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jueves, 2 de enero de 2025

Heretic

Hugh Grande.

¿Qué tienen en común The Hollies, el Monopoly y las religiones abrahámicas? La respuesta no es una gran revelación, pero sí el interesante punto filosófico sobre el que se cimenta este interesante thriller.

Nos cuenta la historia de Barnes y Paxton, dos predicadoras mormonas que acuden a casa del enigmático Sr. Reed, que comienza con ellas un juego psicológico que hará que se tambaleen todas sus creencias en un secuestro que no termina de quedar muy claro si lo es o no, con diálogos fascinantes y un ejercicio de guion que hace querer seguir sabiendo en todo momento lo que pasa.

Como suele ocurrir, flojea un poco a partir del último acto, que no es que sea malo, de hecho creo que aguanta bien el tipo, pero viene de un nivel en el que es difícil mantenerse y nos lleva todo hacia un final que, como no podía ser de otra manera, queda completamente abierto a interpretaciones. 

Todo un ejercicio de disfrute cinematográfico y una buena pieza para empezar bien el año.

sábado, 27 de abril de 2024

Puan

Puan es el nombre coloquial de esa universidad.

Marcelo es un profesor universitario de filosofía tiene que lidiar con que ha fallecido el catedrático, con lo que puede optar al puesto, pero hay dos problemas. Uno, el económico, y es que por culpa de la crisis económica, su universidad se está yendo al garete, y por el otro lado, la aparición de otro candidato, Rafael: un filósofo estrella de prestigio internacional, guapo, carismático y amable, al que Marcelo envidia y desprecia.

Con un punto entre la comedia y el drama reivindicativo, Puan tiene un poco de tira comica llevado a pantalla, con escenas que son un poco historias cortas, o sketches en sí mismos, en los que Marcelo se va enfrentando a situaciones incómodas y muchas veces vergonzantes, a la par que avanza la historia principal. Algunas de estas escenas tienen momentos tronchantes, como la escena del pañal (adelanto, eso sí, que es muy escatológica), o sus clases particulares de filosofía a una adinerada octogenaria.

Eso y unos personajes con los que simpatizar (también hay alguno que habría tirado al mar, eso sí), Puan es una película entretenida, y con un toque de personalidad propia. Tal vez, si tuviera que quitarle algo, los últimos dos minutos, que se me hicieron algo pesados, con el protagonista recitando un tango de forma casi monocorde.

martes, 17 de octubre de 2023

The creator

Is this the way?

En un futuro distópico, en el que las inteligencias artificiales han avanzado tanto que algunas son indistinguibles de los humanos (simulantes los llaman, en obvio homenaje a Blade Runner), pero se acaba liando cuando una IA hace estallar una bomba nuclear en Los angeles (hola, Terminator) y se desata la guerra, entre el bloque occidental, que proscribe las IAS (en una especie de Jyhad butleriana de Dune) contra China, que las sigue usando. Y en ese contexto tenemos la historia de Taylor, un militar americano, con fuertes vinculaciones emocionales con ese bloque oriental y Alfie, una simulante cuya labor en esta guerra parece importante, y con quien correrá apasionantes aventuras, bajo la permanente amenaza de la N.O.M.A.D., una Estrella de la muerte portátil, que amenaza en todo momento con arrasar aldeas enteras y tiene la aparente capacidad de estar a la vez en todas partes.

De esta película se pueden decir muchas cosas buenas. En su apartado técnico es una orgía para los sentidos, con un aspecto visual impecable y una imaginería a la altura de las grandes superproducciones (se nota, y bien que se encarga el cartel de recordarlo, que es del director de Rogue One, a la que visualmente recuerda muchísimo). El trasfondo que nos plantea es en general fascinante, con un mundo rico y lleno de posibilidades, donde caben la épica más desenfadada, con grandes batallas, el noir urbano directamente arrancado de Blade Runner y la filosofía transhumanista de plantearnos si una IA puede sentir.

Elementos buenos tiene, y pieza por pieza la máquina pinta bien, pero el resultado no termina de funcionar. A un guion tal vez excesivamente agujereado y una historia que no termina de resultar interesante hay que añadir algunas cosas que resultan prácticamente paródicas (ese robokamikaze encajaría mejor en un capítulo de Futurama que en una película pretendidamente seria). Y ojo, que no veo malo que tenga sus momentos de humor, que de hecho tiene alguna pincelada que me hizo gracia, pero cuando son incoherentes con la premisa planteada, sí que chirrían. Lo peor, sin embargo, es que tiene algunos momentos valle que se me hicieron aburridos, y la sensación general a veces es que era un poco batiburrillo inconexo de cosas. 

Aunque aquí toca pausar y arrojar una enorme eximente en favor de la película. En un momento dado de la misma (más o menos 3 cuartos de metraje), el proyector del cine dio error, quedándose pausado varios minutos, lo que nos obligó a contactar con taquilla, lo que llevó un rato. Y cuando la reiniciaron, como no encontraban el punto exacto, hubo unos 20 minutos de metraje que nos tocó ver dos veces. Esto, lógicamente, incide muchísimo en mi percepción sobre la película, que es un "se me hizo larga y pesada" de manual, pero no la puedo culpar de elementos que le son ajenos.

Dicho eso, y tratando de ser objetivo, creo que está lejos de ser una obra maestra, pero también creo que no se merece el batacazo que se ha llevado. Es una propuesta interesante, mejorable sin duda, pero que ofrece cosas bastante válidas.

viernes, 14 de abril de 2023

Severance

El trabajo es lo único que tiene en su cabeza.

