No obstante, intentaré obligarme a que no se termine el año sin haber escrito un vivo nuevo. Lo de cuándo lo dirija, ya se verá. 

martes, 14 de abril de 2020

He sido (4)

Una vez, hasta hice de Wookie (el peluche es un ewok, el wookie soy yo).

Hacía mucho que no daba un repaso a personajes conocidos, de la realidad o de la ficción, que he tenido que interpretar en teatro o en rol en vivo. Empecé aquí, seguí aquí y la tercera entrega quedó aquí. Desde entonces he jugado mucho rol en vivo y he seguido con el teatro, haciendo incluso pinitos en webseries y vídeos de Youtube, y como personajes que se me ocurran ahora mismo, he dado vida a:

Freddie Mercury

En la partida de Prosopon Rol, "Reinas", directamente inspirada por la película Bohemian Rhapsody, me tocó dar vida a Farrokh Bulsara, para la ocasión españolizado a Federico Mercurio, donde no solo tenía que actuar, sino hacer playback y algo parecido a bailar.

Book

Esta referencia la pillé mucho después, cuando vi la serie. Años atrás me tocó jugar un vivo bastante infame de Firefly, en el que mi personaje era un sacerdote hábil en el combate y que iba por ahí con sus crisis existenciales y un libro. Blanco y en botella... Seguramente mi interpretación se pareció bien poco al personaje de la serie, pero aun así, sería mejor que en la atroz Serenity.

Salvador Martí

Dirigí una partida de rol en vivo del Ministerio del Tiempo, y para no ser un mero espectador me di como personaje al subsecretario, cuya función era ir asignando misiones a los agentes de campo, y la complicada labor de aguantar la risa cada vez que veía a Velázquez imitando a Chiquito de la Calzada.

Mariano Rajoy

En los vídeos del extinto canal de Youtube, Cacahuete Merengado, parodié alguna vez al entonces presidente del Gobierno. Aunque he de decir que nadie parodiaba a Rajoy como el propio Mariano Rajoy. 

Eduardo Punset

En la obra de microteatro "La muerte de Socrates" yo interpretaba al célebre divulgador catalán, narrando el luctuoso evento. 

Shawn

En el vivo "El mejor lugar", basado en la serie de Good Place, hice un breve cameo en las Rolea de 2019, en la piel de este hierático personaje. 

El Joker Zorro

El gran embaucador, el príncipe payaso, avatar de la locura y némesis de Batman en un crossover de los cómics DC y el universo de Fábulas, no el de los cómics, sino el del juego de rol de Jorge Arredondo.

La muerte

Volvemos al teatro, a la obra "Vivir para siempre", donde mi personaje obviamente eso de que la gente viva eternamente no lo ve con buenos ojos.

Lord Byron

Dejo para el final el que probablemente sea el personaje más despreciable que he tenido que interpretar jamás, y el único que me hizo sentir verdaderamente asqueado después de ponerme en su piel. He llevado dictadores, asesinos, demonios, políticos corruptos, timadores, pero ninguno como este tipejo narcisista egoísta y cruel, que me cayó mal nada más leer la ficha de personaje y al que, por supuesto, disfruté muchísimo dando vida en la partida de rol en vivo Nuestras más terribles sombras.

viernes, 10 de abril de 2020

Mis conciertos

Mi definición personal de infierno.

Cualquiera que me conozca sabe que los conciertos no son precisamente una de mi aficiones, y que casi siempre voy a preferir hacer otra cosa que ir a uno, y que me horripilan especialmnte los masivos, siendo algo que me llega a gobiar mucho.

Pero que no me gusten no significa que nunca haya ido a uno, pero sí que son muy pocos a los que he ido, tanto que casi podría llevar la cuenta. Y es que esto viene de un juego que he isto en Internet de poner 9 artistas a los que has visto en directo y colar uno falso... me costaba llegar a los 9 reales.

