Otro domingo que se resume en una breve entrada hablando del fin de semana, aunque ésta no será breve porque no haya hecho nada sino por vagancia, por lo que tiraré de modo teletipo. Me he permitido, adelanto, tocarme las narices un fin de semana, para coger fuerzas, que hacía falta.
Viernes: Por la tarde sí estudié algo, pero a la noche timba de juegos de mesa en Kingdom, con partida de Galáctica (juegazo, a la altura de la serie) en la que fuimos vilmente pateados por los Cylon.
Sábado: Día completito, con partido de baloncesto en el odiado BEC, pero con buen sabor de boca. Nos enfrentábamos al Real Madrid, equipo al que no habíamos ganado nunca. La baja forma de los jugadores del Bilbao Basket, y la entidad del rival, hacían presagiar lo peor, pero nos salió el partidazo y ganamos. Subidón.
También, como dice la foto, cumpleaños, que se celebró en mi casa, de Diego (para quien no le conozca, el tipo de verde claro y perilla) y de María (la chica de azul, fiesta que se prolongó hasta las tantas.
Domingo: Dormir por la mañana, ir a votar, y a la tarde "probar" el Castle Crashers de la Xbox, a 4 jugadores, que mola más, y luego, a ver los resultados electorales, donde ganan casi todos, y todo es felicidad.
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