sábado, 30 de septiembre de 2023
Salón del cómic de Getxo
viernes, 29 de septiembre de 2023
Ngalletas porque sí
jueves, 28 de septiembre de 2023
Amigos hasta la muerte
Tres amigos desde la universidad: Suso, su pareja María y Nacho, la tercera pata del banco. Amiguísimos hasta que Suso descubre que María se la ha pegado con Nacho, y con una actitud que personalmente no soporto, perdona a María pero se encabrona y borra de su vida a Nacho (¡si la que le puso los cuernos era ella!).
Así, pasan los años y Suso y Nacho sin hablarse, hasta que María le dice a Suso que ha descubierto que Nacho se está muriendo, y que deberían hacer las paces, así como buscar la manera de contárselo a Nacho, que no lo sabe, lo que nos llevará a la típica historia de reencuentros y desencuentros, nostalgia discusiones y un saborcillo de feel good movie que nos hace olvidar lo tóxicas que serían algunas de esas personas y actitudes en la vida real.
Aquí lógicamente destripo la trama, pero es que no puedo pasar por alto lo terriblemente desquciada que me parecería una persona como María en la vida real. Descubre que tiene una enfermedad terminal, que va a hacer que como mucho viva dos años, así que no se le ocurre otra cosa que ser madre. Pero como su marido es estéril, le oculta lo de su enfermedad, y se inventa que su amigo, con el que le puso los cuernos, se está muriendo, para así hacer las paces y tener la excusa para que el amigo le haga el hijo que él no puede. Y por los cauces convencionales, ¡toma ya!
miércoles, 27 de septiembre de 2023
En la charla de Pol Gisé
martes, 26 de septiembre de 2023
Operación Napoleón
lunes, 25 de septiembre de 2023
domingo, 24 de septiembre de 2023
Empezando la liga con buen pie (y paliza al Andorra)
sábado, 23 de septiembre de 2023
Nueva campaña rolera
viernes, 22 de septiembre de 2023
Más Marvel Champions: Ángel y Mariposa Mental
jueves, 21 de septiembre de 2023
El cuco
No es spoiler decir que esta película bebe mucho de Lovecraft, dado que una cita suya es la que precede a la misma. También se inspira mucho, como puede verse después, en Alfred Hitchcock, con algunas escenas que son un más que obvio homenaje (y no el que el título podría parecer que sugiere).
Todo empieza con una historia muy mundana, sobre un matrimonio que espera un bebé, y que antes del parto quieren aprovechar para hacer un viajecito a Alemania, contactando con un matrimonio alemán por medio de una web de intercambio vacacional de viviendas (a título de curiosidad, la primera vez que fui con mis padres a Alemania fue así, aunque entonces se hacía todo por correo postal). Así, los protagonistas se instalan en el casoplón de los alemanes y los alemanes en el piso de Barcelona.
Al principio todo es genial y maravilloso, pero entonces pasan cosas y la historia deja de ser tan idílica y se convierte en una pesadilla de terror psicológico, en la yo como espectador disfrutaba tanto como sufrían los protagonistas, y en todo momento tenía interés por saber lo que iba aocurrir a continuación, y por qué pasaban algunas cosas.
Algo menos me gustó el cierre que tiene, que deja demasiadas cosas en el aire y no termina de pegar con el tono de la película. No me horroriza, pero creo que había opciones mejores.
miércoles, 20 de septiembre de 2023
Todos los nombres de Dios
martes, 19 de septiembre de 2023
Jornadas perrunas
lunes, 18 de septiembre de 2023
Mi top-16 de vivos jugados
domingo, 17 de septiembre de 2023
Crónica de las JO-2
sábado, 16 de septiembre de 2023
Oreo caseras
Las galletas bien, la crema demasiado liquida.
Ingredientes
330 gramos de mantequilla sin sal.
380 gramos de azúcar glasé.
200 gramos de chocolate negro.
7 ml de esencia de vainilla.
Un huevo.
210 gramos de harina de repostería.
90 gramos de cacao en polvo (usé Cola-Cao light)
Un par de pizcas de sal.
