Daba la sensación de estar saliendo realmente del suelo.
Hoy he ido a ver una exposición que no mentiré si digo que me ha dejado un poco frío. Seguramente las altas expectativas generadas por las muy buenas críticas que había oído de esta exposición de escultura hiperrealista que ha estado todo el verano en el museo de Bellas Artes de Bilbao, y que terminaba hoy, han tenido algo que ver, dado que he ido muy ilusionado a verla, y me he quedado un poco decepcionado.
La decepción no es tanto por que las muestras carecieran de calidad, pues había algunas verdaderamente espectaculares, sino porque era una exposición muy pequeñita, que se veía, siendo generosos, en media hora. Y aunque algunas obras, como ya he dicho, eran espectaculares, otras en cambio no lo eran tanto. No me ha disgustado, pero me ha dado muchísimo menos de lo que esperaba, la verdad. Vale que lo bueno si breve dos veces bueno, pero leñe, no TAN breve.
Ahora como muestra, y aunque las fotos no pueden hacer justicia a las obras, algunas que he retratado con el móvil:
La foto no lo muestra bien, pero el efecto gotas de agua era acojonante.
Unos pies muy detallados, casi se podían oler.
A simple vista era difícil saber si era una estatua o una chica jugando al escondite.
La Venus naciendo de una banana.
Esta también parecía de verdad.
El juego que hacía esta con la perspectiva es difícil de describir con palabras.
¡Culo!
Aquí igual no se nota, pero parecía que levitaba.
Desde otra perspectiva.
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