domingo, 30 de junio de 2019

Último finde de junio

La verbena rekaldesa.

Fiestas de Rekalde solía ser sinónimo de haber terminado los exámenes de la uni, y por eso siempre tienen ese aire de libertad. Pero por no faltar a mis propias tradiciones voy a narrar el fin de semana en orden.

El viernes comida en el restaurante hindú, y por la tarde reunión de Moskotarrak, para colocar los turnos de txozna en fiestas de Bilbao. Luego la llegada de un amigo residente en Madrid y nos vamos por ahí a cenar a lo que hace 20 años era un pub en la zona en la que salíamos de fiesta entonces, para acabar arreglando el mundo con unas coca-colas en unos bancos.

El sábado por la mañana voy al gimnasio y la tarde la dedico a mover cosas y adecentar la casa antes de pasar por la lonja, donde había jornadas y luego a Rekalde, a tomar algo con unos amigos, lo que se prolongó hasta pasadas las dos de la madrugada.

El domingo por la mañana lo dedico a hacer nada y por la tarde una asamblea de Abaco, a cuyo término nos vamos a cenar unas pizzas tan a gusto, pero sin dilatar demasiado la sobremesa, que mañana toca madrugar.

viernes, 28 de junio de 2019

Agur Javitxu

Tras 14 temporadas, nos deja el 14.

Hoy se cierra otro pedacito de la historia del Bilbao Basket con el anuncio de la retirada del gran capitán y el mejor jugador de baloncesto que haya dado nunca Santutxu: Javi "Chocolate Blanco" Salgado.

Hay un término en baloncesto que es del de clutch player, traducido al castellano como "ese jugador al que como dejes 5 centímetros al final del partido te la lía", y es que sus ya legendarias canastas sobre la bocina nos dieron muchas alegrías, así como su seguridad en los tiros libres, que no los fallaba ni con una venda en los ojos.

No tuvo un físico privilegiado, y es verdad que en defensa sufría mucho, pero leía el baloncesto de maravilla y fue un lujo poder tenerle aquí. 

Además, cuelga la camiseta en un buen momento, después de subir (por segunda vez) al club de sus amores (y los míos) en ACB, y tras haber demostrado todo lo demostrable.

Ya le vimos irse, pero esta vez es para no volver. La próxima vez que le veamos ya no será vestido de corto, pero nos acordaremos de que tuvimos la suerte de verle jugar.

 
Vídeo homenaje.

jueves, 27 de junio de 2019

Toy Story 4

¿Es aquí lo de hacer llorar a adultos como si fueran niños?

Aunque la tercera parte de la entrega me encantó, debo admitir que era un poco escéptico con esta cuarta, ya que el cierre que le daban en aquella eran tan perfecto y tan redondo que cualquier secuela que introdujeran solo parecía un innecesario querer estirar el chicle.

Por otra parte, salvo patinazos puntuales, esa banda criminal de psicópatas emocionales a los que les gusta jugar con nuestros sentimientos llamada Pixar tiene a bien hacer de sus películas obras maestras y se merecía un voto de confianza.

Y zas, la primera en la frente. No llevábamos ni cinco minutos de película, ya tenía la lagrimilla colgandera amenazando con salir. A partir de ahí, una película de aventuras muy divertida, repleta de momentos tiernos y simpáticos, sin concesiones al aburrimiento y plenamente disfrutable, pero sin ese toque emotivo que uno se puede temer.

Los cojones treintaytrés. Cuando uno está relajado pensando que esta vez Pixar ha venido en son de paz, el monstruo saca las garras y planta un final que hace contacto con la patatita que tenemos para bombear la sangre y ala, a sacar los kleenex. Llorera al canto.

Pixar lo ha vuelto a hacer. Y si tuviera que elegir cuál es mejor creo que me sigo quedando con la tercera (Lotso era mucho Lotso), pero esta le sigue muy, pero que muy de cerca.

miércoles, 26 de junio de 2019

Día de calor y playa

Ha costado, pero ya está en casa.

Con las casa ya pintada, lo que toca es amueblar, y aunque algunos muebles venían con la casa, otros los he ido comprando expresamente y algunos están por venir, la mesa del escritorio que compré hace año y medio ha sido hoy transportada, aunque he elegido el peor día para hacerlo. Con temperaturas superiores a 40º, mala idea transportar trastos pesados.

