Volví a meterme en la piel de Shylock.
Otra vez reseñamos el fin de semana. Nos remontamos al viernes, donde hago una excursión a Megapark, para comprar algo de ropa (cosa que siendo grande no siempre es fácil), y me vuelvo con un cómodo anorak y unos pantalones lo suficientemente amplios como para meterme dentro.
El sábado, después de saludar a mis tíos, que estaban comiendo con mi padre, con motivo del cumpleaños de este (pasé a saludar, de forma impretendidamente estratégica, cuando sacaban el postre) me fui hacia Muzzik, donde teníamos el recital de monólogos de Shakespeare. Nos sale genial, mejor que la otra vez, con gran aplauso del público que abarrotaba la saba (era pequeñita, pero se llenó). Acabado el recital, una de cine, "La ladrona de libros", película que reseñaré mañana.
Y hoy, paseo por la mañana, merendola por ser el cumpleaños de mi madre (tanto mi padre como mi madre cumplen años en enero, lo que es una putada a la hora de hacer los regalos, tan seguidos y tan cerca de navidades), otro paseo y a casita.
Barriga llena, afú.
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