jueves, 2 de enero de 2025
Heretic
sábado, 27 de abril de 2024
Puan
martes, 17 de octubre de 2023
The creator
viernes, 14 de abril de 2023
Severance
jueves, 25 de agosto de 2022
Merlí: Sapere aude
martes, 12 de julio de 2022
20 años licenciado
miércoles, 30 de septiembre de 2020
DEP Quino
No te olvidaremos, maestro.
Hoy el mundo es un lugar peor, pues ha fallecido Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido por su nombre artístico Quino, un ilustrador y filósofo argentino, un genio que nos hizo reír y nos hizo pensar, muchas veces a la vez.
Quino y su creación más famosa, Mafalda, fueron uno de los iconos de mi infancia. Creo recordar que salían las tiras diariamente en el periódico, y las devoraba con fruición, igual que recuerdo con mucho cariño unos recopilatorios que había de mis padres, en la casa de Txurdinaga.
Se va Quino, pero nos quedan sus genialidades, sus mordaces críticas a las injusticias sociales, muchas de las cuales siguen plenamente vigentes a día de hoy, y nos queda para la eternidad la pandilla de Mafalda, Felipe, Susanita, Manolo, Guille...
Un día triste, y como tal, creo que el mejor homenaje es dedicarle una sonrisa, pues hacernos sonreír es algo por lo que siempre trabajó.
martes, 7 de julio de 2020
Devs
martes, 14 de abril de 2020
He sido (4)
martes, 6 de agosto de 2019
Crónicas Tedeneras - 2019 edition (1)
martes, 15 de enero de 2019
Merlí
lunes, 24 de septiembre de 2018
Matar a Dios
lunes, 20 de febrero de 2017
Spam teatral: 11 de marzo
miércoles, 12 de marzo de 2014
True Detective
Cada avance o trailer que veía acrecentaba mis ganas de ver esta serie, cuya atmósfera pintaba de maravilla, lo que incrementaba el peligro de decepcionar. Si esperas mucho de algo, te arriesgas a que no te dé todo lo que le pides.
No fue el caso de True Detective. Con un opening maravilloso, una hechura impecable, y un espectacular trabajo de McConaughey, que fabrica a Rust Cohle, personaje que ya ocupa un puesto en el hall de la fama de personajes memorables de televisión, la serie conseguía cautivar, a pesar de ser la trama en algunos momentos algo compleja, pero muy creíble.
El punto de enganche es el interrogatorio, 17 años después, a los agentes que trabajaron en un misterioso asesinato, y la narración en dos tiempos nos va dejando ver los detalles del caso, y de lo más importante, de la relación entre ambos protagonistas, todo muy bien llevado. Y el gope viene cuando en uno de los capítulos hacen su aparición referencias a Carcosa y el Rey Amarillo y de repente la serie se traslada a los mundos de H.P. Lovecraft, para gozo de este humilde espectador.
La primera temporada de la serie es una historia autoconclusiva de 8 capítulos, con un final directo y eficaz, que aunque puede no gustar a los amantes de hacerse pajas mentales con las teorías, a mí me ha parecido perfecto, y con una escena climática que me tuvo pegado al asiento.
Clásico instantáneo y ahora a esperar a ver qué nos depara la segunda temporada. El listón de Cohle y Hart está muy alto. Especialmente el de Rust Cohle, que pasa a convertir a Matthew McConaughey en uno de mis actores fetiche.
El opening que podría ver una y otra vez.
viernes, 22 de marzo de 2013
Los monos y los plátanos
Ahora probemos a sacar un mono de la jaula, y a poner uno nuevo en su lugar. Lllamémosle "Mono 7" Este mono desconoce por completo el funcionamiento de la escalera, por lo que en cuanto ve el aparentemente delicioso racimo de plátanos, se abalanza sobre la escalera. Pero como los demás monos no tienen entre sus planes ser rociados nuevamente con agua helada, aplican al novato una acción preventiva. El mono novato ha sido apalizado, pero ellos se han librado del chorro.
"Será algún tipo de rito de iniciación", piensa Mono 7. Así que, ni corto ni perezoso, vuelve a dirigirse a la escalera de los plátanos. No sorprende descubrir que su segundo intento de hacerse con los plátanos es recompensado con una nueva paliza, por lo que el desafortunado primate llega a la conclusión de que lo que provoca la paliza es acercarse a los plátanos.