La primera en la frente ha sido para bajarla a la calle. En el ascensor no cabía y por las escaleras podía ser un infierno que terminara con un escritorio hecho trizas y varios huesos rotos. Había que desmontar piezas. Pero entonces, oh, mierda, tengo las herramientas en la otra casa. La solución se ve en la foto. ¿es eso de ahí un pelapatatas? Sí, y en ese momento lo único que servía para quitar y poner tornillos. 

Sin embargo, desmontar el mueble y dividirlo en dos hacía posible moverlo, que no fácil, y sin entrar en detalles escabrosos, entre dos hemos podido finalmente transportarlo, y ya con calma y a la sombra lo he vuelto a montar.

Con semejante sudada apetecía algo fresco, de modo que he ido a casa a cambiarme y de ahí al metro, con la intención de darme un agradable baño en la playa, donde hemos estado hasta que una tormenta de arena con ventoleras que obligaban a las gaviotas a hacer el Matrix, nos ha aconsejado la retirada.

martes, 25 de junio de 2019

Casa pintada

Mi casa no es tan grande pero también es blanca.

Hoy me he quitado otro importante escollo, que era lo de pintar la casa (blanco roto). Eso me va a permitir poner muebles, limpiar bien e ir ya iniciando los movimientos para acometer la mudanza definitiva. Hay vértigo, y no mentiré que un poco de pereza, pues aunque es de mi propiedad, al no haber vivido ahí hace que todavía no sienta es apego emocional que se supone, aunque imagino que ya irá llegando.

Eso sí, lo que me doy cuenta es que cuanto más se acerca el final del camino más cosas me doy cuenta de que faltan por hacer. Entre ellas, trasladar la mesa del ordenador, que hoy he dejado vacía, y se hace raro verla tan desangelada.

lunes, 24 de junio de 2019

Fin de curso teatral 2018-19

Se bajó del todo el telón.

Aunque la representación fue hace dos semanas, durante el mes de junio hemos seguido teniendo clase de teatro (aunque realmente era más tertulia que otra cosa), y este ha sido un año muy corto, pues no empecé en octubre, como es habitual, sino en diciembre. Ese pequeño descanso me vino muy bien, y el desapego que me había ido generando el desgaste el año pasado, este no lo he tenido, por lo que me alegro de haber tomado aquella decisión.

Este año, en lo teatral, ha sido muy importante, pues supuso la puesta en marcha del proyecto que nació hace un año, tal día como hoy, de crear nuestra propia asociación de teatro, "Dramatis Comediae", que vio su primera obra como tal en marzo, cuando hicimos la representación de Angelina.

Hoy cerramos, pues, otra temporada (la octava, así por la tontería llevo en teatro el mismo número de años que estuve en el colegio) y pasado el verano empezará otra. 

A ver qué nos depara el 2019-20.

domingo, 23 de junio de 2019

Finde con gimnasio nuevo

Soltando lastre.

De lo que hablo en el título bien podría dar para una entrada en sí misma, pero ya como que me he acostumbrado a usar la entrada de los domingos para contar lo que dio de sí el fin de semana, así que eso es lo que haré.

El viernes, después de comer tenía una cita con el electricista, para terminar de poner enchufes, cableado y tal, y luego con mi señora novia a cenar y al cine (X-Men, de la que hablé ayer).

El sábado por la mañana más electricista, dejando ya la casa a punto en ese aspecto y pegando una baldosa que se había caído en el baño. ¡Esta semana ya puede venir el pintor!

Por la tarde a la lonja, a jugar al juego de mesa The Others, donde gano manejando al avatar de la pereza (esto es literal), lo que se ajustaba muy bien al calor que hacía. Por la noche me voy de fiesta, que eran fiestas de Irala, y ahí estamos hasta las tantas, arreglando el mundo pero esta vez sin emborracharme, que no apetecía.

Domingo por la mañana voy a la Alhóndiga, donde me inscribo al gimnasio y lo estreno. Hoy ejercicio muy ligero, para coger el punto a las máquinas de cardio y luego a refrescarme en la piscina antes de comer.

Por la tarde rol, nueva entrega de la campaña de Warhammer y terminada la sesión, al piso a bajar muebles viejos, que hoy pasaban del Ayuntamiento a recoger. Algunas de las cosas que he dejado ahí no han tardado ni cinco minutos en ser saqueadas por jawas aleatorios, por cierto.

