domingo, 7 de septiembre de 2008

El gato de Schrödinger

El adorable gato zombi.

Hoy toca lección de mecánica cuántica, para lo cual fusilaré un experimento que siempre me ha hecho cierta gracia, y es el del único animal que puede estar vivo y muerto a la vez, así que fusilo este artículo que me encontré en Internet.

El gato de Schrödinger

Cuando se habla de el "gato de Schrödinger" se está haciendo referencia a una paradoja que surge de un célebre experimento imaginario propuesto por Erwin Schrödinger en el año 1937 para ilustrar las diferencias entre interacción y medida en el campo de la mecánica cuántica.

El experimento mental consiste en imaginar a un gato metido dentro de una caja que también contiene un curioso y peligroso dispositivo. Este dispositivo está formado por una ampolla de vidrio que contiene un veneno muy volátil y por un martillo sujeto sobre la ampolla de forma que si cae sobre ella la rompe y se escapa el veneno con lo que el gato moriría. El martillo está conectado a un mecanismo detector de partículas alfa; si llega una partícula alfa el martillo cae rompiendo la ampolla con lo que el gato muere, por el contrario, si no llega no ocurre nada y el gato continua vivo.

Cuando todo el dispositivo está preparado, se realiza el experimento. Al lado del detector se sitúa un átomo radiactivo con unas determinadas características: tiene un 50% de probabilidades de emitir una partícula alfa en una hora. Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo ha emitido una partícula alfa o no la ha emitido (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Como resultado de la interacción, en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.

Si lo que ocurre en el interior de la caja lo intentamos describir aplicando las leyes de la mecánica cuántica, llegamos a una conclusión muy extraña. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja resultado de la superposición de dos estados combinados al cincuenta por ciento: "gato vivo" y "gato muerto". Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto; se trataría de dos estados indistinguibles.


Cada vez que abres la caja, Schrödinger mata un gatito.

La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato es realizar una medida: abrir la caja y mirar dentro. En unos casos nos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero, ¿qué ha ocurrido? Al realizar la medida, el observador interactúa con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.

El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja el gato se encuentra en una superposición de los dos estados: vivo y muerto.

Esta superposición de estados es una consecuencia de la naturaleza ondulatoria de la materia y su aplicación a la descripción mecanocuántica de los sistemas físicos, lo que permite explicar el comportamiento de las partículas elementales y de los átomos. La aplicación a sistemas macroscópicos como el gato o, incluso, si así se prefiere, cualquier profesor de física, nos llevaría a la paradoja que nos propone Schrödinger.

En algunos libros modernos de física, para colaborar en la lucha por los derechos de los animales, en el dispositivo experimental (por supuesto, hipotético) se sustituye la ampolla de veneno por una botella de leche que al volcarse o romperse permite que el gato pueda beber. Los dos estados posibles ahora son: "gato bien alimentado" o "gato hambriento". Lo que también tiene su punto de crueldad.


Un servidor no entiende mucho de mecánica cuántica (sé cambiar la rueda del coche y gracias, y para eso también uso gatos) y por tanto, sigo y seguiré pensando que el gato está vivo o muerto, al margen de que lo sepamos o no, aunque bien es cierto que a veces la caja Schrödinger es una metáfora que puede ser aplicada a otros aspectos de la vida, en los que hasta que no la abrimos y no sabemos lo que hay dentro, por muy seguros que estemos, siempre hay un espacio de incertidumbre, que equivale a que el "gato" esté a la vez "muerto" y "vivo".

5 comentarios:

omacia dijo...

Hay una versión aún mejor del "gato de Schrödinger" en la que, además de considerar el estado vital del gato, también consideramos su color. Este experimento vida-muerte vs. blanco-negro, interpretado mecanocuánticamente es aún más espectacular y revelador sobre la naturaleza cuántica de las partículas elementales (o gatos cuánticos) y en realidad es un pastiche del "gato de schrödinger" con el famoso "experimento de Stern-Gerlach"...lo que pasa es que es un poco largo de explicar...otro día...vale?
Saludos...

Anónimo dijo...

De ahí la frase "la curiosidad mató al gato"...

También es usado como metáfora en el último capítulo de esa pedazo de serie que es "The Big Bang Theory"

Mikelats dijo...

Mecanica cuantica no es una mujer que hace cuantos?

Aratz dijo...

Y porque para saber si el gato esta vivo o muerto damos un par de golpecitos a la caja para ver si maulla? ;)
Y si le ponemos un aparato que mida sus pulsaciones? Lo sabriamos sin tener que abrir la caja (aunque mirar el lector de este aparato seria como abrir la caja segun los fisicos cuanticos)

De todas formas el gato esta vivo o muerto, las dos cosas a la vez es imposible, al menos para el gato (el lo sabra mejor que nadie), que el cabron que lo ha metido en la caja no lo sepa es normal, yo tampoco se si Pozi esta vivo o muerto porque no le veo, pero no digo que esta en los dos estados a la vez.

Al final es mas filosofia que otra cosa.

Ganas tenian antes de darle vueltas a las cosas eh? Como se nota que antes no tenian porno grat... quiero decir, internet ;)

Koldo dijo...

Aratz, yo creo que el gato sí puede estar vivo y muerto a la vez. Es más, según escribo esta entrada, un domingo a la noche, la oficina donde trabajo está quemada e intacta a la vez, sólo que el porcentaje de probabilidad hace que sea aconsejable que vaya y lo compruebe.

¿Qué es eso de que "el gato lo sabrá mejor que nadie"? Se empieza dando conciencia del "yo" a los animales y al final se la tendremos que dar a Pozi y a Farruquito.