Otro mono es extraído de la jaula, y es reemplazado por uno nuevo, "Mono 8". ¿Qué hace Mono 8? ¿Pues qué va a hacer. Teledirigido a por los plátanos. Pero como todos sabemos que va a pasar, los monos veteranos (y Mono 7, que se une a la fiesta) le dan la del pulpo al pibre Mono 8, hasta que este entienda que acercarse a la escalera implica castigo físico. Es conveniente recordar que Mono 7 no sabe lo del chorro del agua helada, pero sabe que el castigo por acercarse a la escalera es ese, y con eso le basta.
El experimento continúa, sustituyendo monos veteranos por monos nuevos. Y siempre se repite la misma operación. Viene un mono, se acerca a la escalera y le dan de hostias. Así hasta que no queda ninguno de los monos de la primera promonoción. Todos tienen claro que al que se acerque a la escalera hay que molerlo a palos, nadie sabe por qué, pues ninguno ha sido rociado con agua helada. Pasarán generaciones enteras de monos, y nadie se acercará a la escalera.
Se ha establecido una regla: "Está prohibido subir por la escalera y quien lo intente se expone a una represión por parte del resto del grupo".
Sería interesante ver cuántas escaleras de plátanos tenemos en la sociedad humana, y plantearnos que toda norma tiene su porqué.
martes, 29 de marzo de 2011
El taladro de Ockham
Érase que se era una lámpara de salón que se rompió, y unos moradores que compraron una nueva para reemplazarla. Pero acontece que las medidas no eran iguales, por lo que atornillarla al techo no era fácil, pues clavarla al techo a golpe de zapatilla no parecía lo más adecuado.
Tras bastante tiempo con la lámpara en una caja, nos prestaron un taladro. Si bien la solución no era tan maravillosa en la realidad como en el mundo de las ideas, y había varias barreras, como la falta de puntería, con la que no atinábamos a hacer un agujero recto, o la propia dureza del techo, que por alguna razón era demasiado duro y no había forma, ni con el taladro.
Pero la desesperación trae a veces buenas ideas, y se nos iluminó la bombilla (en un sentido nunca tan metafórico), teniendo la siguiente idea: aprovechar el enganche de la otra lámpara. Solo había que desatornilarlo, pasar el nuevo enganche por debajo (por encima, más bien) y empalmarlo perfectamente. Una solución rápida, sencilla y que por supeusto podríamos haber hecho sin necesidad de usar el taladro.
¿Y por qué no hicimos eso antes? Coño, no teníamos el taladro...
miércoles, 18 de febrero de 2009
Battlestar Galactica
Pocas veces consigue una serie cautivarme tanto. Me pasó con Perdidos, y me ha pasado con este remake de la clásica "Galáctica: Estrella de Combate", a la que en 2003 decidieron dar un lavado de cara, obteniendo como resultado una serie que, pese a tener poco que ver con la original (Starbuck es... ¡una chica!), es una auténtica maravilla, una verdadera joya.
El planteamiento es el siguiente: los Cylon, una raza de robots creados por la humanidad, se rebeló contra ésta, y estalló la guerra, una guerra de la que la humanidad no ha salido muy bien parada, y debe abandonar sus planetas natales, para embarcarse en un largo éxodo. A diferencia de la serie antigua, aquí los Cylon pueden tener aspecto humano, y pasar total y completamente desapercibidos, hasta que sacan a relucir su mala leche.
Debo decir que el género "navecitas espaciales" nunca ha sido algo que me entusiasme, por lo que doble mérito de esta serie, pero su secreto es que podría perfectamente ambientarse en el Oeste, la Edad Media, o una fragata española del S. XVI, puesto que el asunto sideral solo es el telón de fondo.
¿Cuál es el secreto de esta serie? Sin duda, dos son los puntos fuertes de esta serie. Uno, es que es una serie bastante coral, sin protagonistas claramente definidos. Es cierto que algunos personajes son más importantes, como Adama, Apollo, Starbuck, Gaius Baltar, la presidente Roslin... pero no hay un protagonista definido, todos son importantes (de ellos destaco a mi favorito, Karl Agathon "Helo") Y lo que es más importante, no hay "buenos" ni "malos". Un mismo personaje puede un capítulo en lo más bajo, y al siguiente redimirse con lo más elevado, y viceversa. Y esto es porque son personas, personas en una situación extrema: la humanidad se está yendo al garete, y las decisiones difíciles son constantes. Elegir lo menos malo.
Ese es el otro punto fuerte de la serie: su conflicto ético. No hay blancos y negros, todo es ambiguo. ¿Es lícito saltarse ciertas normas para evitar un quebranto mayor? ¿Es justo matar a mil personas para que las 50.000 restantes puedan sobrevivir? ¿Cuál es el precio de la supervivencia? Esto se refuerza, porque como ya he dicho, no hay malos. "Los Cylon", podría pensar alguno. Yo no lo tendría tan claro, ya que no hay por dónde cogerlos, y nadie sabe qué pasa por su cabeza.