¡Utini!

sábado, 22 de junio de 2019

X-Men: Fénix Oscura

Sansa con superpoderes.

Nueva entrega cinematográfica de los mutantes (cuarta de las "nuevas", séptima si contamos las anteriores) que toca una de las sagas más icónicas del grupo X; la muerte y resurrección de Jean Grey. 

Viendo el desastre que fue la anterior (una decepción de nivel apocalíptico), mis expectativas eran bajas, lo que ha ayudado a que me fuera del cine con una buena sensación, a pesar de que esta también tiene sus puntos flacos.

Me gusta, y creo que está bastante bien llevada, la historia principal, que lleva a querer ver qué pasa y por dónde va a tirar, y tiene un desenlace bastante digno, a pesar de que es un tanto confuso ubicarla antes y/o después de las películas anteriores (¿esto es antes o después de la tercera? ¿es otra línea temporal? ¿si este personaje muere, por qué sale en el futuro?). A veces daba la sensación de que había que verla con un bloc de notas y los guiones de las anteriores a mano.

Pero no es ese su peor punto. Esta película peca, como pasa con otras del género, de confundir "atmósfera oscura" con "escenas de acción que no se entienden". Esas escenas se hacían caóticas y confusas, e incluso a veces los efectos quedaban un poco pobres.

Donde también cojea, y es donde pierde estrepitosamente si intenta medirse con las películas de MCU, es en que no tiene la magia que sí tienen los Avengers y compañía, pues en su afán de ser más oscuras confunden oscuro con soso y no tienen humor ni un espíritu tan de colorines (y no me refiero solo a lo estrictamente fotográfico) y de estar leyendo un épico tebeo de superhéroes que sí tienen las de los estudios Marvel.

Otra forma distinta de hacer las cosas. ¿Peor? Para mí sí.

Lo que sí me gustó fue el cameo sorpresa de Dazzler.

jueves, 20 de junio de 2019

Preparando #tdn2019

Píntala otra vez, Sam.

En seguida llega el verano, lo que significa que las TdN ya están cerca y va tocando decidir qué actividades llevaré. De rol de mesa llevaré partidas de cierto proyecto sobre el que alguna vez he hablado por aquí, pero sobre el que por ahora prefiero callar, y de rol en vivo dos partidas (iban a ser tres, con un vivo de Nahui Ollin, pero lamentablemente no va a poder ser). Uno es una reposición del vivo de Casablanca que escribí precisamente para las TdN de hace ya 10 años (¡cómo pasa el tiempo!) y el otro sí que es nuevo, una gamberrada personal titulada Pínteme usted esas meninas, que se desarrolla en el making of del celebérrimo cuadro.

Puede más adelante que añada algún otro plato al menú, pero de momento eso.

miércoles, 19 de junio de 2019

Salida al embalse

Hasta ahí hemos ido.

Hoy he quedado con los compañeros de trabajo de Zabalburu para hacer una de nuestras tradicionales salidas para andar. Esta vez la ruta era Arrankudiaga-Zollo, pasando cerca del cinturón de hierro de Bilbao, para llegar hasta el embalse.

Al salir de trabajar, y tras la rápida ingesta de un bocadillo, hemos quedado en Abando, donde hemos cogido el tren hacia Arrankudiaga. Los primeros pasos, por un camino de cuestas pronunciadas, pero buena señalización, se hacían duros pero fáciles. Hasta que una encrucijada parecía querer llevarnos al monte Goikogane, nos hemos desviado y... error.

Media hora de andar después, no teníamos ni idea de dónde estábamos, pero sí podíamos ver nuestro destino... al otro lado del valle. Así que venga, baja una cuesta horrible, sube un tramo, sigue bajando y llega hasta no teníamos ni idea de dónde, y sin cobertura. Andar un poco nos ha llevado hacia un camino, donde un amable ciclista nos ha indicado que realmente no estábamos muy lejos, y nos ha dicho por dónde ir: un camino con una pendiente muy horrible (si algún lector pasa por ahí y ve un pulmón abandonado, que me lo traiga, es mío), y finalmente hemos llegado al barrio de Ustara, muy cerquita de nuestro destino. ¡Y con una fuente!

De ahí ha sido un paseíto breve por fin hemos encontrado nuestro destino: el embalse.