Sin embargo, tirando de memoria, y aunque tampoco es que sean mucho más, a diez sí que llego. Estos son los músicos a los que recuerdo haber visto en directo, la mayoría de ellos en fiestas populares:

-Ska-P
-Fabio McNamara y Fundación Tony Manero (era eso o quedarme sin planes ese día, allá por la Semana Grande del año 2000)
-Dover (allá por 1998, recuerdo que iba tan borraho que ni me enteré del concierto)
-XXL (no recuerdo el año, pero en tiempos de la universidad, podría ser 1997)
-Def Con Dos (aunque lo correcto sería decir que estaba de fiesta en Rekalde y casualmente estaban ellos, o lo que quedaba de ellos, tocando)
-Onion Hoops
-Boney M (teloneros: Azul y negro, en fiestas de Santurtzi de 2008)
-The Village People (puede que sea el único al que haya ido deliberadamente y me lo haya pasado bien)
-Platero y tú + Marea (el concierto en el que, literalmente, me aburrí tanto que me dormí)

Puede que me esté dejando alguno, pero creo que esos han sido todos mis conciertos. Como puede verse, mi gran pasión.

¿Contaría la orquesta municipal de Bilbao como grupo musical? A esos los vi alguna vez de niño, oigan.

jueves, 3 de octubre de 2019

Mis 10+1 campañas de rol

No sale en Xataka, pero también escribo yo.

Hace poco salía en la web Xataka un artículo con el que tuve el honor de colaborar, en el que se hablaba de las campañas de rol más famosas de la historia. Y como por temas de espacio (y despistes míos) no están todas las que yo habría puesto, aquí hago una lista de las campañas roleras que por uno u otro motivo han significado algo para mí.

Las máscaras de Nyarlathotep (La llamada de Cthulhu)

Por varios factores podría decir que esta es para mí LA campaña. Recuerdo como si fuera ayer cuando con 14 años hojeaba fascinado el libro en la sección de librería de El Corte Inglés, con aquellos mapas y recortes de periódico, que me hacían ver que estaba ante algo grande. Me pude quitar una espina cuando por fin conseguí dirigir la campaña entera tras varios intentos, y algún día quiero volverla a dirigir.

Cazadores de leyendas (NosoloD20)

Tuve la suerte de poder formar parte del testeo de esta campaña, obra del genial Ismael D. Sacaluga, que capta todo el sabor pulp de las películas de Indiana Jones y nos lleva por todo el mundo cazando tesoros y aporreando nazis. Disfruté muchísimo convirtiendo las partidas que dirigía en auténticas películas de aventuras. Aunque existe una versión para Hitos, cuando la dirigí yo el sistema no existía, por lo que tirábamos de d20, con mezcla de Mutants&Masterminds. Aunque a decir verdad, el sistema era lo de menos, fue todo siempre muy narrativo y dinámico. Esta campaña también tuvo su espacio en los comienzos de este blog

Estrellas anónimas (Autojugable - sistema propio)

Cambiamos por completo de tercio para irnos a la que creo que es la campaña de más calidad de todas las que he jugado o dirigido. Una investigación policíaca en el mundo del cine snuff es el telón de fondo de esta genialidad de José Lomo y Jonathan Delgado ante la que me quito el sombrero, pues desde la primera vez que la leí, disfrutándola tanto como si estuviera ante una buena novela negra, supe que quería dirigirla.

La guerra invisible (Hitos)

Esta campaña, obra de Juan Sixto, no ha sido publicada, pero es una de las primeras campañas que se hicieron con el sistema Hitos, que se estaba creando (el honor de ser la primera corresponde a La mirada del Centinela, que nació como campaña, aunque ahí solo jugué un par de sesiones como invitado). Con una estructura muy de serie de televisión, los personajes eran gente normal en un mundo cercanamente distópico que se veían implicados en una trama que les venía demasiado grande, tan grande como la propia campaña, que a veces funcionaba tan bien por sí misma que podríamos haberla jugado aunque no hubiera venido el director de juego. 

Magice rerum daemonii est (Aquelarre) 

Publicada en el fabuloso suplemento de Aquelarre "Rerum demoni", tengo un muy buen grato recuerdo de esta campaña, que me transporta a aquellas noches de juventud en Santa Pola, cuando nos juntábamos a jugar a rol. Para el anecdotario queda la cara que se le quedó al señor que teníamos al lado en la playa al escuchar a unos quinceañeros berreando "¡Joder ayer en el Aquelarre, mira que regalarle el alma al diablo!".