En un futuro indeterminado pero cercano, una gran empresa desarrolla una nueva tecnología y la aplica a sus empleados. Lo que hace es que al entrar al trabajo se les borran todos sus recuerdos anterores, y cuando salen pierden todos los recuerdos del trabajo, de manera que su personalidad se desdobla en dos, y es como si hubiera dos personas completamente distintas en un mismo cuerpo. Una llevando una vida más o menos normal y la otra condenada a una vida de eterno trabajo. 

Esta, que podría dar pie a un capítulo de Black Mirror, es la premisa de esta genial serie, que nos ofrece un planteamiento diabólico, cuya estética de apariencia amable hace que resulte todavía más perturbadora, como esos cuadros en los que encuentras cosas más terribles cuanto más los miras. Escenas, como la de la fiesta del jazz, consiguen ser completamente inquietantes (fabuloso Tramell Tillman, aunque todos los actores bordan sus papeles).

La historia nos va soltando la información de manera que queremos saber más (plantándonos en el último capítulo un cliffhanger del tamaño de Alabama) y haciendo mucho hincapié en la pregunta de quiénes somos. ¿Sería yo la misma persona si no recordara nada de lo que he hecho ni a quién he conocido?

Pero dentro de la genialidad que es esta serie, debo quitarme el sombrero ante lo milimétricamente medida que parece en ocasiones, cómo consigue dejarnos delante de las narices pistas de lo que va a pasar sin que nos demos cuenta, y el grado de atención al detalle, como explican muy bien en este interesantísimo artículo, que recomiendo leer a quien haya visto la serie y desaconsejo a quien aún no lo haya hecho. 

Una de las mejores series de 2022, aunque o la haya visto ahora (le tenía echado el ojo desde verano, pero no ha sido hasta ahora, que me he suscrito a AppleTV), y diría que la que más me ha gustado de lo que llevo de 2023.

Muy recomendable.

jueves, 25 de agosto de 2022

Merlí: Sapere aude

Traducción: Atrévete a saber.

Tras el éxito de la serie Merlí, salió este spinoff protagonizado por Pol Rubio (Carlos Cuevas), el arquetipo de alumno malote pero brillante (y por supuesto guapo) que acaba convirtiéndose en el favorito del profesor y arrastra la serie con su carisma hasta convertirse en el verdadero protagonista.

Continuando directamente la serie, Pol decide seguir los pasos de su mentor y se matricula en la facultad de filosofía, donde conocerá a sus nuevos compañeros de aventuras (eróticas y alcohólicas aventuras) y a sus profesores, destacando a la peculiar y conflictiva, aunque genial y atormendada, María Bolaño (María Pujalte).

La serie, básicamente, traslada el esquema de Merlí, y centrándose más en Pol, viene a ser ya no la serie de instituto, sino de universidad, con las preocupaciones existenciles propias de la edad y las fiestas orgiásticas propias del género (todo parecido con la realidad de mis fiestas universitarias es casualidad), aderezando de vez en cuándo con toques de filosofía. 

Algo peor que Merlí, pero no horroriza. A ver qué tal la segunda temporada.

martes, 12 de julio de 2022

20 años licenciado

Como dijo Gardel, eso no es nada.

No recuerdo el día exacto, puede que fuera hoy, mañana o hace tres semanas. Pero el caso es que se cumplen nada menos que 20 años desde que terminara la carrera de Derecho, esa que me permitió ser abogado y posteriormente ex-abogado (de lo que en 2 semanas habrán pasado ya dos semanas).

La carrera, ya lo he comentado más de una vez por aquí, me costó. Sobre todo hasta que hacia 4º ya me la empecé a tomar un poco en serio y estudiar en condiciones (si bien no siempre iba por la vía legal), pero al ir arrastrando asignaturas me planté en 5º con nada menos que 27. Y si bien pude sacar un montón, ese año no llegué a terminar la carrera, y estuve un año con 5 asignaturas (3 y 2) a la par que estudiaba euskera.

Realmente de las 5, la única difícil era Procesal Penal, un hueso duro de roer y un profesor que se jactaba de no hacer concesiones (su frase de presentación el primer día de clase fue "si alguien repite curso por mi asignatura, no le voy a aprobar"), pero con mucho estudio la saqué adelante.

Más guerra me dio la asignatura Filosofía del Derecho, que se me atragantó terriblemente y no conseguí aprobar. Por suerte esta profesora (las leyes la tengan en un altar) fue bastante comprensiva, y cuando le dije que era el último examen que me quedaba para aprobar la carrera, y que además había suspendido por poco (creo que fue un 4) me dejó evitar septiembre haciendo un trabajo sobre El Banquete, de Platón, no demasiado exigente (un claro caso de "te apruebo por la jeta, pero cubriendo un poco las apariencias", vaya).

Sin embargo, aún quedaba un único escollo: el examen de licenciatura. No sé cómo va ahora, con el tema de los TFG y tal, pero entonces, para que el título fuera válido había que enfrentarse a un examen en el que nos podían preguntar cosas de TODA la carrera, en una suerte de selectividad postuniversitaria, con la salvedad de que aquel examen, y lo sabíamos todos, era un paripé hecho para cubrir las apariencias, y aunque nunca faltaban las leyendas urbanas de ese alumno que suspende cada año (ya tiene que ser torpe el pobre), la realidad es que si a las 13:00 entregábamos el examen, a las 19:00 ya estaban las notas puestas y, para sorpresa de Pikachu, todos con el título en la mano. 