Para la vuelta, bajar el camino era más llevadero, y hemos acabado en el polígono de Bakiola, donde queríamos coger ya el tren de vuelta. Pero ignorar, o no entender muy bien las explicaciones de los lugareños, nos han hecho acabar en mitad de vaya usted a saber dónde, para finalmente, bajando unas escaleras horrendas, hemos acabado en el puente que nos llevaba al apeadero de Renfe y por tanto a casa.

Caótico y agotador, pero divertido.

martes, 18 de junio de 2019

Una de rol al aire libre

Diez minutos antes había chorizo a la sidra y croquetas en esa mesa.

Este blog, en sus orígenes, nació con la idea de ir contando mi día a día, lo que es un recurso fantástico para cuando no se me ocurre nada mejor que contar y, en la práctica, se ha convertido en una sección fija de los domingos. Aunque realmente no hay motivo para no hacerlo cualquier día, y es lo que voy a hacer hoy. Además, eso tiene de bueno que me ayuda cuando, años después, me da por mirar "¿y qué estaba haciendo yo hace X años por estas fechas?".

Tras una noche de dormir mal y despertar a las 5, cuando a las 7 ha sonado el despertador me ha entrado el sueño y he dormido plácidamente hasta las 8. Hoy podía hacerlo, pues tenía un curso (uno sobre feminismo dirigido a hombres, muy interesante) que se impartía a menos de 5 minutos de mi casa.

Terminado el curso y después de comer me he echado una rica siesta (¡ventajas del horario de verano!!) y me he ido dando un paseo a las piscinas del Fango, donde no he podido nadar más de 10 minutos, pues había convocada una huelga de socorristas y poco después de entrar yo han cerrado. Al menos me he refrescado. Pero curiosamente no parece que la única huelga fuera la de los socorristas, pues el sol parece haberse unido a su causa, y lo que antes de entrar era un solazo de justicia con más de 30 grados se ha convertido en una tarde gris. 

Eso no nos ha impedido llevar a cabo el plan rolero de la tarde, que era jugar una nueva sesión de la campaña de Pathfinder: Kingmaker en la cervecera Mendipe, al aire libre, en vez de en la lonja. Y aunque hacía algo de fresco, pues ahí hemos estado tan a gusto, hasta más o menos las 20:30, hora a la que nos hemos recogido.

lunes, 17 de junio de 2019

Antes de la quema

Parece un ejemplar de National Geographic.

Un chirigotero en paro y con una situación familiar complicada acaba metido de patas en una operación a gran escala de tráfico de drogas, robando un alijo decomisado que va a ser destruido por la policía, con gente muy peligrosa, mucho dinero de por medio y los carnavales de Cádiz con su concurso de chirigotas, en una historia que se irá liando como suelen liarse este tipo de historias.

Hecha a medida de su protagonista, el humorista Salva Reina (si te hace gracia el gracejo gaditano como concepto ve, y si no, huye) y dando también mucho protagonismo a la festividad de los disfraces y las canciones, esta es un poco la típica historia de "perdedor metido en embrollo", con un villano al que no se cree nadie (Joaquín Núñez), un secundario de lujo que llena la pantalla (Manuel Manquiña), una exageradamente chonificada Maggie Civantos y una Manuela Velasco que, bueno, sale en la película.

Se deja ver, ya que es bastante entretenida, y aunque no es estrictamente una comedia, como el protagonista se pasa el rato con sus ocurrencias y sus chistes, alguna acaba haciendo gracia y es cierto que me ha sacado más de una sonrisa (igual es una tontería, pero el de "en Cádiz hay tanto paro que se creen que cotizar es una marca de Whisky", me ha sacado la risa floja). El argumento no es nada del otro mundo, pero al menos ofrece un giro que, sin dejar de ser un tanto cliché, funciona bien y le da salsilla. Luego tiene sus dejes cutrecillos y en ocasiones se le ven las costuras, pero tampoco le exigía que fuera una película perfecta.

Pero si algo destaco de ella, y es su punto diferencial (para bien o para mal, eso ya a gusto del consumidor), es en la importancia que tienen las chirigotas en la trama.

domingo, 16 de junio de 2019

Último fin de semana primaveral

Parte del plan de hoy.

Otro fin de semana, el último antes de que entre oficialmente el verano. El viernes comida social en el mexicano y luego a la lonja, donde jugué, con escasa fortuna, una partida de La guerra del anillo.

