Pruebas del caso Bárcenas.
A pasitos lentos, pero los trabajos de adecentar la que será mi próxima guarida van avanzando y ayer tocó continuar con lo empezado el martes. Una de las partes que requerirá obra, de bastante magnitud, es la cocina, pero para eso antes hay que vaciarla, y separar lo que es aprovechable de lo que no. Así pues, nos reunimos otro señor (que tiene a bien ser el padre de mi señora novia) y yo, a emular a Heissenberg y Pinkman, y a producir cosas azules, como bien se ve en la foto. Pero en vez de ser cristales de metanfetamina, son bolsas de basura. Hasta 16 bolsas, creo haber contado, puede que más.
Y cajas, aunque no tantas, pues unas cuántas, con vajilla, menaje, cubertería, etc. El resultado, que la cocina ya está lista para empezar a recibir las amables atenciones de los gremios, que vendrán a hacerle una puesta a punto. Luego le harán una puesta a punto a nuestras carteras, me temo, pero ya habrá tiempo para hablar de eso.
Pero de momento, pasito a pasito, hacemos el caminito.
Pero de momento, pasito a pasito, hacemos el caminito.
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