Las crónicas de Transilvania (Vampiro: Edad oscura)

Esta bien podría estar aquí dos veces, pues dos fueron las veces que la jugué. Una en la extinta tienda de rol Bilbo Bolson, donde la jugué con el que durante mucho tiempo fue mi alter ego en las redes, Enrico Giovanni, príncipe de Alba Iulia, y otra años más tarde en el viejo club de rol, donde la jugué con el fanático religioso Mitru Vaclav, del clan Toreador. Aun con todos sus defectos (es excesivamente lineal, fuerza demasiado los eventos y se deja muchas épocas interesantes en el tintero), es una campaña muy disfrutable y explota con bastante acierto una de las mejores posibilidades que brinda el juego, que es empezar con un personaje en la Edad Media e irlo evolucionando hasta llegar al S. XXI. Dije, por cierto, que la jugué dos veces, pero técnicamente serían tres, si contamos el cameo que hice en la sesión rol en vivo que se jugó como parte de otra campaña. Un poco en esa línea, aunque no les dedicaría apartado propio, estarían las Crónicas Giovanni, que pese a un espectacular primer libro me parecen inferiores y tampoco llegué a terminar. 

La alianza de Evergreenwood (Ars Magica)

Creada y dirigida por Diego Martínez. Realmente ni la campaña ni la alianza se llamaban así. La campaña no tenía nombre (nos referíamos a ella como Ars Magica Z, por el exagerado nivel de poder que alcanzaron los personajes) y nunca llegamos a consensuar un nombre para la alianza. Pero en honor a la insistencia de Nora por llamarla así, casi 20 años después tiro la toalla y acepto el nombre. Esta campaña abierta duró muchísimo tiempo, y jugamos un montón, pues era la típica de "no tenemos nada que hacer, seguimos con la campaña". Por esta alianza pasaron muchos jugadores y personajes distintos (si me pongo a contar igual llego a 10), pero los que más jugamos, y de facto el reparto principal fuimos Nora como Kyrylys de Merinita, Íñigo como Izrael de Tytalus y yo como Bernard Bjornaer. La verdad es que podría rellenar todo un blog solo con anécdotas de esta campaña, pero por no saturar me quedaré con una, y es que el apodo con el que mucha gente conoce a Diego, "Kulebril", viene precisamente de un lapsus que tuvo en esta campaña, cuando para referirse a una criatura con aspecto de serpiente dijo "en la cueva veis una gran criatura de aspecto culebril, que... "

El enemigo interior (Warhammer)

Tengo una extraña relación con esta campaña. Por una parte, son tres (casi llegó a haber una cuarte) las veces que la he empezado (dos, casi tres, con Werner Murrman y la actual con el caballero Hansel "Cercenador" Töpfler) pero nunca las he terminado. La primera vez me dieron el personaje y jamás empezamos. La segunda, solo llegamos a jugar algunas sesiones. La tercera, que parecía la buena, jugamos hasta avanzado el segundo libro (de cinco) pero el director de juego se aburrió de dirigir, y cuando más interesante estaba, la canceló. Esta vez, que estamos ya en el quinto libro (llevamos desde 2016 con ella) parece que por fin será la buena. Y digo que tengo una extraña relación con ella porque a pesar de que le debo grandes momentos, creo que es una campaña que ha envejecido muy mal, y que no hace justicia a la fama que tiene. Pero como disfruto mucho de la compañía del resto de jugadores y del buen hacer del director, prefiero quedarme con lo positivo y por eso la pongo aquí. Además, no todos los días puede uno salvar el Viejo Mundo, ¿no?

Hankelarre (Aquelarre)

No podía tener otro nombre que el que usábamos en el grupo de Whatsapp para referirnos a esta campaña, cuyo nombre es un juego de palabras entre el título del juego y el apodo del DJ, el señor Hank Scorpio (dicen las malas lenguas que se llama David, pero eso no se lo cree nadie). De esa campaña, y de mi personaje, ya hablé en esta entrada, y además cabe decir que esa campaña fue más o menos llevada a rol en vivo, en colaboración con un tal Ricard Ibáñez, del que puede los fans del juego hayan oído hablar alguna vez.