El sábado por la mañana fui, también con poca fortuna, a comprar el sofá, pero la tienda estaba cerrada, de modo y manera que previo paso por la tienda de cómics fui a visitar a un amigo que estaba en el hospital (y llevarle algo de lectura contra el aburrimiento). De ahí cogí el autobús y fui a Maxcenter, donde comí y fui al cine, a ver la insulsa Kin. A la vuelta, un paseo Max Center-Bilbao, y luego a la lonja, a socializar un rato y desempolvar el Caylus (el juego de la foto), donde gano con una apretadísima victoria.

Domingo por la mañana lo dedico a avanzar en la escritura de rol para las TdN y por la tarde a la lonja, a jugar sendas partidas de The Others (victoria ajustada) y otra de Caylus, donde gano con bastante holgura. Y si no me dejo nada, esto ha sido el fin de semana.

sábado, 15 de junio de 2019

Kin

No sale ningún Jong Il.

Hay películas que cuando termino de ver estoy deseando reseñar en el blog. Pero no siempre es porque me hayan gustado, sino que, como es el caso, sé que dentro de un par de días la habré borrado por completo de mi memoria.

Se nota, y mucho, que esta película es el típico relato corto al que han metido relleno para hacer una película, de tal manera que el propio relleno devora la idea original, quedando ésta en una mera pseudosorpresa anecdótica a pie de página que se revela al final y que no está mal, tiene su gracia, pero si lo suprimes la película se queda igual.

Esto va de un chaval que se encuentra una playstation que tira rayos láser (es un arma experimental, o algo, pero a mí me recordaba a una playstation), y cuando su hermano ex-convicto roba a unos mafiosos, comienza una persecución en la que ambos hermanos y una stripper que pasaba por ahí se ven perseguidos por los mafiosos malotes (para hacerse a la idea de lo taimados y crueles que son, el líder de la banda va a una gasolinera y cuando le dicen que no puede usar el baño... ¡mea en el suelo! ¡maldad en estado puro!) y unos extraños soldados, que parecen cascos azules de 2084, hasta que finalmente acaban confluyendo todas las facciones en un trep... en un final.

Lo bueno, que queda todo más o menos explicado. Lo malo, que la explicación llega en un momento en el que al espectador, sumido en un estado de sopor por el pestiño que se acaba de tragar, no podría importarle menos.

jueves, 13 de junio de 2019

Aladdin

Versión Bollywood.

Aunque reconozco que me están gustando las versiones para imagen real de los clásicos Disney, esta ya venía avisando de que tenía un cierto tufillo a cutre, que tras ver la película constato que no era baladí. Sin nada de la chicha de una de las películas más populares y divertidas de la factoría, nos plantan un producto excesivamente industrial y sin gracia en lo que solo el carismático Will Smith (y era el que más difícil lo tenía para estar a la altura de su antecesor Robin Williams o para la versión española el genial trabajo de Josema Yuste) consigue salir airoso, destacando en lo negativo a un terriblemente patético Yaffar, que pasa de ser un villano icónico y carismatico a ser un pelele que pasa sin pena ni gloria por la película.

Si la de animación destacaba como mencionaba más arriba por ser una película tremendamente amena, esta peca de lo contrario, de tener momentos bastante tediosos, y de combinar la sensación de una trama que se estira innecesariamente (canciones nuevas metidas un poco con calzador) con otras en las que ésta va a trompicones y la evolución de los personajes no termina de encajar.

Se puede ver, pero no por mérito de estas versión, sino porque el material del que bebe es bueno, y francamente, para ver una versión tan cutre, mejor nos quedamos con la original.

Por último, un detalle que me ha rechinado mucho es que habiendo optado por darse cuenta de que la original solo tenía un personaje femenino hayan optado por introducir otro, a Dalia, pero digo yo... ¿era necesario caer por enésima vez en el tópico de meter un personaje cuyo único motor narrativo sea una más que artificial trama romántica?

miércoles, 12 de junio de 2019

El mueble del baño

Venirse arriba: definición gráfica.

El sábado vino el montador a instalar el mueble del baño, pero cuando fui a ver cómo estaba vi que se había emocionado demasiado con la altura, de manera que yo podía verme la cara (y algo más abajo del cuello) pero cualquier persona de menos de 1,75 que quisiera usar ese espejo debía plantearse el uso de una banqueta o similar. 