Y luego recuerdo que nos fuimos de fiesta, nuestra última fiesta universitaria, ya como oficialmente ex-universitarios. 

miércoles, 30 de septiembre de 2020

DEP Quino

No te olvidaremos, maestro.

Hoy el mundo es un lugar peor, pues ha fallecido Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido por su nombre artístico Quino, un ilustrador y filósofo argentino, un genio que nos hizo reír y nos hizo pensar, muchas veces a la vez.

Quino y su creación más famosa, Mafalda, fueron uno de los iconos de mi infancia. Creo recordar que salían las tiras diariamente en el periódico, y las devoraba con fruición, igual que recuerdo con mucho cariño unos recopilatorios que había de mis padres, en la casa de Txurdinaga. 

Se va Quino, pero nos quedan sus genialidades, sus mordaces críticas a las injusticias sociales, muchas de las cuales siguen plenamente vigentes a día de hoy, y nos queda para la eternidad la pandilla de Mafalda, Felipe, Susanita, Manolo, Guille...

Un día triste, y como tal, creo que el mejor homenaje es dedicarle una sonrisa, pues hacernos sonreír es algo por lo que siempre trabajó.

Esta tira me hizo reír mucho de niño.

martes, 7 de julio de 2020

Devs

Esta entrada estaba destinada a ser escrita.

Esta serie bien podría ser un capítulo de 400 minutos de Black Mirror, pues toca temas que tendrían muy buen encaje en esa serie, como los límites éticos de la tecnología o cómo con el avance de la misma va variando nuestra concepción de la realidad.

Lo que empieza pareciendo "un thriller de informáticos" que comienza con la historia de un prometedor ingeniero que trabaja en una empresa tecnológica de alto copete, muy a lo Silicon Valley, y es reclutado para formar parte de Devs, un proyecto supersecreto que se desarrolla dentro de esa empresa. Entonces pasan cosas y hay que investigar un enigma, con un trasfondo de espías, conspiraciones y ciberseguridad.

Pero la serie no va de eso. De hecho, vi el primer episodio y no tenía muy claro de qué iba la serie, pero sí que me estaba gustando. Lo malo es que es una de estas series en las que es complicado reseñar sin contar más de la cuenta, pero sin entrar en los spoilers, puedo decir que plantea cuestiones filosóficas interesantes sobre el determinismo y el libre albedrío, verdadero leit motiv de la serie, con algunos momentos sublimes, como la conversación entre Katie y Lily, en la que la primera explica y demuestra sus planteamientos.

Me queda también la impresión de ser una serie repleta de simbolismo, aunque reconozco que soy un poco torpe en esas cosas, pero no podía evitar la sensación de estar nadando muchas veces por un mar de metáforas visuales que no entendía, pero las disfrutaba igual. Algunas me parecían muy obvias, o al menos así las entendí yo, o puede que simplemente me estuviera montando la película en la cabeza.

En cualquier caso, es una serie cortita (8 capítulos de 50 minutos) a la que merece la pena echarle un ojo. Y, a título de curiosidad, entre sus personajes podremos encontrar uno muy importante con nombre vasco. 

martes, 14 de abril de 2020

He sido (4)

Una vez, hasta hice de Wookie (el peluche es un ewok, el wookie soy yo).

Hacía mucho que no daba un repaso a personajes conocidos, de la realidad o de la ficción, que he tenido que interpretar en teatro o en rol en vivo. Empecé aquí, seguí aquí y la tercera entrega quedó aquí. Desde entonces he jugado mucho rol en vivo y he seguido con el teatro, haciendo incluso pinitos en webseries y vídeos de Youtube, y como personajes que se me ocurran ahora mismo, he dado vida a:

Freddie Mercury

En la partida de Prosopon Rol, "Reinas", directamente inspirada por la película Bohemian Rhapsody, me tocó dar vida a Farrokh Bulsara, para la ocasión españolizado a Federico Mercurio, donde no solo tenía que actuar, sino hacer playback y algo parecido a bailar.

Book

Esta referencia la pillé mucho después, cuando vi la serie. Años atrás me tocó jugar un vivo bastante infame de Firefly, en el que mi personaje era un sacerdote hábil en el combate y que iba por ahí con sus crisis existenciales y un libro. Blanco y en botella... Seguramente mi interpretación se pareció bien poco al personaje de la serie, pero aun así, sería mejor que en la atroz Serenity.

Salvador Martí

Dirigí una partida de rol en vivo del Ministerio del Tiempo, y para no ser un mero espectador me di como personaje al subsecretario, cuya función era ir asignando misiones a los agentes de campo, y la complicada labor de aguantar la risa cada vez que veía a Velázquez imitando a Chiquito de la Calzada.

Mariano Rajoy

En los vídeos del extinto canal de Youtube, Cacahuete Merengado, parodié alguna vez al entonces presidente del Gobierno. Aunque he de decir que nadie parodiaba a Rajoy como el propio Mariano Rajoy. 

Eduardo Punset

En la obra de microteatro "La muerte de Socrates" yo interpretaba al célebre divulgador catalán, narrando el luctuoso evento. 

Shawn

En el vivo "El mejor lugar", basado en la serie de Good Place, hice un breve cameo en las Rolea de 2019, en la piel de este hierático personaje. 

