domingo, 24 de agosto de 2025
Fin de semana (y de fiestas)
viernes, 22 de agosto de 2025
Txozneando sin ganas
Este año todavía no había dicho nada de la semana grande de Bilbao, y la razón es simple: es un evento que cada año me motiva menos. Ya el año pasado mis salidas se limitaron a bajar, hacer el turno de barra y marcharme, y este año tres cuartos de lo mismo. El lunes fui, hice el turno sin ganas (fui porque ya me había comprometido y tenía que ir), ayer y mañana. El lunes me fui a casa en cuanto acabé el turno, ayer parecido y mañana no descarto repetir jugada.
Todo ciclo se acaba cerrando y aunque de aquí a un año pueden pasar muchas cosas, no se descarta que sea ya el último que hago turnos. No es algo que merezca la pena hacer desmotivado.
jueves, 17 de abril de 2025
A las #omicron2025
domingo, 25 de agosto de 2024
Crónica de la Aste Nagusia
martes, 20 de agosto de 2024
Empezó la Aste Nagusia
sábado, 1 de junio de 2024
Moskocomida y Moskokaraoke
lunes, 13 de mayo de 2024
La no comisión
Hoy se ha resuelto la comisión de servicios para el puesto de responsable de atención ciudadana, oficina de la que salí en febrero para incorporarme a mi actual puesto de trabajo. Y aunque no tenía (ni tengo) el más mínimo interés en volver, me sabe un poco mal el resultado, ya que no he sacado la comisión.
¿Y cómo se come eso? ¿De entrada, para qué me apunté si no quiero ir?
Es un poco raro de explicar, pero allá voy. Cuando en diciembre se jubiló la anterior titular del puesto, lo cogió en comisión de urgencia una compañera que, en los meses que la tuve de responsable, funcionó muy bien, se lleva muy bien con los compañeros y conoce el sitio. ¿El problema? Tiene pocos puntos, y cualquiera que se apuntara le iba a levantar la comisión ordinaria cuando saliera.
Entonces la jugada era que yo, con más puntos que ella, me apuntaba, pero sin intención de cogerla. ¿Que resulta que yo salía y era el único por delante? Renunciaba sin llegar a tomar posesión. ¿Que salía y y había gente entre medias? Tomaba posesión, estaba un día y renunciaba, para que se quedara vacante y, al menos hasta que saliera otra vez la comisión (que lleva su tiempo), ella seguiría con la de urgencia. Y con un poco de suerte, con ese plus de antigüedad en el puesto que le permitiera quedarse.
Pero no ha sido el caso, y se ha presentado bastante más gente de la que pensábamos, varios de ellos con más puntos que yo. Así que más cómodo en cuanto a que no tengo que hacer nada (yo lo intenté y no coló), pero me sabe mal por la compañera y el resto de la oficina.
Habrá quien piense que le estoy echando muchísimo morro e intentando trampear el sistema con una triquiñuela. Y puede que algo de razón tenga, pero es una triquiñuela con la que yo no habría ganado nada y en cambio con ello habría beneficiado no solo a la compañera y al resto de la oficina, sino que habría sido en beneficio del servicio, pues si bien no dudo que la persona que ha sacado la comisión (no la conozco) será alguien perfectamente válido para el puesto, y con el tiempo lo hará igual de bien que lo que lo habría hecho la otra, va a tener que pasar por un periodo de adaptación que, de otra manera, no habría sido necesario.
lunes, 1 de abril de 2024
Omicrónica 2024
viernes, 2 de febrero de 2024
Adiós a Laguntza
lunes, 8 de enero de 2024
Año nuevo, vuelta al cole
miércoles, 11 de octubre de 2023
Desmamparados
domingo, 27 de agosto de 2023
Fin de semana (grande)
¿Es domingo, verdad? Pues aunque sea un poco atípico, voy a hacer lo de todos los domingos. Y como la última actualización se quedó en el jueves, hablaré del viernes.
Por la mañana dormí, mucho. Estaba reventado del día anterior, tanto que dormí hasta las 11, me tiré la mañana sin hacer nada, bajé a comer y luego me eché una siesta.
Algo más activa fue la tarde, que bajé al Casco Viejo e hicimos ruta turística (previo paso por el Gelatti Gelatti) a una amiga granadina, por todo el Campo Volantín, hasta el Parque de Doña Casilda, para terminar en Basurto, donde cogía el tren. Todo esto acompañados de la tremenda tromba de agua, que me dejó totalmente empapado. Esa noche, entre el cansancio del día anterior y la caminata de la tarde, me acabo quedando en casa.
Más animado fue el sábado, cuya mañana fue para vaguear y hacer pintxopote, comer fuera y por la tarde turno de barra en Moskotarrak. El jueves habíamos batido el record histórico de recaudación, pero fue efímero, ya que el viernes nos lo superaron. Pues ayer lo volvimos a recuperar, con una caja espectacular y una tremenda borrachera de billetes de 50€.
Hoy domingo, dormir hasta tarde, pintxopote de mediodía y siesta, antes de ir al Teatro Campos a ver como todos los años a Goyo Jiménez y luego el entierro de Marijaia, para dar cierre a una Aste Nagusia a la que, siendo francos, no le he hecho demasiado caso.