La pantalla fatídica.
Sobre el juego no me extenderé mucho, limitándome a decir que es como el Binding of Isaac, pero más y mejor. Me centraré más en un truco que descubrí por casualidad, que es como se descubren los trucos.
Es muy frustrante cuando tienes el megacombo montado ver el cartel de Game Over y tener que volver a empezar, sobre todo cuando tienes una bonita colección de objetos y te lanzas con ímpetu sobre el jefe final. Pero no hay que echarse las manos a la cabeza, que todo tiene remedio.
A diferencia del Binding of Isaac, esta segunda parte añadía la interesante opción de dejar la partida y seguir jugando después. Lo que no permite es volver a un punto de guardado, así que si te matan, ajo y agua. O no, ya que con este truco podemos solucionarlo.
De normal, si mueres vuelves a la pantalla inicial y tienes que empezar de nuevo, pero si nada más morirte, y antes de que salga la pantalla que se ve, pulsas Alt+F4, saldrás del juego. Y si reinicias te dará la opción de continuar la partida. Aparecerás en el comienzo del nivel en el que te has muerto, con todos los objetos que tenías al empezarlo y el nivel se generará exactamente igual, con los mismos monstruos y objetos, con lo que además de no perder la partida, tienes la ventaja de saber exactamente a qué vas a enfrentarte.
Pero el truco va un poco más allá, pues al forzar el reinicio, técnicamente lo que hace es cargar en en el último punto de guardado. ¿Qué quiere decir esto? Que si sales del juego sin haberte muerto, el juego te genera un punto de guardado, así que si mueres y fuerzas reinicio, no vuelves al inicio del nivel, sino a donde habías dejado la partida. Lo que de facto supone que puedes guardar la partida prácticamente a cada paso.
Así que con esta antideportiva medida, ya no hay excusa para no pasarse el juego y no desbloquear todos los objetos secretos.
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