El Joker Zorro

El gran embaucador, el príncipe payaso, avatar de la locura y némesis de Batman en un crossover de los cómics DC y el universo de Fábulas, no el de los cómics, sino el del juego de rol de Jorge Arredondo.

La muerte

Volvemos al teatro, a la obra "Vivir para siempre", donde mi personaje obviamente eso de que la gente viva eternamente no lo ve con buenos ojos.

Lord Byron

Dejo para el final el que probablemente sea el personaje más despreciable que he tenido que interpretar jamás, y el único que me hizo sentir verdaderamente asqueado después de ponerme en su piel. He llevado dictadores, asesinos, demonios, políticos corruptos, timadores, pero ninguno como este tipejo narcisista egoísta y cruel, que me cayó mal nada más leer la ficha de personaje y al que, por supuesto, disfruté muchísimo dando vida en la partida de rol en vivo Nuestras más terribles sombras.

martes, 6 de agosto de 2019

Crónicas Tedeneras - 2019 edition (1)

Con esto comenzaban mis jornadas.

Venga, al turrón. Ahora que he dormido algo, voy a hacer la clásica crónica de las jornadas TdN, con las partidas jugadas y dirigidas, y los eventos en general.

Jueves

Por la mañana, tras acreditarme, me voy al sitio de referencia de estas jornadas: la piscina, donde me doy el proverbial baño de antes de comer. Para no salir del CEULAJ y evitar aglomeraciones, me como unas patatas en el merendero, en compañía de Luis Barbero (coautor de Cultos Innonbrables), y aprovechamos para dar forma a un par de ideas roleras.

Otro baño en la piscina y me lanzo a dirigir mi primera partida, de 2084. El juego parece gustar, recibo críticas positivas y la pregunta que más he oído en las jornadas "¿y cuándo se publica"? Pronto, pronto...

Por la noche una de zombis, con Until your second death, donde me toca ser el presidente en funciones de Australia en un laboratorio, tratando de salvar a un grupo de civiles, pero se convierte en un gallinero, más parecido a pastorear gatos, y por no escucharme mueren todos de forma horrible.

Habían terminado las partidas del jueves, pero aún quedaba carrete, pues había que salir de fiesta, lo que es uno de los alicientes de estas jornadas (y de las pocas veces a lo largo del año que salgo de fiesta motu proprio). Un par de copazos (estúpidos, sensuales y sobre todo baratos cubatas de Mollina) me voy a dormir sobre las 5 o así.

Duermo unas tres horas, voy a desayunar y me apunto a una partida de rol en mesa de Dungeon World, donde me lo paso pipa con un explorador y su búho-mascota Ow, en este juego de fantasía épica y narración compartida que me encanta. Evidentemente tras la partida, y después de comer, piscinazo. Creo que no perdoné ni una.

Por la tarde juego La caja Schrödinger, una partida en vivo de ciencia ficción, de las de estar sentados alrededor de una mesa, que no está mal, y tiene momentos de debate filosófico muy interesantes. 

Llega la noche y sacamos la droga de la caja para ayudar a Marina a dirigir Descenso al Infierno, un rol en vivo con un toque narrativo, muy onírico, cuya estructura es muy similar a los ejercicios de improvisación teatral y en el que la poesía juega un papel muy importante. 

¿Y a dónde vamos cuando termina la partida? ¡Premio, al Pepe´s!

Mañana sigo con el resto de la crónica.

martes, 15 de enero de 2019

Merlí

Con los peripatéticos.

Francesc Orellá es un actor que me gusta bastante desde los tiempos en los que le vi en "El comisario", y es el motivo principal por el que me puse a ver esta serie, bastante popular en la televisión catalana.

Serie de instituto, con sus clichés de serie de instituto, con toques a lo club de los poetas muertos, nos cuenta la historia de Merlí Bergeron, un profesor de filosofía que revoluciona el instituto Ángel Guimerá cuando es enviado a hacer una sustitución y lo pone todo patas arriba con sus métodos tan particulares y su costumbre de cuestionarlo todo y pasarse todas las normas por el forro de los cullons. Pero como resulta ser tremendamente inteligente y carismático (y a veces seductor hasta puntos que rozan la ciencia-ficción), pues acaba llevándose a todo el mundo de calle y cayendo bien a todo el mundo.

Alternando las enseñanzas de Merlí (cada capítulo está centrado en un filósofo, que más o menos encaja con la trama) y las andanzas de los estudiantes, con un toque que me recordaba un poco a Skins (cada vez que veo una serie de instituto me pregunto qué narices hice yo con mi adolescencia), la serie se ve fácil, es amable y tiene sus momentos, por lo que sigue bastante bien. Tiene también sus momentos emotivos (otros son de vergüencita ajena), y el final casi me saca la lagrimilla, pues lo cierto es que consigue que la mayoría de los personajes caigan bastante bien.

Eso sí, recomiendo verla en el catalán original, no solo porque se pueda seguir sin hacer demasiado caso a los subtítulos, sino porque un día puse un cacho doblado por curiosidad, y me explotaron dolorosamente los oídos.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Matar a Dios

La película favorita de Nietzsche.

Curiosa película, a caballo entre el terror, el thriller y la comedia negra, nos pone en la situación de una familia no demasiado bien avenida que va a celebrar la nochevieja en su aislada casona rural, cuando en medio de la noche aparece un hombre en casa, que dice ser Dios, y les presenta una extraña oferta: va a diezmar a toda la humanidad salvo a dos personas, y deben ser ellos quienes elijan qué personas se van a salvar.