Llamé al instalador, y aunque insistía en que a esa altura estaba de maravilla (y eso que él mismo no podía verse en el espejo) por fin le convencí de que me lo pusiera a una altura razonable, y ahí hemos estado hoy, peleándonos con los enganches que aunque el sábado fueron hoy a la primera, hoy parecían resistirse, y también he aprovechado para incorporarle el aplique lumínico que compré para el mueble.

Esa altura ya es más razonable.

Otra etapa más en el camino de la adecuación de la casa. 

martes, 11 de junio de 2019

Matadero

El siniestro reboot de Peppa Pig.

Esta serie que se denomina, ya se ve en el cartel, como thriller ibérico, es un nada disimulado intento de hacer un Fargo a la española, con muchos homenajes bien visibles también al cine de Tarantino, o series de éxito como Breaking Bad. Y a ver, que el resultado desastroso del todo no es, y con un poco de esfuerzo he sido capaz de terminarla, a lo que ayuda que la historia es más o menos interesante, pero en líneas globales tiene detalles bastante cutres y el nivel general resulta bastante pobre, con la sensación de haberse hecho con descuido, lo que se plasma en muchas situaciones nada creíbles y en general unas actuaciones que tiran a lo mediocre, sin que los actores parezcan muchas veces quererse tomar en serio su papel (aquí cabe destacar una pelea supuéstamente dramática del último episodio, que parecía homenajear el cine oriental casposo de los 70-80) y solo Camila Viyuela y Miguel de Liras consiguen mantener el tipo ante lo que a veces sí llega al despropósito.

Con una primera escena muy atrayente, con esa pareja de sicarios que tanto intentan a recordar a Pulp Fiction, la serie nos lleva a Torrecilla, un ficticio pueblo de la provincia de Zamora, donde se urde una trama de tráfico de drogas usando para su transporte ganado porcino, y donde los eventos de la serie harán que la calma del pueblo salte por los aires y termine por hacer estallar odios latentes y secretos del pasado. La idea no era mala, y de aquí podía haber salido algo majo, pero no sé si por miedo a hacer algo demasiado serio, falta de medios o  por pura dejadez, se van a lo fácil, a lo barato y a los clichés que condenan esta serie a no ser nada más que un producto de fácil consumo. 

No sé si podrían haber sacado un solomillo, pero lo que sí sé es que se queda la cosa en casquería de segunda

lunes, 10 de junio de 2019

La batalla por las vacaciones

Organizando amistosamente el cuadrante.

Llega un día en todo centro de trabajo en el que toca sacar las mejores armas y luchar por algo muy importante: las vacaciones. Pues hoy era ese día en que nos teníamos que juntar para decidir cómo nos vamos a organizar el verano, y siendo mi primer ídem en este trabajo, pues no tenía muy claro cómo iba a quedar el tema, sobre todo porque a mí me gusta cogerme agosto y es el mes goloso que siempre quiere todo el mundo (spoiler: es lo que pasaba).

Afortunadamente, cediendo un poco de aquí y allá parece que la cosa avanza y aunque tendré que trabajar la segunda semana he conseguido salvar los días clave, que son los de las TdN, así como la segunda quincena, en la que también me suele gustar hacer cosas. Por tanto, la sangre no llega al río y tengo la tranquilidad de que no me perderé la cita anual con Mollina, que me habría jodido MUCHO.

domingo, 9 de junio de 2019

Finde con examen, boda y obra de teatro

El tribunal de la Diputación corrigiendo un examen.

Este fin de semana llega cargadito de cosas, así que empiezo por el principio, el viernes.

Tras una dura mañana de trabajo (esta semana ha sido horrorosa) en la que sufría por no haber dormido más de cuatro horas esa noche, por fin pude ir a casa y echar una breve siesta, antes de ir al inmueble del que soy propietario a reunirme con el electricista.

Ese día me retiré pronto, pues como ya indicaba, ayer tocaba día duro. A las 6:30 sonaba el despertador y a las 7:30 estaba ya en el BEC. Casi 7 horas después me reunía con uno de los examinados, pues ambos compartíamos destino, ya que íbamos a una boda en Gordexola (para los curiosos, no era la nuestra, que nos acabábamos de conocer, aunque sí era la misma boda). 