Una pizca de bicarbonato sódico.
Un chupito de leche.
Las galletas
Derrito 220 gramos de mantequilla, que habré dejado unas horas fuera de la nevera (la receta decía "atemperada", supongo que se refería a eso) y derrito también el chocolate. Mezclo la mantequilla con 150 gramos de azúcar, ahí echo el chocolate fundido, medio botecito de esencia de vainilla, un huevo y lo bato bien. Aparte mezclo la harina con el cacao, un poco de sal (5 gramos) y el bicarbonato. Mezclo todo bien y lo junto con el resto de la masa. Le doy buena caña con las varillas de batir y a la nevera que va.
Lo dejo ahí unos 40 minutos, y cuando se ha endurecido un poco, hago con ello un cilindro envuelto en papel de plástico, que hará que parezca que vengo de pasear al perro, y dejo ese cilindro un par de horas en la nevera.
Cuando ya esté, corto el cilindro en discos, o algo parecido, que se convertirán en galletas tras su paso por el horno (20 minutos a 170-180 grados). Da para un par de bandejas, siempre que contengamos el impulso de comernos la masa antes de hornearla.
La crema
Esto es fácil en la teoría, pero es lo que peor me ha quedado. 110 gramos de mantequilla, le damos caña con las varillas hasta que se quede cremosa. Le echamos 230 gramos de azúcar, el resto de la vainilla, una pizca de sal (1 gramo) y la leche (no demasiada, o quedará muy líquido). Mezclar, mezclar y mezclar, y un rato a la nevera.
En teoría con eso ya estaría, y lo único que falta es ir juntando las galletas de dos en dos, con algo de crema en medio. De sabor me ha quedado rica, pero me temo que eché demasiada leche. Otro día probaré con menos.
viernes, 15 de septiembre de 2023
A las Jornadas Oniria 2
jueves, 14 de septiembre de 2023
The Equalizer 3
miércoles, 13 de septiembre de 2023
El silencio
martes, 12 de septiembre de 2023
La noche más larga
lunes, 11 de septiembre de 2023
Verano en rojo
domingo, 10 de septiembre de 2023
Fin de con juegos y grados
viernes, 8 de septiembre de 2023
Carnet de sufridor 23-24
jueves, 7 de septiembre de 2023
Tortugas Ninja: Caos Mutante
miércoles, 6 de septiembre de 2023
¿Spam o donativo foral?
martes, 5 de septiembre de 2023
¡Salta!
1989, un niño (Teo) desaparece, pero en realidad ha viajado en el tiempo, tras encontrar un agujero de gusano que lo lleva a 2022, donde se reencuentra con su hermano Óscar, que ya es un señor mayor (pese a que Tamar Novas no sea la elección más acertada para hacer de casi cincuentón), que es un eminente científico y profesor de universidad, y que echa de menos a su hermano perdido. Ambos tratarán de recuperar el tiempo perdido y de hacer que Teo retorne a su época, mientras este intenta adaptarse a las maravillas del nuevo mundo y Óscar se va dando cuenta de todas las cosas que dejó de hacer.
La película está lejos de ser perfecta, y además el trailer se encargaba de reventar uno de los mejores giros de la película (lo comento más adelante), pero resulta amena, entrañable y ofrece momentos de infinita ternura, entre los que hay que destacar por encima de todos los demás uno muy concreto, que me hizo saltar las lágrimas. En esencia, podría decir que es una feel good movie con viajes en el tiempo.
El giro del que hablo, y que habría preferido descubrir durante la película, es ese segundo salto en el tiempo, cuando los niños acaban metidos de patas en 1949, que hace que te pases media película esperando ese momento. Y el momento emotivo del que hablo, cómo no, es cuando nos cuentan, con cuatro pinceladas muy bien lanzadas, la historia del amor de la abuela, en su juventud como guerrillera, y ese momento en el que de anciana vuelve a probar los panecillos que hacía el que se convertiría en su marido... ay, qué escena más emotiva, por favor.
No es una gran película, cierto, pero solo por ese momento ya me mereció la pena verla.