Kingmaker (Pathfinder)

Curiosamente hoy tengo otra sesión, y hace poco escribí sobre esta campaña, que estamos jugando actualmente. Poco puedo añadir, la verdad. Por resumir, y copiando lo que escribí, Kingmaker es una épica campaña para el juego de rol Pathfinder que tiene un importante componente de sandbox (ir explorando libremente el mapa, a ver qué te encuentras) y el aliciente de ir, literalmente, construyendo un reino desde cero. Cuenta con el honor de haberme reconciliado con el género del mazmorreo.

Bonus track: El maizal (Nosolod20)

Tengo un especial cariño a esta campaña corta de Frank Guerra y Manuel J. Sueiro, pues aparte de gustarme mucho y haberme divertido mucho dirigiéndola, me permitió aportar mi granito de arena al haber creado las fichas de los personajes que vienen en el libro, de modo que lo siento un poco como mío. Esta campaña, de la que también hablé en este blog, es una investigación, a lo Expediente X, de unos asesinatos en una comunidad rural de la California profunda, con un enigma que va absorbiendo a los jugadores, y que con un poco de maña por parte del director se puede convertir en una experiencia memorable.

Me sabe mal dejar fuera campañas como la de Vampiro: Edad Oscura sin nombre (que tuvo hasta dibujo propio) o la de Hombre-Lobo, ambas de la misma directora. También tengo buen recuerdo de Dreams Come True, una campaña de Cultos Innombrables que se quedó en el limbo, o de la campaña de DC Adventures que nos dirigió para Mutants&Masterminds Pablo Sixto (donde tuve primero al traficante de armas Ibn Rayiq y después a las dos versiones del Teniente Rainbow, dos enfoques muy diferentes del mismo personaje gracias a la genialidad de hacer el reinicio de la saga). 

Siendo un juego que odio, también guardo un bonito recuerdo de la campaña de La leyenda de los cinco anillos que jugué en Pamplona (por la compañía, más que nada), pero si la cosa va de odiar, creo que debería mencionar la campaña que más odié dirigir, y que no eché de menos cuando se canceló, que era el Retorno al templo del mal elemental, culpable de que se me quitaran las ganas de volver a dirigir, y durante mucho tiempo a jugar, Dungeons&Dragons (aunque nos dio al gran Capitán Saleb™).

¿Y en el futuro? Pues quién sabe. Espero que haya campañas que vayan haciéndose con un hueco en el ranking, pues significará que me lo he pasado muy bien leyendo, jugando o dirigiendo. De momento, tengo grandes esperanzas puestas en la campaña de El rastro de Cthulhu Mentiras eternas.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Películas imposibles: recopilación

Como las mías, pero con gracia.

Recientemente se han viralizado otra vez los híbridos cinematográficos del genial Carlos Areces y obviamente me he acordado de una de las secciones clásicas de este blog, las Películas Imposibles, que parten básicamente de la misma idea (pero sin su arte dibujando). 

Y como mucha gente me está mandando el enlace, me pareció que sería buena idea hacer este recopilatorio de mis entradas sobre el tema, diciendo en mi defensa que las que coincidan (salvo alguna concreta) son realmente coincidencia.


Bonus track: 

miércoles, 8 de febrero de 2017

DJ Jokin

Dirigiendo Cultos Innombrables en las #omicron2017

No va la cosa de música, sino de juegos de rol, siendo DJ las siglas de "Director de juego", término al que también puede uno referirse como "narrador", "árbitro" (que personalmente no me gusta un pimiento) o muy frecuentemente "máster", del inglés DM. Hay mucho debate al respecto, pero no me voy a meter en eso aquí ni en por qué prefiero el uso de "Director de juego".

Debo decir que siempre me he considerado más jugador que director, y que durante muchos años he odiado dirigir partidas, entre otras cosas porque siempre me he considerado muy chapucero en ese aspecto, pero al final, producto de llevar muchos años con esta afición (más de 25 años en el tema) y sobre todo con la cosa de colaborar en jornadas, pues he acabado dirigiendo bastante, sobre todo de un tiempo a esta parte. Y el otro día en una red social vi un estado en el que un amigo hacía recuento de los juegos de rol con los que había dirigido partidas y me dio por copiar la idea. Y la verdad es que la lista me sorprendió bastante, siendo la muestra más numerosa de lo que esperaba.