La película nos ofrece una atmósfera inquietante y un buen trabajo actoral, encabezado por la aquí soberbia Itziar Castro (cuesta creerse que es la misma actriz que en Vis a Vis) y algunas reflexiones interesantes en boca del extraño visitante. También cuenta con un final que tiene bastante mala baba.

No es nada del otro jueves, pero entretiene y es original.

lunes, 20 de febrero de 2017

Spam teatral: 11 de marzo

Microteatro

En la semana de anunciar cosas, hoy le toca el turno al teatro, y a mi siguiente aparición en público, que será el 11 de marzo. En ella haré doblete, pues primero tendremos la miniobra "La muerte de Sócrates" dentro del show "Teatro de las emociones", dedicado a las mismas, en la que interpreto a... (¡quien quiera saberlo, que venga!), y al concluir, tendremos una nueva entrega del improshow de los Sagaz.

Sí, seré mi propio telonero.

No será la primera vez que hagamos el número de las improvisaciones en el Bilborrock (con un escenario de verdad y aforo para bastante más gente que la que cabe en Muzzik), pero sí la primera vez que lo hacemos con este nuevo formato, de manera que tengo bastante ganas de ver qué tal queda. Yo sé que me lo pasaré muy bien, y espero que el tema de tener que pagar no retraiga demasiado a la gente.

miércoles, 12 de marzo de 2014

True Detective

Enormes, especialmente McConaughey.

Esta serie ya tenía algo especial desde la primera vez que supe que la iban a hacer. Leí sobre una nueva serie policiaca de la HBO, ambientada en la América más rural y profunda, con un ambiente gris y opresivo, con un presumible trasfondo de sectas y asesinatos rituales. Instantáneamente, y aún sin existir, ya se había convertido en una de mis series favoritas. No me importó que estuviera protagonizada por dos actores a priori no muy prestigiosos (a McConaughey, especialmente, le ha perseguido durante muchos años el sambenito de mal actor), porque sabía que iban a sacar petróleo de ellos. Y no petróleo, sino diamante, coltán y hasta tinta de impresora, pero de eso ya hablaré más adelante.

Cada avance o trailer que veía acrecentaba mis ganas de ver esta serie, cuya atmósfera pintaba de maravilla,  lo que incrementaba el peligro de decepcionar. Si esperas mucho de algo, te arriesgas a que no te dé todo lo que le pides.

No fue el caso de True Detective. Con un opening maravilloso, una hechura impecable, y un espectacular trabajo de McConaughey, que fabrica a Rust Cohle, personaje que ya ocupa un puesto en el hall de la fama de personajes memorables de televisión, la serie conseguía cautivar, a pesar de ser la trama en algunos momentos algo compleja, pero muy creíble.

El punto de enganche es el interrogatorio, 17 años después, a los agentes que trabajaron en un misterioso asesinato, y la narración en dos tiempos nos va dejando ver los detalles del caso, y de lo más importante, de la relación entre ambos protagonistas, todo muy bien llevado. Y el gope viene cuando en uno de los capítulos hacen su aparición referencias a Carcosa y el Rey Amarillo y de repente la serie se traslada a los mundos de H.P. Lovecraft, para gozo de este humilde espectador.

La primera temporada de la serie es una historia autoconclusiva de 8 capítulos, con un final directo y eficaz, que aunque puede no gustar a los amantes de hacerse pajas mentales con las teorías, a mí me ha parecido perfecto, y con una escena climática que me tuvo pegado al asiento.

Clásico instantáneo y ahora a esperar a ver qué nos depara la segunda temporada. El listón de Cohle y Hart está muy alto. Especialmente el de Rust Cohle, que pasa a convertir a Matthew McConaughey en uno de mis actores fetiche.

 
El opening que podría ver una y otra vez.

viernes, 22 de marzo de 2013

Los monos y los plátanos

 
No es por ti, plátano, es por mí. Tengo hambre y necesito potasio.

Una historia sobre un experimento de etología que oí hace mucho tiempo, y que pese a tener medio olvidada, me suele gustar traer a colación.

Se meten 6 monos en una jaula, y en el centro de la misma hay una escalera. Esta escalera permite acceder a un apetecible racimo de plátanos que cuelga del techo. Como es natural, no pasa mucho tiempo antes de que uno de los monos muestre su interés por los plátanos y se acerque a la escalera. Para sorpresa de los macacos, en cuanto uno de ellos pone el pie en la escalera, los monos son rociados con desagradable agua helada. Si un segundo mono intenta acceder a los plátanos, vuelve el chorro de agua fría.

Nótese que el agua fría castiga no solo al valiente que se acerca a la escalera, sino a todos los demás, por lo que al de unos cuántos intentos, la consecuencia es que si uno de ellos se acerca a la jaula, es civilizadamente apalizado por los demás.

Ahora probemos a sacar un mono de la jaula, y a poner uno nuevo en su lugar. Lllamémosle "Mono 7" Este mono desconoce por completo el funcionamiento de la escalera, por lo que en cuanto ve el aparentemente delicioso racimo de plátanos, se abalanza sobre la escalera. Pero como los demás monos no tienen entre sus planes ser rociados nuevamente con agua helada, aplican al novato una acción preventiva. El mono novato ha sido apalizado, pero ellos se han librado del chorro.