Tras el picoteo, bailoteo y bebeteo cubatil, un autobús nos llevó a Bilbao y ahí siguió un rato la fiesta, aunque la retirada fue más o menos pronta, pues llegó un momento en el que mis pies dijeron "ya no puedo más"..

El domingo, sin haber dormido demasiado bien (gracias, mosquito de las 4:30), a mediodía voy con mi padre a llevar a la perra a donde unos amigos que la van a cuidar unos días, y por la tarde lo que se ve en la foto: el estreno de la obra "Los Caciques", que ya colgaré aquí cuando tenga el vídeo. Luego a tomar unos cacharros con los compañeros y finalmente a casa, donde espero descansar y que la semana que entra sea algo más tranquila en el trabajo.

viernes, 7 de junio de 2019

Velando armas (ajenas)

Se ve mejor desde la barrera.

Hoy toca pronta retirada, pues mañana he de madrugar mucho para estar a las 7:30 en el BEC. El motivo es el examen de la oposición de administrativos de la Diputación, al que asisto en calidad de cuidador, con la tranquilidad de no tener que preocuparme por el temario.

Lejano queda ya aquel 28 de marzo de 2009 en el que hice el segundo y definitivo examen que me dio la plaza de funcionario que hoy ostento con alegría (bueno igual justo hoy, que el día en el trabajo ha sido un poco infierno, no, pero se me entiende) y esta oposición, realmente la primera en la que puedo mirar sin que vaya conmigo la feria, me recuerda inevitablemente al duro camino que me llevó hasta donde estoy. Fueron muchos sacrificios, muchas horas de estudio, noches sin dormir por los nervios, planes a los que renuncié... pero cada uno de los esfuerzos mereció sin duda la pena.

Y mañana estaré vigilando a un montón de gente que, sin duda, habrá pasado estos últimos meses por la misma travesía desértica por la que pasé yo. Me gustaría desearles suerte a todos, pero las plazas son las que son, y cuando el sistema empiece a mandar las notas, habrá alegrías y disgustos. 

Mi enhorabuena anticipada a los primeros y mis ánimos, también anticipados, a los segundos. Es una carrera de fondo y no es un fracaso quedarse en las puertas. Solo un "de momento no".

jueves, 6 de junio de 2019

Tarde de compras

El apuesto modelo, posando.

Puede que a veces parezca un poco monotema, pero comprar y adecentar una casa da mucho juego cuando se tiene un blog (sobre todo los días en los que no se te ocurre nada mejor que contar), y es que hoy ha tocado hacerme con otra pieza indispensable de mobiliario. Esta vez le tocaba nuevamente el turno al baño, pues a retrete, ducha y lavabo, había que unir espejo, uno de estos que es armario y espejo.

Y ya que estaba en la zona de Megapark he tenido a bien acercarme a una tienda de muebles, a probar algunos sofás, pues es mi deseo que el salón tenga un salón lo más grande y posible que las dimensiones físicas de la casa puedan acoger. Y la verdad es que el que se ve en la foto ha sido bastante de mi agrado en cuanto a comodidad, si bien se me hace demasiado ancho el brazo en L, que básicamente es una puñetera cama entera.

miércoles, 5 de junio de 2019

De cerraduras y puertas

Le metería un melón por el culo al graciosillo.

Ayer por fin llegaron las puertas, y ya me las empezaron a instalar. Pero hoy me han llamado a las 9 de la mañana, pues resulta que algún malnacido había tenido a bien incrustar a mala hostia un taco de madera en la cerradura de mi casa y no había forma de abrir. Total, que hemos tenido que llamar a todo correr al seguro para que mandara al cerrajero, porque si no no había forma de acceder, lo que ha hecho que los trabajos se retrasen casi dos horas sobre lo previsto. No sé quién habrá sido el malnacido, ni por qué, pero le diría cuatro cosas sobre dónde puede incrustar ese taco.

Lo bueno es que las puertas ya están colocadas, otro paso más que da la remodelación de mi futura casa.

martes, 4 de junio de 2019

Rocketman

Taron Egerton John. Me lo dejan a huevo para los #personajesimposibles

¿Saben ese capítulo de los Simpson en el que el Sr. Burns produce una película para blanquear su imagen y sale en ella como un ser casi de luz? Pues sin exagerar tanto, pero eso me parecía esta película: un homenaje descarado a Elton John. Tanto que no sorprende verle en los créditos como productor ejecutivo. Cuenta cosas malas, sí, pero todo tiene su explicación, pues mucha gente le dio de lado y tuvo una infancia atormentada. Y también deja muy claro de quién tiene una buena opinión y una mala.