-RuneQuest: Fue el primer juego de rol que tuve, y uno al que he jugado muy poco y dirigido aún menos. Creo que mi experiencia se redujo a un intento de sesión, que no recuerdo si llegamos a terminar. Pero dado que fue mi bautismo como DJ, era injusto no meterlo en la lista.
-Dungeons and Dragons: Es el primer juego al que jugué, y en consecuencia uno de los primeros a los que dirigí, habiendo dirigido primera edición (aquellas fotocopias de la caja roja) y algo de tercera (sí, me salté AD&D por completo), con la que intenté dirigir "El retorno al templo del mal elemental", la experiencia que me hizo no volver a querer dirigir D&D nunca más.
-La llamada de Cthulhu: Uno de los clásicos que no pueden faltar. Uno de mis hitos en este ámbito fue poder, por fin, quitarme la espina de dirigir enteras Las Máscaras de Nyarlathotep.
-Star Wars: No sé si llegué a dirigir con el sistema antiguo, el que se jugaba con dados de 6. Tengo el vago recuerdo de una sesión muy gamberra en la que los jugadores interpretaban a los personajes de la película... que algunos ni siquiera habíamos visto. Sí tengo constancia, en cambio, de haber dirigido Star Wars en su versión d20, pero un intento de campaña bastante pobre y sin resultados memorables, más allá de los jugadores que se tiraron 2 horas de reloj para salir de una habitación en la que estaban encerrados... y la puerta abierta.
-Aquelarre: A este dirigí mucho en su día. De hecho, hasta aquella campaña reciente, había jugado muy poco, pero mi partida como jugador fue nada menos que con Ricard Ibáñez de director, con quien he tenido el honor, años más tarde, de codirigir Aquelarre en vivo.
-Mutantes en la sombra: Este nos gustó bastante en los 90, y dirigí mi exitosa partida "Pánico en la Expo", que supongo que no sería otra cosa que un Dungeon urbano, pero que nos divirtió bastante.
-El señor de los anillos: Uno de los clásicos, en su versión simplificada de Rolemaster, llamada MERP. Creo, estoy en duda, que llegué a dirigir una sesión, aunque al no haber leído los libros, se parecía a la obra de Tolkien lo que un huevo a una castaña, claro.
-Mili KK: En Santa Pola, donde veraneábamos, hubo un año en que nos dio por ahí, por jugar a este juego gratuito que venía en uno de los números de la revista líder. Quinceañeros jugando a ser soldados en el servicio militar. Entrañable. 
 -Vampiro: La segunda mitad de los 90 todo estaba devorado por el Mundo de Tinieblas, lo que hizo que dirigiera mucho Vampiro, tanto en su versión contemporánea de Mascarada, como en la medieval de Edad Oscura.
-Hombre Lobo: Aunque Vampiro fue anterior, este fue el primero que tuve de Mundo de Tinieblas, y diría que también el primero que dirigí. Concretamente Fundación Valkenburg, una campaña publicada por White Wolf cuyo libro me regalaron los amigos en un cumpleaños. (El viejo truco de regalarle a alguien un libro de rol para obligarle emocionalmente a dirigir).
-Fanhunter: Un poco por aquella época, aunque nunca fui muy fan (no pun intended) de este juego, alguna vez sí que lo probé, con una partida de catástrofes y explosiones en la estación de trenes de Bilbao.
-Pokethulhu: Otro juego cómico, que combina Pokémon con la obra de Lovecraft, que dirigí una vez, en jornadas, con un homenaje a cierta campaña, que titulé "Las máscaras de Meowthlathotep".
-Warhammer: Aunque es más conocido el de figuritas, este es un juego de rol muy antiguo, y tuvimos una época en la que nos dio bastante por ahí. Intenté dirigir una campaña un poco en la línea de los JRPG (tipo Final Fantasy y derivados) que tanto me gustaban por la época, pero no terminó de cuajar.
 -Nosolod20: Si bien no es un juego, sino un sistema genérico, no sabía dónde englobar dos de las partidas (una campaña larga y la otra partida de dos sesiones) que más disfruté dirigiendo en su día, como son Cazadores de leyendas y El maizal.