"Será algún tipo de rito de iniciación", piensa Mono 7. Así que, ni corto ni perezoso, vuelve a dirigirse a la escalera de los plátanos. No sorprende descubrir que su segundo intento de hacerse con los plátanos es recompensado con una nueva paliza, por lo que el desafortunado primate llega a la conclusión de que lo que provoca la paliza es acercarse a los plátanos.

Otro mono es extraído de la jaula, y es reemplazado por uno nuevo, "Mono 8". ¿Qué hace Mono 8? ¿Pues qué va a hacer. Teledirigido a por los plátanos. Pero como todos sabemos que va a pasar, los monos veteranos (y Mono 7, que se une a la fiesta) le dan la del pulpo al pibre Mono 8, hasta que este entienda que acercarse a la escalera implica castigo físico. Es conveniente recordar que Mono 7 no sabe lo del chorro del agua helada, pero sabe que el castigo por acercarse a la escalera es ese, y con eso le basta.

El experimento continúa, sustituyendo monos veteranos por monos nuevos. Y siempre se repite la misma operación. Viene un mono, se acerca a la escalera y le dan de hostias. Así hasta que no queda ninguno de los monos de la primera promonoción. Todos tienen claro que al que se acerque a la escalera hay que molerlo a palos, nadie sabe por qué, pues ninguno ha sido rociado con agua helada. Pasarán generaciones enteras de monos, y nadie se acercará a la escalera.


Se ha establecido una regla: "Está prohibido subir por la escalera y quien lo intente se expone a una represión por parte del resto del grupo".


Sería interesante ver cuántas escaleras de plátanos tenemos en la sociedad humana, y plantearnos que toda norma tiene su porqué.

martes, 29 de marzo de 2011

El taladro de Ockham

El juego de la Ockham

Tirando de Wikipedia, la navaja de Ockham (a veces escrito Occam u Ockam), principio de economía o principio de parsimonia, es un principio filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (12/80-1349), según el cual cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja. Lo cierto es que sería más adecuado en este caso hacer la comparación con el Nudo Gordiano, como muestra de pensamiento paralelo, o lo que viene siendo tirar por la calle de enmedio como solución a la propia inutilidad.

Érase que se era una lámpara de salón que se rompió, y unos moradores que compraron una nueva para reemplazarla. Pero acontece que las medidas no eran iguales, por lo que atornillarla al techo no era fácil, pues clavarla al techo a golpe de zapatilla no parecía lo más adecuado.

Tras bastante tiempo con la lámpara en una caja, nos prestaron un taladro. Si bien la solución no era tan maravillosa en la realidad como en el mundo de las ideas, y había varias barreras, como la falta de puntería, con la que no atinábamos a hacer un agujero recto, o la propia dureza del techo, que por alguna razón era demasiado duro y no había forma, ni con el taladro.

Pero la desesperación trae a veces buenas ideas, y se nos iluminó la bombilla (en un sentido nunca tan metafórico), teniendo la siguiente idea: aprovechar el enganche de la otra lámpara. Solo había que desatornilarlo, pasar el nuevo enganche por debajo (por encima, más bien) y empalmarlo perfectamente. Una solución rápida, sencilla y que por supeusto podríamos haber hecho sin necesidad de usar el taladro.

¿Y por qué no hicimos eso antes? Coño, no teníamos el taladro...

miércoles, 18 de febrero de 2009

Battlestar Galactica

Algunos de los personajes de la serie

Pocas veces consigue una serie cautivarme tanto. Me pasó con Perdidos, y me ha pasado con este remake de la clásica "Galáctica: Estrella de Combate", a la que en 2003 decidieron dar un lavado de cara, obteniendo como resultado una serie que, pese a tener poco que ver con la original (Starbuck es... ¡una chica!), es una auténtica maravilla, una verdadera joya.

El planteamiento es el siguiente: los Cylon, una raza de robots creados por la humanidad, se rebeló contra ésta, y estalló la guerra, una guerra de la que la humanidad no ha salido muy bien parada, y debe abandonar sus planetas natales, para embarcarse en un largo éxodo. A diferencia de la serie antigua, aquí los Cylon pueden tener aspecto humano, y pasar total y completamente desapercibidos, hasta que sacan a relucir su mala leche.

Debo decir que el género "navecitas espaciales" nunca ha sido algo que me entusiasme, por lo que doble mérito de esta serie, pero su secreto es que podría perfectamente ambientarse en el Oeste, la Edad Media, o una fragata española del S. XVI, puesto que el asunto sideral solo es el telón de fondo.

¿Cuál es el secreto de esta serie? Sin duda, dos son los puntos fuertes de esta serie. Uno, es que es una serie bastante coral, sin protagonistas claramente definidos. Es cierto que algunos personajes son más importantes, como Adama, Apollo, Starbuck, Gaius Baltar, la presidente Roslin... pero no hay un protagonista definido, todos son importantes (de ellos destaco a mi favorito, Karl Agathon "Helo") Y lo que es más importante, no hay "buenos" ni "malos". Un mismo personaje puede un capítulo en lo más bajo, y al siguiente redimirse con lo más elevado, y viceversa. Y esto es porque son personas, personas en una situación extrema: la humanidad se está yendo al garete, y las decisiones difíciles son constantes. Elegir lo menos malo.

Ese es el otro punto fuerte de la serie: su conflicto ético. No hay blancos y negros, todo es ambiguo. ¿Es lícito saltarse ciertas normas para evitar un quebranto mayor? ¿Es justo matar a mil personas para que las 50.000 restantes puedan sobrevivir? ¿Cuál es el precio de la supervivencia? Esto se refuerza, porque como ya he dicho, no hay malos. "Los Cylon", podría pensar alguno. Yo no lo tendría tan claro, ya que no hay por dónde cogerlos, y nadie sabe qué pasa por su cabeza.

