La verbena rekaldesa.
Fiestas de Rekalde solía ser sinónimo de haber terminado los exámenes de la uni, y por eso siempre tienen ese aire de libertad. Pero por no faltar a mis propias tradiciones voy a narrar el fin de semana en orden.
El viernes comida en el restaurante hindú, y por la tarde reunión de Moskotarrak, para colocar los turnos de txozna en fiestas de Bilbao. Luego la llegada de un amigo residente en Madrid y nos vamos por ahí a cenar a lo que hace 20 años era un pub en la zona en la que salíamos de fiesta entonces, para acabar arreglando el mundo con unas coca-colas en unos bancos.
El sábado por la mañana voy al gimnasio y la tarde la dedico a mover cosas y adecentar la casa antes de pasar por la lonja, donde había jornadas y luego a Rekalde, a tomar algo con unos amigos, lo que se prolongó hasta pasadas las dos de la madrugada.
El domingo por la mañana lo dedico a hacer nada y por la tarde una asamblea de Abaco, a cuyo término nos vamos a cenar unas pizzas tan a gusto, pero sin dilatar demasiado la sobremesa, que mañana toca madrugar.