Hay escenas que de verdad me atraparon de esta serie, como el motín de Tom Zarek, y su forma de resolverlo por parte de Apollo [SPOILER] Negocia con el terrorista que dentro de un año la presidente dimitirá y habrá elecciones. Cuando se lo dice, le increpan por no tener derecho a haber ofrecido eso. Apolo responde que no le ha ofrecido nada que no estuviera en las leyes, y cuando la presidente le dice que en tiempos de guerra las leyes no cuentan, su respuesta es "pues si las leyes no cuentan, tú no eres presidente y no tengo por qué darte explicacione o cuando la presidente Roslin emite un edicto para el exterminio de los Cylon y Helo le responde que eso es genocidio, que hacer eso les rebajaría a su misma altura (sobre todo porque es lo que estaba pensando yo).
Escenas como esa elevan la serie a mi Olimpo particular. Mas no es gratuita la alusión al Olimpo, dado que la serie está llena de simbologías, y muchísimas alusiones a la mitología griega. De hecho, los dioses que tienen son los griegos, así como hay clara referencia al Zodiaco, cosa que se ve en los nombres de los planetas (Aerilon, Piccon, Gemmenon, Caprica...) y los nombres de algunos personajes; Apolo, Athena, Hera... La serie, si no me equivoco, tiene 4 temporadas (que en la práctica son 5) más un spin-off (BSG Razor) y en EEUU está siendo emitida la última temporada, que cierra ya la serie. Y un aviso a navegantes: hay una miniserie, de 2 capítulos de hora y media, que es imprescindible ver antes de empezar con la serie, ya que realmente la serie empieza ahí, y saltárselos sería como empezar a ver una serie por el capítulo 5.
Y bueno, cómo no, para esta serie tengo también su versión caricaturizada. No podía faltar:

domingo, 7 de septiembre de 2008
El gato de Schrödinger
Hoy toca lección de mecánica cuántica, para lo cual fusilaré un experimento que siempre me ha hecho cierta gracia, y es el del único animal que puede estar vivo y muerto a la vez, así que fusilo este artículo que me encontré en Internet.
El gato de Schrödinger
Cuando se habla de el "gato de Schrödinger" se está haciendo referencia a una paradoja que surge de un célebre experimento imaginario propuesto por Erwin Schrödinger en el año 1937 para ilustrar las diferencias entre interacción y medida en el campo de la mecánica cuántica.
El experimento mental consiste en imaginar a un gato metido dentro de una caja que también contiene un curioso y peligroso dispositivo. Este dispositivo está formado por una ampolla de vidrio que contiene un veneno muy volátil y por un martillo sujeto sobre la ampolla de forma que si cae sobre ella la rompe y se escapa el veneno con lo que el gato moriría. El martillo está conectado a un mecanismo detector de partículas alfa; si llega una partícula alfa el martillo cae rompiendo la ampolla con lo que el gato muere, por el contrario, si no llega no ocurre nada y el gato continua vivo.
Cuando todo el dispositivo está preparado, se realiza el experimento. Al lado del detector se sitúa un átomo radiactivo con unas determinadas características: tiene un 50% de probabilidades de emitir una partícula alfa en una hora. Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo ha emitido una partícula alfa o no la ha emitido (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Como resultado de la interacción, en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.
Si lo que ocurre en el interior de la caja lo intentamos describir aplicando las leyes de la mecánica cuántica, llegamos a una conclusión muy extraña. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja resultado de la superposición de dos estados combinados al cincuenta por ciento: "gato vivo" y "gato muerto". Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto; se trataría de dos estados indistinguibles.

La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato es realizar una medida: abrir la caja y mirar dentro. En unos casos nos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero, ¿qué ha ocurrido? Al realizar la medida, el observador interactúa con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.
El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja el gato se encuentra en una superposición de los dos estados: vivo y muerto.
Esta superposición de estados es una consecuencia de la naturaleza ondulatoria de la materia y su aplicación a la descripción mecanocuántica de los sistemas físicos, lo que permite explicar el comportamiento de las partículas elementales y de los átomos. La aplicación a sistemas macroscópicos como el gato o, incluso, si así se prefiere, cualquier profesor de física, nos llevaría a la paradoja que nos propone Schrödinger.
En algunos libros modernos de física, para colaborar en la lucha por los derechos de los animales, en el dispositivo experimental (por supuesto, hipotético) se sustituye la ampolla de veneno por una botella de leche que al volcarse o romperse permite que el gato pueda beber. Los dos estados posibles ahora son: "gato bien alimentado" o "gato hambriento". Lo que también tiene su punto de crueldad.