Hay escenas que de verdad me atraparon de esta serie, como el motín de Tom Zarek, y su forma de resolverlo por parte de Apollo [SPOILER] Negocia con el terrorista que dentro de un año la presidente dimitirá y habrá elecciones. Cuando se lo dice, le increpan por no tener derecho a haber ofrecido eso. Apolo responde que no le ha ofrecido nada que no estuviera en las leyes, y cuando la presidente le dice que en tiempos de guerra las leyes no cuentan, su respuesta es "pues si las leyes no cuentan, tú no eres presidente y no tengo por qué darte explicacione o cuando la presidente Roslin emite un edicto para el exterminio de los Cylon y Helo le responde que eso es genocidio, que hacer eso les rebajaría a su misma altura (sobre todo porque es lo que estaba pensando yo).

Escenas como esa elevan la serie a mi Olimpo particular. Mas no es gratuita la alusión al Olimpo, dado que la serie está llena de simbologías, y muchísimas alusiones a la mitología griega. De hecho, los dioses que tienen son los griegos, así como hay clara referencia al Zodiaco, cosa que se ve en los nombres de los planetas (Aerilon, Piccon, Gemmenon, Caprica...) y los nombres de algunos personajes; Apolo, Athena, Hera... La serie, si no me equivoco, tiene 4 temporadas (que en la práctica son 5) más un spin-off (BSG Razor) y en EEUU está siendo emitida la última temporada, que cierra ya la serie. Y un aviso a navegantes: hay una miniserie, de 2 capítulos de hora y media, que es imprescindible ver antes de empezar con la serie, ya que realmente la serie empieza ahí, y saltárselos sería como empezar a ver una serie por el capítulo 5.

Y bueno, cómo no, para esta serie tengo también su versión caricaturizada. No podía faltar:


Coronel Tigh, Starbuck, Adama, Boomer, Helo, Nº6, Gaius Baltar, Tom Zarek, Laura Roslin, Apolo, Dualla, Dr. Cottle, Gaeta, Cally y Chief

domingo, 7 de septiembre de 2008

El gato de Schrödinger

El adorable gato zombi.

Hoy toca lección de mecánica cuántica, para lo cual fusilaré un experimento que siempre me ha hecho cierta gracia, y es el del único animal que puede estar vivo y muerto a la vez, así que fusilo este artículo que me encontré en Internet.

El gato de Schrödinger

Cuando se habla de el "gato de Schrödinger" se está haciendo referencia a una paradoja que surge de un célebre experimento imaginario propuesto por Erwin Schrödinger en el año 1937 para ilustrar las diferencias entre interacción y medida en el campo de la mecánica cuántica.

El experimento mental consiste en imaginar a un gato metido dentro de una caja que también contiene un curioso y peligroso dispositivo. Este dispositivo está formado por una ampolla de vidrio que contiene un veneno muy volátil y por un martillo sujeto sobre la ampolla de forma que si cae sobre ella la rompe y se escapa el veneno con lo que el gato moriría. El martillo está conectado a un mecanismo detector de partículas alfa; si llega una partícula alfa el martillo cae rompiendo la ampolla con lo que el gato muere, por el contrario, si no llega no ocurre nada y el gato continua vivo.

Cuando todo el dispositivo está preparado, se realiza el experimento. Al lado del detector se sitúa un átomo radiactivo con unas determinadas características: tiene un 50% de probabilidades de emitir una partícula alfa en una hora. Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo ha emitido una partícula alfa o no la ha emitido (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Como resultado de la interacción, en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.

Si lo que ocurre en el interior de la caja lo intentamos describir aplicando las leyes de la mecánica cuántica, llegamos a una conclusión muy extraña. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja resultado de la superposición de dos estados combinados al cincuenta por ciento: "gato vivo" y "gato muerto". Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto; se trataría de dos estados indistinguibles.


Cada vez que abres la caja, Schrödinger mata un gatito.

La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato es realizar una medida: abrir la caja y mirar dentro. En unos casos nos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero, ¿qué ha ocurrido? Al realizar la medida, el observador interactúa con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.

El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja el gato se encuentra en una superposición de los dos estados: vivo y muerto.

Esta superposición de estados es una consecuencia de la naturaleza ondulatoria de la materia y su aplicación a la descripción mecanocuántica de los sistemas físicos, lo que permite explicar el comportamiento de las partículas elementales y de los átomos. La aplicación a sistemas macroscópicos como el gato o, incluso, si así se prefiere, cualquier profesor de física, nos llevaría a la paradoja que nos propone Schrödinger.

En algunos libros modernos de física, para colaborar en la lucha por los derechos de los animales, en el dispositivo experimental (por supuesto, hipotético) se sustituye la ampolla de veneno por una botella de leche que al volcarse o romperse permite que el gato pueda beber. Los dos estados posibles ahora son: "gato bien alimentado" o "gato hambriento". Lo que también tiene su punto de crueldad.