-Hitos: Aquí pasa un poco lo mismo, que no es un juego sino un sistema genérico, pero es con el que más he acabado dirigiendo, de manera que sería absurdo no tenerlo en cuenta.
-2084: Este sonará mucho menos, y es lógico, pues aún no ha sido publicado (esperamos verlo algún día), pero sí que está escrito y testeado, lo que significa que es otro juego al que he dirigido.
-Cultos Innombrables: Sería un poco raro no haber dirigido esto, ¿verdad? 
-sLANg: He dirigido poquito. Concretamente solo una vez (y con eso ya vale para estar aquí). Fue en las TdN de 2014, la partida "Azul", inspirada en Breaking Bad, aunque en sucesivas ediciones la he dirigido con Hitos.
-Fragmentos: Lo probé una vez, en un engendro de partida que titulé "La isla del Diablo" y que me salió la pobre como un churro. La verdad es que el concepto me gusta mucho, pero no termino de pillarle el punto al sistema.
-Estrellas Anónimas: He dirigido alguna partida suelta con su sistema y ambientación, pero todavía tengo pendiente poder dirigir alguna vez la campaña completa, que leyéndola me pareció a la par fascinante y perturbadora.
-Blacksad: El gato detective al que he encerrado varias veces en la prisión estatal de Thornton en la partida "Parque Zoológico". Es un juego con el que era muy escéptico, pero fue una sorpresa agradable, ya que me encontré con que el sistema es sencillo y no llega a incordiar, y lo de los personajes zoomorfos es una herramienta de dirección muy útil y poderosa. 
-Atomic Robo: Este es otro de los que solo he dirigido una vez, para unas jornadas. Y a pesar de no conocer la ambientación ni haber dirigido nunca FATE (había jugado una sola vez), me encontré muy cómodo dirigiendo, y sobre todo me gustó ver un juego en el que las escenas de acción no atascaran la partida por completo.
-FATE Acelerado: Con este sistema, que me encanta por su sencillez y abstracción, dirigí una de mis partidas más recientes: La Centuria A, y no se descarta que lo vuelva a usar para futuras partidas de otras ambientaciones.
-Tragon Fall: Este sonará aún menos que 2084, pues es otro juego que creé, basado en el cómic homónimo que hice con Jon Cortazar, en el que parodiábamos Dragon Ball, con nosotros y el resto de compañeros de clase del instituto. Este juego chorra, que llegué a dirigir, permitía emular las absurdas andanzas de los sufridos estudiantes del IES Unamuno. El sistema de reglas, por supuesto, era malo de solemnidad.
-7º Mar: El célebre juego de piratas y acción en el S. XVII. Dirigí para unas jornadas que hicimos en la asociación, casi sin saberme las reglas y con una partida escrita en medio folio el día antes, en la que me iba inventando las cosas sobre la marcha.
-Pasión de las pasiones: Un gamberro juego de rol sobre culebrones latinoamericanos, del que hay más información aquí. Me maravilló el concepto, me compré el PDF y me animé a dirigir. 
-Sombras urbanas: Un PbtA de conspiraciones y criaturas de la noche. Lo probé por primera vez en unas jornadas de Ábaco. Perfecto para hacer campañas.
-Nahui Olin: El juego de rol de Ricard Ibáñez, ambientado en la América postcilombina. Lo dirigí por primera vez en las Rolea de 2019 con una partida asada en la caída del imperio tarasco,en Michoacán. 
-Trauma Unit: Un juego de rol de paramédicos en un mundo cyberpunk. Dirigí una campañita durante el proceso de creación del juego, aunque el concepto que llevaba era muy distinto al que acabaría saliendo en el manual que se publicó. 

Es posible que la memoria me juegue alguna mala pasada y me haya dejado alguno en el tintero, de estos juegos que acabas dirigiendo un día y la cosa queda en nada, pero echo la vista atrás y la verdad es que me he puesto detrás de la pantalla mucho más de lo que pensaba.