No soy un experto en la vida de Elton John, así que mal podría juzgar ese aspecto de la película (aunque sí hay momentos en los que pasa por algunos episodios de su vida de forma muy precipitada), por lo que la juzgaré como producto de entretenimiento, y ahí es un musical con elementos casi formuláicos de biopic, que nos va contando la génesis, decadencia y redención de uno de los iconos de la música de nuestros tiempos, haciendo un recorrido a algunos de sus temas más emblemáticos. Y desde esa vía, a mí me ha ganado, pues había momentos en los que costaba no mover el pie al son de la música. Porque antes que biopic, hay que tenerlo claro, esto es un musical.

La duda que me corroe eso sí, es que si en Rusia han censurado la película para omitir alusiones a las drogas y la homosexualidad del protagonista, ¿qué coño de película han visto allí? ¿un corto de 20 minutos?

lunes, 3 de junio de 2019

Horario de verano (y último ensayo)

El sol abrasador cuqui.

Una cosa muy buena que tiene mi trabajo actual es que pese a tener más tardes y meter más horas durante el invierno, el horario de verano empieza antes, concretamente en junio y termina más tarde, durando hasta octubre. De ese modo, hoy ya no he tenido que trabajar por la tarde, y para celebrarlo he quedado para comer con los ex-compañeros de trabajo (algunos de los cuáles sí que tenían que hacer tarde luego) y tras la sobremesa con los que hoy no tenían, ya ha tocado ir a teatro, donde ha sido el último ensayo. Los motores están calentitos, el domingo estrenamos, a las 19:30, Los caciques.

domingo, 2 de junio de 2019

¡Ascenso!

¡(sub)Campeones!

Hoy toca escribir desde la euforia, pues el Bilbao Basket se ha proclamado ganador de la Final Four de ascenso a la ACB tras vencer 62-55 al Palma y se ha ganado una plaza para jugar el año que viene en la ACB.

Había miedo, por la presión, por el nivel que demostró ayer el Palma y porque era inevitable recordar ciertas sensaciones de la final de Charleroi (que no acabó nada bien), y subía a Miribilla nervioso. El partido en sí, hay que decir que ha sido bastante malo, pero muy emocionante, pues pese a haber ido casi todo el rato delante, nos han alcanzado en el marcador e incluso se han llegado a poner por delante, de modo que a falta de un minuto estábamos empatados a 55.

Una temporada entera, había que resolverla en un minuto, con los jugadores cansados y el público volcado. Se ha hecho la magia: primero un 2+1 de Brown y luego un triple desde Sebastopol que ha metido Schreiner (el mejor de hoy, sin duda, no me equivoqué cuando dije que me parecía un grandísimo fichaje) y cuando por fin los árbitros pitaron el final, se desató la fiesta en Miribilla.

Ahora toca ver qué pasa con el concurso de acreedores y se puede materializar el ascenso, pero al menos la parte deportiva se ha cumplido de sobra. Queda la finalísima de los despachos, pero hoy a disfrutar.

sábado, 1 de junio de 2019

A la final, con sesión doble

Celebrando la victoria, ahora queda lo difícil.

Hoy la cita en Miribilla incluía dos partidos, pues eran las semifinales de la Final Four de ascenso a la ACB. Y como el abono incluye todos los partidos, pues era tontería no ir.

En el primero, un muy superior Palma ha arrollado con autoridad a un Ourense que ha hecho lo que ha podido, pero no ha sido suficiente. ¡Y contra estos hay que jugar mañana, qué miedo!

Pero el importante era el siguiente, el Bilbao-Melilla. Los africanos eran un equipazo, y han peleado mucho, llegando a tener ventajas de hasta seis puntos en el primer cuarto. Pero entre que Bilbao Basket era un poco mejor, el empuje del público (una canasta la han dado los árbitros prácticamente por aclamación popular) y la lesión en la recta final de su jugador estrella Caleb Agada (que nos estaba haciendo roto tras roto) han hecho que el final del partido fuera más cómodo de lo esperado. 

Final: 75-68, y mañana la finalísima, que decidirá si nos ganamos una plaza en ACB o repetimos curso en LEB.