Un servidor no entiende mucho de mecánica cuántica (sé cambiar la rueda del coche y gracias, y para eso también uso gatos) y por tanto, sigo y seguiré pensando que el gato está vivo o muerto, al margen de que lo sepamos o no, aunque bien es cierto que a veces la caja Schrödinger es una metáfora que puede ser aplicada a otros aspectos de la vida, en los que hasta que no la abrimos y no sabemos lo que hay dentro, por muy seguros que estemos, siempre hay un espacio de incertidumbre, que equivale a que el "gato" esté a la vez "muerto" y "vivo".

lunes, 25 de agosto de 2008

El Caballero Oscuro

Harvey Dent: La película.

No tenía ninguna intención de ver esta película. Batman Begins me pareció bastante mediocre, y el rompedor diseño del Joker me terminó de quitar las ganas de ver esta película, pero tanta crítica positiva está claro que algo encerraba, así que me animé a verla.

Y lo cierto es que no me arrepiento de ello. La película presenta una buena factura, con una historia interesante, unos personajes bien trabajados y escenas que dan que pensar.

Aunque también es curioso que la película no habría sido muy diferente sin Batman, que en esta cinta queda reducido a la categoría de personaje secundario en beneficio de Harvey Dent, que es el verdadero protagonista de la historia, sucediendo lo mismo dentro y fuera de la pantalla.

La película tiene escenas magistrales, como la del hospital (la única escena en la que el Joker es el Joker), o la del barco, donde el dilema del prisionero adquiere unos tintes especialmente dramáticos, y con una resolución de quitarse el sombrero. Nada es blanco y nada es negro en Gotham (aunque esta visión de Nolan en poco recuerde a la oscura Gotham City) y ahí reside el mérito de la película. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Y ahí está otra de las mejores escenas, el debate acerca de la autoridad moral de Batman, ¿tiene derecho a tomarse la justicia por su mano, violando si es preciso la legalidad internacional?

Otro apartado positivo es la clara mejoría respecto a Batman Begins en el tratamiento de, las aquí secundarias, escenas de acción, donde no convierte la película en un mareante suplicio para el espectador.

En cuanto a puntos negativos, sin duda el incomprensiblemente aclamado "Joker", pues en contra de la opinión mayoritaria, creo que Ledger destroza el personaje, se lo carga por completo, y solo en la escena del hospital parece ser el Joker, me parece una actuación totalmente sobrevalorada. Para ser un buen Joker debería haber empezado por ser el Joker, y si le dan el Oscar será por lo que desgraciadamente le pasó.

Eso en cuanto a su actuación, porque sí es cierto que su modus operandi es totalmente Jokeril, pero eso es algo que depende del guión, y no de su actuación, donde miradas, gestos, etc... no me sugerían al Joker ni de lejos. Por no hablar de su vergonzoso diseño, y lo de las cicatrices... para matar a Nolan.

Por lo demás, sin ser la obra maestra de la que se habla, una película bastante buena, y que por suerte no es Batman Begins 2.

Pero prefiero terminar la entrada quedándome con lo bueno, con sus conflictos éticos, con las decisiones difíciles, y con el mensaje de que ser un héroe no consiste en cazar villanos, sino en saber hacer sacrificios en pos de un bien mayor, como cuando Batman/Wayne deja que echen toda la mierda sobre él para preservar su memoria, o cuando el propio Dent confiesa ser Batman, con todos sus riesgos y perjuicios, para que el verdadero Batman pueda seguir con su labor.

Esas cosas hacen que la película, que admito que juré que no vería, valga la pena.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Wall·E

Limpia, fija y da esplendor.

El espectador que acuda a ver una película de Pixar se puede sentir ligeramente decepcionado, porque en Wall·E se carga algunos de sus clichés (entre ellos, el de sacar personas de imagen real) y saca una película innovadora, que sin ser tal vez tan divertida como "Buscando a Nemo" o "Los increíbles", muestra un mensaje inteligente disfrazado de simple diversión infantil (aunque desaconsejo vívamente a los padres llevar a sus hijos pequeños a verla, más que nada porque la película apenas tiene diálogos, y puede hacerse insufrible) y estaríamos ante probablemente la película más adulta de Pixar. Prueba de ello es la indisimulada escena de sexo, repleta de evidentes paralelismos.

La historia, en principio es simple como una patata, Wall·E vive solo en su planeta, aparece la robot Eva, de la que se enamora, la sigue a su nave, se enfrenta al malo y salva la papeleta, pero encierra una gran carga simbólica, con una feroz crítica al consumismo en la sociedad distópica que nos presenta, y algunos detalles poco sospechosos de ser casuales (¿Acaso soy el único que vio en Auto al ojo del Gran Hermano?).

También resulta meritoria la expresividad de los protagonistas, que sin palabras son capaces de decir más que muchos discursos, y cómo muchas de las situaciones, vistas desde el punto de vista robótico consiguen capturar al espectador, con geniales detalles como la cuchara-tenedor, o la caja del anillo.

¿Y qué decir del apartado técnico que no sea "impecable"? Con unas animaciones impresionantes, y la capacidad de lograr que algo tan a priori asqueroso como una cucaracha metiendose en un mugriento pastelillo en un vertedero resulte algo dulce y adorable.

Es una de esas películas que parece mejorar cuando se pìensa en ella después de haberla visto, ya que admito que recién terminada la película me parecía peor que otras de Pixar, pero entonces se empieza a pensar en los detalles y... se convierte en una maravilla, aunque es cierto que por momentos, y por paradójico que parezca, da la sensación de estar viendo un cortometraje de hora y media.

Geniales también los títulos de crédito, tampoco carentes de simbolismo, reflejando la evolución de la humanidad por medio de la pintura.

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