Un servidor no entiende mucho de mecánica cuántica (sé cambiar la rueda del coche y gracias, y para eso también uso gatos) y por tanto, sigo y seguiré pensando que el gato está vivo o muerto, al margen de que lo sepamos o no, aunque bien es cierto que a veces la caja Schrödinger es una metáfora que puede ser aplicada a otros aspectos de la vida, en los que hasta que no la abrimos y no sabemos lo que hay dentro, por muy seguros que estemos, siempre hay un espacio de incertidumbre, que equivale a que el "gato" esté a la vez "muerto" y "vivo".
lunes, 25 de agosto de 2008
El Caballero Oscuro
Y lo cierto es que no me arrepiento de ello. La película presenta una buena factura, con una historia interesante, unos personajes bien trabajados y escenas que dan que pensar.
Aunque también es curioso que la película no habría sido muy diferente sin Batman, que en esta cinta queda reducido a la categoría de personaje secundario en beneficio de Harvey Dent, que es el verdadero protagonista de la historia, sucediendo lo mismo dentro y fuera de la pantalla.
La película tiene escenas magistrales, como la del hospital (la única escena en la que el Joker es el Joker), o la del barco, donde el dilema del prisionero adquiere unos tintes especialmente dramáticos, y con una resolución de quitarse el sombrero. Nada es blanco y nada es negro en Gotham (aunque esta visión de Nolan en poco recuerde a la oscura Gotham City) y ahí reside el mérito de la película. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Y ahí está otra de las mejores escenas, el debate acerca de la autoridad moral de Batman, ¿tiene derecho a tomarse la justicia por su mano, violando si es preciso la legalidad internacional?
Otro apartado positivo es la clara mejoría respecto a Batman Begins en el tratamiento de, las aquí secundarias, escenas de acción, donde no convierte la película en un mareante suplicio para el espectador.
En cuanto a puntos negativos, sin duda el incomprensiblemente aclamado "Joker", pues en contra de la opinión mayoritaria, creo que Ledger destroza el personaje, se lo carga por completo, y solo en la escena del hospital parece ser el Joker, me parece una actuación totalmente sobrevalorada. Para ser un buen Joker debería haber empezado por ser el Joker, y si le dan el Oscar será por lo que desgraciadamente le pasó.
Eso en cuanto a su actuación, porque sí es cierto que su modus operandi es totalmente Jokeril, pero eso es algo que depende del guión, y no de su actuación, donde miradas, gestos, etc... no me sugerían al Joker ni de lejos. Por no hablar de su vergonzoso diseño, y lo de las cicatrices... para matar a Nolan.
Por lo demás, sin ser la obra maestra de la que se habla, una película bastante buena, y que por suerte no es Batman Begins 2.
Pero prefiero terminar la entrada quedándome con lo bueno, con sus conflictos éticos, con las decisiones difíciles, y con el mensaje de que ser un héroe no consiste en cazar villanos, sino en saber hacer sacrificios en pos de un bien mayor, como cuando Batman/Wayne deja que echen toda la mierda sobre él para preservar su memoria, o cuando el propio Dent confiesa ser Batman, con todos sus riesgos y perjuicios, para que el verdadero Batman pueda seguir con su labor.
Esas cosas hacen que la película, que admito que juré que no vería, valga la pena.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Wall·E
La historia, en principio es simple como una patata, Wall·E vive solo en su planeta, aparece la robot Eva, de la que se enamora, la sigue a su nave, se enfrenta al malo y salva la papeleta, pero encierra una gran carga simbólica, con una feroz crítica al consumismo en la sociedad distópica que nos presenta, y algunos detalles poco sospechosos de ser casuales (¿Acaso soy el único que vio en Auto al ojo del Gran Hermano?).
También resulta meritoria la expresividad de los protagonistas, que sin palabras son capaces de decir más que muchos discursos, y cómo muchas de las situaciones, vistas desde el punto de vista robótico consiguen capturar al espectador, con geniales detalles como la cuchara-tenedor, o la caja del anillo.
Es una de esas películas que parece mejorar cuando se pìensa en ella después de haberla visto, ya que admito que recién terminada la película me parecía peor que otras de Pixar, pero entonces se empieza a pensar en los detalles y... se convierte en una maravilla, aunque es cierto que por momentos, y por paradójico que parezca, da la sensación de estar viendo un cortometraje de hora y media.
Geniales también los títulos de crédito, tampoco carentes de simbolismo, reflejando la evolución de la humanidad por medio de la pintura.
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